Gulf no paso muy buena noche del todo, cuando despertó de la anestesia se le bajo nuevamente la tensión provocando que volviera a entrar en paro, lo estaban perdiendo, lo que más temieron durante sus meses de embarazo estaba pasando ahora después de que había tenido al niño.

Nadech corrió a su lado apenas le avisaron y la imagen que se encontró le partió el corazón, él ya consideraba al doncel parte de su familia y perderlo no era una opción por ello grito:

-¡Traigan el desfibrilador!- el cual las enfermeras llevaron rápidamente y uso en Gulf.

Tuvo que hacer varios intentos colocando las paletas en su pecho, Nadech tenía miedo, lo estaban perdiendo, cada minuto que pasaba y no reaccionaba estaba perdiendo la esperanza, pero en un último intento desesperado, cuando ya las enfermeras daban todo por perdido el corazón del doncel volvio a latir establemente.

-Buen trabajo doctor Noppakao- le dijo una enfermera colocando su mano en el hombro.

-No podía perderlo, ahora comprueben que todo esté bien y mantengan un monitoreo constante.

Las enfermeras se ocuparon de su trabajo y comprobaron que Gulf estaba bien, lo cual hizo que el doctor sonriera y se calmara, su corazón todavía estaba acelerado a causa de la adrenalina y el susto, así que quedando satisfecho de que todo estaba bien, volvió a la sala de espera para informarle a la familia que no se había movido del lugar en esas horas, incluso los niños aún estaban allí, durmiendo en las sillas de la sala de espera.

-¿Que sucedió?- pregunto Kao queriendo parecer calmado cuando su cara denotaba todo lo contrario.

-El corazón de Gulf se paró por unos minutos por más que intentaba hacerlo latir nada funcionaba- Nadech se pasó la mano por el cabello mientras que Kao y Max dejaban de respirar esperando que el hombre terminará -Pero al final logré que volviera a latir, ahora ya está estable, no se preocupen Gulf es fuerte y se va a poner bien- les regaló una sonrisa tranquilizadora.

Esas palabras hicieron que los sentimientos que Kao había estado conteniendo por fin se mostrarán, cayó en la silla que tenía a sus espaldas y colocó su cara entre sus manos comenzando a llorar, sacando asi toda la angustia que había estado sintiendo, daba gracias que la pequeña Thali se había quedado dormida y no se había enterado de nada.

Los demás también estaban llorando de felicidad, el peligro había pasado, Yaya se había acercado a su hijo y lo había abrazado dejando que se desahogara en sus brazos, mientras que Nadech se sentó junto a Max que seguía muy callado desde que llegó, se notaba preocupado e intuía que no se debía solamente a la situación crítica de su hijo.

-¿Estás bien Max?

-Si, el solo saber que mi hijo esta bien me alivia bastante- respondió mientras miraba al suelo -Gracias por salvar a mi Gulf, no se que haría sin él, fue lo único que me dejó Pin cuando murió.

-No tienes que darme las gracias por eso, ese es mi trabajo y ahora él también forma parte de mi familia.

-Tengo noticias de Aoey- soltó de repente Max.

-No me preguntes porque, pero sabía que había algo más dando vueltas en tu cabeza, ¿Que sabes?

-Ese hombre viene por mi Gulf, en estos momentos debería estar en un hotel afuera de la ciudad por la tormenta que nos ha dejado incomunicados con Barren, mi contacto me dijo que lo más probable es que no reabran la carretera hasta dentro de una semana, para poder quitar los escombros si son muchos.

Nadech frunció el ceño ante está información -No creo que eso lo detenga, hay otras formas de llegar a la ciudad, como la carretera vieja, creo que deberías enviar a alguien a vigilar que no aparezca por allí.

-Lo se, orita llamo a la estación y mando a alguien, ahora en todo lo que puedo pensar es en esconder a Gulf y los niños- dijo Max viendo un punto fijo en la pared.

-Estoy de acuerdo ya no se puede quedar en casa, todo el mundo sabe que mi hijo y su esposo viven alli, pero ahora solo nos debemos concentrar en qué él se recupere, ya después veremos qué hacemos.

-Mi hijo es fuerte el se recuperará pronto... Tienes razón en estos momentos la prioridad es su salud- estuvo de acuerdo Max.- Ahora tengo que irme para hablar con mi contacto en Barren y mandar a alguien a la entrada de la carretera vieja.

En el hospital Saint Mary Mew aún estaba convaleciente en su habitación, no estaba tan mal como antes, ya tenía movilidad en sus extremidades podía ir al baño y hacer paseos por el hospital, los médicos le dijeron que lo mantendrían un tiempo más hasta que cumpliera con todo el tratamiento, estando en la soledad de su habitación no podía evitar pensar en todo lo que había hecho y maldecir su propia existencia, estaba arrepentido de todo lo que había hecho en esos últimos tres años, aún no sabía cómo había llegado a esos extremos, ahora que estaba desintoxicado de drogas podía ver las cosas con claridad.

Y se reprochaba el hecho de haber sido capaz de dañar a las personas que más amaba en esa vida, estaba llorando completamente frustrado consigo mismo, cuando una imagen paso por su cabeza y fue la de Aoey, en su mente aún maltratada por el uso constante de drogas podía ver claramente al hombre parado en una habitación riéndose de él con maldad, mientras su Gulf y su hija Thali lloraban en un rincón.

-¡Maldita sea la hora que te conocí Aoey! - exclamó en voz alta -Todo esto es tu maldita culpa, y te haré pagar por ello, esto no se va a quedar así ¡LO JURO!

En medio de sus delirios él ya había entendido que no había posibilidad de recuperar a su familia, pero si podía hacer todo lo que estaba a su alcance para protegerlos, su mundo se había venido abajo en el preciso instante en el cual dejo que ese hombre entrará a su vida y a pesar de darse cuenta de lo que hacía cuando despertaba, él tampoco hizo nada para detenerlo, así que también tenía culpa en todo ese desastre, pero así como él lo estaba pagando, Aoey también lo iba hacer y el
se encargaría personalmente de ello, aunque de le fuera la vida en intentarlo.

Entre tanto Aoey había llegado a un punto en la carretera en donde se encontró con un obstáculo, ya no podía seguir avanzando por ese lugar, pues habían varios árboles caídos por un derrumbe, lo único que le quedaba era hacer su camino en medio de los árboles que rodeaban las afueras de la ciudad.

No era la idea más brillante en ese punto, pero era lo único que podía hacer para poder lograr su objetivo, camino unos metros más, pero su cuerpo ya no podía seguir soportando el frío de la lluvia, hubo un momento que su mente quedó completamente en blanco, haciendo que cayera en medio de los árboles, estaba exhausto de la caminata que había hecho y con inicios de hipotermia.

Unos minutos después unos pasos sigilosos se escucharon en el silencio del bosque, se trataba de uno de los guardabosques que estaba haciendo un recorrido en sus vehículo para asegurarse de que ningún animal se hubiera quedado atrapado por la lluvia, encontrandose con el cuerpo del hombre, lo subió rápidamente a su todo terreno rumbo al hospital de EastBlue.

No era la primera vez que se encontraba con ese escenario, muchas veces le había tocado conseguir a viajeros perdidos que decidían tomar la carretera vieja para cortar camino o como en este caso para llegar a EastBlue a pesar de que los puntos de accesos estaban cerrados, la gente no aprendía nunca a seguir las advertencias que se lea decían para que esas cosas no pasarán.

Llegó al hospital lo más rápido que pudo entrando por la puerta de emergencia, inmediatamente fue recibido por los enfermeros quienes tomaron el cuerpo y lo colocaron en una camilla comenzando a calentarlo, en eso llegó Nadech quién era el médico de guardia de esa noche.

-¿Que le pasó?

-No lo se exactamente, mi nombre es Earth Pirapat soy guardabosques, lo he encontrado a unos metros de la carretera vieja, estaba tirado en el suelo inconsciente y temblando del frio- le explicó rápidamente el hombre la situación en la que lo había encontrado.

-Esta bien, la gente siempre es imprudente - hablo distraído Nadech mientras tomaba los signos vitales de su paciente.

-¿Cree que sobrevivirá?, Por lo que veo no tiene muy buen aspecto - pregunto curioso Earth.

-Si lo hará, solo tenemos que hacer que entre en calor, lo más probable es que tenga un poco de hipotermia por caminar en el frío de la lluvia.

-Bien, entonces vuelvo mañana por la tarde para ver cómo sigue- se estába despidiendo el guardabosque solo para ser detenido por la voz del doctor.

-¿Sabe cómo se llama?

-No, lo revise y no encontré ningún tipo de identificación, ni siquiera lleva un celular consigo para llamar a algún familiar.

-Buenos no importa ya lo sabremos cuando despierte- siguió trabajando el doctor Noppakao sin saber que ese hombre le traería muchos problemas a su familia, por su cabeza nunca paso el hecho de que podía tratarse de Aoey que había encontrado una manera de llegar a la ciudad, su deber era salvar vidas e incluso si hubiese sabido que se trataba de él lo hubiera atendido igual.

A Gulf ya lo habían trasladado a una habitación quedándose Kao con él, al bebé también lo habían llevado para que estuviera en la misma estancia que su papi, la verdad es que no necesitaba tantos cuidados a pesar de haber nacido antes de la fecha, estaba completamente desarrollado y lo de la incubadora solo era prevención.

El resto de la familia se había retirado a casa sabiendo que el doncel estaba fuera de peligro, tenían que madrugar para llevar a los niños al colegio e ir a trabajar, había sido un día agitado para todos y debían descansar.

Kao se había quedado embelesado mirando a su valiente novio que había dado todo de si para traer a su hijo al mundo, tras lo que había pasado parecía un ángel dormido allí en la cama del hospital, así que sin tener ganas de dormir por estar pendiente de sus signos vitales, tomo un libro que había recogido de su consultorio y se sentó en una silla a leer hasta que Gulf por fin despertó al día siguiente.

-Kao- lo llamo el doncel con voz pesada -¿Dónde está mi bebé?

-Aqui mismo corazón- se levantó y fue por el niño a su cuna y se lo coloco en el pecho.

-¿Este es mi bebé?

-Si mi cielo este es tu pequeño - le sonrió ayudándolo a sostener al niño.

-Es... Perfecto, es tan hermoso- algunas lágrimas de felicidad se derramaron por su rostro.

-¿Has pensado en un nombre?- le pregunto Kao sonriente mirando al pequeño.

-Si ya le tengo un nombre... Kaownah Maxim Noppakao- respondió él mirando tiernamente al bebé.

-¿Porque ese nombre? - pregunto emocionado el hombre.

-Porque son el inicio de los nombres de los hombres más importantes de mi vida aparte de él, Kaownah por ti y Maxim por mi papá Max.

Kao no dijo nada más, estaba feliz de ser parte de la vida de Gulf y que el nombre del bebé y su apellido fueran dados por el suyo propio, demostraba cuánto el doncel lo quería y que estaría formando parte de su vida por mucho tiempo.

Aoey había pasado la noche cubierto de mantas para darle calor a su cuerpo y devolverle su temperatura normal, además de proporcionarle una serie de vitaminas para prevenir que le diera gripe; tras unas pocas horas de observación este recuperó la conciencia mirando a su alrededor, dándose cuenta que estaba nuevamente en la habitación de un hospital.

Solo esperaba que esa habitación quedará en EastBlue, que era lo más probable porque estaba más cerca de esa ciudad que de Barren, ya estaba a tan solo unos pasos de conseguir la información que quería acerca de Gulf, solo tenía que tener cuidado con sus movimientos y darse prisa en ello, fue sacado de sus pensamientos cuando diviso al doctor entrando a la habitación.

-Buenos días señor...- Nadech lo miro fijamente esperando que este completará la información.

-Bruce Suradech- mintió Aoey tratando de mantener su anonimato.

-Muy bien señor Suradech, ¿Cómo se siente?

-Me siento bien, creo que estoy como nuevo- respondió sentándose en la cama mientras el doctor hacia sus comprobaciones.

-Me alegro por usted, tenía muy mal aspecto cuando lo trajo el guardabosque.

-Oh así fue que llegue aquí, me gustaría conocerlo para darle las gracias -hablo amablemente con una sonrisa tranquila ocultando todas sus malas intenciones.

-Le puedo dar su dirección cuando salga- le respondió Nadech devolviéndole la sonrisa mientras miraba su reloj -En unas horas será dado de alta, solo debe esperar que se termine el goteo intravenoso.

-Esa es una buena noticia, muchas gracias doctor.

Y tal como lo había dicho el hombre en tan solo unas horas ya Aoey estaba fuera del hospital, usando la misma ropa con que lo habían encontrado pero ahora limpia gracias a la ayuda del hospital y  sin saber hacía donde dirigirse, se quedó allí parado unos momentos hasta que recordó que tenía un buen amigo viviendo en esa ciudad, en realidad era más que un amigo, así que se devolvió al hospital y pidió prestado el teléfono a la recepcionista dándole una sonrisa encantadora, se sabía el número de memoria, en realidad se sabía el número de todos sus amantes, ya que no sabía cuándo los podía de necesitar.

-Hola- respondieron del otro lado de la linea.

-Up,¿Eres tú?

-Si soy yo, ¿Quién es?

-Soy yo cachorrito, me decepciona que no reconozcas mi voz ¿No me has hechando de menos?

-¿Aoey eres tú?, ¿Se puede saber porque me estás llamando?

-Tanga agresividad, yo pensé que te alegraría escuchar mi voz- coqueteo por teléfono.

-Pues pensaste mal, desapareces por todo este tiempo y después pretendes que te contesté feliz de la vida - se notaba que estaba algo molesto.

-Tu sabes muy bien porque me fui, no dejabas de hablar de aquel médico, seguías enamorado de él, no tenía sentido que me quedara contigo -Se defendió Aoey cuando la verdad es que se había aburrido y había pasado a su siguiente conquista.

-Por supuesto que estaba enamorado y sigo enamorado de mi médico, es que él es tan guapo - suspiro Up -Kao Noppakao es el amor de mi vida.

-¿Noppakao?- Aoey se quedó sorprendido -¿Has dicho Kao Noppakao?

-Claro que eso he dicho, ese es su apellido ¿Te has vuelto sordo en estos años en qué no nos hemos visto?

-Para nada cachorrito, es solo que ese apellido me resulta familiar.

-¡Claro que debería serte familiar!, Te lo repetí muchas veces cuando estuvimos juntos aquí en EastBlue- up rodó los ojos.

-Bien ahora estoy aquí en la ciudad y me encantaría verte.

-¿No has entendido que estoy enamorado de Kao?- Up estaba enfadado.

-Por supuesto que no se me olvida, pero eso no te impide que pasemos un buen rato, aunque sea por los buenos tiempos, antes nos las pasábamos tan bien- trato de convencerlo escuchando como Up suspiraba derrotado -Te espero en el parque que está cerca del hospital.

-Esta bien, pero voy a tardar un poco aún queda media hora de clases y tengo que esperar que se vayan todos los niños- respondió Up no muy convencido por lo que iba hacer.

-No importa, yo te espero allí el tiempo que sea necesario- con eso colgó el teléfono de la recepción y se despidió de la mujer que se lo había prestado.

¿Que más podía hacer?, No tenía teléfono, dinero u otra cosa que pudiera hacer en esa ciudad, la pista más grande la tenía en manos de Up, el conocía a los Noppakao y seguro lo sacaría de las dudas de si el Gulf que estaba casado con el médico, era el mismo doncel que estaba buscando, así que sin más se instaló en el parque y se dispuso a esperar.

Bueno la suerte sigue acompañando a Aoey ¿Lo ayudara Up con sus planes?