-Os sentaréis en el segundo banco, -Anunció la Sra.Bustier- detrás de los chicos con gafas.

Con las noticias de que Adrien y Marinette ya no iban a volver a la escuela por un largo periodo de tiempo, Nino y Alya se sentaron juntos, dejando el segundo banco completamente libre, que sería donde nuestros héroes se sentarían.

Marín se emocionó al ver a su mejor amiga de nuevo, pero no le podía decir nada, no le podía contar nada de lo sucedido y eso le hacía entristecer.

Adriana en cambio, estaba acostumbrada a tener que aparentar, así que lo único que hizo fue poner cara de indiferencia y seguir con la clase sin comerse la cabeza.

En el transcurso de las tres primeras horas, Marín se las pasó dibujando, diseñando vestidos que intentaría hacer para Adriana, mientras, la rubia intentaba ganarse la confianza de Nino de nuevo.

Y ya, en la hora del recreo, Alya y Nino empezaron a hablar con los "nuevos" alumnos.

-Me recuerdas mucho a una amiga... -Dijo Alya observando los dibujos de Marín, pues el trazo no había cambiado.

-¿A-ah, si? -Se empezó a poner nervioso Marín- ¿E-en qué me parezco?

-Nada, serán imaginaciones mías. -Se corrigió Alya- Igualmente, eres muy original con los diseños.

Justo después, se añadieron Chloè y Sabrina a la conversación. La rubia iba a ir a meterse con el nuevo, lo vió muy tímido y aislado del mundo durante la clase que no pudo resistirse.

-Se va una panadera que se cree diseñadora para que venga un asocial que se cree diseñador. -Rió Chloè sin siquiera ver los dibujos.

-¿Asocial? -Contradijo Alya- está hablando conmigo, muy asocial no me parece. Además es normal que esté callado el primer día, no conoce a nadie.

Marín dió gracias al cielo por no haber cambiado a su mejor amiga.

En un segundo momento, Chloè se acercó a ver que tal eran esos dibujos, agarró el cuaderno como si fuera suyo y empezó a pasar las páginas.

-¿Pero cuantos dibujos has hecho desde ayer que compraste el cuaderno? -Le susurró Adriana a Marín.

-Me sentí inspirada y no he parado desde anoche. -Le respondió de igual manera sin que nadie más les pudiera escuchar.

A Chloè le empezaron a temblar las piernas, más cada vez que pasaba página para ver otro diseño.

-S-son... -Por primera vez en la historia, nuestros héroes y sus respectivos amigos vieron a Chloè sonrojada, tartamudeando y nerviosa- S-son ge-geniales. T-tienes m-mucho talento...

Chloè escapó de allí al terminar la última frase, le dejó el cuaderno de nuevo a Alya y se fue de allí como si su vida dependiera de ello.

-¿Qué acaba de ocurrir? -Preguntó Marín boquiabierto.

-No lo sé, es la primera vez que la vemos así... -Respondió Nino.

El resto del día, Chloè evitó al grupito recién formado, pero de vez en cuando se le escapaba una miradita hacia Marín en mitad de las clases.

¡Ni Sabrina sabía que le pasaba!

Aunque Alya, que ella no era para nada tonta o corta, acabó entendiendo lo que pasaba. En efecto, a Chloè le empezó a gustar Marín.

A final de clases, y antes de irse cada uno a sus respectivas casas, Alya paró a Chloè.

-¿Te gusta Marín? -Dijo sin rodeos la de gafas, pues sabía que si empezaba por un "¿podemos hablar?" La rubia no le dejaría.

-¿P-pero qué dices? -Se sonrojó de nuevo.

-Mira, no es asunto mío si te gusta o te deja de gustar. Pero te recomiendo que no seas tan... Abusiva y exasperante si quieres ser como mínimo su amiga.

-Exactamente, no es asunto tuyo.

Chloè hizo ver como que no sabía de lo que hablaba y escapó de allí. La cosa está en que Alya tenía mucha razón.

-¿No te parece que Chloè estaba rara? -Comentó Marín a Adriana, ahora, estaban merendando en la panadería de los Dupain-Cheng, Marín extrañaba a sus padres y Adriana tenía hambre.

-¡Sí! -Respondió ella con un bollo en la boca, luego tragó todo de golpe- Aunque por primera vez en mucho tiempo no he tenido que aguantar sus tonterías. Que tranquilidad.

-Creía que era tu amiga.

-Y lo es, pero tú mejor que nadie sabes lo pesada que puede llegar a ser. -Adriana se dispuso a devorar otro bollo relleno- En el fondo es buena persona y cariñosa, pero normalmente es cansina cuando está fuera de su zona de confort.

-¿Insinúas que el instituto, lleno de gente a la que temorizar, no es su zona de confort? -Marín dibujaba en lugar de comer.

-Exactamente. ¿Acaso lo es el tuyo? -Marín no supo responder, pues Adriana tenía mucha razón- Ella, fuera de su zona de confort intenta aparentar más de lo que es, pero cuando está realmente cómoda, es alguien bastante tranquilo y cariñoso.

