Capítulo 25: Tiempo
En la torre del Hokage
-Hokage-sama, ¿puedo pasar?- preguntaban detrás de la puerta.
-Adelante- contestó el sexto.
-Kakashi-sensei, vengo a mantenerlo informado- mencionó Ino cuando estaba frente al escritorio.
El sexto había estado esperando para recibir noticias acerca de Naruto y Sakura, más por la parte del rubio, sabía que, quizás, el consejo que le dió no lo seguiría al pie de la letra o quizás sí, pero debía saberlo.
Ese era una de las cosas que más o menos le molestaban de ser un kage, el estar ocupado casi todo el tiempo y no poder ayudar, al menos con algún consejo, a esos dos que habían sido sus alumnos.
-Te escucho, Ino- dijo Kakashi mientras se reclinaba en su silla.
-Bueno, empezando por el hecho de que Sakura había estado evitando a toda costa y en cualquier lado a Naruto- mencionaba. -Pero hace apenas una hora y media tuve una conversación con ella y, bueno, parece que por fin se lo dirá- dijo.
Kakashi no pudo aguantar una sonrisa que se escapo debajo de su máscara. Le sorprendía un poco que Sakura fuera la primera que tuviera esa iniciativa, claro que era lo lógico, no porque Naruto no tuviera esas agallas, sino porque ella había hecho el problema mucho más grande de lo que originalmente debió haber sido.
Pero una duda llenó su cabeza.
-¿Naruto no la busco en todo ese tiempo?- preguntó el sexto.
Ino comenzó a recordar las ocasiones en las cuales había platicado con Sakura.
-Bueno, Sakura nunca me dijo que alguna vez la fue a buscar- decía. -Solo mencionó que muchas veces lo pudo ver a lo lejos, pero siempre evitaba pasar cerca de él- concluyó.
Kakashi se quedó sorprendido de que Naruto en verdad siguió al pie de la letra el consejo que le dió. Quizás no era gran cosa, pero el rubio se había hecho conocido también por su imprudencia y por seguir muy pocas veces el protocolo de cualquier situación.
El Hokage suspiró y miró a Ino.
-¿Crees que en verdad por fin se dignen a decirse lo que sienten el uno por el otro?- preguntó.
La jóven Yamanaka recordó la mirada que había visto en Sakura cuando estaba por salir de la tienda de su familia hace poco más de una hora.
Era esa mirada de determinación, una mirada que muy pocas veces se veía en serio con una persona. Esperaba lo mejor, en serio que sí, por el bien y la felicidad de ambos.
-Confiemos en que así sea, Kakashi-sensei- dijo Ino.
Y es que en verdad esperaba que así fuera. Quizás ella se estaba adelantando a los hechos, pero como se lo había dicho a Naruto, la entrega de la primer invitación de la boda de su mejor amiga estaba en juego y, conociendo el carácter de la jóven Yamanaka, más les valía casarse y dársela a ella primero.
Habiéndose despedido del sexto y estando fuera de la torre, Ino solo podía mirar hacía adelante.
-Ahora solo depende de ustedes- pensó Ino.
...
El rubio había seguido en su estado de trance mientras caminaba sin rumbo, una voz lo había estado llamando constantemente pero solamente hizo caso omiso a ella, hasta que una mano lo detuvo en seco cuando lo tocó en el hombro.
-¿Estás bien?-
-¿Shikamaru?- preguntó Naruto un poco confundido.
-Claro que soy yo- decía. -Te había estado hablando un par de veces y no respondías. ¿Te encuentras bien?- preguntó de nuevo el jóven Nara.
Naruto no quería hablar sobre eso a nadie más, claro que Shikamaru era su amigo, uno de los mejores que tenía, pero tampoco quería molestarlo con sus problemas, seguramente ya tendría muchos, ya que se había vuelto ayudante del Hokage.
-No ocurre nada, solo estaba un poco distraído... sí, era solo eso- respondió el rubio con una sonrisa que era aún más fingida que esa excusa.
Shikamaru suspiró, claro que no estaba bien, se notaba a kilómetros cuando alguien estaba bien o no lo estaba. Pero también aplaudía el intento de Naruto por no querer revelar sus problemas, era entendible.
