Capítulo 13: Pensamientos
Había sido una gran noche para Sakura y Naruto, habían vuelto a hablar y, aunque el rubio no lo notó, la pelirosa lo había extrañado mucho, tanto así que al día siguiente se le podía ver con una actitud más alegre que en toda la semana que el rubio no estuvo presente.
Compañeros y compañeras se lo hacían notar, se había arreglado mejor, sonreía a cualquier persona que la saludara, prácticamente parecía otra persona.
–Veo que has hablado con Naruto. Te veo muy sonriente hoy, Sakura– decía Tsunade al momento de encontrarse con su alumna en uno de los pasillos del hospital.
–Eh, bueno, si hablé con Naruto, pero no es por eso que estoy de buen humor hoy– dijo Sakura, tratando de ocultar su rostro sonrojado por las palabras de su maestra.
–No hay necesidad de que lo niegues conmigo. Pero en fin, ¿qué te dijo?– preguntó la legendaria sannin.
–Bueno... en sí no hablamos sobre lo que yo siento. Le dije que era por el trabajo que me había sentido así, no sé, no quiero decírselo tan pronto– dijo Sakura, al momento de ponerse más seria.
–¿Y tú crees que eso está bien?– preguntó Tsunade.
–No, la verdad no. Es que no lo sé, le había dicho a Ino que no quería decírselo así de repente, quería llevarlo con calma– decía la pelirosa.
–Entiendo. Pero no deberías tomarlo de esa forma, has estado detrás de una persona por muchos años, Sakura. Ahora tienes la posibilidad de ser escuchada y correspondida, claro, solo si te atrevieras a decirlo– dijo Tsunade, con un tono de impaciencia en su voz.
–Lo sé, Tsunade-sama, pero quiero que me crea y que sepa que lo digo con la sinceridad más grande que pueda haber. Estoy segura de tener la confianza de Naruto para todo... menos en ese aspecto– dijo Sakura mientras bajaba su mirada.
–No te preguntaré lo que hay más allá de esas palabras, ya encontraremos el momento para hablar sobre eso. De igual forma me alegra verte así, solo no pierdas más tiempo– decía Tsunade. –Oh, y lo digo también porque me han comentado que ahora Naruto es más "popular" entre las chicas... solo digo– dijo Tsunade mientras se dirigía de nuevo hacía su oficina.
...
El día transcurrió con suma normalidad, el hospital como siempre había tenido un día más o menos movido. Ya acercándose el atardecer, se podían divisar bastantes nubes, informando así la presencia de una tormenta.
–Maldición, va a comenzar a llover y ni siquiera traje paraguas, solo espero que Naruto si traiga uno– decía Sakura, mientras miraba el ambiente fuera de la ventana.
Un pensamiento había rondado la cabeza de la pelirosa después de haberse encontrado con su maestra, pero le servía pensarlo cuando estaba arreglando sus cosas.
–¿En realidad se ha vuelto más popular entre las chicas?, claro, si hoy en día lo conocen por las hazañas de la guerra y por salvar a Konoha de Akatsuki... de igual forma dudo que a él le interese alguna chica de esas. Sí, eso es, Naruto jamás se fijaría en una chica que apenas conoce– pensó Sakura con una sonrisa de alivio en su rostro.
...
En el apartamento del rubio se podía ver y sentir la calma, aún faltaba un poco de tiempo para pasar por Sakura, así que decidió tomarse un momento de tranquilidad y recostarse en su cama.
–Bien... no sé qué hacer con Sakura-chan. ¿La llevaré a cenar?, pero espera... ¿es una cita?, claro que no, ella nunca me dijo que sería una cita... que idiota soy. Supongo que tendré que preguntarle el por qué me pidió que pasara por ella y si ella quiere ir a cenar o algo, bueno, no me voy a quejar por ello– pensaba el rubio mientras estaba tumbado en su cama, mirando al techo.
...
Aún arreglando sus cosas y alistando unas cuantas para dejarlas hechas para el día siguiente, la pelirosa había tenido varios pensamientos con respecto a Naruto y el cómo se sentía cerca de volverlo a ver, a pesar de haberse visto la tarde y noche anterior.
–Jamás creí que llegaría a sentirme así por Naruto, ansiosa por verlo pero al mismo tiempo bastante nerviosa también, es una interesante combinación de sensaciones. Aunque... espera, ¿es una cita?, ¡Que tonta eres, Sakura!, sabes muy bien que él ya no te pide citas, tal vez debiste decirle anoche que sería una...– pensó la pelirosa mientras esperaba su hora de salida.
...
Las calles de la aldea podían apreciar a un jóven rubio caminando por ellas, pensaba en el hecho de llevarle algo a Sakura, pensó en comida cuando salía de su apartamento, pero ya le había llevado eso el día anterior, así que se le ocurrió otra idea.
–Buenas tardes– decía el rubio mientras entraba a la florería Yamanaka (o floristería, como le digan en el lugar donde viven).
–¡Naruto!, ¿qué tal?, ¿cómo te va?– preguntaba Ino emocionada, igual que siempre.
–Hola, Ino– decía el rubio. –Me va bien... más o menos– dijo Naruto mientras rascaba su nuca.
–Es raro verte por aquí, solo vienes cuando te piden un favor o por algún encargo, ¿vienes por uno?– preguntaba Ino.
–Eh... no. Ésta vez vengo a comprar– dijo Naruto mientras sonreía.
–¿Serán para Sakura?– pensó de inmediato la Yamanaka. –¿En serio?, ¿Para quién son?– preguntó la rubia con un tono pícaro.
–Bueno, eh... son para Sakura-chan. Voy de camino al hospital, pasaré por ella– dijo Naruto mientras un notable sonrojo en sus mejillas se hacía presente.
–¡Bien hecho frentona!–
–Ya veo. Entonces dime ¿qué le llevarás?– preguntó Ino.
–Estaba pensando en un ramo de gerberas, las vi en un encargo que vine a dejar hace tiempo y me gustaron. ¿Tú qué opinas, Ino?– preguntaba el rubio.
–¡Le va a regalar esas flores! ¡Que tierno!–
–Eh, bueno, yo pienso que son una excelente opción. Sin duda alguna describen perfectamente a ambos– dijo Ino con una sonrisa.
–¿A ambos?, ¿A qué te refieres?– preguntaba un Naruto confundido.
–Me refiero a que es una flor la cual representa la inocencia y una amistad pura, aunque...– decía Ino, conteniendo lo que podía la ternura por el regalo que le iban a hacer a su amiga.
–¿Aunque?– esperaba Naruto, expectante.
–Aunque es una flor que se regala cuando consideras a esa persona la más hermosa de todas– dijo Ino aún arreglando las flores.
–¡¿Eh!?– decía Naruto con bastante sorpresa. –Bueno... aunque no quiera aceptarlo y me este esforzando para dejar ese sentimiento atrás... Sakura-chan siempre será la más hermosa para mí– dijo Naruto, sonrojado hasta el punto de parecer explotar.
Ino se quedó pensando en esas palabras, sabía que había sido demasiado bueno para ser verdad, pero también sabía que el rubio no mentía al hablar así de su amiga, así que solo necesitaba un pequeño empujón, aunque le parecía tonto el hecho de que Sakura aún no quisiera decirle al rubio lo que siente por él, pero lo entendía... más o menos.
–Mira, llévate el ramo de gerberas, tómalo como cortesía de la casa– dijo Ino mientras envolvía las flores.
–¿Eh?, ¿Estás segura?, puedo pagarte por el ramo, no es para tanto– dijo Naruto mientras sacaba su monedero de sapito.
–Nada de eso. Son tuyas si me dejas darte un consejo– insistió Ino.
–¿Estás segura?, eh, bueno, adelante– dijo Naruto un poco extrañado por eso.
–Bien, dilo de forma que lo entienda pero no tanto como para que sepa lo que Sakura siente por él– pensó Ino.
–No retrocedas con Sakura ahora, los dos han pasado por mucho y la gente cambia sus sentimientos después de un tiempo. ¿Ella te ha dicho cómo se siente?– preguntaba Ino.
–Bueno, anoche me dijo que ya no sentía lo mismo por Sasuke, pero que era una persona a quien estimaba mucho– dijo Naruto.
–Al idiota se lo están diciendo claramente y aún sigue pensando en que ella sigue sintiendo algo por Sasuke-kun, si que es tarado, pero bueno, no lo puedo juzgar después de lo que Sakura me contó–
–Ahí tienes tu respuesta, sus sentimientos cambiaron. Debes buscar a quien le pertenecen ahora, es lo único que puedo decirte– dijo Ino mientras le entregaba el ramo de gerberas.
–¿Será que Sakura-chan está enamorada de alguien más?, eso definitivamente debo saberlo– pensaba el rubio. –Tienes razón en ello, Ino, creo que no me queda otra opción más que averiguarlo... aunque gracias por las flores, en serio, no era necesario– dijo Naruto con una cara de vergüenza.
–No te preocupes por las flores pero ya vete, ya casi es hora para que Sakura salga del trabajo– decía Ino mientras despedía al rubio en la puerta. –¡Y piensa en lo que te dije!– gritó Ino.
–¡Lo haré, gracias por las flores!– respondió Naruto.
Una leve lluvia se hizo presente en el camino hacía el hospital, por suerte el rubio pensó en llevar un paraguas.
–Así que el regalar gerberas significa que es la persona más hermosa para mí... siento que eso es demasiada coincidencia, me alegro mucho de haberlas escogido. Espero que Sakura-chan no sepa el significado... pero debería saberlo, es decir, Ino es su mejor amiga y ella sabe mucho de flores, no me sorprendería si lo supiera– pensaba el rubio mientras se ponía un poco nervioso. –Aunque no estaría mal si yo se lo dijera, claro que si no lo sabe... pero solo lo usaré si me quedó sin un tema de conversación.– pensó Naruto mientras sonreía y apresuraba un poco el ritmo hacía el hospital.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro