Capítulo 27: Rojo y Negro
"Sé que esta es la primera vez en algunos meses que nos ponemos en contacto para una tarea, además de que también sé que aún sigues con tu viaje, pero necesito que completes una misión: algunos sensores cerca de la frontera con Suna han sentido un acumulamiento de chakra bastante pequeño, tanto que no logran encontrarlo, pensamos en enviar a Ino, pero está en una misión de entrega junto con el resto de su equipo en Kumo. Creemos que son unas ruinas en donde han quedado zetsus blancos... pero confío en que tú lo harás. No he enviado a Naruto porque se emociona bastante con ello y le cuesta ser confidencial. Puedes usar cualquier cosa a tu favor"
Kakashi
En algún lugar del país del fuego...
El final de la guerra había sido hace 2 años. A pesar de muchos esfuerzos por la alianza en derrotar a la mayoría de zetsus blancos, muchos seguían esparcidos a lo largo de todas las naciones.
Generalmente en el país del fuego se habían encontrado más, se necesitaba un sensor más que bueno para encontrar a los pequeños grupos de estos, ya que era tan poco el chakra que podían emitir e incluso podían hacerlo parecer exactamente igual al de cualquier persona de la que tomaran su forma.
Eso los mantuvo como unos enemigos de temer cuando se infiltraban durante los campamentos en la cuarta gran guerra ninja.
Habían pasado muchas cosas durante el viaje de Sasuke. Estaba el hecho de que la mayoría de naciones le dieron el permiso de entrar en sus territorios solo para hacer algunas tareas que requerían un poco más de esfuerzo y talento para un ninja promedio, excepto por Kumo, el Raikage seguía desconfiando del Uchiha como nadie más, no era que los demás kages confiaran en él, sino que contaban con la palabra de Kakashi y de Naruto.
Al menos podían contar con alguien que podía detenerlo.
Era bastante común el recibir algunas cartas en lapsos de algunos meses, muchas veces por Naruto, y algunas veces por Kakashi y Sakura. Más que nada por parte del rubio, la última que había recibido por parte de él hace casi un mes lo invitaba a lo que Naruto describía en la carta como: "una celebración que cambiará la vida de dos personas", Sasuke supo de inmediato a lo que se refería y, aunque nunca lo admitiría abiertamente, se sentía felíz por ello.
En 2 años es increíble lo que una persona puede ver a lo largo de todo el mundo shinobi. Desde lo más bajo hasta algunas cosas que lo sorprendieron incluso después de haber vivido lo que el Uchiha vivió.
Volviendo con su misión, sabía que era bastante molesto el tener que lidiar con los zetsus blancos, no por el hecho de que fueran hábiles, porque en si no lo eran, sino porque eran bastante escurridizos. Tanto que ni siquiera él pudo notarlos cuando estaban en su cuerpo como una medida de protección de Obito (en aquel momento Tobi) para mantener vigilado a Sasuke.
En verdad no creía que él fuera el indicado para esa misión, tenía muy poco de ninja sensor, le sorprendía que no hayan enviado a ningún otro Yamanaka, pero había escuchado los rumores cerca de Konoha cuando hablaban de Ino, quizás no era ninguna broma su habilidad para interrogar y para ser una sensor, después de todo, al menos por lo que escuchó, su padre había sido el líder del equipo de interrogación desde mucho antes de la guerra.
Era bueno poder mirar como habían cambiado las cosas en el mundo. A pesar de toda la basura que a veces se podía ver en los lugares más bajos de muchas grandes aldeas, la mayoría de ellos solamente vivían de glorias pasadas o solamente vivían con el objetivo en mente de querer alterar la paz, pero era inútil, siempre era inútil.
En Konoha era más o menos igual, salvó la notícia que llegó a él cuando se entero que Kakashi había aprobado el comenzar a dejar entrar tecnología en la villa, Sasuke no sabía que pensar acerca de ello, sonaba atractivo pero también podía ser un arma de doble filo, aunque por el momento todo era bastante primitivo en ese aspecto y quizás lo sería durante algunos años más.
Durante su viaje, el Uchiha se había vuelto de una fama un poco reconocida en el bajo mundo de muchos sitios.
Muchos le temían, "el legendario Sasuke Uchiha", al menos así se le nombraba cuando lo miraban poner un pie en esos lugares.
Muchas veces iba para conseguir información sobre cualquier actividad ilegal que se estuviera llevando a cabo o alguna actividad que quisiera atentar en contra de la aldea. Había sido un pequeño trato que hizo con Kakashi un año atrás, además de confidencial que solamente el Hokage y los líderes de clan sabían.
Le era leal a Konoha y además la protegía desde las sombras.
Una de las tantas noticias que habían llegado a él después de que se marchó nuevamente de Konoha, era el que su antigüo equipo que había formado para darle caza a Itachi, habían sido liberados también por ayudar durante la guerra. Al menos eso sucedió gracias a la influencia y palabras de Tsunade en una reunión que había tenido con Kakashi.
El Uchiha siempre se había preguntado el por qué de esa decisión por parte de la quinta Hokage, tiempo después supo que había sido para saldar una deuda que tenía con Suigetsu y Karin, ellos la habían salvado de morir.
Karin...
-Eso es- pensó.
Y es que, además de Naruto e Ino, la única persona con capacidades asombrosas para ese tipo de misiones era Karin, una kunoichi del tipo sensor que poseía un talento sin igual que podía distinguir el chakra de cada persona en un grupo bastante enorme. Era increíble y esperaba que pudiera ayudarlo con esto, aunque la entendería si no accediera.
...
Había pasado un largo tiempo desde que no veía a su antigüo equipo Taka, lo único que supo es que Suigetsu, Juugo y Karin siguieron con su vida de subordinados al servicio de Orochimaru.
En verdad no entendía eso, ellos habían sido jalados por él mismo para ayudarlo a vengarse de Itachi, y después para vengarse de Danzō y de Konoha. Habían sido perdonados y podían rehacer de nuevo sus vidas, pero preferían seguir viviendo de esa forma...
-Tendré que ir a Konoha, Kakashi es el único que puede darme acceso hacía la guarida de Orochimaru- pensó para sí mismo.
Orochimaru... era casi increíble como se le habían perdonado todos sus crímenes, incluso desde mucho antes de la guerra había cometido atrocidades que se le fueron completamente perdonadas casi un año después de la guerra.
Actualmente pasaba sus días siendo vigilado completamente por Yamato y un par de jounins de Konoha, al menos para verificar que sus acciones retorcidas que había hecho en el pasado ya no volvieran... o al menos lo pensara dos veces antes de hacerlo, la aldea había crecido bastante en cuestión de poderío militar y no era buena idea, o más bien era un suicidio hacer algo para alterar el orden.
...
Konoha
Un poco tarde por la noche, Kakashi aún se encontraba arreglando unos cuantos papeles que le faltaban de firmar. Se había adaptado bien a la vida de kage, no es que fuera muy buena, pero al menos tenía el poder para mejorar la aldea.
Shizune y Shikamaru se habían ido hace un par de horas.
El jóven Nara se había mantenido a su lado junto con Shizune arreglando algunos eventos como reuniones en donde los 5 kages se juntaban para discutir varios asuntos de la alianza.
Hablando de Shizune, trabajaba también en el hospital, hace poco menos de un año había regresado de un pequeño viaje que hizo con Tsunade a lo largo de las 5 naciones en donde ayudaban, sin costo alguno, a varios enfermos o personas que necesitaran de ayuda médica tanto urgente como básica.
En todo ese lapso de tiempo, Sakura había tomado el puesto de Shizune y por fin podía hacer lo que más le gustaba, fue una despedida bastante emotiva de su puesto de enseñanza cuando se anunció el ascenso de la pelirosa.
Ahora Shizune se encargaba del hospital, eran tiempos muy tranquilos, así que podía ayudar a Kakashi y mantener de cerca su trabajo como líder del hospital. Al menos podía sentirse aliviada que tenía a Sakura, la pelirosa era de bastante ayuda.
Tsunade había decidido marcharse por su cuenta para seguir curando a personas que lo necesitaran, nadie sabía cuándo regresaría, pero esperaban que pronto, había un evento que estaría pronto a celebrarse y la quinta Hokage no debía faltar a ello.
Esos pensamientos se esfumaron cuando alguien llamaba a la puerta.
-Adelante- dijo el sexto.
Un rostro que conocía muy bien se paró frente a su escritorio.
-Así que esta vez decidiste no enviar una carta- decía. -Ha pasado un buen tiempo sin mirarte en persona, Sasuke- mencionó al momento de poner los papeles en su escritorio.
-Opino lo mismo, pero solo vengo a pedir autorización- dijo el Uchiha.
-¿Autorización?- preguntó.
-Quiero que me dejes llevar a alguien de la guarida de Orochimaru- explicó.
Kakashi se quedó pensante después de escuchar eso.
No tenía motivos para desconfiar de Sasuke, las ocasiones anteriores había cumplido cada tarea que se le asignaba al pie de la letra.
-¿Al menos puedo saber qué es lo que tienes en mente?- preguntó con serenidad.
-En tu carta mencionaste que se trataba, posiblemente, de zetsus blancos- decía. -Necesito un sensor para encontrarlos- dijo el Uchiha.
El sexto lo pensó, había leído los archivos con respecto al equipo que formó Sasuke años atrás, así que lo dedujo de inmediato.
-¿Es de confianza?- preguntó.
-Sí- dijo Sasuke, frío y sereno al igual que siempre.
Kakashi se levantó de su asiento y caminó hacía la puerta.
-Acompañame entonces-
...
La verdad es que la vida como un subordinado de Orochimaru era bastante aburrida, o al menos después de la guerra, no había demasiados experimentos que realizar o al menos aún no los había en mente. Jamás se podía confíar de alguien como él.
La misión de vigilarlo todo el tiempo se le había asignado a Yamato hace poco más de un año, fue uno de los temas en los cuales ningún líder de clan y el Hokage se opusieron.
¿Era riesgoso tenerlo por ahí, suelto y solo con vigilancia del exterior?
Probablemente sí, pero si una cosa se podía confíar de Orochimaru era su palabra... o al menos eso esperaban.
-Tenzō-
El ex-anbu miró detrás de él y pudo observar al Hokage... y también a alguien con el que había tenido un encuentro bastante inusual hace tiempo.
-Hokage-sama- decía haciendo una reverencia. -¿Qué lo trae por aquí?- preguntó.
-No seas tan formal, Tenzō- decía Kakashi. -Vengo por la chica, a pesar de no ser una shinobi de Konoha, nos debe un poco aún, así que pienso darle una misión- dijo.
El Uchiha solamente observaba la situación, algo que Yamato notó.
-Senpai... ¿está seguro de esa decisión?- preguntó un poco incrédulo.
Y no era que pusiera en duda la inteligencia de Kakashi... pero esos dos habían sido fugitivos y criminales buscados internacionalmente, dejarlos solos y sueltos sin vigilancia podía ser malo. Entendía de Sasuke, pero por parte de la chica, no.
-Tranquilo, Tenzō- decía. -Confío en Sasuke, además de que ella es una gran sensor, será de utilidad para esta tarea, aparte, confío en que Sasuke la mantendrá vigilada. ¿No es así, Sasuke?- preguntó el sexto mientras sonreía por debajo de su máscara.
El Uchiha entrecerró un poco los ojos ante eso.
Sí, en el informe que venía acerca de ella, además de todas sus habilidades, también venía un ligero párrafo, el cual describía: "Ligera obsesión por Sasuke Uchiha".
Yamato mientras tanto solo observaba a ambos
-Bueno- suspiró. -Siganme, deberían estar ahí dentro- dijo Yamato.
...
Las funciones de Suigetsu, Juugo y Karin actualmente con Orochimaru no eran laboriosas, eran más bien monótonas, pero era mejor que estar vagando por el mundo sin rumbo fijo, sin tener a nadie o sin tener absolutamente nada.
Al menos la pelirroja podía decir, vagamente claro, que aquellos tres podían considerarse compañeros... a pesar de que Suigetsu seguía pareciendole un enorme pedazo de basura mojada.
Pero repentinamente pudo sentir dos chakras muy familiares...
-¡Sasuke!- dijo alegremente la pelirroja.
Orochimaru dejó lo que estaba haciendo y la miró.
-¿Sasuke-kun está aquí?, que agradable sorpresa- dijo con una risa pequeña, pero macabra.
Al momento en que Suigetsu salía por una de las habitaciones, tres hombres hicieron presencia en la habitación, mientras que la pelirroja se abalanzo sobre el Uchiha.
-¡Cuanto tiempo, Sasuke!- decía Karin mientras tocaba su hombro.
El Uchiha se mantenía sereno.
-Vaya, esto si que es una gran sorpresa- decía Orochimaru. -El sexto, mi guardian y Sasuke-kun- dijo sentándose.
-Gracias por esa introducción tan bien hecha- mencionó el sexto con un poco de sarcasmo.
-Oh, no me agradezca por eso, Hokage-sama- decía. -Siempre y cuando no le tiemblen las piernas al verme, siempre será bienvenido- dijo riendo.
Sí, nunca iba a olvidar el hecho de que Kakashi, antes Kakashi del Sharingan, jounin respetado y temido en las 5 naciones había temblado y sudado ante su presencia.
-He venido para asignarle una misión a la chica- mencionó el sexto.
Karin se separó del Uchiha y se acomodaba ligeramente sus lentes.
-¿Y qué te hace creer qu...- decía antes de ser interrumpida.
-Con Sasuke- dijo Kakashi, una clara sonrisa se marcó debajo de su máscara.
La pelirroja se quedo en su misma pose de acomodar sus lentes. Trataba, con todas sus fuerzas, el hecho de no parecer una loca por el Uchiha.
-Bueno, tampoco es que tenga mucho que hacer, lo respeto mucho, Hokage-sama, aceptó la misión- dijo con rubor en sus mejillas.
Todos en la habitación alzaron sus cejas al mismo tiempo después de eso.
-¿Estás segura que es por respeto al Hokage, eh, Karin?- mencionaba Suigetsu en tono burlón.
-¡Cla-claro que es por eso, estúpido charco de agua, yo respeto mucho al Hokage!- exclamó la pelirroja.
-Aunque tampoco voy a negar que ir sola con Sasuke en una misión no será divertido- pensó.
Aunque ella no lo notó, todos sudaron al mismo tiempo cuando la miraron perderse en sus pensamientos... y también por la cara macabra que había puesto.
...
En las afueras de la aldea y después de haberle explicado en qué consistía la misión a Karin, Kakashi se dispuso a dar las últimas instrucciones.
-Bien, de camino hacía la guarida de Orochimaru, le dí a Sasuke las coordenadas en donde los sensores percibieron el chakra- decía. -Y solo como recordatorio, su misión es destruir cualquier rastro de ellos o de cualquier cosa que ponga en peligro a la aldea y salir de ahí a salvo. ¿Quedó claro?- concluyó.
Karin asintió en respuesta a eso, mientras que el Uchiha solo comenzó a caminar en dirección a las coordenadas.
-Nunca cambia- pensó Kakashi al mirarlo alejarse.
Iba a ser un viaje largo.
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