-Caminemos un rato, así puedes contarme que es lo que en verdad te está ocurriendo- dijo Shikamaru.
El rubio lo miró y negó con la cabeza.
-No es necesario, estoy bien, muy bien de hecho... además, tú estás ocupado con los próximos exámenes chunin, lo mío no es importante- se escudó Naruto.
-Tus problemas son importantes, por algo somos amigos- decía mientras lo miraba. -Además, la organización de los exámenes chunin se detuvo hasta que Suna entregue su lista de participantes, así que no tengo mucho que hacer- dijo Shikamaru.
El rubio lo pensó un poco para después acceder. Shikamaru había sido una de las primeras personas quien no alejó al Uzumaki y lo aceptó por quien era.
De cierta forma, el jóven Nara había sido un amigo muy importante para el rubio, y claro que para Shikamaru, Naruto había sido una inspiración que lo llevó a convertirse en el ayudante del Hokage... aunque eso no lo sabía el rubio, pero el jóven Nara confiaba en estar ahí cuando Naruto se convirtiera en el séptimo, lo había dicho durante la guerra y lo sostenía incluso ahora.
Sin más, Naruto aceptó y comenzaron a caminar juntos mientras platicaban de cosas casi sin importancia... algo que le hacía gracia a Shikamaru, Naruto era realmente malo queriendo evitar un tema.
...
La pelirosa había estado yendo de tejado en tejado para poder llegar más rápido a la ubicación que Hinata le había proporcionado con su byakugan. En verdad le alegraba que todo haya salido bien con ella.
Mientras Sakura saltaba por los tejados, no dejaba de pensar en qué le diría al rubio una vez lo tuviera frente a ella.
¿Qué podría decirle?, ¿te amo?, ¿perdóname?
No tenía ni la más remota idea de como manejar una situación así, ni tampoco sabía qué decir o qué podría hacer, era un poco frustrante si lo pensaba bien. Quizás ahora comprendía mejor a Naruto al sentir un poco de lo que él sentía, quizás, en todas las ocasiones que le había pedido una oportunidad.
Era la primera vez que podía experimentar, de corazón, el que decir y revelar tus sentimientos a alguien era mucho más difícil que cuando eras apenas una niña la cual no sabía en verdad lo que quería.
En verdad esperaba que todo saliera bien... la revelación que le había contado Ino hace casi dos horas mientras estaba en la florería fue su último impulso para tratar de decirle todo lo que llevaba en su corazón al jóven Uzumaki.
¿Se había dado cuenta que lo amaba en serio?
Se lo mencionó a Hinata, pero no estaría segura del todo hasta verlo frente a ella, hasta sentir de nuevo esos nervios que, sin que él se diese cuenta, la pelirosa sentía al verlo en cada ocasión que se encontraban o quedaban para verse después de su trabajo.
-Naruto...- pensó Sakura mientras miraba al frente.
...
-¿Cómo vas con tus exámenes?, he escuchado que te está yendo muy bien en ellos- mencionó el jóven Nara.
Naruto pensó por un momento en contarle sobre su ascenso, pero a pesar de que Lee ya había regresado hace unos cuantos días de su misión hacía Kiri, el sexto no había mandado a llamar a los que eligió para el ascenso. Le parecía un poco raro.
-Voy bien, de hecho muy bien... incluso me he sorprendido de mí mismo- contaba Naruto.
-Es bueno escuchar eso, siempre fuiste igual de vago que yo para los estudios- dijo Shikamaru mientras sonreía.
El rubio frunció un poco el ceño, pero le divirtió el comentario.
-En eso tienes razón... pero Konohamaru tiene razón, no hay ningún camino fácil para convertirse en Hokage- dijo mirando hacía el frente.
Shikamaru permaneció en silencio con una sonrisa en su rostro.
-Aunque también tus palabras me ayudaron mucho- mencionó el rubio.
El jóven Nara lo miró un poco confundido.
-¿Te refieres a las palabras que te dije cuando...?- respondió antes de ser interrumpido.
-Después de la muerte de el sabio pervertido- completó Naruto.
