Cuando Dan volvió con la comida en la mano, vio como la televisión estaba apagada frente a un algo molesto Jaekyung. 

—- "¿Amor?" —- preguntó él —- ¿Con quién hablabas? 

El pelicastaño se acercó confundido —- Con el repartidor, pero me refería a ti. 

El menor suspiro, apretando ligeramente los puños —- ¿Qué pasa si él le cuenta a todo el mundo? ¿Sabes en qué problemas nos podrías meter por tu estupidez?! 

Dan bajó la mirada avergonzado, no esperaba ser regañado por algo así. Se quedó parado al costado del menor, quién no parecía apaciguar su ira ni un poco. 

—- Lo siento —- susurro el mayor —- Yo creí que podía llamarte como quería... No lo volveré a hacer, lo siento... 

El pelinegro suspiro, desviando la mirada —- Te equivocaste Kim, espero que no me des más problemas. 

¿Por qué lo trataba de esa manera? Hace un corto tiempo estaban muy bien juntos. 

—- Lo siento —- susurro nuevamente el mayor, mientras reverenciaba con dificultad, haciendo una mueca de dolor. 

—- Tch, ya levántate —- suspiro el menor, tomando algunas cosas y acercándose a la puerta. 

—- ¿Eh? ¿A dónde vas Jae? —- preguntó con duda el pelicastaño —- ¿No vas a almorzar conmigo? 

El pelinegro, golpeo la puerta que estaba frente suyo y volteo a ver al mayor, quién había saltado algo asustado. 

—- Llevamos un jodido día juntos —- mencionó el boxeador —- No creas que puedes controlarme ni saber más de mi. Y quédate ahí, como siempre —- diciendo eso, el menor salió del Penthouse dejando a un sorprendido y dolido Dan. 

No entendía qué había pasado, ¿todo ese maltrato fue por culpa de llamarlo "amor"? ¿No debería emocionarse ante ese hecho? 

Lanzó la comida que se encontraba en la mesa, furioso, extrañado y frustrado. 

¡¿Por qué Jaekyung tenía que ser tan jodidamente difícil?! ¿Acaso no podía comportarse cómo una persona normal? 

Se sentó en el suelo, admirando como este se encontraba pulido y pulcro, para luego suspirar. 

"Es mi culpa" susurro mentalmente el mayor "Me ilusioné demasiado, hice cosas tontas"

Estar en esa casa lo abrumaba, debía irse de ahí para estar más tranquilo. 

Alistó alguna de sus cosas, solo un conjunto de ropa, su celular y algo de dinero. 

¿Por qué siempre tenía ser él quién se arrepentía y soportaba todo el carácter revoltoso del menor? ¿Por qué tenía que perdonar cada cosa que este hacía o decía para herirlo? 

Vio nuevamente el Penthouse, saliendo de ese lugar tan amplio y vacío como siempre. 

No tenía a dónde ir, al menos no por la noche, pero aprovecharía el tiempo para pasar con su abuelita, así que se dirigió al hospital para verla. 

Ella lo recibió con mucha alegría, junto a su enfermera pero se entristeció momentáneamente al sentir la decepción de su querido nieto. 

—- Dan, hijito... ¿Está todo bien? —- preguntó la mayor —- ¿Acaso tu jefe te dijo algo qué te molestó? 

El pelicastaño negó, no podía preocupar más a su abuela con sus temas innecesarios. 

—- ¿Estás saliendo con él? —- preguntó directamente la mayor —- Vi algo en las noticias, un beso que descubrieron de ustedes dos. 

El menor bajó la mirada avergonzado, se había olvidado por completo de esa entrevista con el supuesto Yu Wen y... Bueno, se olvidó de explicarle a su abuela esa situación, aunque no había mucho qué podría decir. 

—- Es por eso... —- susurro ella —- ¿Qué te encuentras tan triste? 

Él negó varias veces, no... No podía contarle nada a su abuela, el solo hecho de besarse con un hombre, seguro la decepcionó. 

—-Oh pequeño —- dijo ella mientras acariciaba la cabeza del menor —- No hay problema si no quieres contarme, solo... Sabes qué estaré apoyandote mientras viva, ¿verdad? 

Esas fueron las últimas palabras para que el pelicastaño se desmoronara soltando las lágrimas que llevaba conteniendo por tanto tiempo, siendo abrazado por la mayor quién intentaba consolarlo.

—- Lo siento —- susurro el menor levantando su rostro, por lo que la mayor limpió las mejillas de este —- Creo que si estamos saliendo, yo... En realidad, a veces él es algo complicado. 

La mayor suspiro ante ese hecho —- Dan... ¿Acaso te está obligando a corresponder lo qué sea que tengan juntos? —- Ella no era tonta, sabía que su nieto no le contaría completamente toda la historia, pero podía deducir varias cosas. 

—- ¿Qué? No es así abuelita —- dijo el pelicastaño —- Él nunca me obligaría a nada —- mencionó menos convencido el fisioterapeuta. 

—- Dan... ¿Crees que si lo rechazas él, te quitaría la ayuda qué te esta brindando? —- preguntó la mujer —- Si es así, si te sientes abrumado... Quizás deberias alejarte por un tiempo. 

El pelicastaño abrió los ojos sorprendido, con la respiración un poco agitada —- Él no me sacaría del trabajo si lo rechazó —- luego hizo una pausa... No le prohibiría ser fisioterapeuta, pero quizás lo sacaría del Penthouse, acabaría su contrato disminuyendole el sueldo... Y hasta podría aumentar los intereses de su deuda. 

Negó mentalmente, Jaekyung nunca se atrevería a hacer algo así si llegaban a terminar, ¿verdad? 

—- Me alegra que confíes en qué el boxeador nunca te haría daño —- mencionó la mayor —- Dan, nunca dejes que alguien te menosprecie o trate mal, ¿si? 

El pelicastaño sonrió, asintiendo ante tal afirmación. 

—- Y a veces puede ser complicado lidiar con alguien de carácter explosivo —- dijo ella —- Pero si de verdad te gusta... Aprende a poner límites claros en lo que puedes permitir y no. Siempre piensa en ti, ¿ya cariño? De esa manera tu abuela estará feliz de qué tengas una buena y tranquila vida. 

Dan abrazó fuertemente a su abuela, aunque sabia que no podría cumplir con todo lo que ella deseaba... Ahora tenía un nuevo temor, si Jaekyung se cansaba o molestaba mucho con él... ¿Podria hacer su vida más miserable? 

—- Es hora de su tratamiento —- mencionó la enfermera entrando y haciendo que Dan dejara de abrazar a la mayor

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐫𝐚... 

Un poquito de drama porque, sinceramente no me puedo acostumbrar a Jaekyung todo bueno jajaj.