Taehyung estaba volviendo loco a Jungkook. Sus bolas se iban a caer antes de que se aparearan. A diferencia del león, Jungkook no había podido relajarse.

Recordando no más la escena, el pene de Jungkook se puso duro de nuevo. Maldita sea, el hombre era sexy. Frunciendo el ceño, consideraba si realmente quería aparearse con el enorme gato. No había duda que entre los dos había atracción, ¿pero era algo pasajero o sería algo más duradero? Jungkook tenía un montón de experiencia con el primer tipo y ninguna con el segundo. Negando con la cabeza, decidió que después de hornear iba a hacer algo más fácil, tal vez encontrar una solución a un teorema sin solución o lograr la paz en el mundo.

La pasta de cuero del desgastado libro de cocina de su abuela lo calmó mientras estaba ahí de pie en el centro de la gran cocina. Sintiendo el azulejo fresco bajo sus pies, su piel suavemente se calentaba, mientras hojeaba el libro. La letra de su abuela le trajo recuerdos felices de su infancia al recordar el amor que le había dado desde el día en que nació. Tres años después de su muerte aún la extrañaba y a su sentato enfoque frente a la vida. Escogiendo la siguiente receta que aun no había intentado, Jeon hizo una rápida inspección en la cocina de los leones que sorprendentemente estaba bien surtida y se puso a trabajar.

Después de pasar un rato, metódicamente midiendo, cortando y mezclando, su cabeza estaba más clara y su corazón mucho más tranquilo en su pecho. Jungkook decidió que iba a intentar que las cosas funcionaran entre él y Taehyung y si así no fuera, él podría regresar con su familia. Ayudaba tener opciones y un hermano comprensivo.

Una hora más tarde estaba retirando del horno cuatro hornadas de brownies de doble chocolate con nuez.

Los leones, quienes no horneaban tenían un conjunto dehornos dobles. 

¿Quién sabe? Pero tenía la sensación de que los leonesnunca los utilizaban

—Eso huele bien. —El hombre que había interrumpidosu acoplamiento con Taehyung, se instaló con cautela en el otro lado del desayunador. 

Jungkook miró al cambiaformas-león mientras llenaba el lavaplatos con las bandejas sucias.

 Odiaba dejar los platos sucios.

 —Escucha, hombre. Yo no sabía que estabas haciendo una cosa sexual de lobo. Escuché a mi Alfa gritar. No puedo ir en contra de mis instintos.

Jungkook asintió con la cabeza pero no habló. Sin embargo, él puso un brownie gigante en un bol, le añadió una cucharada de helado de vainilla gourmet que había encontrado en la parte trasera de la nevera y lo cubrió todocon la crema batida.

 —Aquí tienes.

—Ooh. He sido perdonado —dijo Namjoon en un tono monótono. Después de un bocado el hombre comenzó a hacer ruidos de placer. 

Jungkook se preguntaba si el hombre no estaba recibiendo suficiente sexo, por que un simple postre lo había puesto en una especie de éxtasis. 

—Puedes hacerme Brownies de chocolate cuando quieras—dijo Nam, lamiendo la cuchara.

El teléfono celular de Jungkook vibró en su bolsillo, sorprendentemente se le había olvidado que estaba allí.

 —Hola. 

—¿Cómo estás?— Dijo la voz de Hoseok por el teléfono.

—Estoy haciendo brownies de chocolate. 

—Mierda. Lamento oír eso. Piensa que sólo te quedan cinco meses y veintinueve días. —Hubo una pausa en la línea y Jungkook supo que su hermano no solo llamó para ver cómo estaba. 

—¿Qué pasa Hobi?

 El lobo Alfa se aclaró la garganta antes de confesar.
—Llamé para advertirte que Jiwon ha desaparecido. Tengo la sensación de que está en camino. Mantente alerta, no me fío de ese lobo. —Hubo un chillido en el fondo—. Espera, Naye quiere hablar contigo.

—Jungkook, bebé, si ellos son malos contigo, házmelo saber. Tengo tres hermanos a quienes les gusta disparar. Irían sin problemas a cazar al león. —Bajó el tono de su voz―. Ellos te ayudarían en cualquier dificultad si no quieres que tu hermano se entere que necesitas ayuda.

Jungkook se echó a reír. —Gracias, cariño. Te lo agradezco. 

—Sólo recuerda que te amo y sin importar el estúpido pacto que mi marido hizo, puedes volver a casa cuandoquieras y veremos como salir de esta.

—Te amo también, nena. Tendré en cuenta lo que me dijiste y hablaremos más tarde.

 —Adiós. 

—Adiós. —Sonriendo, él desconectó el teléfono. Nayeon siempre lo animaba. Ella era una dulzura. 

—Eres una especie de márcalos y déjalos ¿no es así?— Una profunda voz lo acusó detrás de él. 

—¿Qué?— Se giró para encontrar a Taehyung de pie detrásde él.

El enorme león se cruzó de brazos y miró hacia abajo a Jeon. —Me marcas para que sea el único que nunca pueda escapar y entonces llego aquí y tú le estas declarando tu amor a alguien más. Pensé en darte tiempo para que te calmaras, pero veo que usaste ese tiempo para reemplazarme. —El tono de su voz se elevaba con cadapalabra. 

Jungkook por el rabillo del ojo vio a Namjoon tomar su postre y salir de la habitación. 

— Para tu información, hablaba con mi cuñada.

— Oh.

Jeon pudo ver retroceder a Taehyung en su mente, pero no estaba de humor como para perdonarlo.

— Y en cuanto a la parte de lo de la marca, es sólo una marca temporal para mantener a otros alejados hasta que decidamos lo que queremos hacer. Yo no quiero que tú andes por ahí o que otras personas piensen que estás disponible, mientras estemos decidiendo si vamos a ser compañeros o no. 

—¿Crees que yo haría eso?— Preguntó Taehyung, ahí de pie como si estuviera tratando de intimidar a Jungkook con su altura.

Siendo el más pequeño en la manada, su altura no tuvo ningún impacto como para intimidarlo. Él estaba demasiado acostumbrado a que todos fueran más altos.

—No te conozco, ese es el punto —dijo, dándole a Taehyung una fría mirada. Él sabía que no era el momento adecuado para comportarse sumiso si quería un futuro con el otro hombre. Un enorme Alfa sólo apreciaría la fuerza en su compañero. Cuanto más tiempo Jeon pasaba con Tae, más le gustaba la forma en que lo miraba, con esos grandes ojos de color dorado, como si fuera la mejor cosa que jamás hubiera visto en su vida.

Jungkook dejó escapar un grito cuando Taehyung lo levantó y lo puso sobre su hombro. Una palmada en su trasero trajo otro grito. 

—¿Qué demonios estás haciendo? 

—Llevandote de regreso a mi cama que es a donde pertences. Quieres comprobar lo compatibles que somos, pues bien, estoy a favor de ese plan.—Taehyung lo dijo como si fuera lo más natural del mundo, llevar a un hombre sobre sus hombros. —Y estoy cerrando la maldita puerta —dijo lo suficientemente fuerte como para que todos lo oyeran.

Los cambiaformas del condado vecino, probablemente lo debieron haber escuchado. Después de patear la puerta para cerrarla detrás de ellosy girar la cerradura, el enorme hombre colocó a Jeon suavemente sobre el colchón.

 —¿Por qué estás tan sorprendido?— Preguntó Tae. Le quitó los pantalones, mientras esperaba surespuesta.  

—Pensé que ibas a lanzarme con toda tu fuerza de cambiaformas, eso es todo. 

Taehyung negó con la cabeza antes quitarse su propia ropa y el resto de Jeon. —Podría hacerte daño. —Él le dio una tímida sonrisa—. A veces no me mido con mi propia fuerza. Sé que eres más duro de lo que pareces, pero yo no correría ese tipo de riesgo con mi compañero.

 —¿Compañero?

—Somos compañeros. Seguramente no estás listo para reconocerlo, pero yo supe tan pronto vi tu foto, que eras quien los dioses eligieron para mí y nada va a interponerse para que te reclame. 

Jungkook nunca había pensado mucho acerca de que los dioses escogieran a su compañero. Los lobos eran demasiado prácticos como para pensar en los predestinados, para ellos era todo acerca de la química, pero si el león quería pensar en que fueron emparejados por un poder superior quien era él para contradecirlo.

Cuando Kim subió a la cama junto a él, los instintos de Jungkook gritaron para que reclamara al enorme león, pero si él cedía siempre sería el único en hacerlo. Taehyung necesitaba hacer el primer movimiento.

 —Pensé que los leones tenían que seguir sus reglas. ¿Qué paso pasó con lo de tomar las cosas con calma?

 —¿Estás tratando de evitar ser mi compañero?

 Jungkook sintió una ráfaga de pánico al pensar en ser el único lobo en un grupo de leones.     ¿Cómo sería su vida sin su manada?
—No sé cómo vivir sin mi manada— confesó.

Taehyung lo miró por un largo tiempo.
 —Cariño, no tienes que vivir sin tu manada. Están a solo cuatro horas de distancia. Los puedes visitar en cada luna llena. Siempre y cuando vuelvas a mí, no voy a oponerme a que visites l amanada de tu hermano. 

—Mi manada. 

 —Espero que con el tiempo veas a mi grupo como tu manada. Puedes ser el único lobo en un grupo de leones, pero tú eres lo más importante para mí. 

—¿No desearías tomar las cosas con calma? Tenemos seis meses para tomar una decisión. 

Kim negó con la cabeza. —Tengo la sensación de que sino te tomo ahora, podrías deslizarte entre mis dedos. 

—Después de lo que Namjoon me dijo, pensé que tenías que seguir ciertos procedimientos o tu león no podría aceptarme.—Jungkook no estaba preparado para esto. 

Se había imaginado que les llevaría mucho más negociar y el tira y afloja. Nada lo había preparado para que el enorme león lo aceptara tan fácilmente como su compañero

—A mi león le gustas, funcionará sin problemas. 

—Me acepta, ¿de verdad?— en broma retrocedió un poco. 

—¿A dónde vas?— Gruñó Taehyung. 

—A ninguna parte. 

Se deslizó hacia atrás un poco más, mirando los ojos del enorme león que lo miraban fijamente. Era hora de un poco de persecución. Con fluidos movimientos, Jeon hizo una voltereta hacia atrás sobre el lado de la cama y se fue. 

Gruñendo, Taehyung corrió tras él. 

—Sabes perfectamenteque a los gatos les encanta un buen juego de persecución.

—¿Pensé que sólo perseguían su cola?

Jungkook era pequeño, pero ágil, fácilmente evadía al otro hombre, sonrió ante el placer que brillaba en los ojos de Kim.

Kim saltó sobre la cama y aterrizó delante de Jungkook., Anticipando el movimiento, jeon se deslizó en el espacio segundos después de haber llegado Taehyung.

Riendo corrió hacia el otro lado de la habitación. No muy rápido, porque quería ser atrapado. Le envió con un soplido un beso a Taehyung.

El leon e echó a reír. —Prefiero recibirlo personalmente.