Shikamaru lo miró, no pudo observar ningún signo de tristeza, pero observaba mucha melancolía en sus ojos.
-Jiraiya-sama estaría orgulloso de ti, Naruto- dijo Shikamaru.
El rubio solamente miró hacía el frente. Jiraiya había sido como un padre para él, alguien con quien había compartido y aprendido mucho.
Su muerte había significado un antes y un después en su vida. Fue un golpe que le hizo darse cuenta del mundo en el que vivía, claro que ahora esperaba que ese mundo haya quedado en el pasado, pero jamás se sabe... nunca se sabe.
Shikamaru en su momento también había perdido a Asuma, y como si fuera algún tipo de paralelismo, ante un miembro de Akatsuki también.
El saber que había alguien ahí el cual comprendía su dolor lo hizo sentir bien, y las palabras que el jóven Nara le había dicho ese día después de visitar a Kurenai fueron algo que necesitaba con urgencia. Le debía mucho a Shikamaru, era un gran amigo.
-¿Cómo vas con Sakura?- preguntó el jóven Nara.
Naruto salió de sus pensamientos y lo miró, claro que había estado así de decaído por la pelirosa, tratarlo de ocultar frente a Shikamaru era, en sí, muy estúpido teniendo en cuenta de que era, bueno, Shikamaru.
-Es... complicado- respondió.
...
Habían pasado unos minutos desde que la pelirosa había llegado al último lugar donde Hinata miró a Naruto con su byakugan. Había recorrido unos cuantos tejados para cubrir más espacio desde arriba y poder mirar con más claridad.
-Es... complicado-
Sakura supo inmediatamente de quien era esa voz y miró hacía esa dirección, parecía que ambos estaban hablando sobre algo importante, y, al juzgar por la expresión de Naruto, bueno, no hacía falta ser un genio para saber sobre qué era.
La pelirosa solo se dedicó a escuchar.
-Así que era por ella- decía mientras reía un poco. -Pero ¿complicado?- preguntó Shikamaru.
-Al principio pensé que Sakura-chan estaba enojada conmigo por algo que hice hace unos años- decía. -Incluso traté de disculparme con ella- dijo.
-¿Y qué pasó? ¿te pudiste disculpar?- preguntó Shikamaru.
El rubio permaneció en silencio pero respondió.
-No... no pude. Ella solo me dijo que lo sentía mucho y después salió del hospital- dijo mientras bajaba su mirada.
-Que problematico- mencionó Shikamaru. -¿La has vuelto a ver? ¿o haz intentado verla?- preguntó.
El rubio comenzó a recordar las palabras que el sexto le había dicho el día que se presentó en la torre del Hokage después de su clase con la pelirosa.
-No- mencionó. -Kakashi-sensei me aconsejo que dejara pasar unos días, así para que las cosas se calmaran un poco- dijo mientras suspiraba.
Sakura apretó un poco sus puños al escuchar eso.
Es decir, sabía que no lo querría ver por razones ya antes mencionadas, o cuando lo miraba de lejos y lo evadía, pero no podía negar que una parte, una pequeña parte de ella esperó al rubio, aunque sabía perfectamente como era su carácter y entendía ese consejo, ella hubiese dicho lo mismo.
-Entiendo- decía Shikamaru un poco alto. -¿Entonces qué piensas hacer?- preguntó.
Naruto pensó mucho en esa pregunta, no sabía en sí qué era lo que iba a hacer, no tenía idea alguna. Todas esas dudas que llenaban su cabeza se habían vuelto constantes desde que no veía a la pelirosa hace días.
¿Quizás era mejor rendirse con ello de una vez por todas?
¿Sakura se había arrepentido?
Es decir, él pudo notar todas las señales, pero tampoco la culparía de nada, al final, él siempre iba a querer lo mejor para ella.
-No lo sé- decía mientras bajaba su mirada. -Sakura-chan... no sé lo que ella piensa o siente en la actualidad por mí- dijo.
Shikamaru miró de reojo hacía un tejado y pudo notar a alguien.
La pelirosa se sorprendió cuando miró a Shikamaru mirar hacía donde estaba ella, pero recordó el como alzo su voz y entendió lo que trataba de decir con esa mirada y lo que trató de hacer cuando habló más alto de lo normal.
Solo debía escuchar.
-¿A qué te refieres con "no sé lo que ella piensa o siente sobre mí en la actualidad"?- preguntó el jóven Nara.
Naruto suspiró.
-Hace algunos días estaba comiendo en Ichiraku... entonces Ayame me dió algunos consejos sobre cómo notar muchas señales cuando una chica siente algo por ti- decía. -El hecho es que pude notar en Sakura-chan todo lo que Ayame me dijo, pero quizás me equivoqué- dijo el rubio con un tono decaído.
Al escuchar eso, la pelirosa sintió una ligera sensación... más bien como un piquete justo en su corazón. Él lo había notado, solo que trataba de asegurarse antes de decir algo.
-No lo sé, quizás debo dejar de pensar en ello de una vez por todas... no me gusta pensar en que Sakura-chan se está alejando porque comienza a sentir algo por mí- decía. -Prefiero mucho más el poder mantener su amistad... en lugar de que ella se aleje solo por eso- dijo con una pequeña sonrisa, la cual parecía, más bien... forzada.
La pelirosa tuvo que contener unas enormes ganas de bajar de su posición y decirle que no, que no debía parar de pensar en ello, pero debía calmarse.
Shikamaru pensó en eso.
-¿A qué quieres llegar, Naruto?- preguntó.
El rubio se quedo callado por unos cuantos segundos mirando hacía el frente.
-Siempre supe que podía ser un gran ninja si me lo proponía, incluso siempre supe que podía ganarme el respeto de todos- decía. -Pero... hasta que conocí a Kakashi-sensei, Sasuke y Sakura-chan supe que el ser ninja debía ser más que eso- mencionó.
Shikamaru permanecía tranquilo mientras escuchaba.
-A lo que quiero llegar es que supe en verdad lo que el querer proteger la sonrisa de alguien podía hacer en ti, y eso lo sentí cuando Sakura-chan estuvo en peligro hace años cuando luché contra Gaara- decía. -A partir de ese momento quise ser más fuerte para poder protegerla... también para cumplir la promesa que le había hecho de traer a Sasuke de vuelta a la villa- dijo.
La pelirosa solo escuchaba y procesaba todo lo que el rubio decía.
Shikamaru tenía pensado en decir algo, pero Naruto comenzó a hablar de nuevo.
-Todo lo que he hecho por ella... por verla sonreír, no me arrepiento de haberlo hecho- mencionaba. -No quiero cambiar la forma en como soy con ella, Shikamaru, porque ella me hace ser... más- decía. -Pero creo yo no hago lo mismo en ella... si lo hiciera, entonces ella me habría aceptado- concluyó el rubio.
Los ojos de la pelirosa comenzaron a cristalizarse por esas palabras. Ella sabía que siempre le había gustado, de genin pensaba que era solo un capricho por estar entre ella y Sasuke, cuando regreso de su viaje con Jiraiya nunca lo supo en verdad, pero ahora sabía por qué, ella lo impulsaba... al igual que él a ella. Siempre había sido así.
-El héroe de la guerra y el más fuerte de entre todos nosotros con todas esas inseguridades... en verdad es de admirar que pueda ocultarlas muy bien- pensó el jóven Nara.
-¿Qué harás entonces?- pregunto Shikamaru después de que ambos hayan permanecido en silencio.
-Yo... sigo sin saberlo- decía. -Lo mejor sería ir a mi apartamento, así para al menos poder pensar mejor las cosas- dijo.
Shikamaru asintió ante eso. Era lo más prudente de hacer al tener tanta carga emocional sobre él.
-No soy el mejor para darte un consejo en este tipo de temas... pero creo que no deberías apresurarte a sacar alguna conclusión- decía el jóven Nara. -Tampoco sé lo que Sakura piense sobre esto, pero ambos necesitan encontrar un poco de estabilidad... solo no te rindas, como siempre- dijo sonriéndole cuando estaban a punto de despedirse.
El rubio abrazo a Shikamaru. El jóven Nara le había dado su apoyo en uno de los momentos más difíciles de su vida... y ahí estaba de nuevo, escuchándolo y dandole consejos. Sin duda era un gran amigo.
-Gracias por todo, Shikamaru- dijo Naruto.
Y así ambos tomaron caminos separados. Shikamaru miró de nuevo hacía el tejado en donde había visto a la pelirosa y solamente sonrió al no verla ahí.
-Bueno, tengo que regresar con el sexto, los exámenes chunin no se organizarán solos- pensó.
Sí, no se habían detenido por Suna, solo quería escuchar al rubio y ayudarlo... así que mintió un poco.
...
Sakura se encontraba corriendo nuevamente de tejado en tejado.
Había abandonado la conversación de Shikamaru y Naruto unos cuantos segundos antes de que ambos se despidieran.
El próximo destino de la pelirosa era el estar cerca del apartamento del rubio. No sabía qué decirle o cómo reaccionar al verlo. No sabía qué hacer... solo necesitaba liberar toda esa presión que había estado acumulando desde hace varios días en su corazón.
-Ahora lo sé- pensó siguiendo su camino.
...
El rubio había estado caminando muy decaído, pero después de esa charla que tuvo con Shikamaru se había sentido mejor. Era bueno hablar con alguien en quien podías confiar y quien no te juzgaría.
Claro que ahora sí podía escuchar cuando lo saludaban e incluso trataba de poner su mejor sonrisa, aunque eso le estaba costando mucho, pero lo hacía de igual forma.
-Necesito un poco de la tranquilidad de mi hogar... cielos, parece como si tuviera más de 30- pensó con una ligera sonrisa.
Aunque esa sonrisa duro apenas unos segundos cuando a lo lejos pudo divisar algo en medio de la calle... Sakura lo estaba mirando mientras estaba parada en medio de la calle.
El rubio se quedó inmóvil cuando ambos cruzaron miradas. Pudo notar que la pelirosa apretó sus puños y comenzó a caminar hacía él. No entendía que estaba pasando.
-Sa-Sakura-chan, yo... yo puedo explicar por qué traté de hacer lo que estuve a punto de hacer en esa ocasión- se escudaba bastante rápido el Uzumaki. -Y yo, eh, yo quería pedirte una discul...-
El rubio cerró los ojos esperando un puñetazo cuando Sakura lo tomó por su chaqueta...
Un beso en los labios.
No pudo abrir los ojos, seguía en shock después de saber lo que estaba pasando, solo pudo abrirlos cuando sintió a la pelirosa separarse un poco.
Ambas miradas se cruzaron mientras estaban prácticamente cerca el uno del otro.
-Sakura-chan, yo... yo no sé qué fue eso- decía el rubio con un sonrojo bastante enorme. -Pudo haber sido un beso de impulso o quizás un beso de confusión pero...-
-Fue un beso de "lamento demasiado haberme tardado tanto en poder verlo... pero te amo con todo mi corazón"- decía al interrumpirlo. -Y este es otro...-
Y así se juntaron en otro beso que fue aún mejor que el primero.
-Sakura-chan... yo había pensado en dejar de intentarlo- decía. -Pero eso ya no importa- dijo Naruto con esa característica sonrisa que siempre aparecía gracias a ella.
Sakura lo miró con una sonrisa y acarició un poco una de sus mejillas.
-Tú me haces ser más- pudo decir finalmente.
El rubio se sorprendió un poco por ello, quizás lo había escuchado o espiado... pero ya habría tiempo para preguntar por eso.
Con un poco de timidez, ambos se acercaron el uno al otro.
Y así, de nueva cuenta ambos se sumergieron en un beso más prolongado. No tenían mucha experiencia en ese tema, pero no importaba. Se amaban y no importaba nadamás.
Ni su alrededor.
Ni las inseguridades.
Ni los miedos.
Ni el pasado.
No importaba nada.
Era un nuevo comienzo, una nueva oportunidad para ambos.
Quizás un "para siempre" aún sonaba muy apresurado, pero había tiempo de sobra, bastante tiempo.
Ahora solo querían disfrutar de esa estabilidad emocional que habían perdido.
¿Toda esa espera e intriga valió la pena?
Sí, valió la pena.
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