Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 12: Infancia

Ya en su apartamento, Naruto se sentía un poco en conflicto interno con él mismo, no sabía qué preguntarle a Sakura para poder saber qué le sucedía, tampoco sabía como hacer que confiara en él para que le dijera todo lo que la estaba haciendo sentir triste.

Esos pensamientos lo acompañaron toda la tarde, hasta que se dió la hora de ir a verla, salió puntual, algo que sorprendió un poco hasta a él mismo, puesto que también quería llevarle su comida favorita, el anko cubierto de jarabe, sabía que no todo el mundo giraba en torno al ramen y agradeció en sus pensamientos a Ino por haberle dicho ese dato acerca de la pelirosa.

...

Estando ya en el hospital, afortunadamente había bancas afuera para poder sentarse, así que el rubio tomó asiento y espero.

La verdad es que el ambiente fuera del hospital era tranquilo, acogedor y cálido. Una sensación que era bastante disfrutable para cualquier persona que estuviese buscando un poco de paz en ese momento.

De un momento para otro, esa paz se interrumpió por una voz despidiéndose.

–¡Hasta mañana Sakura-sama!–

–¡Hasta mañana a todos!– decía Sakura despidiéndose de sus compañeros y compañeras.

Naruto no quería admitirlo, se había hecho a la idea de superar ese amor por la pelirosa, pero mirarla tan radiante lo hacía caer siempre. Podía resistirse a casi cualquier situación o amenaza... pero no a ella.

–Eh, hola, Sakura-chan– dijo Naruto con una sonrisa en su rostro, mientras se levantaba de la banca.

Ambos se miraron mutuamente. La pelirosa se quedó inmóvil al mirarlo ahí, no sabía que había vuelto de su misión, y una sensación de nervios la comenzó a invadir, pero aún así decidió fingir normalidad, algo que Naruto no notó (como siempre), lo cual ella agradecía.

–Hola, Naruto... no sabía que ya habías acabado tu misión, ¿cuándo volviste?– preguntaba Sakura.

El rubio sabía que estaba muerto si le decía la verdad, pero no le quedó otra opción.

–Bueno, eh... regresé hace un par de días– dijo Naruto con vergüenza en su rostro.

–¿Qué? ¿Es en serio?– preguntaba la pelirosa en un tono calmado, algo que alivió al rubio. –¡¿Un par de días!? ¡¿Y ni siquiera tuviste la decencia de avisarme que habías vuelto o que estabas bien!?– exclamó Sakura, bastante enfadada.

Él no le temía a casi nada, solo al capitán Yamato cuando hacía esas caras para asustarlo, amenazándolo de usar métodos draconianos... pero ver a ese cerezo lleno de furia era algo que asustaría a cualquiera.

–¡No, no, no es eso!, es que la misión me dejó muy cansado y no había salido de mi apartamento hasta hoy, no quise avisarte porque pensaba que estarías ocupada con tu trabajo, así que no qu...– se escudaba el rubio, hablando bastante rápido, cuando unos brazos lo rodearon en un abrazo bastante agradable.

–Idiota...– dijo la pelirosa, abrazándolo.

Naruto se quedó un poco sorprendido por la reacción de Sakura, no solo por el abrazo en sí, sino por el hecho de que no lo mando a volar de un golpe.

El rubio solamente pudo corresponder al abrazo con su brazo derecho, puesto que el otro lo tenía ocupado con la comida que había llevado.

–Perdona, Sakura-chan, no quise preocuparte... la próxima vez te avisaré, es una promesa– decía Naruto, mientras le sonreía a la pelirosa, que ya se había apartado. –¡Por cierto!, te traje tu comida favorita. Pensé que quizás habías tenido un día duro y decidí traerla de camino hacía aquí– dijo el rubio con una sonrisa, que solo cierta pelirosa podía generar.

–¿Cómo sabías que esa es mi comida favorita?, pensaba que todo era ramen para tí– decía Sakura mientras reía.

–Bueno, para tu información, lo supe por Ino hace ya un tiempo, perdóname por saber ese dato sobre ti– decía el rubio un poco triste.

–Bien, bien. Te perdono que no me hayas avisado de tu regreso por ésta ocasión, solo porque en realidad me encanta esto– dijo la pelirosa mientras disfrutaba la comida.

