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No quería despertar, le pesaba el solo hecho de pensar en abrir sus ojos. Incluso al sentir una presión extraña entre sus piernas, no tenía intención de levantarse.
Dan cerró los ojos con más fuerza, ignorando por completo el llamado constante del contrario a su oído.
"Dan, joder~ Dan" escuchaba ciertos gruñidos, que claramente provenían del pelinegro "Mierda~ Ah" seguía hablando entre jadeos, con la voz un poco áspera "Despierta, vamos... Despierta"
Sus caderas estaban siendo tocadas con fuerza, presionadas para impedir que pueda moverse, por sus piernas se escurría un liquido que no era suyo, estaba frío y espeso.
"Ah~ Mi Dan" escuchó la voz de Jaekyung cada vez más clara, entonado de manera muy seductora, prácticamente obligándolo a abrir los ojos, la curiosidad superaba su cansancio.
¿Qué expresión estaba haciendo su pareja? ¿Por qué sonaba tan urgido?
Sintió los dientes del menor plantarse en su cuello, mordisqueando con fuerza para luego lamer suavemente la zona, ardía... Ardía terriblemente bien.
Si si, a la mierda, abriría los ojos en ese preciso instante.
—- Jae ~ Ah —- gimio con delicadeza, aún somnoliento. Su mirada se encontró con el filo de la cama y al voltear, pudo darse cuenta que el pelinegro se encontraba abrazándolo.
No era una manera común, el miembro del menor se encontraba entre sus piernas, su postura lo hacía ver más grande. Este, se encontraba recostado en un brazo y levantaba la mirada, llegando a acariciar el cuello del mayor.
—- ¿Qué haces? —- susurro el pelicastaño sorprendido, dándose cuenta de la situación. Su interior picaba un poco, como si estuviera esperando algo más.
Jaekyung se acomodó mejor, sentándose sobre sus tobillos en la cama —- Estaba divirtiéndome un rato —- le respondió con sinceridad —- Eres muy atractivo cuando duermes —- admitió, sin ningún tipo de vergüenza, haciendo que el mayor se sonroje.
Quería callar la boca del menor, pero no podía moverse correctamente, su intento por hacer algo, había salido en vano. Adicional a eso, Jaekyung aprovechó el momento por posicionarse encima del mayor y levantar ambos brazos de este arriba de su cabeza, para sostenerlo con una sola mano.
—- ¿Sabes algo? —- le susurro el pelinegro —- Me encantó restregarme entre tus piernas, pero no quedé satisfecho... No dejarás a tu novio con ganas, ¿verdad? Mi Dan...
Era una responsabilidad que no podía tomar; sin embargo, el mayor se estremeció ante esas palabras. No entendía como es que su pareja tuviera tanta energía, ¡lo habían hecho toda la noche!
—- Todo tu cuerpo es suave —- continuó el menor, tocando suavemente del hombro a la mano del más pequeño —- Pero tu interior es más apetecible —- le dijo, mientras lo atraía hacía él, alzando un poco las piernas del mayor.
Dan parpadeo repetidas veces, negando constantemente —- Espera, espera... —- dijo, con la voz un poco cansada, tanto gemir había quedado un poco ronco —- Preparalo con delicadeza —- terminó de hablar, aceptando la propuesta indecente.
No quería negarlo, aunque su cuerpo sufriera las consecuencias de sus encuentros tan apasionados, su mente se encontraba con felicidad al ser follado por su novio. Era una mezcla perfecta de sus pieles, chocando rápidamente en busca de más contacto.
Jaekyung sonrió ante tal afirmación, bajando sus dedos a la entrada del mayor, la zona estaba ligeramente hinchada, nada de qué preocuparse. Suave y aún seguía algo aflojado, por la noche anterior
Con unos cuantos movimientos en esa zona, supo que ya podía ponerlo sin hacerle daño. Así que antes de introducirse dentro del mayor, le dio un corto beso en los labios y sostuvo la pierna de este, elevándola un poco.
Dan gimió, cerrando los ojos con suavidad. Tan pronto sintió la polla de su novio en su interior, su cuerpo se tensó un poco, sintiendo escalofríos por todo su ser.
El empuje en sus caderas, al inicio fue suave, Jaekyung se estaba conteniendo bastante porque no quería hacerle pasar un mal rato a su pareja. Además, quería esperar a que este se encuentre totalmente despierto para poder escuchar los lindos y eróticos sonidos que salían de sus labios cuando perdía la cabeza por la excitación.
Pero esa intención de retenerse no duró mucho tiempo, el interior del pelicastaño apretaba demasiado bien y estaba necesitando llegar más a fondo para sentir más placer, moverse con más fuerza para que sintiera toda la vibración de Dan.
—- Ah ~ Me gusta ~ Jae —- susurro el mayor, aún estaba un poco somnoliento, lo que hacía que se vuelva más sincero, pero poco a poco se iba dando cuenta de la realidad, llegando a tener un tierno sonrojo en sus mejillas.
Escuchar las palabras de su pareja, solo hizo que el deseo del menor se avivara aún más, sintiendo como toda la energía que fluía de su cuerpo se centrará en su intimidad.
Su miembro, se puso más endurecido, incluso sintió que se agrandó aún más, cosa que produjo que Dan se retorciera debajo de él, despertando completamente.
—- ¿Por qué? —- susurró este, con dificultad —- Se hizo más grande —- apenas podía hablar, su abdomen se sentía lleno y abultado, sorprendido por la nueva sensación.
Lo mismo había pasado la noche anterior, pero no creía que Jaekyung aún tuviera tanta energía, pensaba que quizás su fuerza y grandeza podría disminuir.
—- No lo sé —- susurro el pelinegro —- Estoy entusiasmado —- le dijo, mientras sacaba su pene del interior del mayor, para volver a meterlo con fuerza.
El pelicastaño no sabía que hacer con las sensaciones tan fuertes, por lo que abrazó el cuello del menor, intentando recibir algo de apoyo para su cuerpo.
Recibir una y otra vez el miembro del pelinegro en su interior, no era tarea fácil, pues este sabía como moverse de manera perfecta, golpeando repetidas veces el punto dulce que estaba tan dentro suyo.
Haciendo que cada estocada se sintiera como un escalofrío en todo su cuerpo, teniendo espasmos recurrentes e intentando mantener la calma para no correrse.
La fiereza con la que era tratado, le encanta, especialmente porque el pelinegro le daba besos suaves por todo su rostro, haciendo un contraste con lo mucho que lo destrozaba en la parte baja.
—- Agh~ Mng~ Uh —- incluso si Dan quisiera hablar, no podía hacer más que soltar gemidos o sonidos incoherentes, moviendo su cabeza de un lado a otro, abriendo y cerrando los dedos de sus pies.
Un cosquilleo se avecinaba y profundiza en el abdomen de este, indicando que no le quedaba mucho tiempo para llegar al climax, ¿por qué estaba tan sensible?
Sentía todo su cuerpo arder lleno de pasión, observando la clara mirada de excitación de su novio.
—- Oh ~ Joder Dan —- gruño Jaekyung, relamiendo sus labios mientras lo miraba fijamente —- Me vuelves loco, carajo. Me encantas—- sonrió sintiendo calor en el rostro y un pequeño sonrojo en las orejas. No entendía cómo se había atrevido a decir eso, no era propio de él.
Se sentía bien, muy bien, pero al mismo tiempo estaba avergonzado. Ser honesto, podría ser bueno si era ocasionalmente.
—- Te quiero Jaekyung —- admitió el mayor, sintiendo calidez en su corazón. Era sumamente lindo poder escuchar palabras tan dulces.
El pelinegro asintió ante esa declaración, las cosas habían cambiado a un tono más adorable, las mejillas rojizas del pelicastaño eran tan tiernas que daban ganas de morder.
—- Dímelo —- susurro Dan, en un puchero, quería escuchar las palabras de su novio, saber que también le correspondía.
—- ¿Qué cosa? —- preguntó el menor, sin dejar de embestirle. Tenía un presentimiento de a qué se refería este, pero quería molestarlo un poco.
El pelicastaño tomó un poco de aire, la presión en su interior iba aumentando. Tenía que controlar su respiración para poder hablar coherentemente, pero Jaekyung no le dejaba... Este seguía moviéndose tan veloz y rudamente.
—- Dime que me quieres —- gritó Dan, cerrando fuertamente sus ojos, esa última estocada lo había hecho temblar, sintiendo como la fuerza de sus piernas iba disminuyendo dramáticamente. Si seguían así, no podría pararse.
Jaekyung se quedó en silencio por unos segundos, si lo iba a decir, no tenía problema en aquello pero debía agarrar un poco de valor. Además, quería molestar al mayor, era divertido verlo avergonzado o nervioso.
Ante tal silencio, Dan abrió los ojos, formando un puchero con sus labios, ¡Su novio era tan cruel! ¿Cómo se le ocurría ignorarlo?
