L- Esta bien. Te escucho.

R- Leo, yo.... Lamento mucho lo que dije el otro día. Sé que eso te molestó mucho y...... me porté como un idiota............... podrías perdonarme?

L- Eso fue lo que te mantuvo tan distraído últimamente? El por qué de tu alejamiento hacia mí? Por pensar en cómo pedirme disculpas?

R- Bueno...... algo parecido. Tenía que pensar sobre algunas cosas y pues,....... necesitaba un tiempo a solas.

L- Y... supongo que esas cosas eran de mi, cierto?

R- (Suspira) Me temo que si.

L- Esta bien Rapha, te perdono. Pero... contéstame una cosa sí?, Por qué me dijiste todo eso? Por qué me trataste diferente?

R- No lo sé.... Supongo que me preocupé demasiado.

Leonardo sonríe de forma tierna y lo abraza con cariño, Rapha se sorprende al principio, pero después hace lo mismo.

L- No te preocupes Rapha. No va a pasar nada malo, lo prometo. Sigo siendo el mismo bobonardo amargado de siempre, sólo que ahora en otra forma (ambos ríen levemente y se separan). Aunque debo de admitir que debo cambiar un poco mi forma de pelear y acostumbrarme a este nuevo cuerpo.

R- Se que lo harás. Pero prométeme una cosa si? Prométeme que no correrás riesgos innecesarios y que si necesitas ayuda la pedirás, de acuerdo?

L- Rapha... no puedo prometerte eso, sigo siendo el líder de este equipo.

R- Lo se, pero.... al menos..... lo intentarás?

L-............................ (suspira resignado) está bien, lo intentare.

R- (La abraza nuevamente) Gracias.

Ambos se sueltan del abrazo y se sonríen, pero repentinamente el llamado de su amiga humana en la entrada de la guarida los distrajo.

A- Leo!, leo dónde éstas!?