Capítulo 29: Advertencias
Tarde por la noche, Sasuke se encontraba muy pensativo mientras escribía en lo que parecía ser una carta.
Después de la pequeña plática que tuvo con Karin, digamos que tuvo un momento para reflexionar.
Al mirarla dormír, le parecía un poco imposible que alguien así tuviese un pasado como ese.
Durante su tiempo que estuvo con Orochimaru, muchos se habían unido a él, así como el mismo Sasuke, solo para obtener más poder, otros para ayudarlo sin más y por ideas erroneas, pero habían sido muy pocos los que se habían unido por un pasado desastroso en el cual ya no tenían nada que perder.
Le sorprendía que Karin fuera una de esos.
Había algo que hacía pensar al Uchiha y era que, al igual que pasó con Sakura en su momento, no entendía por qué esa fijación en él, aunque, a diferencia de Sakura, Karin podía entender mejor el dolor que había traído con él desde hace bastante tiempo.
El Uchiha sonrió un poco ante ese pensamiento, en verdad Naruto tenía razón en que nunca estuvo solo, además del rubio, había otra persona que había vivido algo similar a lo que él vivió... había otra persona que comprendía el dolor que le había costado muchas cosas en el pasado.
Todos necesitan un nuevo comienzo, una nueva oportunidad. Karin podía ser muy difícil de tratar, quizás muy cambiante, pero no era mala persona, claro que había cuidado una de las guaridas de Orochimaru por petición de él, pero ese era el cambio por la protección que le brindaba.
No sabía si podía hacer mucho por ella... aunque tampoco podía enmendar que estuvo a punto de acabar con su vida. Pero hablaría con Kakashi sobre lo que tenía en mente cuando terminaran con la misión.
...
-¡Sasuke!-
-¡Sasuke!-
-¡SASUKE!-
El Uchiha se detuvo y miró sobre su hombro y sonrió... no de una manera cruel, tampoco macabra o con locura.
No.
Era de una manera sincera.
El pequeño ruido de una rama rompiéndose la comenzó a despertar, el Uchiha se encontraba en su misma posición, mirando un poco el sol que comenzaba a salir, mientras su luz se filtraba por algunas hojas.
Al mirarlo, los recuerdos de la plática de anoche vinieron a ella. Se sentía un poco mal por haberle dicho que su familia había muerto, lo cual era cierto... pero su familia en sí solo era su madre quien, al igual que ella, tenía su misma habilidad.
Le dolía mucho recordar ese momento de su vida y le dolía aún más hablar de ello. Su madre había muerto por los mismos shinobis de su antigüo hogar cuando la mordieron múltiples veces, lo que la llevó a un desgaste de chakra enorme hasta quedarse sin ello, lo que causó su muerte.
También había omitido la parte de su vida donde a ella la habían utilizado desde su infancia para sanar a más shinobis. Toda su vida había sido utilizada, incluso por Orochimaru, solo que no cruelmente como en su infancia... incluso también utilizada por el mismo Sasuke.
–Debemos seguir avanzando– decía el Uchiha. –Por la tarde ya deberíamos estar en las coordenadas, o al menos cerca de ellas– dijo al levantarse.
La pelirroja retiró sus gafas, frotó un poco sus ojos y asintió. Iba a ser un camino un poco largo.
...
–Puedo sentirlo, estamos cerca del lugar– decía. –Aunque es bastante pequeño– dijo la pelirroja.
El camino había sido bastante normal y tranquilo. Pero a medida que se acercaban más a las coordenadas, la pelirroja podía percibir una sensación rara, era bastante pequeña, así que intuyo que podía ser el chakra del que el sexto les había hablado.
Aunque llegando al lugar no podía decir con seguridad en donde podía estar, era un amplio campo verde en donde se podía ver con claridad cualquier cosa. La pelirroja por su parte sentía una discrepancia un poco inusual en ello, era como si se tratase de...
–Genjutsu– mencionó el Uchiha.
La pelirroja asintió ante eso.
–Al parecer de largo alcance– decía.
Para el momento en que el Uchiha había deducido que podía ser genjutsu, utilizó su sharingan para romperlo, había sido un genjutsu de largo alcance, no era muy común que alguien utilizase ese tipo de genjutsu.
Había sido uno bastante potente, ya que Karin solo podía sentir la discrepancia a su alrededor, pero tardó un poco en darse cuenta de que estaba en uno.
Afortunadamente para un usuario del sharingan no era problema, su doujutsu les proporcionaba una amplia ventaja ante ellos.
Después de haber roto el genjutsu, frente a ellos apareció unos cuantos kilómetros más de bosque. Sasuke desenfundo su espada y se colocó por delante de la pelirroja.
–Karin– mencionó.
La pelirroja asintió y se concentró...
–Dos kilómetros, al este– dijo después de unos segundos.
Ambos salieron de ahí en dirección al chakra que pudo sentir la pelirroja, era raro cuanto menos, no era un cúmulo de chakra, era uno solo y ese único chakra pudo haber sido el que ejecutó el genjutsu.
...
–Ahí– señaló la pelirroja.
Era una cueva, por el tamaño parecía que tenía muy poco de profundidad, y por lo que se veía, era solamente de entrada, no parecía que tuviera salida.
El Uchiha se colocó delante de la entrada y desenfundo su espada.
–Cuída la salida y también mantente alerta– dijo.
Sasuke comenzó a caminar dentro de la cueva, la pelirroja solamente suspiro al mirarlo perderse en la oscuridad, solo podía sentir el chakra del Uchiha y el desconocido que ya hacía dentro... esperaba que no hubiera sorpresas de ningún tipo.
...
Mientras Sasuke se adentraba más y más dentro de la cueva, la única luz que lo podía alumbrar era su espada, a la cual le había canalizado chakra de tipo rayo.
Era raro, demasiado raro, solo podía escuchar sus propias pisadas y algunas pequeñas piedras que caían desde el techo de la cueva, todo eso le daba mala espina... o más bien, presentía algo, más no un combate.
Eso se reforzó más cuando en unos pasos más adelante pudo distinguir una fogata y alguien sentado de espaldas a él. No hacía falta tener siquiera sentido común para pensar mal de alguien así.
–Oh, Sasuke Uchiha, es en verdad un enorme honor– saludó sin voltear.
Eso alertó al Uchiha.
–¿Quién eres?– preguntó.
–Eso es lo de menos– decía. –Tenía la esperanza de que el héroe de Konoha viniera en lugar de tí, pero veo que no todo se puede tener en esta vida– dijo con una risa ligera.
Al escuchar eso, el Uchiha canalizó aún más chakra en su espada y activó su sharingan.
–No te lo volveré a preguntar de nuevo– amenazó.
Hubo un silencio asfixiante, demasiado asfixiante.
De pronto el extraño, aún sin mirarlo, sacó un pergamino de lo que parecía su túnica y lo lanzó hacía el Uchiha.
–Me da igual otorgarte esa información, ya soy hombre muerto de igual forma– decía. –Ese grupo de cabrones piensan que en verdad les tengo miedo... solo son unos malditos estúpidos– mencionaba con un poco de rabia en su voz.
Sasuke solamente escuchaba y se mantenía alerta, ya tendría tiempo de leer el pergamino.
–¿Qué es lo que contiene el pergamino? ¿De quienes estás hablando?– preguntaba.
–Toma ese pergamino como un regalo de mi parte, pero lo último no puedo comentártelo... solo te puedo decir que se acercan cosas bastante gordas, Sasuke Uchiha– decía. –Bueno, para ser sincero, una de ellas ya está aquí, muy escondido y bastante debilitado eso sí– concluyó.
Sasuke no apartaba su mirada de él.
–Mencionaste "cosas"– decía. –¿Cuáles son las otras?– preguntó.
–Para eso está el pergamino... pero siendo sincero, no te puedo ayudar demasiado con eso, ni siquiera yo sé mucho sobre eso– decía. –Pero vendrán, de eso estoy bastante seguro– concluyó.
Sasuke aún tenía preguntas que hacer, pero debía salir a toda velocidad antes de quedar atrapado entre tanto escombro cuando miró al extraño hacer una posición de manos y entonces pudo notar todo el sitio iluminandose con papeles bomba.
...
La pelirroja se sobresaltó cuando escuchó demasiadas explosiones viniendo desde dentro de la cueva, de pronto solo pudo notar que estaba siendo cargada por Sasuke a toda velocidad.
Las explosiones se habían extendido hasta la entrada de la cueva, sin duda el tipo extraño lo había planeado todo, quizás no el llevarse al Uchiha con él, sino morir después de entregar esa información.
Después de haber bajado a la pelirroja, y después de que a esta se le haya pasado el sonrojo monumental que tuvo cuando se dió cuenta de que Sasuke la estaba cargando, el Uchiha miró el pergamino.
Eran algunas coordenadas que se extendían a lo largo de todo el mundo. No sabía en verdad para que eran o qué encontraría en ellas, pero no podía ser nada bueno, no después de haber escuchado lo que ese tipo extraño le dijo antes de enterrarse él mismo en todo ese escombro y rocas pesadas.
–El chakra de antes desapareció por completo– mencionó. –Tú acaso...–
–No, él activo los papeles bomba con una posición de manos– decía, interrumpiendola. –Debemos regresar a Konoha– dijo.
La pelirroja lo miró y podía ver un rostro pensativo, cualquier cosa que vio o escucho ahí dentro debió haber sido un poco movida como para poner de esa manera a Sasuke.
...
Casi tres días después...
–¿Qué fue lo que encontraste ahí dentro?– preguntó la pelirroja.
Y es que no había preguntado sobre ello antes porque Sasuke parecía sumido en sus pensamientos. Tal vez sería una mala idea preguntarlo.
El Uchiha solo miraba hacía el frente.
–El chakra que lograste sentir había sido el de un tipo extraño– decía. –No logré identificarlo, pero me advirtió sobre cosas venideras, problemas quizás– dijo aún mirando hacía el frente.
La pelirroja quedó confundida, actualmente eran pocas las cosas que podían alterar la paz, y por pocas cosas se refería al hecho de que cualquier kage que reemplazara al anterior quisiera salir de la alianza o que alguna rompiera el pacto y atacase a otra sin previo aviso, pero hasta eso sonaba menos probable.
Sasuke por su parte solo pensaba en ello, no podía descifrar lo que ese tipo le había dicho, o más bien, no sabía si al menos confiar en esa información, al final solo te dejaba más dudas que respuestas... respuestas que tal vez podría encontrar en las coordenadas que venían en el pergamino.
...
Konoha
Pasada un poco la medianoche, el sexto se encontraba mirando hacía fuera de su ventana. La "paz" se sentía bien, aunque sabía también que en cualquier momento se podía torcer bastante el asunto y el más mínimo desacuerdo o un mal entendido podía generar varios conflictos o dudas entre los líderes.
La sensación que tenía desde que Sasuke había partido con Karin no ayudaba mucho, era una sensación que lo ponía un poco en alerta. Esperaba que ambos estuvieran bien, aunque habría que ser demasiado habilidoso para derrotar a Sasuke.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando la puerta comenzó a abrirse...
–Kakashi, hemos completado la misión– mencionó el Uchiha.
La pelirroja se mantenía a su lado y el sexto solo observaba.
–¿Era lo que pensábamos que podía ser?– preguntó.
–No, era solo una persona, pero murió por su propia mano– decía. –Traigo información– dijo.
Sasuke sacó el pergamino debajo de su capa y se lo entrego. Ambos esperaban pacientes mientras el sexto leía las coordenadas.
Al terminar de mirar el pergamino, solamente lo devolvió a Sasuke y suspiró.
–¿Qué piensas que puede ser?– preguntó
El Uchiha ocultó el pergamino nuevamente debajo de su capa y respondió.
–No lo sé, quien haya sido ese tipo solamente me dijo lo que te comenté, no me habló de las coordenadas y tampoco me dijo más información relevante– dijo.
Kakashi pensó.
–Tendré que enviar a distintos equipos a las coordenadas entonces, sea lo que sean, necesitamos respues...– decía.
–Yo me encargaré– interrumpió Sasuke. –Con la alianza en pie será más difícil investigar si mandas equipos, pero debemos mantener esto aún en secreto, mencionarlo solo causaría pánico– propuso.
Kakashi frotó sus ojos un poco, el cansancio ya comenzaba a hacer efecto y aún más con el peso de kage en él... lo peor de todo es que apenas llevaba dos años en el puesto.
–¿Estás seguro de eso?– preguntó.
Sasuke asintió levemente.
–Bien, entonces esa será tu misión, mantennos informados de todo lo que encuentres– concluyó el sexto.
–Quisiera pedirte un favor– mencionó Sasuke.
El sexto y la pelirroja se sorprendieron un poco ante eso, no era muy común de Sasuke hacer eso.
–Adelante– dijo Kakashi.
El Uchiha se acercó nuevamente al escritorio, sacó un pequeño sobre de su capa y se lo dió a Kakashi.
El sexto se dedicó a leerlo y solo sonrió un poco debajo de su máscara
–Pienso que será un poco difícil, pero creo que no habrá problemas en cumplirlo– decía. –Te daré la respuesta en tres semanas... más o menos– concluyó.
Sasuke asintió.
Tanto él como la pelirroja salieron del lugar después de haber informado sobre todo aquello al sexto. Era hora de volver a partir.
...
–Perdona–
La pelirroja estaba a punto de volver hacía la guarida de Orochimaru cuando escuchó decir eso a Sasuke.
–¿Qué?– preguntó, confundida.
Dándole la espalda, el Uchiha comenzó a hablar.
–Sé que no puedo compensar lo que te hice, pero podrías comenzar una nueva vida, empezar de nuevo– dijo.
Karin se sorprendió ante eso.
–No... no entiendo. ¿Qué quieres decir con eso?– preguntó.
–El favor que le pedí a Kakashi era sobre tí– decía. –Convertirte en habitante de Konoha... tal vez en shinobi también, eso dependerá de lo que Kakashi decida– mencionó.
Un pequeño silencio.
–Yo... no lo sé– dijo finalmente.
–Será tu decisión al final y tienes aún mucho tiempo para poder pensarlo bien– decía. –Pero... me agradaría que te quedaras. Todos merecemos una segunda oportunidad– concluyó.
Sasuke comenzó a avanzar de nuevo, el viaje iba a ser un poco cansado y quizás de muchos años, pero era información que no se debía dejar pasar... no si amenazaba a la aldea.
–¿Sasuke?– preguntó.
El Uchiha se detuvo.
–¿Nos volveremos a ver?– preguntó con un ligero nerviosismo.
Esa podía ser una pregunta muy estúpida, lo sabía, solo se habían conocido un poco más hace unas noches, pero no había nada que perder.
Hubo algunos segundos de silencio hasta que el jóven Uchiha la miró por encima de su hombro.
–Quizás– dijo, sonriendo levemente.
No era una sonrisa macabra o con locura en ella.
No.
Esa fue una sonrisa sincera.
Sasuke nuevamente retomó su rumbo después de ello.
Instantes después de haberse perdido de su vista, la pelirroja salió de su trance y se recuperó.
Él le había vuelto a sonreír. Sasuke Uchiha le había vuelto a sonreír.
–Bueno, vivir en Konoha suena un poco... atractivo– pensó.
La pelirroja se comenzó a retirar del lugar con una sonrisa.
El futuro parecía prometedor... pero incierto también, aunque, quizás, faltaban años para que pudiese ocurrir algo.
Nunca se sabía.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro