|28| Cambiando
—- También quería agradecerte lo que hiciste por Dan —- mencionó la mayor —- El trato que le diste, el apoyo que le brindaste cuando lo necesitaba y también la deuda. Gracias por todo.
El menor bajó la mirada, una frase recalcó su mente ante eso.
"Nada de esto es por ti" recordó sus propias palabras "Lo hago para hacerme la vida más facil"
En ese momento, se sintió arrepentido de aquello que había mencionado, no solo una vez... Varias veces.
Y todo eso porque había tratado de negar el constantemente sentimiento de cariño que le provocaba el mayor.
Dan volvió, y el almuerzo transcurrió con tranquilidad, dejando que Jaekyung olvide por un momento esos pensamientos de culpa.
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La noche había llegado, la abuela de Dan se encontraba durmiendo plácidamente en la habitación del pelicastaño, con el suelo tan profundo y pesado.
El fisioterapeuta sonrió al verla descansar, sintiéndose afortunado de tenerla a su lado.
Pero su felicidad se vió ligeramente acortada cuando vio al menor, señalar su habitación. Lugar dónde estarían juntos.
El mayor caminó lo más lento que pudo, realmente no estaba de buen humor para tener nada con Jaekyung. Su mente estaba agradecida pero su corazón seguía rechazando su presencia.
—- Ven —- susurro el menor, señalando el borde de la cama, para que este se sienta a su lado.
Dan, tenía un leve presentimiento de lo que pediría el menor... Bueno, no había que ser inteligente para saberlo, a Jaekyung solo le gustaba el sexo.
Y bueno, si le había hecho un favor, probablemente pediría algo acto así como recompensa.
Suspiro, acercándose a la cama y poniéndose de rodillas frente a él.
Acariciando levemente el pantalón de este, intentando bajar el cierre y sintiendo la dureza del menor.
El pelinegro se sonrojo rápidamente, intentando reaccionar correctamente ante tal acción.
—- ¿Qué haces? —- preguntó este, deteniendo la mano de Dan.
El mayor bajó la mirada —- ¿No quiere juegos previos? ¿Prefiere cogerme directamente?
Jaekyung frunció el ceño ante tal respuesta, así parecía que estaba obligando al mayor, cuando en realidad no le había dicho nada.
Con poco esfuerzo, logró cargar al más pequeño y sentarlo en su regazo.
—- No te llamé para eso —- mencionó un poco indignado el menor —- Quería conversar un poco contigo, o quizás dormir.
Dan abrió los ojos completamente sorprendido, no esperaba esa reacción de su parte.
—- Yo... Lo siento —- susurro el mayor —- Ya sabe, pensé que querría una recompensa o algo por el favor que me está haciendo.
El pelinegro fruncio el ceño ante eso, para luego suspirar.
Esta vez admitía, que era en parte su culpa.
—- Tú... ¿Quieres hacer esto? —- preguntó el menor, si aceptaba no tendría ningún problema en tener sexo.
El mayor negó inmediatamente —- No quiero... Aún sigo molesto contigo.
Jaekyung tomó el rostro del pelicastaño, para que este lo mire fijamente.
—- Escúchame bien Dan —- dijo firmemente —- No te voy a obligar a nada. Así que nunca vuelvas a hacer algo que no quieres. ¿Entendido?
El pelicastaño asintió lentamente, bajando nuevamente la mirada.
La situación era un poco extraña, las palabras del menor contradecían completamente a su miembro chocando su entrepierna.
El pelinegro suspiro, tenía que encargarse de un problemita ahí.
—- Tú pijama esta en el primer cajón a la derecha —- mencionó el menor, cargando a Dan para que quede sentado en la cama —- Cámbiate, yo haré lo mismo.
Diciendo eso, el pelinegro agarro su ropa de dormir e ingresó al baño con rapidez.
Su miembro seguía palpitando, sabía que estaba mal... Pero realmente tenía una ganas incontrolables, el pequeño cuerpo del mayor estaba tan suave y delicado.
Deseaba enterrarse en él, pero por claras razones no lo haría.
Sería el primer paso para cambiar, al menos en algo y remediar sus errores.
En un bombeo lento empezó con su movimiento, masturbándose como últimamente había hecho. Sinceramente ya se estaba cansando de sus propias manos.
Dan, escuchaba ligeros gruñidos, sabiendo que realizaba el menor. En lugar de sonrojarse, solo se echó y volteó.
No tenía mucho interés en lo que hacía o dejaba de hacer el menor, estaba realmente cansado y quería dormir.
Una ligera incomodidad se instaló en su corazón, si él seguía comportándose de esa manera... Pronto lo perdonaría, pero no quería eso.
Escuchó como la puerta fue abierta, dejando salir al pelinegro, quién de echó al costado del mayor.
Dan, saltó ligeramente ante la presencia del menor. No era que le incomodara, solo... Se sentía extraño.
—- ¿Estás bien? —- preguntó Jaekyung, al ver cómo el mayor se alejaba un poco de él.
Este asintió en respuesta, cerrando sus ojos y dejando que su corazón lata rápidamente.
Luego, sintió como la cama se vaciaba. Jaekyung se levantó y abrió la puerta de su habitación.
—- ¿Eh? ¿A dónde vas? —- preguntó el pelicastaño inmediatamente.
—- A dormir —- respondió el menor —- Me iré a la sala, no quiero incomodarte.
Nuevamente, el mayor abrió los ojos llenos de sorpresa. Sintiéndose ligeramente conmovido por las acciones del pelinegro.
—- No hay necesidad —- mencionó el pelicastaño —- Iré yo... Esta es tu casa, debes quedarte en tu cama.
Dan se movió, enredándose un poco con la sábana e intentando levantarse.
Primero cayó dicha manta, mientras Dan daba ligeras vueltas, dejándolo en poses "eróticas" a la vista del pelinegro.
Quizás era porque estaba muy, muy urgido... Que cada movimiento que hacia el mayor, le parecía completamente excitante.
—- Deja de... Agh —- suspiro el menor —- Quédate ahí, y duerme bien.
El pelicastaño ladeo un poco la cabeza, caminando hacia la puerta.
—- Si me sigues, te follare aquí abajo —- mencionó el pelinegro bajando las escaleras —- Y no me importara lo que digas. Así que quédate arriba.
Dan asintió, cerrando la puerta y volviendo a meterse a la cama. Dejando a un Jaekyung un tanto enojado, pero completamente consciente de la realidad.
No debía presionar al mayor, en absolutamente nada.
Se acomodó en el sillón, tirando su cabeza hacia atrás y cerrado sus ojos.
La primera visión que tuvo en la oscuridad de su mente, fue... Si, al pequeño Dan con el rostro sonrojado gimiendo levemente.
Abrió los ojos enfurecido, no podía calentarse.
Tenía que mantener la mente Serena, pero sus recuerdos no ayudaban.
Cada que cerraba los ojos, podía observar una nueva pose del mayor, quién pedía fervientemente ser cogido.
Sus mejillas rojizas, posicionado en cuatro con los codos llegando a la cama y su trasero bien levantado. Su interior rojizo de tantas veces que lo había follado y su espalda bien arqueada.
Golpeó su pierna ante esas imágenes.
—- ¡Mierda! —- gritó en un gruñido este, sintiendo nuevamente como su "amiguito" había despertado.
𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐫𝐚...
OMG, que bonitos.
Jaekyung está cambiando, en algo... Tener fé xD.
Por cierto, hoy publiqué 3 capítulos!! Superé mi record en cualquier historia.
Espero que les guste <3
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