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II: Kushina

-¿¡Quien es usted!? - quiso saber un joven pelirojo y ojos dorados.

-Uchiha Madara. Mito me pidió que llevara al mejor ninja a su lado, es urgente.

-¿El mejor ninja? Bueno....

-¿¡¡Que!!?

-E..es muy joven, una gran ninja pero no se si ella quie...

-Me importa poco si quiere o no, Mito quiere a esa persona a su lado - volvió a repetir el azabache.

-¿Que pasa Goro? - le cuestionó una niña viendo al pelirojo y al azabache.

-Kushina..., tal parecer Mito quiere verse con nuestra mejor ninja - le explicó. - ¿Te importaría ir con este hombre al ser la más fuerte de nosotros?

-¿¡¡Mito bachan esta bien dattebane!!? - le preguntó a Madara quien se sorprendió por la expresión preocupada de la niña. ¿Cuantos años tenía, 12? ¿Como era ella la más fuerte del clan?

-...Si vienes, tiene que ser de ya. ¿Eres una cambiante?

-S..si.

-Mejor, cambia de forma, nos vamos corriendo.

Kushina obedeció al pedido y se puso en su forma de zorro mientras Madara hacia lo mismo y se cambiaba a su forma de pantera. Ambos corrieron entre los árboles que separaban Uzushiogakure y Konohagakure hasta que lograron visualizar las montañas características de la aldea. Sin cambiar su forma, ambos entraron con las miradas de las personas puestas en ellos y se dirigieron al hogar de los adultos que esperaban la llegada de la menor. Madara volvió a su forma humana cuando llegó a la puerta y llevó consigo a la niña hasta la habitación de los adultos.

-¡¡Bachan!! - gritó preocupada Kushina, ya cambiada nuevamente a su forma humana, al ver el estado de la mujer. Su rostro estaba pálido y con muchas arrugas, su cabello era más obscuro y sus ojos no tenían el mismo brillo de siempre.

-Kushina, que bueno que estas aquí - le dijo como respuesta. - ¿Me dejan hablar a solas con ella?, Hashirama, Madara.

-Pero..

-No hay problema - le dijo el azabache llebándose a su muy preocupado amigo con él. Una vez solas, Mito miro seriamente a la menor.

-Necesito que te conviertas en la jinchuriki de Kurama.

-¿¡¡Que?!! ¡Pero aún no estoy lista, no soy igual de fuerte que tú!

-Kushina, lo he podido mantener dormido durante todos estos años para evitar que su furia destruya la vida de muchos - le dijo. - No debe de ser diferente contigo. Solo no debes de odiar, por su estado él se alimenta de odio y malas emociones. Se alegre, ríe, diviértete, enamórate - le pidió acariciando su rostro.

-¿Nadie supo que estaba sellado dentro de ti?

-Nadie.

-...Esta bien - aceptó Kushina.

La mirada de Mito le trajo un remolino de sentimientos a Kushina, era como si un enorme peso se cayera de sus hombros tan solo con escuchar la respuesta afirmativa de la menor. El ritual fue sencillo y rápido ya que ninguna de las dos quería que alguien se enterara de lo que estaba sucediendo. De un momento a otro Kushina sintió el enorme chakra del Kyubi entrar a su cuerpo y vio como un sello apareció en su abdomen para luego desaparecer a los segundos.

-Te puse unos sellos de seguridad, te ayudaran a adaptarte a ser una jinchuriki.

-¿Que no se supone que un jinchuriki muere si le quitan a su bijuu? - le preguntó dolida al saber la respuesta.

-Los Uzumakis somos los perfectos contenedores al tener grandes reservas de chakra, no morimos tan sencillamente - le contestó en un tono suave. - Llama a esos dos por mi.

Kushina hizo lo pedido y volvió a la habitación acompañada de los dos hombre que, al igual que Mito, ya no mostraban rasgos de su juventud. Los tres se mantuvieron la mirada mientras el silencio les rodeaba hasta que la mujer cambió su mirada cansada a una más relajada.

-Creí que los odiaría la primera vez que nos conocimos - empezó a decirles la ahora también castaña sentándose en la orilla de su cama. - Pero terminaron siendo mi familia, la cual me dio los mejores recuerdos después de los que me había dado mi padre. Y es por eso que les quiero dar algo.

-No digas esas cosas Mito - le pidió triste el Senju mientras el Uchiha solo los veía mostrando también cuanto le dolía lo que sucedía.

Mito, aún manteniendo una sonrisa en el rostro, tomó las manos de sus mejores amigos y cerró los ojos. Ambos hombres sintieron una sensación extraña recorrerles todo su cuerpo sin entender que estaba pasando. Cuando los dos terminaron de sentirlo se vieron entre ellos, sorprendiéndose por la imagen que tenían frente a ellos.

-¿Como es que te ves más joven? - pronunciaron ambos al unísono.

-Les pasé mi chakra, tendrán una vida más larga y podrán seguir peleando incluso cuando ambos sean unos absolutos ancianos - comentó para soltar una pequeña risa.

-No debiste hacer eso.....

-Hashirama, este jutsu se hacía más fuerte por mi chakra, entre menos tenga mejor - le explicó su esposa. - Esto retrasa temporalmente mi último suspiro, no me pudo ir hasta que las cosas con Kushina se arreglen.

-¿De que hablas Mito? - le preguntó Madara admirándose en el espejo, aún en esa situación agradecía ser bello otra vez.

-Kushina vivirá en Konoha a partir de ahora - les dijo sobresaltando a la menor por tal decisión. - Quiero que la protejan en mi lugar.

-Eso ni siquiera se pide. Te prometo que nada le pasará - le aseguró el Senju para dejarle un beso en la frente y dejarla descansar.

Una vez fuera de la habitación donde ahora Mito descansaba, los dos adultos le prestaron más atención a la niña que estaba junto a ellos. Era muy parecida a Mito, pero técnicamente todos los Uzumakis tenían el mismo cabello rojizo.

-Entonces, Kushina-chan, ¿no? - preguntó el Senju viéndola con una amable sonrisa.

-Ha..hai.

-Bienvenida a Konohagakure no Sato. Mi nombre es Hashirama Senju y este amargado a mi lado es Madara Uchiha.

-No me llames amrgado, solo soy serio.

-Es un gusto - les respondió dando una reverencia, puede que no se haya dado cuenta al principio pero ahora recordaba quienes eran esos dos. No podía creer que estuviera con los dos fundadores de Konoha.

-Bueno, debes de estar cansada por correr hasta aquí, por suerte las clases de la Academia han empezado hace poco y lograras integrante sin un retraso tan grande, haremos lo posible para integrarte a la clase de tu grado. Mañana te inscribiremos y te conseguiremos un departamento, pero por el momento..... Mmmn, Madara, ¿puedes tomarla como huésped por esta noche?

-No tengo problema, ¿estas de acuerdo? - le preguntó a Kushina.

-Si, no tengo nada en contra 'ttebane.

-¿Ttebane? - cuestionaron ambos.

-Una muletilla mía - contestó sin una pizca de vergüenza.

-Vamos, te iremos contando un poco de la aldea en el camino y mandaremos a un mensajero de confianza a tu clan para que sepan que estas bien, luego podrás ir a despedirte si gustas, una vez estés instalada claro esta.

-¡Gracias Hashirama-san!

Los tres iniciaron su caminar, estaban en el centro de toda Konoha y esto les facilitó enseñarle a Kushina la mayor parte de la aldea. Iban nombrando cada clan mientras avanzaban, Uchiha, Senju, Inuzaka, Hyuga, Namikaze, Akimichi, Yamanaka, Nara, Haruno, Aburame, etc. También le dijeron que podría conocer a varios de ellos en la academia y que estaría en una clase especial para cambiantes que deseaban ser ninjas, esto ya que también había otra clase donde chicos que no eran cambiantes estudiaban para ser ninjas a su propia manera.

Poco a poco la emoción de la Uzumaki crecía más y más. Nunca había estado en un lugar donde las personas fueran tan diferentes en apariencia y habilidades por igual. Al haber crecido únicamente con su clan, todos poseían las mismas habilidades, unas más fuertes que otras pero al final de cuentas eran las mismas.

 -Aquí nos separamos - le dijo el castaño al encontrarse ya en la entrada del clan Uchiha. - Mañana vengo por ti para que mi hermano te conozca, ya sabes, el Hokage debe de conocer a todos.

-Hai, gracias por todo lo que han hecho por mi.

-Ni te preocupes, entremos - le dijo el actual líder de los Uchiha.

-¡Hai!

Hashirama se despidió y los dos entraron al clan Uchiha. Todos dentro tenían largas o cortas cabelleras negras con únicamente ojos negros. Era cierto que cada clan contaba con características que los diferenciaban de los demás, las más notorias eran las físicas como el color de ojos y cabello, y la otra eran los jutsus especiales o hereditarios de los clanes.

No caminaron mucho cuando Kushina se empezó a sentir incomoda por las miradas de todos alrededor de ella y de Madara. Konoha no había visto a otro Uzumaki desde Mito y ese cabello en serio que llamaba la atención. Aún así no era simplemente por ella que los dos eran observados. Muchos estaban impresionados por el repentino cambio de apariencia de su líder. Se veía mas joven, fuerte..., y su cabello estaba increíblemente sedoso y brilloso a la vista.

-Llegué - avisó Madara para entrar al hogar que tenía junto a su esposa e hijo. Por lo que veía su hermano se auto-invitó para cenar el delicioso festín de su esposa.

-Al fin llegas hermano, Kaoru preparo el...... Wowowowow, ¿¡¡que te hiciste!!? - exigió saber al ver lo joven que se veía su hermano mayor. - Dime tu secreto, ¡no pareciera que tienes más de la edad que tenías cuando ayudaste a fundar Konoha!.

-Izuna, ¿que esta.....? ¡Vaya, mi esposo se hizo más apuesto otra vez! - gritó emocionada Kaoru al ver a Madara. - ¿Y quien es ella? - preguntó amable viendo ahora a Kushina.

-Es Uzumaki Kushina, se quedará con nosotros esta noche. Mañana Hashirama y yo le buscaremos un departamento y la inscribiremos a la Academia.

-Lamento las molestias - se disculpó la peliroja en una reverencia.

-No te preocupes pequeña, siempre es bueno tener a otra mujer en la casa - le dijo para llevarla a la sala y dejar que la menor se sentara seguida de los dos hombres.  Ahora..., ¡edad, familia, habilidades y estado social porfavor!- pidió saber con chispas en los ojos. Una mujer muy curiosa a la vista de Kushina, y ella que pensaba que todos los Uchihas eran serios.

-12 años, mi padre murió hace 10 años así que no lo recuerdo bien, todo este tiempo había vivido con mi madre y no tengo hermanos. Soy una cambiante y tengo talento en el ninjustu, taijutsu, fuinjutsu... y necesito practicar mi genjutsu, y..... ¿a que se refiere con estado social?

-Bueno para saber si estas soltera y ver si eres una candidata para salir con mi hijo, tienen la misma edad y-

-Deja de decir esas cosas mujer - le pidió Madara. - ¿Apenas llegó hoy y ya la estas poniendo en matrimonio con Fugaku?

-Es una chica encantadora. Debes de tener hambre Kushina, vamos a comer el estofado que hice, por suerte cociné más de la cuenta y hay suficiente para todos.

La peliroja fue llevada por Kaoru, al parecer la mujer disfrutaba de la presencia de Kushina ya que la trató como si fuera su propia hija. Kushina les empezó a contar cosas sobre su clan, sus artes y sus historias a petición de la mayor. Los otros dos, aunque no lo querían demostrar al ser sumamente orgullosos, también ponían atención a lo que la ojiazul les decía. 

Las historias que Kushina contaba con más energía eran las que tenían relación con el Kyubi. La manera en la que la bestia los trataba como familia, cuando les dejo transformarse en su mismo animal para mostrar el fuerte lazo que tenían, el como les enseño varios jutsus de selllado, todo era algo que los Uzumakis aprendían desde que empezaban a estudiar. Incluso cuando ella personalmente no había vivido lo que contaba, los detalles y emociones que explicaba hacían parecer como si ella lo hubiera experimentado.

-Debió de ser difícil con su desaparición, la del Kyubi - le comentó simpático Izuna, aún cuando él reconocía que en parte fue por culpa de su clan.

-Un poco, pero decidimos adaptarnos a la situación, por eso formamos Uzushiogakure otra vez - le respondió la chica tratando de no mencionar por accidente que ella tenia al famoso Kyubi sellado dentro de ella.

-Tadaima - se escuchó en la entrada de la vivienda.

-¡Ah! ¡¡Fugaku ven rápido!! - le pidió su madre.

-Solo quiero tomar una ducha y dormir - dijo una vos a espaldas de la Uzumaki. - Minato y yo nos pasamos un poco en el entrenamiento.

-¡¡Te dije que vinieras para acá!!

-Kaoru siempre es así cuando Fugaku no le hace caso - le susurró Izuna a la menor. - Tanto él como Madara le tienen terror cuando se enoja.

-Creo que las madres son así por naturaleza - le comentó de regreso Kushina divertida. - Mi madre también da miedo.

-Que necesitas de mi mam... - el azabache se calló al ver una melena rojiza aparecer en medio de sus padres. 

Kushina se volteó y dejó que Fugaku la viera, una chica, más o menos de su edad con largos cabellos rojos y ojos azules oscuros. Tenia una cara angelical y vestía ropas amarillas.

-Hijo, ella es Uzumaki Kushina, se quedará con nosotros esta noche e irá contigo a la Academia - le informó Madara que continuaba comiendo.

-Uchiha Fugaku.

-Un placer conocerte 'ttebane.

-Igual, y papá......, ¿como te hiciste más joven?

-Regalo de Mito - le respondió su tío.

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