Como cualquier cotidiano día de héroes, Ladybug y Chat Noir se encontraban en la escuela como sus formas civiles, o sea se, Marinette y Adrien. Siempre era la misma historia; Chloè detrás de Adrien, Marinette irritada por Chloè, Alya animando a Marinette, Sabrina de la parte de Chloè y Nino... bueno, Nino sólo observaba.

Lo que para nuestros héroes estaba siendo un día cotidiano y estresante el cual no querrían repetir, acabó siendo algo que echarían de menos.

Y es que un akuma se estaba empezando a formar para causar el caos y darle un giro a la vida de Marinette y Adrien.

Lejos del instituto Françoise Dupont, un joven de apenas diecisiete años estaba teniendo una fuerte y gran discusión con sus padres; él le acababa de confesar a sus padres que le gustaban los hombres, y no sólo eso, sino que además él quería ser "ella". Unos padres tan poco comprensibles y conservadores como los del chico, provocaron que su hijo llorara, que gritara y se odiara por haber nacido en un cuerpo que no era el suyo, y, en efecto, Papillon se aprovechó de tal situación.

El poder de este akuma era el de cambiar de sexo a todo aquel al que atrapara con uno de los tornados multicolor que lanzaba. Si él no podía ser quien quería ser, nadie más podría.

Papillon lo condujo al instituto de nuestros héroes para intentar apoderarse de los miraculous de estos. Como era habitual.

En cuanto el akuma llegó, nuestros héroes se transformaron lo antes posible sin que nadie los viera y para su suerte, el akuma aún no había cambiado a nadie.

-¡No hagas daño a nadie! -Le avisó Ladybug.

Pero fue demasiado tarde, pues el primer ataque fue para Chat Noir y aunque a primera vista parecía no haber sufrido cambio alguno, se empezó a sentir raro.

Ladybug hizo su Lucky Charm y le apareció una especie de sábana. Buscó por todos lados qué narices era lo que tenía que hacer con la sábana, hasta que se dió cuenta de que podría cubrir al akuma con la sábana y, cuando así lanzara uno de sus tornados cambiantes, se transformaría a sí mismo.

Pero... Oh, oh... No salió como Ladybug esperaba.

Nuestra heroína se acercó a su compañero de batallas y rápidamente le explicó qué tenían que hacer.

Cada uno cogió dos extremos de la sábana y se lanzaron hacia el akuma para cubrirle, pero... El akuma fue más rápido que ellos.

Lanzó el tornado, antes de que Chat y Ladybug estuvieran cerca de él. Lo que provocó que salieran disparados por los aires y envueltos en dicha sábana.

Acabaron cayendo en la azotea de un edificio cercano, y, aún envueltos por la sábana, Chat se dió cuenta de que... Algo no iba bien en su cuerpo.

Él estaba de espaldas al suelo y encima tenía a Ladybug, sentía una presión extraña en el pecho y, cuando abrió los ojos, vio que había más distancia entre él y Ladybug que de costumbre cuando acababan por los suelos.

-¿¡Qué son estos bultos!? ¿¡Tengo pechos!? -Justo después abrió los ojos de golpe- ¡Mi voz! ¿¡Qué le ha pasado a mi varonil voz!?

A Chat no solo le habían crecido pechos y cambiado la voz, también le había crecido el pelo notoriamente y su cuerpo se había vuelto el de una mujer; cintura estrecha, hombros y espalda menos anchos, brazos y piernas más delgados...

-Chat... -Empezó a reír a más no poder Ladybug mientras intentaba reincorporarse- ¡Te has convertido en una bella y preciosa dama!

-No te rías así de mi... -Lloriqueó poniéndose de pie.

-¿Cómo te tendré que llamar ahora? ¿Kitty Noir? -Le faltaba el aire por la risa- ¡Ay dios! ¡Me duele todo de tanto reír!

-¡Deja de reírte! ¿Cómo es que a ti no te ha pasado nada?

-No lo sé, igual es que a ti te dió de pleno antes y a mí con la sábana. En cualquier caso, tenemos que ir a acabar con él, así volverás a la normalidad.

-Hombre, por fin dejaste de reír. Pero no quiero que me vea nadie así...

-Oh, nenita, no te preocupes, acabaremos pronto, vamos. -Para desgracia de Chat, volvió a empezar a reír a más no poder.

Cuando volvieron, vieron que el akuma no hizo demasiados destrozos, pero sí cambió a un par de personas.

Volvieron con el plan inicial y se lanzaron de nuevo al akuma con la sábana, solo que esta vez, si funcionó.

-¡Miraculous Ladybug! -gritó Ladybug lanzando la sábana al aire.

Las dos o tres personas a las que cambió después de Chat volvieron a la normalidad, pero no al pobre Chat.

Ladybug consoló un poco al chico que fue el akuma y consiguió convencerle de que no tenía que rendirse, que los padres aunque no parezca comprensivos, acaban cediendo y que un día, podrá ser lo que quiera.

Justo después se dió cuenta de que a Chat no le hizo volver a la normalidad, lo cual ya le dejó de parecer divertido y se empezó a preocupar de verdad.

