Las semanas transcurrían de manera rápida, y Leonardo mostraba mejoría en las prácticas que llevaba a cabo con Karai, aunque aún no lograba derrotarle. Sus hermanos y sensei no podían estar más felices al ver al fin un cambio positivo en su pariente. En especial Raphael, el cuál mientras observaba a su hermana luchar, un recuerdo regresaba a su memoria de aquella noche en la que Leo regresó a casa completamente diferente.

Recuerdo de Rapha:

L- Chicos, ya estoy aquí!

M- Leo?

D- Estas....... Soriendo!?

L- Asiente con la cabeza

D- No puedo creerlo!!

M- Has vuelto!!!!

Ambos hermanos corren a abrazarla con alegría, soltando algunas lágrimas, lo cual fue correspondido por la chica. Después de unos momentos, Leonardo fija su vista en Raphael, quién se encontraba mirando la escena de pie junto a los sillones de la sala. Leonardo se separa lentamente de sus hermanos y con la misma velocidad, se acerca a su hermano menor, el cual se limitaba a observar los movimientos de su hermana, que se detiene a pocos centímetros de éste, observándole a los ojos con una sonrisa. De repente, la fémina se abalanza a abrazarlo del cuello, lo cual deja sorprendido a Raphael, pero después de unos segundos, corresponde al abrazo.

L- (Soltando algunas lágrimas) Muchas gracias Rapha,.......por todo lo que has hecho por mí.

R- No tienes que agradecer nada. Era mi deber como tu hermano.

Pasaron algunos minutos en esa posición, hasta que...

D- (Aclarando su garganta) Bueno..... ahora que has regresado a la normalidad.... Sería bueno que le dijeras al maestro Splinter.

L- (Separándose del abrazo) Entiendo...... iré a decirle que estoy bien.

R- (Tomàndole por los hombros) Cuando termines, date una ducha y vete a dormir. Debes de estar cansada.

L- Lo estoy. No te preocupes, no tardaré.

R- Lo sé.

Despues de que Leonardo se diera un baño y le avisara a Splinter, se dirigió a su habitación para descansar, pero se sorprendió al ver que Raphael estaba guardando parte de las cosas que había traído hasta su habitación.

L- Que estas haciendo?

R- Supongo que ahora que has vuelto a ser la de antes..... necesitarás tu espacio de nuevo.

L- De hecho...... no me molesta que estés aquí.

R- Teóricamente, no te molestó desde un principio. Ya que fuiste tú la que me pidió que durmiera contigo.

L- (Risa leve) Es verdad. Pero lo que me refiero, es que me gustaría que te quedarás. Aún me da miedo quedarme sola, sobre todo por las noches.

R- (Riendo levemente) No será que te mal acostumbré?

L- (Sentándose en la cama) Puede ser.

R- (Imitando a su hermana) Entonces, creo que seguiré consintiéndote.

Ambos ríen por sus comentarios brevemente, pero cuando volvieron a hacer contacto visual, se observaron mutuamente por largos segundos, ella analizando aquellos ojos verdes esmeralda, y él apreciando sus ojos azul zafiro, ninguno supo en que momento comenzaron a acercar sus rostros y a entrecerrar sus ojos, sin embargo, unos instantes antes de hacer contacto, Raphael se levantó rápidamente, dejando desconcertada a la chica.

R- (Dándole la espalda) y-yo...... aammm...... tengo que irme a.... vigilar que los chicos se hayan ido a dormir. Será mejor que tú también lo hagas. No tardaré.

Dentro de la habitación, Leonardo se quedó sentada en la cama con la vista hacia abajo. Desconcertada, se llevó una mano al pecho.

L- Què.... Es esto que estoy sintiendo?

Afuera, en la sala de estar, Raphael se llevó una mano a su frente mientras se recargaba en la pared.

R- Què diablos estoy haciendo?

Fin del recuerdo.

Mientras Raphael estaba sumido en sus pensamientos, algo lo hizo reaccionar de manera brusca. Leonardo se encontraba sentada en el suelo, con los pies volteando hacia atrás, gimiendo de dolor mientras sostenía su estómago con ambas manos mientras Karai permanecía enfrente de ella confundida y a la vez asustada.

R- Leo!!!!