Al poco rato, y cuando Adriana se empezaba a quedar sin dulces que engullir, Sabine se acercó a la mesa en la que estaban con una bandeja de galletas recién hechas.

-Para mis nuevos clientes que han comprado mucho, de regalo dos raciones de galletas de chocolate. -Sonrió Sabine a la pareja.

-Gracias Señora -Adriana dió gracias al cielo y a todas las divinidades que se le ocurría por poder dejar de lado temporalmente el modelaje y comer sin parar, se le caía la baba. -Me encantan todos los dulces que hacen aquí, prometo venir a merendar siempre.

-Que chica tan adorable, ¿Cómo os llamáis?

-Yo Adriana. -Dijo sin problemas y sonriente apunto de comerse la primera galleta.

-Yo Mari-Marinet-Marinot... -Marín se puso nervioso, ¡Qué difícil era acostumbrarse a un nuevo nombre!

-Él es Marín. -Salvó la situación Adriana, que ya se había comido media ración de galletas- Vamos a la escuela de aquí al lado, llegamos a París hace unos días.

-Oh, que encantadores. -Rió por lo graciosa que le parecía la escena- Tú, Marín, me recuerdas mucho a mi hija.

-¿S-s-sii? -Los nervios por poder ser descubierto lo estaban matando.

-Sí, pero ella ahora está estudiando en una escuela fuera del país. -Aunque Sabine no sospechase nada, Marín seguía siendo un saco de nervios.

Una vez terminada la conversación y la comida, Adriana y Marín volvieron a casa del maestro Fu, el cual se encontraba sumergido en una marea de libros, investigando, intentando encontrar una solución al cambio de sexos que habían sufrido los héroes. Desgraciadamente, seguía sin encontrar una solución factible. ¿La única que encontró? Intervención plástica, pero tampoco era apropiada.

Los tres estaban sentados al rededor de la mesa del comedor se Fu, tomando té y hablando de la situación.

-Hombre, yo de momento no me encuentro tan mal en este cuerpo. -Comentó Adriana engullendo una bolsa de patatas fritas. Desde que nadie le controlaba la comida, era un pozo sin fondo- Lo único que no me gusta es el maldito sujetador.

-Pues yo no estoy a gusto. -Sentenció Marín- Y menos... Con eso... Esa cosa. -Se sonrojó nada más en pensar en su nuevo "amigo"- Y espera a que venga tu futura nueva amiga, verás como querrás volver a tu cuerpo de siempre lo antes posible. -Después se dirigió a Fu-Por favor, maestro Fu, encuentre algo rápido. Sé que es difícil, pero...

-Tranquilo, encontraré la solución. -Aseguró el Maestro acariciándose la barba.

-Por mí se puede tomar todo el tiempo que quiera. -Volvió a mencionar Adriana, llegando ya al fondo de la bolsa de plástico.

Mientras tanto, Chloè se encontraba sola en su cuarto, pensando y hecha un lío con sus sentimientos.

-No me puede gustar, lo acabo de conocer... Además, ¿Y Adrien? -Se tumbó en la cama y abrazó su peluche de mariquita- Eso es, a mí me gusta Adrien. -Dió una vuelta por la cama- Pero Marín es mono, tiernamente tímido y tiene gusto por la moda, como a mí me gusta... Adrien sólo es modelo, guapo y amable.

En efecto, Chloè estaba empezando a desarrollar sentimientos por Marín. O mejor dicho, por Marinette, aunque eso, ella no lo sabía.

-¿¡Además, quién es esa chica rubia que está siempre con él!? -Lanzó el peluche al otro lado de la cama e inchó los mofletes- No me cae bien esa chica.

Que cruel que puede llegar a ser la ironía ¿Verdad?

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Comentario 💬 y estrellita 🌟 si os ha gustado!!

Buenaaas!! Qué tal estáis??

Si!! Volví!!

En realidad volví con mi fic de Chloè hace una semana y algo, pero bueno...

Lo bueno es que al fin he vuelto a este fic!!

Qué os ha parecido??

Qué pensáis de que Adrien esté aprovechando su cambio para comer y comer y comer y comer??

Y creéis que Marinette se acostumbrará a su nueva identidad??

Chloè se aclarará con sus raros e irónicos sentimientos??

Y Alya?? Será lo suficientemente lista como para acabar descubriendo la verdad de sus nuevos compañeros de clase??

En realidad este cap se iba desarrollar de otro modo, el título inicial iba a ser "el marica y la machorra" pero al final, y como mi idea inicial no se había llevado a cabo, acabó siendo "Adiós Adrien y hola Marín." Supongo que os podéis hacer una idea de cómo iba a ser al principio este cap 😅😂😂😅😂

Bueno, por hoy me despido, os espero pronto con un nuevo capítulo, prometo publicarlo antes del próximo viernes!!

Cia-ciaoooo 👋👋👋👋👋