Agarró del brazo a Chat y se lo llevó a la azotea en la que aterrizaron anteriormente, se sentaron en el suelo uno en frente del otro.

-¿Cómo es posible que no hayas cambiado?

-No lo sé, pero no quiero quedarme así para siempre.

-Esto es un gran problema -En esa frase, la voz de Ladybug se fue haciendo más grave hacia el final de la última palabra, ahora tenía voz masculina- ¿¡Qué le ha pasado a mi voz!?

-Mi Lady, acabas de perder todo el sexappeal. -Se vengó Chat con una risa malvada.

Ladybug le dió la espalda a Chat queriendo comprobar que el resto de su cuerpo seguía igual, pero... No fue así.

Se manoseó la cara y notó con sus propias manos como su mandíbula y nariz cambiaban de forma a la vez que sus manos se agrandan ligeramente. Chat veía como "Su Lady" dejaba de ser una Lady para convertirse en todo un Lord; la espalda se le empezó a ensanchar seguido por la cintura; los brazos y piernas se volvieron más gruesos... Todo lo contrario de lo que le pasó a él.

Ahora, Ladybug era un hombre, un hombre con coletas.

-¿¡Qué me ha pasado!? -volvió a dirigirse a Chat- ¿¡Cómo es esto posible!? ¡Si hemos derrotado al akuma!

-¿Ya no te hace tanta gracia mi cambio, eh?

-Déjate de tonterías, ¡ahora es más serio! Yo pensaba que volverías a la normalidad poco a poco, pero yo me he vuelto un... Un...

-Un hombretón. -Chat intentó contener la risa.

-Chat, vale ya... Lo siento por haberme reído, pero tenemos que hacer algo.

-¿Qué sugieres?

-Conozco a alguien... En quién podemos confiar.

Un rato después, se encontraban delante del Maestro Fu, el cual, al igual que poco antes Chat, intentaba aguantar la risa.

-Esto es un grave problema... -Sin darse cuenta dejó escapar la risa- lo siento, que poco serio y profesional he sido...

-¿Qué cree que es lo que ha podido pasar? Teniendo en cuenta lo que le hemos contado... -Preguntó Ladybug.

-No estoy seguro, pero... -Empezó a acariciarse la barba- es posible que al haberos dado con el tornado estando dentro de la sábana, haya provocado que el Lucky Charm dejara de funcionar para quien estaba dentro.

-¿Y qué aremos ahora con nuestras vidas? -Dijo Chat preocupado.

-Hasta que todo se solucione, si queréis podéis quedaros en mi casa.

-Muchísimas gracias, Maestro... Le estamos enormemente agradecidos.

Mientras Fu investigaba, su kwami les indicó cuáles serían sus nuevos dormitorios hasta que resolvieran el problema.

Esa misma noche, Fu, no tenía muy buenas noticias para nuestros héroes.

-No tengo ni idea de cómo arreglar esto.

-¿Y qué vamos a hacer? -Se alarmó Ladybug.

-Mañana misml os inscribiré en la escuela como mis sobrinos, así no perderéis escuela mientras esto dure.

-¿Entonces tenemos que ser otras personas?

-Tendréis que aprender a ser personas del otro género. Tendréis nuevos nombres y nuevas identidades.

Nuestros héroes no deshicieron sus transformaciones hasta no estar cada uno en sus respectivos nuevos cuartos.

Ninguno se atrevía a ir al baño ni mirarse al espejo. Las ropas les estaban muy mal, a Marinette estrechas y a Adrien muy holgadas, así que el maestro Fu le dejó algo de ropa a Marinette, ya que Adrien podría sobrevivir con ropa holgada, Fu les dijo que ya irían a comprar ropa al día siguiente.

Marinette y Adrien no se hicieron ver aún el uno al otro sin la transformación, pensaron que los traumas debían ir uno a uno, primero el cambio de sexo y ya al dia siguiente se preocuparían de sus identidades, tanto las verdaderas como las falsas.

Fu tenía contactos y consiguió los papeles necesarios para las nuevas identidades. Así que primera hora de la mañana y con papeles en mano, se levantó y fue a inscribirlos a la escuela, ellos irían un día después, pues antes debían arreglar el tema de la vestimenta.

Ahora ya eran oficialmente dos personas completamente distintas, ahora eran Adriana y Marín.

Sí, el maestro Fu no tenía mucha imaginación.

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Estrellita 🌟 y comentario 💬 si os ha gustado!!!

Buenaaas!!! Y bienvenidos a mi nuevo fic!!!

Este será el cuarto fic que escriba, que raro se me hace 🤔🤔🤔

También será el sustituto de "El gato de Marinette", mi segundo fic al que he dado por terminado hace prácticamente unas horas...

O sea que sí, este será un fic cómico. 😂😂 Y por dios, amo los genderbend, tenía que escribir uno algún día 😂😂😂

En serio, tengo debilidad por los genderbend... De todos los animes, series, mangas... Todo 😂😂😂

Os espero pronto con el primer capítulo!!

Cia-ciaoooo 👋👋👋👋