《Pero...cierralos para el futuro》

— Hey mocoso de nuevo nos encontramos aquí, no es así

Era una habitación iluminada por un pequeño foco, con un castaño en el medio y su sombra a sus pies.

— Y como siempre, te digo que no saldrás de aquí...Jamás tendrás el control de nuevo — caminaba lentamente en aquella habitación que parecía ser infinita y que había recorrido ya varias veces

— Ho vamos, haber intentado asesinar a tu "esposo" no es tan importante, ya te lo he dicho varias veces no fue intencional y sólo fue para un bien mayor...No lo volveré a hacer...de hecho...ya entendí que sin él nuestro reino no estaría completo, por favor Masón déjame estar fuera una vez más...— la sombra bajo sus pies sonreía, mostrando una ligera línea blanca en un rostro inexistente mientras el Castaño seguía caminado tranquilamente

— No...No voy a dejar que arruines mi felicidad y arruines todo por lo que he trabajado hasta ahora...sin engaños, sin secretos...Mi relación nunca antes ha la estado tan estable como ahora...Si cuando empezábamos de nuevo no te lo permití, ahora menos lo haré —su sombra se despegó de él caminando empezando a caminar algunos pasos delante de él

— Primero te diré una cosa Masón, odio cuando todas tus ideas y pensamientos me los dices y detesto la forma en que las cosas han sido, segundo...No me digas lo que crees que podría llegar a ser, yo soy amo y señor de mi destino...al igual que de otras personas...

— Estas desvariando y lo sabes

— He estado roto desde mi nacimiento, moldeado por las grandes masas, me rompieron y volvieron a edificar...Pero soy terco, las oraciones jamás fueron escuchadas y mis ambiciones fueron aplastadas...yo sólo quería lo mejor y eso fue por lo que luche, pero tu no lo entiendes o entenderás — el Castaño se había detenido en su andar hacia mucho tiempo que no "discutían" y jamás había salido de su sombra desde la primer discusión — No tiembles...ellos te temen más a ti que a mi

— Yo no estoy temblando, vuelve al suelo...tú nunca sales de este —desvío la mirada mientras le daba la vuelta y seguía caminando

— Te estas ahogando en la multitud, viviendo con tu cerebro en la nube, caes como ceniza al suelo, esperando que tus sentimientos se ahoguen, no sabes que estas atrapado...no sabes que lo que vez no es real, fluyes con tus recuerdos, con lo que es y querías que fueras, estas limitado Mason, no sabes que es verdad y que mentira...Sólo eres un creyente de mentiras.

— Ca...cállate — volteó hacia atrás intentando mirarlo de nuevo, pero no estaba ahí, de nuevo está logrando ponerlo nervioso, de nuevo lo estaba haciendo dudar, y eso sabía que era malo — No saldrás de aquí, no lo harás...No más no volverás a engañarme, ni a confundimre...tengo personas preciadas por las cuales luchar...no volveré a caer por tus mentiras y palabras enredadas — gritó al aire, no había nadie detrás ni debajo de él, volteó para volver a caminar y salir de ahí, pero lo encontró frente a él y este tomo sus muñecas apretandolas

— Lo último es lo último Masón, por la gracia del fuego y de las llamas...eres la cara del futuro, la sangre en mis venas, oh-ooh la sangre en mis venas, oh-ooh...Pero nunca lo hicieron, nunca vivieron, fluyeron y fluyeron, inhibido, limitado
Hasta que se rompió y llovió... — lo miro aterrado y antes de que siguiera hablando se soltó de su agarre y empezó a correr para salir, aún escuchando sus palabras, tapando sus oídos para no escucharlo.

El había ganado hace mucho, era su cuerpo y su vida, salió de aquel cuarto y todo se volvió negro, abrió sus ojos, su cuerpo sudaba y temblaba, se abrazó a si mismo, y se levantó de su cama para bajar al comedor y encontrarse con sus dos personas favoritas.

— Dipper...¿estas bien? ¿Sucedio algo? — un rubio se levantó de la silla donde estaba sentado y se encaminó hacia donde estaba el castaño, siendo seguido por una mirada curiosa

El Castaño ya no pudo dar un paso más, sus ojos estaban lagrimiando y en cuanto tuvo cerca al rubio, se abalanzó a sus brazos , mientras escondía su rostro en su pecho y empezaba a soltar algunas lágrimas, sintió una mano en su cabeza y como está lo acariciaba lentamente, mientras que la mirada curiosa, se volvia de preocupacion y se levantaba de su lugar y caminaba hasta ellos.

Sintió un abrazo en su pierna y se separó del rubio para dirigir su mirada a un niño de cabello rubio y ojos color chocolate, se agachó a su altura y lo abrazo, besando sus mejillas y abrazandolo una y otra vez.

— Dipper... — el rubio llevo una de sus manos a su hombro tocandolo lentamente, mientras el castaño dejaba de abrazar a su pequeño

— Ma...mamá...me asfixias...Esta todo bien...por que estabas llorando — el Castaño sólo tomo de los hombros al niño y depósito un último beso en su frente

— Sólo fue un mal sueño Félix...lo siento si te asuste... — el niño miro a su madre y ahora él fue quien lo abrazo

— No hay problema Mami — le sonrio y despues se separó de él, Dipper se levantó y volteó a ver al rubio

— Félix, ¿quieres ir a jugar al patio? — el niño asintió y salió de la casa — Masón...que fue lo que paso... — él volvió a abrazarlo, mientras recargaba su cara en su pecho

— Volvió a hacerme dudar...dijo coas confusas...hacia mucho que no hablaba tanto...estaba sonriendo...¿esto no es una mentira verdad Bill? —el rubio apretó su abrazó y beso su cabeza

— No lo es Dipper...todo esto es real...Félix lo Es, yo, tú, nuestra vida...hemos trabajado tanto para lograr todo esto...no dejes que él lo arruine...tú lo superaste...ese día tu te sobrepusiste sobre de él y desde entonces jamás has dudado o caído en sus trucos o mentiras...mira por la ventana y ve a nuestro hijo jugar...él es la prueba de que esto es real, y de que tu eres más fuerte que él...— el Castaño se separó y fue hacia la ventana mirando a su niño jugar en unnpequelo columpio

— Si...todo esto es real...lo siento...Es sólo que está vez me puse mal...Y sólo que sus palabras eran raras...lo siento Bill — volteó a verlo y vi una sombra detrás de él, aquella sombra negra burlándose de nuevo, apretó el mango del lavabo y su color se fue apagando — ¿q...que haces aquí? — el rubio lo vio extrañado

— Vivo aquí Masón, desde hace algún tiempo vivimos aquí, tú, yo y nuestro pequeño — la sombra sonrió y después desapareció

— Lo lamento...fue una mala jugada de mi vista, gire muy rápido lo lamento... — sonrió y empezó a caminar hacia la puerta de la cocina — iré...iré a dormir un rato...necesito descansar un poco

— Tomate tu tiempo Masón...no hay prisa en este lugar

El Castaño volteó a verlo, pero había nada raro, tal vez las palabras de él le estaban afectando, y sólo debía dormir un poco, subió las escaleras de su casa, mirando los recuadros en la pared, recordatorios de lo que habia vivido hasta ahora y del orgullo que era su hijo para él.

《¿Y si fallaste ese día?, no me dejaste poseer a tu bebe...pero tal vez perdiste el camino》

Detuvo su andar a media escalera, y miro a los lados en busca de lo que se había escuchado, pero no había nada, siguió caminando, las fotos parecían estar más oscuras, el lugar, la casa, todo.

Hasta que se rompió y lloro.