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𝖫𝖺 𝖿𝖾𝗅𝗂𝖼𝗂𝖽𝖺𝖽 𝗇𝗈 𝗉𝗋𝖾𝗏𝖺𝗅𝖾𝖼𝖾 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗌𝗂𝖾𝗆𝗉𝗋𝖾.

"—La vida no es justa... para nadie".

Caminaba despacio intentando por todos los medios no correr de alegría, luego de esta gran tarde que obtuvo.

El cielo envuelto en numerosos nubes grises que mostraba la llegada de una agradable lluvia que calaria a todos los que no llegasen a su hogar a tiempo. Aunque, poco le importaba en esos momentos como llegase a su hogar, aún si estuviera empapado desde pies a cabeza nada ni nadie le iba a quitar esa alegria que llevaba en su cara plasmada en una hermosa y perfecta sonrisa.

Ni siquiera esa lluvia que lo único que lograba en otras personas era temerle a su propia suerte. Era extraño, esa sensación de no ir y quedarse con alguien entraba en sus sentidos con cada paso que le hacia llegar a su hogar y contarle a su pareja esa noticia que de seguro le hará un bien a su relacion, odiaba admitir que en esos pocos meses que estuvieron en Japón toda su relacion de más de cinco años se estaba desmoronando sin control alguno.

No lo entendía.

Y deseaba en todo su ser que la actitud de su peliflama sea por el trabajo al cuál el no estaba del todo enterado de ese tema de su pareja, su actitud tosca habia aparecido de la noche a la mañana causando al peliblanco volver al primer año de noviazgo que tuvo con el Ojimorado, y generando escalofrios a todo su ser al recordar la mala actitud de este en ese tiempo.

Además de ese cambió tan drastico, volvio la indiferencia del peliflama. Volviéndose el ser que no lo escuchaba, que no le interesaba en lo más mínimo su dia a dia y tambien el hecho de hacer lo que el querria con el peliblanco aún si este se negaba. En ocasiones y que aún le dolian, conservaba aun los moretones y uno que otro golpe en su cuerpo. Las mordidas en todo el cuerpo estaba tambien grabadas en su cabeza como un recuerdo doloroso que en si, siempre era así.

Aún dolían y no querria creer que volvía a ser ese Lui Shirosagui que solo le gustaba lastimarlo hasta dejarlo inconsciente tendido en una cama completamente desnudo y llenos de marcas que no desaparecen hasta el tiempo de una semana entera, le temia en esos momentos en los cuáles sólo era un adolescente debil sin ninguna ayuda, ahora es diferente.

A cambiado para bien y ya no le dañaba a lo que antes le temia, su porte elegante era una realidad de que ahora el tenia un trabajo cuidando de una sede de un juego que se hacia muy infantil pero a la vez competitivos a la hora de ganar. Era algo de niños, aunque no para todos. Le habia gustado mucho el juego pero lo dejo al ser consiente de que si seguía volvería hacer ese ego llamado Red eye que provocó un dolor inmensurable a su mejor amigo y que le vengo de todo mal que le ha hecho Lui. Lo ultimo le dio a enteder que si o si debia alejarse y Jamás volver a ver su cara, claro que aún estaba esa terrible sensación de estar perdidamente enamorado del oji violeta.

Dos años luego de eso, y el causante de sus miedos volvio completamente distinto a antes queriendo comenzar desde el principio y recompensar su vida con la de el. El miedo seguia latente al temer que volvería a lo que era antes, rechazando esa propuesta prefiriendo eso a tener que recordar ese gran vacio que lleno cada uno de sus toques tan crueles y hirientes.

Lo siguió intentando por meses enteros sin perder oportunidad, y volvio a caer como una mujer que buscaba amor.

Solo unos años más de relacion para asi formar la boda que anhelo en su niñez y juventud, una boda que anhelo y que al fin logro quitar todas esas dudas en su cabeza que le hacia entender que debia alejarse del peliflama por su bien, y que el no escucho por la simple razón de seguir enamorado de ese chico.

deseaba haber escuchado a su cabeza.

La boda tan del sueño y a la ves tan impredecible, de por si estuvo bien. Pero a la ves fue un desastre total. Aun lo recuerda y le da gracia la cara de Lui al ver el anillo y su grabado que aun mantiene en su cabeza y dedo anular.

"Amo al idiota".

Eso es lo que exactamente lo que dice el anillo dorado que reposaba en su dedo y que el gustaba mantenerlo y jamás quitarselo. Aunque, en ocasiones se sentia solo si no estaba en su dedo o muy cerca de el.

Estaba enfrascado en su amor hacia el. Aunque estos ultimos dias fueran lo contrarios para el peliflama, alejandose lo más que podia hacia el.

Las noches en las cuáles tenian sexo, solo el lo disfrutaba o eso creia. Siempre lo supo, la satisfacción de Lui era atraves del daño fisico o mental. Y el fisico es algo que le encantaba. Sonará masoquista. Pero antes le gustaba demasiado, claro contando que no lo lastimaba hasta desfallecer o desmayarse hasta el cansancio. Las mordidas quedaban en color morado hasta que sangrará y solo lo hacía por posesión, las caricias venian con tranquilidad y ternura mostrando ese gran cariño que ellos se profesaban.

Y ahora solo era posesion, sin cariño ni nada. No comprendia la razón y deseaba que no fuera malo o que terminara con lo que una vez temió, regresar a una relacion y salir lastimado hasta el final.

La gran noticia que obtuvo solo hizo que su corazón saltara de alegria y pensar en decirle a su esposo la gran y esperada fantasia suya de regresar, más la cruel realidad que le esperaba.

Una realidad que le encantaba era ser felices.

La cruel realidad, es que no saldria nada bien.

Pensando las cosas que cambiarían y las que seguirian era muchas y el odiaba pensar en cosas negativas, no ahora que solo querria pensar positivo en todas las cosas que esperaba poder experimentar con su esposo.

Caminando en modo automatico, luego de seguir divagando en su mente y disolver todas las cosas negativas que estaban haciendo estragos en su cabeza. Con la idea de callar y no decir nada hasta descubrir la verdad que oculta el ojimorado, una verdad que el no desea descubrir.

La lluvia empezó con pequeñas gotas que se resbalaban en su mejilla, era nula la fuerza pero tenia que llegar rapido a su casa o la lluvia empeoraría y el seria una victima más de la gran tormenta.

Camino con más rapidez y deseando que al menos Lui estuviera en casa a estas horas de la noche, siempre se desaparecia a las noches y a veces solo se quedaba para satisfacer su libido, en pocas palabras, volvia para tener relaciones sexuales. Nada más, se sentia usado en mil formas más. Suspiró, no valia pensar negativo con la noticia, aunque Shirosagui no esté. Nada ni nadie hará que la felicidad dure poco.

Doblando en una esquina pudo divisar su departamento en el cuál habia vivido casi toda su vida, tantos momentos habia pasado con sus amigos que le era inevitable pensar que muchas veces ese departamento era testigo tanto de momentos tristes y felices que le hacia pensar que tambien fue testigo de lo cruel y a la vez amable actitud de Lui.

En ese lugar y específicamente en su habitación, tuvo su primera vez con Lui, aún recuerda lo cruel que habia sido esa ves, el dolor más la placentera reaccion era algo que nunca olvidará su cuerpo y mente. Luego de eso le siguio muchas veces e incontables más, una mas dolorosa que la otra, está tambien el hecho que luego de su separación de más de tres años recapacito, hasta hace unos meses era asi.

Llego tranquilamente a la puerta del edificio, y antes de entrar dirigio su mirada rojiza al anochecer y sus innumerables estrellas que se colaban en el manto azulado. Tan hermosa vista que apreciaba y que muchos no se tomaban el tiempo de apreciar por la lluvia que poco a poco se iba.
Siguió su camino a su casa, a paso lento llegando al elevador que lo llevaría a su departamento.

❥﹏﹏﹏﹏⊹⊱

Entro sigilosamente a su vivienda temiendo que no saliese todo bien, con pasos sigiloso entro mirando todo a su alrededor y verificando que nada malo pasase. Su estado en si era delicado y ahora no tenia ganas de soportar a el Ojimorado.

—¿Lui?

Llamo un tanto cohibido y un poco preocupado, era muy extraño la manera en que sus emociones se alborotaban, de estar enojado con todo el mundo llegaba a estar precavido con todos y más a sabiendas de que pronto lo podrian atacar.

—¿Que?

Crisparse como gato encerrado era un hábito desde hace mucho rato que habia adoptado, giro su cuerpo encarando a su pesadilla andante. Piel pálida no tanto como la suya, cabellos de fuegos que en ocasiones se preguntaba como no se apagaba al mojarse y unos ojos morados que lo inspeccionaba de pies a cabeza sin dejar de torturar lo lentamente buscando en su mirada un poco de miedo.

Dirigió su mirada rojiza a la vestimenta de su pareja, dandose cuenta que iba a salir, de nuevo.

—¿Vas a salir?

—Si.

Tan seca como todas las veces que le preguntó lo mismo un sin fin de veces, sus planes se habian estropeado... como siempre.

—Yo...— tartamudeo un poco al no saber que decir, de nueva cuenta sus emociones lo estaban traicionando—, yo querria decirte algo.

—Dimelo cuando llegué.

Y la tristeza volvio a su mirada.

¿Qué le costaba quedarse solo unos minutos?

Para el no era nada, para el miserable era mucho tiempo. Volvio a suspirar dolido mirando en su mano el anillo, se sentia horrible y las inmensas ganas de llorar eran altas.

—Por favor—, con un hilo de voz casi rota intento hablarle.—Quiero hablar en serio Lui.

—Ya te dije que No, no jodas Shu— volvio a responder mientras empezaba a caminar a su alcoba.

—Solo es un minuto, ¡Lui!— volvio a hablar al mismo momento que lo seguia a la habitación, para luego sentir un doloroso agarre en su muñeca. Y luego ser lanzado a la cama, miro hacia arriba para toparse con unos ojos amatista que lo miraban con deseo.

—A mi no me grites—, fue un susurro que le heló la piel que habia sido muy cerca de su oreja— Shu.

Todo su cuerpo se estremeció al momento que sintió a Lui lamer su cuello para luego empezar a dejar marcas, haciendo gemir al peliblanco. Sus mejillas rojas a causa del sonrojo que mantenia fue quitado al mismo momento que sintió unos dientes encajarse con fuerza en su cuello, dejando asi una marca que no tardo en sangrar, dejando caer pequeños hilos de un líquido rojizo.

—Lui... basta.

El audible sollozo habia escapado de su boca sentia su cuerpo nervioso como su cabeza al sentir el gran peso de Lui, el peso que sintio al momento de caer a la cama habia desaparecido apenas diviso el cuerpo de su pareja irse de la habitación. Intentando reabastecer sus pulmones de aire y minimizar su respiración descontrolada.

Intento quitar cualquier rastro de lágrimas mientras sus sollozos se hacian menos audible, sin evitarlo su cabeza recordó la realidad de su vida.

El abuso.

Lui era asi, desde adolescente, era así de bruto. Su temor seguia vigente en esa casa y ya no podia escapar. No del todo. Hablando de lo físico se recuperaría... pero, ¿Y la mental?

Sintio una leve caricia y al bajar su mirada. Se encontró con uno de los regalos de Lui.

Eevee.

Un animal de pelajes marrón y una pequeña bufanda en su cuello de color blanco, ojos color fucsia brillantes. Un perfecto regalo, hermoso, amigable y lo unico que lo mantenia a flote en ese lugar.

Un poco tembloroso intento llegar hacia Lui para decirle. Aunque, no sabia si decirle. Y la respuesta, llego justo en ese momento. Su mente solo le decía:

¡No le digas!

Lo mejor por ahora, era mentir hasta que todo acabe.

—Vendré mañana por la mañana.

La voz grave de Lui fue quien lo saco de su mente. Proceso por un milisegundo las palabras, para luego mostrar una tristeza profunda, que solo se veria en sus ojos.

—Tan... tan tarde.

Susurro para si mismo.

—Bien—, suspiró. Que más podia hacer.—oye... me pregunta-

Apenas pudo hablar cuando ya escuchó la puerta cerrarse.

"—Lo hizo de nuevo...

Sus manos temblando, las lagrimas que en vano querrian salir. Fue suficiente para dejarse caer en medio de la sala. Sin importarle que ese bastardo volviera y lo encontrará de esa manera. Sus manos apretadas y las ganas de no hacer nada por lo que le resta de noche, se hacían aún más fuertes.

Sintió algo tocar su mejilla y al voltear lo primero que encontró fue unos orbes fucsia que se podia notar eran las lagrimas: preocupación.

Un diminuta sonrisa se asomó al mismo tiempo que tomaba entre sus manos a Eevee llevándolo a su cuarto y descansar.

Solo esperar, era la opcion que le quedaba entre ninguna. Tampoco es como si deseara acabar esa relacion. Aún que sabia en el fondo que era la mejor opción, pero como dicen:

El amor es ciego.

Y ya el estaba cegado por tal cosa.


¡Holis! Buenas noches/tardes/dias dependera que hora lo verán. Como ya saben, esta historia la habia hecho con la intencion de mostrar mas del shipp de Shu y Lui. Pero, fue un asco total. Ahora vengo a mostrar una nueva fase que espero acabar... y si no sale... a ¡Rehacerlo! xD

Los que ya lan leido antes... la cambie  totalmente. Estoy en proceso del primer cap. Asi que esperenlo con paciencia que soy lenta... Una cosa... la portada nueva ahora fue creada por esta hermosa personita...

-Itspauxma⌋ ¡Muchas gracias! Por poner a mi pokémon favorito... y que pongo a todos los Crossover de pokemon y otro... no sera la ultima vez qué lo vean Xd

Sin más los dejó con el prologo.

Hasta pronto!❤

Pero antes... spam!

Si te gusta el personaje de Sasuke... y lo considerase un Uke... pues pasate a mi libro de "Rebelión: Sasuke Uchiha" participante de Los gremios Misceláneos!💜

¿Que historia actualizo primero?

(๑•̀ㅂ•́)و💖

Ahora si bays!(´⊙ω⊙')!


Por cierto... ¿no les da miedo este shu? A mi si... >:|

Creditos a su creador!❤

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