Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Uno

Canción del capítulo: Prometiste (MTV Unplugged) 


La última vez que vi a Tomás lo mandé al infierno. También deseé que le diera gonorrea y que se pudriera... pero no lo dije literalmente. Sin embargo, es lo primero que me viene a la cabeza cuando recibo la llamada de su abogado. ¿Y cómo no? No he tenido noticias de él desde hace dos años y medio. No desde el día en que lo encontré en mi cama teniendo relaciones con mi vecina. La imagen se me viene a la mente y mi estómago se revuelve. «Cabrón», pienso antes de apretar los labios. Casi ruedo los ojos. No se debe hablar mal de los muertos.

—Perdón licenciado, pero esto debe ser un error.

—Le aseguro que no lo es —El abogado me interrumpe antes de que continúe—. El señor Tomás Sánchez dejó hasta el último detalle especificado en su testamento. Y usted está incluida.

Una parte de mí quiere preguntar de qué ha muerto, pero siento que no es el momento ni lo correcto. «Solo espero que no haya sido de sida», pienso. Aunque lo tendría merecido, me haría sentir muy mal.

—Pero es que Tomás y yo no hemos cruzado palabra en años...

—Lo sé. Pero el señor le ha dejado una carta explicándole todo.

Junto las cejas. ¿Porqué me habría dejado una carta? No es como que hubiéramos terminado en buenos términos. Prácticamente lo corrí de mi casa y aventé sus cosas a la calle, y ahí terminó todo. Y la verdad es que tampoco me costó mucho trabajo sobreponerme a él. Un par de litros de helado después, ya estaba como si nada.

—¿Está seguro que es para Emma Rojas Cáceres? Mis apellidos son bastantes comunes, igual y es para otra Emma.

El abogado exhaló.

—Le aseguro que no me he equivocado. Requiero de su presencia para poder hacer la lectura del testamento, y el señor Sánchez dejó todo listo para cubrir sus gastos hasta la ciudad de México.

Me quedo como idiota en silencio por un momento.

—¿Tomás me va a pagar el vuelo desde Sacramento?

—El vuelo, el hotel, cualquier gasto que le implique venir.

Comienzo a golpetear la mesa con mis uñas. Tengo mucho tiempo de no regresar a México por varias razones: Una, porque la vida en Estados Unidos no era tan color de rosa como la pensaba, era bastante cara. Dos, porque mi madre, a pesar de que la amaba con toda el alma, era la peor entrometida en mi vida; y tres, por Sofi. La extrañaba demasiado y había necesitado un cambio de aire.

—Usted no es la única requerida para la lectura del testamento, señorita. Más sin embargo, no puedo llevarlo a cabo sin usted.

«O sea, que sí hay otras chicas», pienso dentro de mí y me siento un poco más tranquila. Igual y el hombre en su último aliento quiso enmendar las relaciones con sus ex novias.

—Ok. Está bien. Buscaré un vuelo ahora mismo.

—Perfecto. Mándeme todos los datos y yo haré la compra directamente.

—Me puedo quedar en casa de mis padres, así que no necesitaré hotel. ¿Por cuántos días se requiere mi presencia?

El licenciado se queda callado por un segundo.

—Los trámites pueden tomar algún tiempo, depende de cuándo firmen todos los involucrados. Compre el boleto para una semana, si es necesario más tiempo, cambiamos el vuelo.

—Ok.

Intercambiamos correos y terminamos la llamada. En cuanto la línea estuvo desconectada, volví a fruncir el ceño. No sé qué tramó Tomás para resarcir sus penas, pero tampoco está en mí dejar de cumplir sus últimas peticiones. A pesar de todo, los meses que estuvimos juntos no fueron tan malos.

Tomás era un chef brillante, apasionado por la cocina como por el sexo, pero además era una agradable compañía. Ahora que lo pienso, no supe decir porqué no me había enamorado de él. Quizá había sido por la manera en la que se dio todo, un tórrido romance dentro del mismo trabajo, o las mil advertencias de todas las personas que lo conocían de que no era un hombre de una sola mujer. Solo que no esperaba encontrarlo en mi casa cogiendo a la señora del dos.

No estaba totalmente convencida de que fuera una buena idea, pero tampoco podía negar que no extrañaba a mis padres, o que, si yo hubiera planeado ir, hubiera tenido que vender un riñón o algo así. Los malditos boletos de avión me salían en un ojo de la cara, y aunque no me iba mal, las cuentas mes a mes salían tablas. Es decir, apenas podía pagar la renta y mis gastos básicos.

Cuando terminé de buscar el boleto de avión y se lo mandé al licenciado Anaya, decidí comenzar a programar algunos posts para mi blog por si acaso me fallaba alguna conexión de internet o algo así. Mi blog de comida saludable estaba en un buen momento y no lo podía descuidar o dejaría de estar en el radar de las marcas que me patrocinaban. Aún no eran marcas mega establecidas, pero no me importaba. Mientras obtuviera cualquier ayuda financiera, todo estaba bien.

Mi sueño es hacer un recetario de comida vegana y sin gluten o lácteos para aquellas personas que padecen de alguna enfermedad. Pero con recetas realmente deliciosas, no las porquerías que normalmente la gente con restricciones tiene que comer. Sofi dejó de comer lácteos y gluten porque se lo vendieron como la cura del cáncer, y la pobre comía cosas horribles y deshabridas, y a pesar de que se sentía mejor, el cáncer nunca desapareció.

Mientras comienzo a hacer mi maleta, no puedo dejar de pensar en Tomás. Lo último que leí de él fue que había abierto un restaurante en la zona de Polanco en la ciudad de México, la zona más cara y de moda de la ciudad. Sonrío. Realmente no le había ido tan mal en su carrera. Cuando nos conocimos era un sous-chef y yo una estudiante del culinario que lo admiraba desde lejos, hasta que un día nos topamos en la cava mientras hacía una investigación del merlot que manejaba el restaurante. Recuerdo sus ojos claros y su barba partida. También esa sonrisa que lograba desarmar ejércitos y me siento triste.

Triste porque ya no está, porque no sé que le haya pasado en su vida, o qué haya sido de él, pero era muy jóven. Como Sofía, mi mejor amiga. Y nadie merece morir a la mitad de tu vida.

No sé qué es lo que Tomás haya dejado para mí. Lo único que me da curiosidad es la carta. Quiero saber qué estaba pensando cuando me incluyó en su testamento, y creo que lo mejor que pudo haber hecho por mí, lo está haciendo ya. Me está invitando a regresar a mi país, y para mí eso ya es demasiado.

Cuando termino de hacer la maleta ya tengo el boleto de avión en mi correo. También incluye un coche de renta por una semana comenzando mañana mismo. Leo todos los documentos y suspiro.

«México, allá voy».

¡Ah! ¡Qué emoción! Tengo esta historia pensada en mi cabeza desde hace años, y la verdad es que estoy muy feliz de poder compartirla con ustedes. Prometo tratar de actualizar una vez por semana como mínimo, pero ya saben, igual de repente subo dos a la semana, igual y me tardo más entre uno y otro. O igual y los voy escribiendo y los subo. 

No sé. 

Solo sé que estoy muy emocionada por esta historia, pero más por compartirla con ustedes. 

Como siempre, gracias por sus comentarios y votos, me ayudan mucho. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro