Capítulo 15: Amigos
Había sido una caminata de algunos minutos, la pelirosa no se separó del brazo del rubio en todo el trayecto hasta que llegaron con los demás.
Lee estaba sentado junto a Shino y Hinata, mientras que Kiba y Chōji estaban sentados juntos.
La pelirosa se sentó junto a Ino y Ten Ten, mientras que el rubio junto a Shikamaru y Neji.
-Ino, ¿Sai no viene?- preguntó la pelirosa.
-El sexto le dió una misión hace un par de días, debía ir a Suna y entregarle algo al kazekage- mencionó Ino un poco desanimada.
-Ya veo... se ve que lo extrañas- dijo Sakura con un tono pícaro en su voz.
-Mejor mírate a ti misma, frentona. Te ves más alegre, ¿Es por Naruto?- preguntó Ino con una risa pequeña.
-¿Po-por qué sería por él?- preguntó la pelirosa con un leve sonrojo en sus mejillas.
-Digamos que se nota- dijo Ino con un tono pícaro.
La verdad es que había sido una gran idea el juntarse todos nuevamente. Habían pasado ya unas cuantas semanas de ello y se extrañaba.
Se hablaba sobre cosas casi sin importancia. Misiones, trabajos fuera del ser ninja, cosas a futuro y entrenamientos. Se escuchaban risas por parte de todos. Era un gran ambiente.
Pero al rubio le entró un poco de curiosidad y le hizo una pregunta al jóven Hyuga en voz baja.
-Oye Neji, ¿Puedo hacerte una pregunta- dijo Naruto.
-Claro- respondió.
-No quiero que me veas como un metiche o algo así pero... ¿Tú y Ten Ten están saliendo?- preguntaba el rubio.
-¿Sabes?, el hecho de que no quieras que te llame metiche, pero me preguntes algo sobre mi vida privada es algo que haría un metiche- contestaba Neji mientras alzaba una ceja.
-Vamos Neji, no diré nada- dijo Naruto en forma de súplica.
Neji sabía que lo tendría toda la reunión preguntando lo mismo si no se lo decía.
-No... pero me estoy esforzando- comentaba Neji.
Shikamaru escuchó eso, incluso cuando ambos estaban conversando con un tono muy bajo, y casi se ahoga con su comida.
-¿Neji esforzándose por una chica?, eso lo tengo que saber... diablos, parezco Ino hablando así- se decía Shikamaru a sí mismo.
-¿Esforzándote?- preguntaba el jóven Nara.
-¿Tú también Shikamaru?- preguntaba Neji en un tono un poco irritado.
-Vamos, no diremos nada- se escudo Shikamaru.
Neji suspiró y siguió.
-Me agrada mucho Ten Ten. Ha sido una gran compañera y una gran amiga. Creo que nos hemos acercado más después de la guerra, pero aún así me parece un poco complicado, nunca había mostrado mis debilidades o sentimientos ante una persona...- decía el jóven Hyuga. -Pero con ella, bueno, es diferente- dijo Neji con una leve sonrisa en su rostro.
-¿Diferente? ¿A qué te refieres?- preguntó el rubio.
Shikamaru también hizo la misma pregunta.
-Siendo sincero, no lo sé. No sabría explicarlo correctamente, pero siento que con ella puedo ser yo mismo. Sin aparentar, sin disimular... aunque me cuesta un poco todavía.- decía Neji mientras la miraba sin que ella se diese cuenta. -Pero me estoy esforzando en ello- dijo apartando la mirada de nuevo hacía sus amigos.
-Vaya, ¿quién diría que Neji hablaría así de alguien?- pensaba el rubio.
-Ya veo... aún así, ¿qué opina el señor Hiashi acerca de ello?- preguntaba Shikamaru.
La historia de los Hyuga era algo turbia, pero al igual que muchos clanes los cuales trataban de mantener su linaje de sangre puro, así para mantener técnicas especiales o doujutsus, como en este caso, el byakugan y el puño suave, tenían que recurrir al incesto para conservarlo y que no se perdiera con el pasar de las generaciones. Shikamaru lo sabía bien, aunque Naruto no.
-Hiashi-sama ha cambiado mucho desde la guerra. Me contó que tuvo que enfrentar a mi padre, su hermano, y eso lo había hecho reflexionar sobre bastantes cosas acerca del clan y sobre nuestra familia- decía Neji. -Hinata-sama, al igual que yo, en un principio debíamos terminar juntos por regla del clan, pero Hiashi-sama nos comentó que no era necesario actualmente- dijo Neji.
El rubio escuchaba con atención las palabras de Neji, pero algo hizo "click" en su cabeza.
-Espera... ¿eso quiere decir que Neji y Hinata hubiesen estado obligados a casarse si ese señor no cambiaba de parecer?, mierda... eso es turbio- pensaba Naruto.
-Entiendo. Entonces los Hyuga ya pueden relacionarse con mujeres y hombres ajenos al clan. Me alegra escuchar eso, y me alegro por ti, claro- dijo Shikamaru.
Neji solo asintió y sonrió ante el comentario de Shikamaru.
-¿Y bien, frentona?, no respondiste a mi pregunta- dijo Ino con un tono de voz bajo.
-¿Te refieres a Naruto?, bueno... ¿Qué quieres que te diga?- contestó la pelirosa.
-TODO- dijo Ino, alzando la voz y capturando las miradas de todos. -Eh, ejem. ¿Qué miran?- dijo Ino con vergüenza en su rostro.
-¿Por qué dijiste "todo"?- preguntó Shino.
-¡No es de su incumbencia!, es asunto de emergencia entre mejores amigas. Así que vuelvan a comer- dijo Ino con una mirada que imponía temor.
Naruto miró un poco extrañado a Sakura y la pelirosa retiro su mirada. Era visible un poco de sonrojo en sus mejillas, pero no le tomó demasiada importancia.
-Tuvimos suerte de que no comenzaran a bombardearnos con preguntas acerca de eso, Ino puerca- dijo Sakura con enfado.
-No te preocupes frentona. Ahora sí, cuéntame, soy toda oídos- dijo Ino con una sonrisa.
La pelirosa le comentó todo lo que había pasado la noche anterior, se sentía bien a su lado. Lo estaba conociendo aún más como le había recomendado su maestra, aunque haya sido solo un poco. Le daba señales claras sobre que ella sentía algo por él, pero es Naruto, así que no las captaba. Hasta que llegó el momento que se encontraron con el equipo de Gai, ella pudo darse cuenta que él entendió su gesto y se acercó más a ella. Era una buena señal, lo cual le alegraba.
-Bueno, al menos parece que todo va muy bien- dijo Ino.
-Aunque llegué a comprender algo, y no sé por qué hasta ahora vengo dándome cuenta de ello- dijo la pelirosa.
-¿Qué comprendiste?- preguntó Ino.
-Él y Sasuke son muy diferentes. Incluso desde niños eran muy diferentes, a pesar del sufrimiento que tenían por dentro...- decía Sakura. -Pero Naruto no terminó como Sasuke y eso fue lo que más me sorprendió después de lo que me contó sobre su infancia- dijo la pelirosa.
-¿A qué crees que se deba?- preguntó Ino.
-Bueno... no lo sé- decía Sakura mientras su mirada conectaba con la del rubio. -Pero me alegro de que él no haya seguido ese camino- dijo la pelirosa al sonreírle, causando un sonrojo en él.
Ino había notado ese pequeño gesto entre ambos. Le dió mucha ternura verlos. Ella también recordaba cuando estaba loca por Sasuke... pero después llego Sai.
-¿Recuerdas cuando te dije que Sai me recordaba a Sasuke-kun?- preguntó la rubia.
-¿En el hospital?, sí, lo recuerdo. ¿Por qué?- preguntó Sakura.
-Pues creo que me debí haber lavado la boca después de decirte eso en aquella ocasión- dijo Ino.
-¿Por qué lo dices?- preguntó Sakura un poco extrañada por eso.
-Sai me ha contado que tuvo un pasado bastante turbio cuando aún formaba parte de raíz... sin emociones, sin amigos, solo siendo utilizado como un arma. Un arma que, si no cumplía su propósito, la desechaban como si no valiera nada- decía Ino con un pequeño tono de rabia en su voz. -Es por eso que cuando escucho historias como la de Sai o la de Naruto, me hace creer firmemente que Sasuke-kun no tiene justificación por haber hecho lo que hizo- dijo Ino mirando a Sakura.
-Bueno, tampoco lo justifico, pero en parte tienes razón... aunque creo que no debió haber sido fácil para él ver morir a su gente a manos de su propio hermano. No es algo que yo pueda imaginar- dijo Sakura.
-Tal vez... Sasuke-kun fue una víctima más de un mundo ninja que ahora ya no existe, aunque sigo firme ante mi opinión anterior- dijo Ino.
Ya había pasado una hora desde que todos estaban reunidos. La pelirosa sentía las miradas de sus amigos encima de ella, muchos habían notado las flores, pero no habían hecho una pregunta. Las miradas intimidaban un poco, y en ese momento la pelirosa prefería que preguntaran.
-Siento que todos me miran- murmuró Sakura, pero Ten Ten la escucho.
-Es por las flores, ¿Te las regalo Naruto, verdad?- preguntó.
-S-si...- contestó Sakura, un poco sonrojada.
-¿Acaso ustedes están saliendo?- preguntó Ten Ten con sorpresa.
-No, no, nada de eso... pasó por mí después del trabajo y me las trajo, pero no estamos saliendo- respondió la pelirosa.
-Aún- dijo Ino con una risa leve.
-¿Aún?, no me digas... ¿No estás saliendo con él, pero te gusta Naruto?- preguntó Ten Ten.
La pelirosa se limitó a no responder, pero su actitud, sus nervios y su notable sonrojo la delataban por completo.
-Ya veo. No tienes por qué avergonzarte, Naruto es un buen partido para ti, se conocen desde hace años y se complementan muy bien. Harían una linda pareja- dijo Ten Ten con un tono discreto en su voz y sonriéndole a la pelirosa.
Sakura pensó en esas palabras. ¿En verdad harían una linda pareja?, eso la llenaba más de ganas de gritarle al rubio que lo quería, pero debía tranquilizarse, las cosas iban dándose bien hasta ahora.
-Gracias por eso, Ten Ten- dijo la pelirosa, ganándose una sonrisa de la jóven adicta a las armas. -¿Tú cómo vas con Neji?- preguntó Sakura, generando un sonrojo en su amiga.
Ino tuvo que contener su emoción con esa revelación, sabía que muchos los habían visto más unidos, pero creía que eran rumores, más que nada porque conocía la personalidad del jóven Hyuga.
-Si Ten Ten, cuéntanos- decía Ino emocionada, pero con su tono de voz muy disminuido.
-Eh... bueno, vamos bien. En verdad ha cambiado mucho y me siento bastante orgullosa de él- decía Ten Ten. -Cada día aprendo más de él, y él de mí, y el hecho de que alguien como él, que siempre fue una persona bastante reservada respecto a sus sentimientos, los comparta conmigo es algo que me gusta. Me gusta saber que confía en mí a tal nivel- decía Ten Ten mientras lo miraba sin que se diera cuenta.
Tanto Ino como Sakura la miraron con mucha ternura.
-Bueno, con lo poco que he visto de ustedes dos, creo también que harían una linda pareja- dijo Sakura mientras le sonreía a Ten Ten.
-Yo también pienso lo mismo- decía Ino.
Ten Ten solo pudo agradecer ante eso, la idea de salir con Neji no había rondado su cabeza hasta un par de meses antes de las guerra, pero ahora todo era más claro. Le gustaba Neji Hyuga. Y mucho.
Hinata veía a la pelirosa, notaba que volteaba a ver mucho al rubio, y cuando su mirada se cruzaba con la de Naruto, ella se sonrojaba bastante. Quizás sus posibilidades ya eran nulas prácticamente después de lo que estaba viendo... no se sentía del todo triste, puesto que sabía sobre una parte de la vida que tuvo el rubio y le alegraba que ahora por fin estuviera encontrando un poco más de felicidad.
Kiba pudo ver a Hinata con su mirada triste, así que no dudo en pedirle a Shino un cambio de asiento.
-¿Qué pasa, Hinata?- preguntaba Kiba.
-N-nada, Kiba-kun- respondió la jóven Hyuga.
-Oh vamos, sé que estás así por Sakura y Naruto- comentaba Kiba.
-Bu-bueno... más o menos- dijo Hinata.
-Vaya, si era por eso- pensó Kiba, en sí no sabía exactamente que era, solo lo dijo.
-Es por el ramo de flores, ¿Cierto?- interrumpió Lee.
Todos habían notado ese detalle con el cual ingreso la pelirosa a la reunión, todos menos Hinata por prestar atención a Naruto, y Kiba por prestar demasiada atención a Hinata.
-N-no me había dado cuenta- contestó Hinata.
Kiba nunca se guardaba una curiosidad, a veces podía irritar un poco... pero no le importaba en lo absoluto, claro, solo cuando la ocasión requería seriedad absoluta, pero ahora estaban entre amigos y no importaba mucho.
-¡Oye, Sakura!, ¿de dónde sacaste ese ramo de flores?- preguntaba Kiba, llamando la atención de todos, y ganándose el sonrojo del rubio y la pelirosa.
Sakura al parecer no iba a responder, o al menos no tenía esa intención. El rubio iba a responder... pero fue cortado al instante por la pelirosa.
-Me las regalo... eh, me las regalo Naruto- interrumpió Sakura de golpe las palabras de Naruto.
Todos se quedaron algo sorprendidos, ya sabían la respuesta, pero ver a esos dos tan rojos a tal punto de parecer explotar era algo bastante gracioso.
-¿Naruto y tú están saliendo?- pregunto Shino, sereno y misterioso, como siempre.
-Que cosas dices Shino, cla-claro que no estamos saliendo- decía Naruto, bastante nervioso. -Solo pasé por Sakura-chan a su trabajo y decidí... esperen, ¿por qué les estoy dando explicaciones?- dijo el rubio bastante irritado.
Todos se echaron a reír mientras miraban la cara del Uzumaki.
-¿Qué?, ¡¿De qué se ríen!?- preguntaba un Naruto bastante irritado.
-Yo creo que hacen una buena pareja- dijo Neji.
-¡Neji no seas metiche!- exclamo Naruto.
-¡¿Tú llamando metiche a alguien!?- respondió Neji.
Todos miraban con bastante gracia aquella escena. Cuando los gritos se calmaron, verde y azul chocaron por unos segundos, se dedicaron una sonrisa y un leve sonrojo por parte de ambos y siguieron con la reunión.
Al final había sido una buena noche. Por fortuna, la lluvia no se había intensificado y caminar por las calles aún era una opción.
Todos se estaban retirando a sus hogares, algunos acompañaban a otros. Neji acompañaba a Ten Ten hasta su casa, Lee se retiraba con Kiba, Hinata y Shino, mientras que el equipo 10 le dió su espacio a los miembros del equipo 7.
-Te acompañaré a casa, Sakura-chan- dijo el rubio.
-Claro, sirve y así platicamos un poco, ya que nos invitaron aquí... además de que tú eres el único que trae paraguas- respondió la pelirosa.
Comenzaron a caminar hacía el hogar de Sakura. Aún vivía con sus padres y por eso no tenía permitido llegar tarde... ninja y de rango chunin, pero aún vivía bajo el techo de ellos. Su techo, sus reglas.
-Estoy pensando en mudarme- dijo Sakura, rompiendo el silencio.
-¿En serio?, eso está bastante bien. ¿Cuándo?- preguntaba el rubio.
-Aún no lo sé, primero tengo que hablar de ello con mis padres- comentaba la pelirosa.
-Bueno... te deseo suerte en ello, con pedirle permiso a tus padres quiero decir- dijo el rubio.
-Gracias, Naruto. Si me independizo, espero que me ayudes a cambiarme. Ya sabes, ayudarme a llevar mis cosas y eso- dijo Sakura mirando hacía el frente.
-Claro, Sakura-chan, me encantaría... aunque yo creo que con tu fuerza monstruosa podrías cargar con todo sin problema alguno- contestó el rubio, sonriéndole.
-¿Qué dijiste?- preguntaba la pelirosa con un tono de voz bastante siniestro.
-¡Na-nada, perdona Sakura-chan!- se escudaba el rubio.
-Eso creí- dijo la pelirosa mientras le sonreía.
El camino hacía la casa de Sakura había sido agradable. Reían y sonreían mientras recordaban la reunión de amigos. Se sonrojaban al recordar la pregunta de Kiba sobre las flores... ambos estaban ya cerca de la puerta hacía el hogar de la pelirosa, así que Naruto no lo dudo más.
-Ahora o nunca- pensó el rubio.
-Sakura-chan- dijo Naruto, un poco serio, mientras quedaban frente a frente, aún cubiertos por el paraguas.
-¿Qué pasa?- preguntó un poco extrañada por el cambio repentino de actitud, mientras verde y azul volvían a encontrarse.
-Respecto a las flores... significan también que, bueno, cuando una persona se las regala a otra, significa que la considera la más hermosa de todas- dijo el rubio con bastante nerviosismo, apartando su mirada.
-Pensé que lo vería más nervioso-
-Ya lo sabía, Naruto- dijo Sakura con una sonrisa.
-¿Eh?- preguntaba confundido y volviendo a mirarla. -Pero si me habías dicho que no sabías- dijo Naruto.
-Bueno, te mentí. Ino siempre me plática de eso... solo quería que tú me lo dijeras- respondió la pelirosa con un leve sonrojo en sus mejillas.
-Eres cruel, Sakura-chan- decía el rubio. -Pero... bueno, por eso también te las regalé- dijo Naruto.
-¿Por eso?- lo miró confundida.
Ambos estaban muy cerca. Ambos habían mirado los labios de cada uno un par de veces ya.
-Porque para mí tú eres eso, Sakura-chan... la más hermosa de todas- decía el rubio con bastante dificultad y con un sonrojo que, sin duda alguna, superaba al de la pelirosa.
El tiempo alrededor de la pelirosa parecía detenerse, no supo reaccionar a eso. Se sonrojo, se puso nerviosa, su corazón latía a mil por segundo. Una serie de sensaciones que la hacían repetirse: "¿Por qué no me fije antes?"
La única manera en que pudo reaccionar ante todas esas sensaciones que la inundaban fue romper la mínima distancia en un abrazo. El calor del rubio la hizo sentir bien ante una noche fría y lluviosa como esa. Él correspondió al abrazo.
Y ahí estaban, quizás en el pasado había ignorado por completo los sentimientos del rubio hacía ella, pero estar ahí con él... jamás pensó sentirse así, menos con Naruto. Pero muchas veces el destino se las arregla para acomodar las piezas.
Alzo su mirada solo para encontrarse con esos ojos azules... pero un enorme trueno los saco de su trance, solo para notar que ambos estaban sumamente sonrojados.
La lluvia comenzó a intensificarse y ambos sabían que era señal de retirarse. La pelirosa lo observo una vez más, lo abrazo nuevamente. Al separarse, sonrió, sin palabras, solo acciones. Lo beso de una manera suave en su mejilla para después girarse y correr hacía la puerta de su casa tratando de no mojarse mucho por la lluvia.
-¡Debes irte!, ¡No te vayas a enfermar por quedarte ahí parado!- dijo la pelirosa para después cerrar su puerta.
El rubio se había quedado unos segundos ahí, estático, hasta que un trueno lo saco de su trance. Se acarició la mejilla en donde la pelirosa lo beso y no pudo evitar sonreír.
-Sakura-chan es aún más hermosa de cerca... y sus labios son bastante suaves- pensaba el rubio con una sonrisa bastante amplia en su rostro, mientras corría a su hogar.
-Así que ésto es lo que se siente cuando realmente quieres a alguien...- pensaba la pelirosa mientras su espalda seguía recargada en la puerta y su corazón comenzaba a calmarse.
Definitivamente había sido una buena noche.
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