De regreso al santuario.

7:00 AM.

Después de que llegar, los once caballeros subieron al templo del gran patriarca, donde dieron el informe de su misión cumplida.

Aioros: gran patriarca, me anima mucho decir que esto fue una misión cumplida con éxito, logramos hablar de manera civilizada y calmada con la diosa del mar y regreso sin ningún problema al océano - informó.

Shion: me alegra mucho escuchar eso Aioros, no esperaba menos de ti - respondió mientras el caballero de sagitario sonrió.

Camus por su parte unicamente vio como Milo hablaba con Athena en la lejanía, lo curiosos de esto era qué ambos parecían estar alterados y visiblemente confundidos, cosa que no era normal, siempre que Milo le hablaba a su diosa siempre lo hacía con el debido respeto y jamás como si le estuviera gritando o eso parecía, la diosa también le estaba respondiendo de la misma forma alterada.

Camus: ¿Que estará pasando ahí? - preguntó al aire.

Shura: ¿de que hablas? - preguntó el caballero de capricornio mientras el caballero de acuario unicamente le hizo una pequeña seña para que viera hacia donde el caballero y la diosa "discutían" - vaya... esto es algo que no se ve todos los días - hablo confundido.

Shion: necesito que vayan todos al coliseo para iniciar con su entrenamiento, Camus, Afrodita y Deathmask pueden ir a dormir a su templo, pasaron una noche muy larga y supongo que estarán cansados - informó mientras los caballeros mencionados asintieron, para después comenzar a irse.

Camus decidió que esperaría a Milo en su templo para poder preguntar que fue lo que paso para que ambos estuvieran así, total supuso no tardaria mucho tiempo y así que se fue, paso al rededor de media hora cuando vio al santo de escorpión pasar por su templo, el intrigado por esto decidió acercarse a hablarle.

Camus: Milo... - llamo mientras se acercaba, pero el caballero de escorpio pareció hacer caso omiso a su llamado, por lo cual corrió hasta lo tomó del brazo izquierdo impidiendo que siguiera su camino.

Milo: Camus... ¿sucede algo? - preguntó confundido.

Camus: claro ¿puedes decirme que tienes? Te e estado hablando y no me haces caso ¿por qué estás molesto ahora Milo? - preguntó mientras el peli azul lo vio confundido.

Milo: oh, claro. Yo Milo, si, si, si, y no... para nada caballero dorado de acuario, - aseguró mientras Camus lo vio confundido - bien, tengo prisa y debo irme estoy muy cansado adiós - se despidió el peli azul para después nervioso se soltarse del agarre y sin siquiera darle tiempo a Camus para reaccionar se fue de ahi dejando a su novio confundido.

Mientras tanto.

En el templo del patriarca.

Dentro de la biblioteca la diosa se encontraba dando vueltas, el patriarca unicamente la vio, para después suspirar y preguntar.

Shion: ¿ocurre algo señorita? - preguntó mientras la chica seguía dando vueltas - ¿Señorita? - preguntó mientras la peli lila unicamente se tomó del cabello para después dejarse caer sobre el sofá sin ningún tipo de cuidado - eh... no se porque esta estresada y se que tampoco tengo el derecho de decirle algo al respecto, pero esa no es la forma correcta en la que se debe sentar una dama y mucho menos usted como diosa - regañó.

Saori: vaya... parece que ni con el título de diosa te libras del tedioso código de conducta de Shion ¿no? - preguntó.

Shion: perdón señorita pero podría repetir lo que dijo - pidió mientras la chica de un movimiento rápido se sentó de nuevo.

Saori: nada olvídalo, aprovechando que no tienes ningún poder sobre mi ahora saldré un rato - dijo ella mientras Shion veía confundido la situación y sin darle tiempo a siquiera poder responder algo cuando lo iba a decir la diosa había abandonado la habitación.

Shion: ¿y ahora que le pasa? ¿O será que esta en sus días y por eso esta con un pésimo humor? - preguntó confundido.

Mientras tanto.

En el Inframundo.

Al ver que todo había salido como lo planeo se hecho a reír, nadie, pero absolutamente nadie se hubiera esperado ese desafortunado giro del destino.

Xx: jajaja, esto se puso bastante interesante de un momento a otro - aseguró la diosa.

Láquesis: Ápate ¿que estas haciendo aquí diosa impostora? - preguntó una de las moiras mientras la diosa la vio con una sonrisa.

Ápate: Láquesis, Cloto y Átropos queridas mías, que alegría volver a verlas - aseguró ella.

Cloto: ojalá pudiera decir lo mismo - afirmó mientras la otra río.

Átropos: Hermes envío un mensaje para nosotras o ¿por qué estás aquí? - preguntó.

Ápate: ojalá fuera eso, pero últimamente las cosas en el olimpo están más calmadas y no tengo nada que hacer, al igual que ustedes me aburro, así que pensé en hacer una pequeña travesura, se que a ustedes también les agradara - aseguró mientras invitaba a las moiras a observar "su pequeña" travesura.

Láquesis: oh... ¿Cómo haz logrado hacer algo así? - preguntó.

Cloto: si, con el patriarca vigilando es imposible hacerle algo a esa niña por más que sea de travesura - aseguró.

Ápate: claro que se puede, solo necesitan un poco de ingenio - aseguró ella.

Mientras tanto.

En el olimpo.

La diosa Ilitia se mostró bastante preocupada al darse cuenta de los sucedido, pero no podía decirle nada a nadie de ellos porque de lo podrían aprovechar para provocar conflictos en el santuario, por lo cual debía buscar la forma de íntervenir sin llamar la atención, pero ¿Cómo podría hacerlo?

Ilitia: diablos... ¿Cómo pudo complicarse así todo en el santuario de Athena de una hora para otra? - dijo ella confundida, debía descender para evitar un tragedia.

Mientras tanto.

En el santuario.

Después de lo ocurrido en su templo, no quiso dejar las cosas así, sintiéndose culpable por algún extraño motivo, decidió bajar hacia escorpio para arreglar todo.

Camus: Milo - llamo mientras caminaba por el templo.

Vio al caballero de Escorpio en la cocina, viendo el refrigerador, por lo cual aprovecho esto para asustarlo, se acerco suavemente hasta él y viendo que aún no se había percatado de su presencia se acerco hasta el, hasta que de un fuerte abrazo lo levantó, lo que no se espero fue que gracias al susto Milo se volteó unicamente para darle un cachetada con toda su fuerza.

Camus: auch...

Milo: ¡¿Camus?! ¡hay perdón, perdón, perdón! - si disculpó bastante apenado.

Continuará...