Bastante alejado de Ichiraku, en el complejo de los Hyuga, Hinata se encontraba observando el jardín principal.

Sus pensamientos eran acerca de Naruto, de su clan y sobre ser la heredera del clan Hyuga.

-Hola, Hinata-sama- saludó Neji al mirarla sentada.

-Ho-hola, Neji-niisan- respondió Hinata.

-Por su mirada puedo decir que estaba pensando en algunas cosas un poco sensibles, ¿no es así?- preguntó el jóven Hyuga.

-B-bueno... más o menos. Más que nada relacionadas al clan- decía Hinata.

-Y supongo que relacionadas a Naruto también- dijo Neji, ganándose un sonrojo por parte de Hinata.

-S-si... también- contestó la jóven Hyuga.

-Entiendo. Pude notar su mirada en Sakura y Naruto esa noche que nos reunimos todos- dijo Neji.

-Pe-pero no me malinterpetes, Neji-niisan... me siento muy felíz por él- decía Hinata.

-No pongo en duda que usted se sienta felíz por él, Hinata-sama- decía Neji. -Pero... ¿qué hará usted con ese sentimiento que aún tiene por Naruto?- preguntaba el jóven Hyuga.

Hinata se quedó pensando en ello. Sabía que Naruto estaba fuera de sus planes después de lo que vió en la reunión que tuvieron, pero de igual forma lo seguía apreciando y lo seguía mirando como un ejemplo a seguir...

-No lo sé, sinceramente... siempre vi a Naruto-kun como un impulso para lograr mis objetivos y hacerme más fuerte. De alguna manera siempre supe que no era para mí, aunque me hubiese gustado- decía Hinata. -Sé que Sakura-san puede hacerlo felíz y, aunque me cuesta aceptarlo todavía, ambos se merecen mucha felicidad después de lo que han pasado- dijo.

-No tartamudeo en todo lo que dijo...- pensaba Neji.

-Hinata-sama... ¿no cree que debería pensar en su felicidad, antes que en la de alguien más?- preguntó el jóven Hyuga.

-Creo que... cuando hablamos de Naruto-kun, aún sabiendo por todo lo que ha pasado, lo consideraría egoísta de mi parte si pensara en eso- dijo Hinata.

-¿A qué se refiere?- preguntó Neji, confundido.

-Me refiero al hecho de que él ha sufrido mucho desde que era un niño, no tenía a nadie para él, y yo nunca me acerque lo suficiente por timidez. Ahora tiene la oportunidad de ser felíz, y estoy completamente segura de que Sakura-san ya se dió cuenta de lo mucho que vale una persona como Naruto-kun...- decía Hinata. -Y si ella le puede dar esa felicidad, entonces me alegraré por él como siempre lo he hecho... si no lo hiciera, sería egoísta de mi parte pensar que solo conmigo puede ser felíz. Es por eso que, después de ver por todo lo que ha pasado, él merece esa felicidad, con o sin mí- dijo Hinata con una sonrisa en su rostro.

Neji se quedó perplejo ante tal declaración y, claro, ante tal madurez de la jóven Hyuga. Hace unos meses demostraba debilidad e inmadurez en cada uno de sus pasos y palabras, pero ahora...

-Entiendo su punto. ¿Y qué era lo que pensaba acerca del clan?- preguntó Neji.

Hinata se quedó en silencio por unos segundos, pero respondió.

-Sé que yo no soy igual de fuerte que tú, Neji-niisan, y sé que no nací con el mismo potencial que Hanabi...- dijo Hinata.

-¿A qué quiere llegar, Hinata-sama?, usted se ha vuelto muy fuerte, estoy seguro que Hiashi-sama piensa lo mismo...- decía Neji antes de ser interrumpido.

-Neji-niisan. Sé que el clan ha cambiado hacía bien, es por eso que necesita un líder fuerte como mi padre cuando se decida retirar- dijo Hinata.

-No entiendo su punto- respondió el jóven Hyuga, confundido.

-No importa si es Hanabi o tú, Neji-niisan. Si padre elige a cualquiera de ustedes dos para liderar el clan... los apoyaré sin dudarlo- dijo Hinata.

-Pe-pero Hinata-sama, usted es la heredera del clan, de la familia princi...- decía Neji mientras Hinata lo interrumpía.

-No, Neji-niisan... al igual que yo, sabes que ya no hay divisiones entre nosotros. Ya no hay familia secundaria ni principal. Solo somos los Hyuga- decía Hinata. -Es por eso que, conociendo a padre, tú eres su candidato más fuerte para liderar el clan en un futuro. Hanabi aún es muy jóven para eso y yo...- mencionaba Hinata antes de ser interrumpida.

-Usted es muy sabia, Hinata-sama. Usted también tiene la misma posibilidad de liderar el clan, la fuerza y la habilidad en combate no lo es todo- decía Neji. -Como usted lo mencionó antes, si usted o Hanabi-sama son elegidas para liderar el clan... debe saber que daría hasta mi vida por protegerlas- dijo.

-Al igual que yo, Neji-niisan. Daría mi vida por protegerlos- dijo Hinata mientras sonreía.

Antes de haberse topado con ellos dos, Hiashi se quedó a escuchar la plática entre ambos. Estaba seguro que Neji sería el líder del clan, Hinata estaba en lo cierto cuando mencionó que Hanabi era muy jóven todavía... su única opción era Neji, pero después de escuchar la madurez y sabiduría que Hinata demostró, le alegró mucho. Estuvo también de acuerdo con Neji en que el líder de un clan no solo debía ser fuerte.

Aunque Hiashi Hyuga no se lo dijera a Hinata en ese momento, estaba orgulloso del camino que su hija había recorrido. Neji era fuerte y bastante sabio, ya tenía su elección desde hace mucho tiempo, pero ahora trataría de mejorar esa relación entre padre e hija que él mismo había decidido ir destrozando con el tiempo, aún no era tarde para enmendar ese error de menospreciar a su hija durante toda su niñez y parte de su adolescencia.

En otra parte de Konoha.

Sai se encontraba caminando por la aldea después de la charla que había tenido con Naruto, Ayame y Teuchi.

Era un pasatiempo que había adquirido en sus tiempos libres, lo tomaba como inspiración para futuros dibujos y futuras obras. "La vida diaria del civil" lo llamaba él, para sus amigos era un poco aburrido el hecho de retratar la vida mediante dibujos... pero Sai lo encontraba apasionante.

Mientras caminaba, recordaba un dibujo en especial que le había gustado mucho hacer, puesto que se divirtió haciéndolo.

Había sido después de su regreso en una misión. Después de entregar su reporte con el sexto, se dedicó a hacer su pasatiempo de caminar y tomar inspiración... hasta que cierta rubia lo encontró.

-¡Hola, Sai- saludaba Ino mientras se acercaba.

-Oh, hola, Ino- contestó el pálido chico.

-¿Hace cuánto volviste de tu misión?, hace un par de días que no te había visto- preguntaba Ino.

-Volví hace una hora- respondió.

-Entiendo... y, eh, ¿qué haces?- preguntaba Ino para al menos sacar un tema de conversación.

-Estaba caminando para tomar un poco de inspiración y pensar en lo próximo que dibujaré- decía mientras ambos comenzaban a caminar.

-Ya entiendo. Una vez vi uno de tus dibujos, son bastante buenos- dijo Ino.

-Gracias por eso- respondió Sai. -¿Tú hacía dónde te dirigías cuando me hablaste?- preguntó.

-Iba de camino hacía la florería de mi familia... tú, eh, ¿quieres venir?- pregunto la rubia.

-Seguro. Espero encontrar una flor bastante linda para dibujar- respondió Sai.

Ambos se dedicaron a caminar hasta la florería Yamanaka. Muchas personas los miraban, algo que a Sai no le molestaba, pero a Ino le gustaba por el hecho de que un chico guapo como Sai la estaba acompañando.

Al llegar a la florería, la madre de Ino saludo al jóven pálido. Los dejó solos, para que al menos Sai tuviera algo que hacer e Ino tuviera algo en que entretener a su amigo.

Terminando su parte de lo que Sai debía hacer, se sentó en un pequeño banco que había cerca de unas macetas. Observo el panorama, había demasiadas flores las cuales valían la pena dibujar, pero algo más captó su atención y comenzó a dibujar. Pasada una hora, Ino se acercó a él.

-¿Y bien?, ¿encontraste tu inspiración?- preguntó Ino al verlo tan sumergido en su dibujo.

-De hecho... terminé. ¿Quieres verlo?- preguntó Sai, a lo cual Ino acepto.

La rubia se sonrojó a más no poder y se quedó sin palabras. Sus hombros comenzaron a moverse nerviosamente mientras miraba el dibujo.

-¿Qué opinas?- preguntaba Sai.

-E-es bastante lindo, Sai, me gustó mucho- decía Ino mientras sus hombros todavía se movían.

-Es bueno saberlo. Hay muchas flores muy bellas aquí, pero verte sonreír mientras las arreglabas me llamó más la atención, así que decidí dibujarte. Te lo puedes quedar si gustas- comentó Sai, a lo cual la rubia acepto sin dudar.