—- Joo Jaekyung... —- susurro este, haciendo un tono de voz un poco enfadado, mezclado entre suplicas y vergüenza.
El pelinegro con su mano tomó el miembro del mayor, tapando con su dedo el orificio de esa zona, apretando con un poco de fuerza.
—- Solo si aguantas —- contestó este, sin pudor alguno cuando empezó a embestir con más fuerza por todo el interior del pelicastaño.
Daba estocadas desesperadas porque se sentía tan cerca de su liberación, golpeando con fuerza y sin dejar de sostener el miembro de su pareja, no lo dejaría correrse por su cuenta.
—- Por favor... —- dijo Dan entre súplicas, ya no le importaba si le decía si le quería o no, quería correrse, necesitaba llegar al climax. Su cuerpo no soportaría más.
El menor vio los cabellos desordenados del mayor, con sus jadeos que se volvían más constantes y sonoros, su rostro pidiendo piedad y sintiéndose necesitado, que no soportó jugar más con él.
—- También te quiero —- le susurro Jaekyung finalmente, soltándolo por completo y dando un último golpe en su interior.
Al escuchar esas palabras y ser soltado, Dan soltó un grito ahogado, la energía subía por todo su cuerpo y su interior se sentía aún más caliente por la cantidad de semen que su novio había derramado dentro de él.
Con un último esfuerzo, por culpa de esas sensaciones que se acumulaban en la parte baja de su cuerpo, Dan arqueó la espalda, soltando un último gemido mientras cerraba los ojos con fuerza para luego, desmayarse.
Jaekyung se sintió llegar al cielo, una descarga eléctrica recorría en todo su cuerpo, solteando suaves jadeos e intentando normalizar su respiración.
Al observar que su pequeño novio no estaba despierto, solo salió de su interior y se acostó a su costado, antes asegurándose de que continúa respirando... Suspirando lleno de alivio por saber que se encontraba bien, simplemente exhausto.
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Después de descansar unos minutos, se había dado el tiempo de limpiar el sitio, cambiar las sabanas, alistar nueva ropa y llevar a Dan a la ducha, para quitarle todo rastro de liquidos que ambos habían expulsado mientras tenía sexo rudo.
El mayor, despertó con la sensación del agua fría recorrer su cuerpo. Estaba cansado y no podía pararse por cuenta propia, por lo que no dijo nada. Simplemente dejó que su novio se encarge de limpiarlo y lo mime, había secado su cabello y le había cambiado la ropa.
—- Me alegro de que estés satisfecho —- susurro, recostándose en el hombro del menor. Y aunque no lo estuviera, no estaba dispuesto a hacer más.
Jaekyung no dijo nada, solo tocó la mejilla del mayor —- ¿Quieres comer algo? —- le preguntó, cambiando de tema.
¿Satisfecho? Podría decir que sí. Pero, aunque estuviera completamente agotado y drenado, nunca estaría satisfecho de poder follar con su pareja.
Le daba, más que felicidad poder mezclar sus cuerpos de esa manera. Y si seguía pensando así, podría querer hacerlo de nuevo, era mejor mantener la mente ocupada en otra cosa.
—- Si, tengo mucha hambre —- le contestó Dan con pesadez, ni siquiera podía sentarse apropiadamente. Si no fuera porque Jaekyung le servía de almohada, todo sería más complicado.
El menor asintió, levantándose en un instante, siendo detenido por la mano del pelicastaño, quién negó con lo que le quedaba de energía.
—- Llévame —- pidió, alzando sus brazos. No quería quedarse solo en esa habitación, necesitaba un poco más de la calidez del menor.
—- Pediré para comer acá, pero debo llamar al servicio a cuarto —- dijo este, con intención de acercarse al teléfono que había en la sala, recibiendo nuevamente una negativa del mayor.
—- Abrazame —- susurro con la cabeza mirando hacia abajo, le daba vergüenza comportarse de esa manera. Pero, realmente quería estar cerca del menor.
Jaekyung rió, no entendía porqué su pareja se comportaba de esa manera, pero amaba cuando era así de adorable —- ¿Qué voy a hacer contigo Dan? —- dijo, mientras tomaba el cuerpo de este con delicadeza, mientras lo cargaba como un bebé.
—- Quererme mucho —- le respondió con firmeza el mayor.
Continuará...
Con este, son 5 capitulos de puro sexo jajaj, solo dándose como cajón que no cierra.
Y este, tiene el doble de palabras como agradecimiento por los 300k
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