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|39| Recompensa ✨

Si bien, había sido atrevido intentando provocar al menor, nunca creyó que verdaderamente le exigiría su "recompensa" en ese mismo lugar. 

Aún podía escuchar el paso de las personas que caminaban cerca a dicho lugar, sus susurros y comentarios sobre el combate. 

—- Uh, llegando a casa —- susurro el pelicastaño volviendo a ponerse la ropa que se había sacado, si bien quería ser atrevido, no planeaba llegar tan lejos. 

Quizás le emocionaba un poco estar en un lugar casi público, pero también el miedo lo dominaba. 

El pelinegro bajó un poco la mirada ante tal declaración, realmente quería follar en ese mismo momento. 

¿Debería insistir un poco más o simplemente quedarse callado? 

A la mierda, su personalidad no era concentrarse en esa clase de cosas. 

¿Pensar si debía tener sexo o no? 

Ja, que tontería. 

Se acercó a besar de manera demandante los labios del pelicastaño, quién se encontraba sorprendido por el repentino movimiento. 

Odiaba admitirlo, pero realmente le prendía hacerlo en lugares así, sentía que la adrenalina dominaba su cuerpo y el temor de ser descubiertos le daba un toque más gustoso al sexo. 

Aunque, con lo "tímido" que era Dan, nunca admitiría algo así en voz alta, sería tan vergonzoso decir que también deseaba ser penetrado por el menor. Prefería su esencia de simplemente haber sido convencido por este. 

—- Una vez —- susurro el mayor firme —- Y que sea rápido. 

El pelinegro sonrió, había logrado su objetivo más rápido de lo que esperaba. Y al ver el rostro sonrojado, con la respiración apresurada del mayor, pudo darse cuenta de que no era el único emocionado. 

Ambos se deseaban, ambos querían follar en ese mismo momento. 

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Sus miradas se unían, denotando un brillo en ellos, mientras sus corazones latían rápidamente.

Jaekyung había descubierto un nuevo fetiche en él, algo que le gustaba lo suficiente y no había probado.

Chupar y lamer los pezones del pelicastaño.

Oh, era jodidamente delicioso. Sus labios pegados a esas areolas rosadas, rendoditas y un poco hinchadas, especialmente por el trabajo que había hecho la noche anterior.

—- Ah ~ Ah ~ Jae —- jadeaba el mayor —- Oh, por favor... Dijiste que sería rápido.

El tiempo había pasado, completamente absorto y concentrado en esos dos pequeños montículos, tan suaves y amasables, los jalaba sin piedad para luego morderlos con delicadeza.

—- Jae ~ Ah —- gimio nuevamente el pelicastaño cuando este mordió su pezón y metió un dedo a su interior, dándole doble estimulación.

No era sólo la estimulación que el menor le daba, también le prendía demasiado la posición.

Mirar hacia abajo, y sentir como alguien tan fuerte como Jaekyung, se apoyaba de rodillas debajo suyo para complacerlo, era otro tipo de placer. Mientras Dan, simplemente disfrutaba sentado y tirando su espalda en el respaldo de dicho sillón.

El menor sonrió al sentir como los fluidos corporales del fisioterapeuta recorrían y embarraban sus dedos.

La vergüenza que denotaba la mirada del mayor, seguida de un toque de diversión y excitación, era realmente placentera, sus pequeños ojos entrecerrados producto del placer de su liberación y su cuerpo temblando debajo del menor, era una vista perfecta.

—- Oh joder —- suspiro el pelinegro —- Me gustas demasiado.

Fue tan repentino, tan espontaneo que el rostro de Dan se tiñó de rojo inmediatamente, mientras su corazón latía completamente alocado. 

¿Cómo podía emocionarlo tanto una pequeña pero importante frase?  

El menor no había dicho esas palabras con intención sexual, simplemente estaba contento y no pudo esconderlo, era algo que incluso para él, era extraño. 

Llevo sus manos y cubrió su boca, desviando la mirada ligeramente, no quería que el mayor lo viera sonrojado. No le gustaba verse tan vulnerable, pero era casi inevitable mostrar ese tono rojizo en sus mejillas, producto de la sorpresa y vergüenza que sentía en ese mismo instante. 

—- También me gustas —- susurro sonriente Dan —- Mucho mucho mucho. 

¿Cómo podían cambiar de un momento tan caliente a uno tan romántico? Bueno, solo ellos lo sabían. 

Y aunque después no dijeron nada, sus miradas hablaban más que cualquier palabra. 

Pronto, en un atisbo de felicidad, Dan decidió besar nuevamente los labios del pelinegro. 

Subiendo la intensidad del ambiente, uniendo sus cuerpos nuevamente, en un compás delicado y sutil. 

Era completamente delicioso, sentir el choque de sus labios moverse, la suavidad que caracterizaba a ese pequeño pedazo de piel, llevaba al éxtasis a ambos amantes, quiénes podían quedarse de esa manera por mucho tiempo.

La mirada del menor, aún podía denotar una pequeña confusión, pues últimamente el pelicastaño era quién iniciaba o continuaba con ferocidad esa clase de actos.

En la mente del mayor solo se encontraba un pensamiento... Quería dominar por completo a su hombre, quizás una buena idea sería montandolo, ¿verdad?

Adoraba ver al pelinegro debajo suyo, haciéndole caso en todo lo que ordenaba y siguiendo el ritmo que deseara.

Pero Jaekyung tenían otros planes, él esperaba poner a Dan contra la pared y cargarlo, esperando que este se aferrara a él.

Adoraba sentir como el mayor juntaba su pequeño cuerpo y lo apegaba con sus brazos, también brindándole ligeros arañazos por momentos.
Sabía que en esa posición, su miembro llegaba hasta lo más profundo del Interior del mayor, logrando que este gimiera más alto, incluso llorara producto del placer.

¿Qué posición tomarían ahora?

El mayor empujó lentamente al pelinegro, dejándolo caer en el sillón y sonrió, subiendo lentamente en él.

No permitiría que el menor le mande, aún no lo había perdonado por completo... O mejor dicho, quería hacer las cosas un poquito más difíciles para él, quería mandarle y ser escuchado.

Jaekyung rió ligeramente, no era su posición favorita, pero todo lo aceptaba, porque era con el mayor con quién lo realizaba.

En cualquier movimiento, con cualquier pose, siempre adoraba cualquier cosa que hacía, porque era con Dan.

Incluso verlo dormir o despertar somnoliento le alegraba las mañanas que antes habían sido aburridas y sin sentido.

Entonces, ¿por qué no aceptar lo qué sea que el mayor proponga en el sexo?

Oh, mientras Dan siga siendo el que reciba todo bien, porque... Por mucho cariño que le tenga al pelicastaño, tampoco podrían llegar al extremo de cambiar roles, ¿verdad?

Continuará...

No se que escribí en la frase final jajaj, ¡pero espero que les guste esta propuesta!

Estoy tratando de mejorar las escenas de gogogo entre Jaekyung y Dan, porque no quiero que se sienta que solo el menor disfruta.
¡Nuestro hamster también tiene sentimientos y mucha excitación! ✨


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