El dibujo consistía en Ino haciendo una de sus actividades diarias mientras arreglaba flores.

Era tan detallado a pesar de haber sido dibujado solamente con un lápiz. Sai, inconscientemente, resaltó la belleza de la rubia... algo de lo que Ino se dió cuenta, puesto que, entre todo lo que había en el dibujo, el retrato de ella era el más detallado a comparación con las flores y macetas de su alrededor.

Volviendo en sí, a Sai le gustaba pasar tiempo con Ino. Se lo mencionó a Naruto anteriormente, pero había algo en ella que lo hacía sentirse atraído... a pesar de haberle dicho "belleza" cuando en verdad no pensaba eso, con el paso del tiempo, Ino Yamanaka le comenzaba a parecer una chica muy linda, en las ocasiones que podía conocerla un poco mejor, Ino era completamente diferente a como Shikamaru y Chōji la mencionaban.

-Me gustaría conocer más a Ino... y también me gustaría dibujarla nuevamente mientras arregla todas esas flores- pensaba Sai antes de seguir su camino.

En el hospital.

Sakura estaba teniendo un momento de descanso mientras comía. Sus pensamientos se centraban en las sensaciones que pudo sentir cuando el rubio le mencionó que para él, ella era la chica más hermosa que había.

-Sabía sobre lo que él sentía por mí, pero después de eso... dios. Muchas chicas están detrás de él con toda la popularidad que ha ganado, pero con todo eso, sigue eligiendome y sigue pensando que yo soy la más hermosa a sus ojos- pensaba la pelirosa con un intenso sonrojo en sus mejillas.

-Sakura, ¿estás bien?, estás roja de la cara. ¿Te sientes enferma?- preguntaba Shizune.

-N-no, no estoy enferma ni nada por el estilo, Shizune-senpai- dijo la pelirosa tratando de disminuir su sonrojo.

-Entiendo, bueno, parecía que estabas pensando en muchas cosas. ¿Quieres hablar de ello?- preguntó Shizune.

-Bueno... estaba pensando en las palabras que me dijo un chico hace unos días- comentaba la pelirosa mientras el sonrojo en sus mejillas aparecía de nuevo.

-¿Un chico?, ¿te refieres a Naruto?- preguntaba Shizune.

-¡¿Eh!?, ¿u-usted cómo lo sabe?- preguntó Sakura bastante sorprendida.

-Sakura, las personas han visto como te comportas cuando estás con él, y Naruto está ganando mucha atención con las chicas. Los rumores se extienden rápido- decía Shizune.

-Entiendo- decía Sakura mientras suspiraba.

La pelirosa le contó sobre todo lo que pasó la noche en que los 11 de Konoha se reunieron. Le contó lo que Naruto le dijo cuando le explicó el significado de las gerberas... y por último, le contó sobre lo que sintió cuando el rubio le dijo que, ante sus ojos, ella era la más hermosa.

-Bueno, no es de sorprenderse- comentaba Shizune.

-¿A qué se refiere, Shizune-senpai?- preguntaba la pelirosa.

-Vamos Sakura. Todos saben que ante los ojos de Naruto, eres solo tú, todos lo sabían... a excepción de ti- decía Shizune.

-Tarde mucho en darme cuenta... me siento tan bien cuando estoy con él- dijo Sakura.

-¿En qué sentido te sientes bien con él?- preguntó Shizune.

-En todos los sentidos. Es agradable pasar tiempo con él, siempre hace o dice algo que te hace sentir mejor o te hace reír. Es cariñoso, y su sonrisa... jamás me gustaría ver esa sonrisa apagarse, es tan cálido y me hace pensar que, cuando estoy con él, todo parece más fácil- decía Sakura con un brillo en sus ojos, y sus mejillas levemente sonrojadas.

-Vaya que si está enamorada- pensaba Shizune.

-Bueno, Sakura. Lo que importa es que ya te diste cuenta de ello, ambos merecen ser felices después de todo lo que han pasado. Espero y no sigas perdiendo tiempo y le digas de una buena vez lo que sientes- dijo Shizune.

-Lo haré, Shizune-senpai... solo estoy esperando el momento adecuado para decírselo- comentaba la pelirosa.

-Me alegra oírlo. Bueno, te dejo, Sakura, tengo unas cosas que hacer, hasta luego- decía Shizune mientras se retiraba.

-Conociendo a Naruto, llegará el momento en el que me preguntará sobre por qué he estado actuando extraño... cuando ese momento llegue, se lo diré- pensó Sakura cuando se levantaba para volver a su trabajo.