...

Las calles de la aldea podían ver nuevamente a esos dos caminando juntos, era algo de lo más común puesto que habían sido compañeros y amigos desde hace ya mucho tiempo, pero ésta vez la gente los miraba de manera un poco más discreta, algo que la pelirosa no tardo demasiado tiempo en notar.

–¿Te has fijado en que la gente nos mirá como si se sorprendieran por vernos juntos?– preguntaba Sakura.

–¿Eh? ¿En serio?– decía Naruto mientras miraba a sus alrededores. –Quizás te ven a ti, he escuchado que eres la sensación entre las personas que aspiran a ser médicos, "Sakura-sama"– dijo el rubio, generando un leve sonrojo en la pelirosa.

–No te burles... aunque me gusta que me llamen así– decía Sakura, mientras le golpeaba el brazo levemente. –Pero volviendo a lo otro, creo que es muy raro que sea por eso. Quizás es porque estoy caminando con el héroe de la guerra ¿no crees?– reía un poco la pelirosa.

–Ambos somos héroes de la guerra, Sakura-chan, yo creo que es por ti– dijo Naruto, mirándola. –De igual forma no hay que tomarle importancia, al menos no son miradas de desprecio y eso se los agradezco– dijo riéndose.

La pelirosa se quedó pensando en eso último, recordó cuando pudo ver los recuerdos de Naruto gracias a que el chakra del kyubi los cubría, pero nunca le había preguntado a fondo sobre su niñez y todos esos años en los que ni siquiera sabía de su existencia.

Incluso el rubio pudo notar que Sakura se veía bastante pensativa respecto a algo, así que no dudo en preguntar.

–¿Qué pasa, Sakura-chan?– preguntó Naruto, sacando a la pelirosa de sus pensamientos.

Conócelo aún más– eran las palabras que recordaba la pelirosa de la última plática que había tenido con su maestra.

–¿Puedo preguntarte algo?– preguntó Sakura.

–Eh, claro Sakura-chan, adelante– dijo el rubio, un poco extrañado.

–Aún recuerdo esa ocasión en la cual nos cubriste con el chakra de Kurama... pude ver los recuerdos que tenías más profundos, aunque fueron solo algunos– decía la pelirosa. –¿Cómo fue tu infancia, Naruto?– preguntaba Sakura, no sabía si era algo prudente, pero quería conocerlo más.

El rubio había quedado pensante ante esa pregunta, no le molestaba, de hecho le hacía felíz que Sakura sintiera interés en él, así que no pudo negarle una respuesta.

–Que preguntas haces, Sakura-chan... pero fue un poco complicada– dijo Naruto, mirándola.

–¿Complicada?– preguntó la jóven médico.

–Complicada porque, al igual que muchos niños, yo perdí a mis padres el día que Kurama atacó la aldea mientras estaba siendo controlado– dijo el rubio, mientras seguían caminando.

–Bueno, eso lo sé, pero me refiero al hecho de los demás años después del fallecimiento de tus padres, eres el hijo del cuarto y no lo supe hasta la guerra, y parece que muchas personas en la aldea tampoco lo saben o sabían– dijo Sakura.

El rubio centro su mirada en el camino que tenía al frente, como había pensado, le gustaba el hecho de que Sakura quisiera saber más de él, puesto que eran amigos.

Pero al mismo tiempo, también tenía un sentimiento de tristeza por recordar aquello, aunque eso no dejaría que lo pusiera triste, se abriría a la pelirosa para que ella pudiera decirle el motivo de su tristeza que Iruka y Hinata le habían comentado.

–Es algo larga, pero aquí va– decía Naruto, mirándola. –El día que mis padres murieron, lo hicieron para defender la aldea y sellar a Kurama dentro de mí. Mientras él era controlado, hizo mucho daño a la aldea y todo eso. Por alguna razón, las personas después de ese suceso creían que yo era, en aquel entonces, el zorro que los mataría o que Kurama tomaría posesión de mi cuerpo y destruiría la aldea...– Naruto hizo una pausa.

–Entiendo... recuerdo que siempre pintabas los rostros de los hokages o querías llamar la atención, ¿Eso tiene algo que ver?– preguntó la pelirosa.

–Eso era una parte de todo ello. Muchos me miraban con desprecio, otros me insultaban, incluso me llamaban asesino. Pude escuchar varias veces cuando padres prohibían a sus hijos jugar conmigo... creo que por eso no tenía muchos amigos por aquel entonces– decía Naruto, riéndose. –Era un niño, así que no entendía por qué lo hacían... es por eso que surgió mi sueño de convertirme en hokage, no para sentirme importante o algo por el estilo, sino para obtener el respeto de todos, para que me conocieran como "Uzumaki Naruto, el Hokage", ya no como el jinchuriki del kyubi... aunque debo reconocer que hice un gran amigo gracias a eso– decía el rubio, mientras tocaba su sello por encima de la ropa. –Y creo que eso es todo– dijo Naruto, mientras cerraba los ojos y le sonreía a la pelirosa.

Sakura solo pudo mirar esa sonrisa cálida y sincera que había en el rostro del rubio, no podía entender, ni siquiera podía imaginar por lo que tuvo que pasar Naruto para convertirse en lo que era ahora. El sufrimiento, el dolor, la soledad.

Muchos se habrían hundido en la oscuridad de haber estado en tu lugar, quizás hubieses desertado al igual que lo hicieron muchos jinchurikis o quizás hubieses buscado venganza en contra de la aldea al igual que Sasuke, pero preferiste quedarte, soportarlo y superarte... y ahora nos has salvado muchas veces, sin pedir nada a cambio. Incluso yo llegué a criticarte por tu actitud sin entender ni una sola porción de todo ese dolor que había en tí y te aseguro que siempre me arrepentiré por ello, por esa razón es que... nunca más te volverán a despreciar. Jamás volverás a estar solo– pensaba Sakura.

La pelirosa lo tomó del brazo, algo que lo hizo sonrojar, y siguieron caminando.

–Sakura-chan... no era para que me tomarás del brazo, solo respondí tu pregunta– dijo el rubio, riéndose un poco.

–¿Sabes?, eres un experto en arruinar momentos así. Ahora cállate y sigue caminando– dijo Sakura, con un leve sonrojo en sus mejillas.

–¿Experto en arruinar momentos así? ¿Habíamos tenido momentos así?– se preguntaba un Naruto confundido, aunque sí, ya habían tenido momentos así Y TODOS LOS ARRUINO.

...

Pasaron unos minutos más caminando, en silencio, un silencio que agradaba ante una noche tan tranquila. Pero pasaron a cenar un poco de ramen en Ichiraku, ya que, aunque la pelirosa no lo admitiera frente a él, extrañaba comer acompañada de ese tonto.

–Ahora me toca a mí preguntarte algo, Sakura-chan– dijo Naruto, captando la atención de la pelirosa.

–Seguro, adelante-– aprobó Sakura.

–Hace unas cuantas horas me encontré con Iruka-sensei y después con Hinata... ambos me dijeron que te habían visto un poco decaída estos días. ¿Pasa algo, Sakura-chan?, sabes que puedo ayudarte en lo que me pidas– dijo el rubio.

La pelirosa no sabía que contestar, pero sabía que aún era pronto para tirarse de lleno en los sentimientos que tenía por el rubio, quería llevar las cosas con un poco de calma.

–Si es por Sasuke, estoy seguro que él no tardará mucho tiempo en volver, si es lo que te preocupa– dijo el rubio, mientras comía, eso le ayudaba a disimular más su tristeza al pronunciar esas palabras.

–No es por Sasuke... ya he sentido suficiente tristeza por él en el pasado, ahora que está libre de todo sentimiento de venganza u odio, me siento muy feliz por él. Pero no es por Sasuke que me había sentido así– contestó la pelirosa.

Jamás creí escuchar eso de Sakura-chan... aunque, pensándolo bien, tiene sentido– pensó el rubio.

–¿Entonces por qué era, Sakura-chan?– preguntó Naruto.

La pelirosa sabía que era buena con las palabras, así que no tardo mucho en poner una mentira pequeña para no hacer notar lo que verdaderamente sentía.

–La verdad es que era por el trabajo– se escudo Sakura, era una mentira perfecta.

–¿Por eso? ¿estás segura?– preguntó Naruto, algo desconfiado de esa respuesta.

–Bastante segura. Han sido unos días un poco difíciles, creo que por eso he estado así– dijo Sakura, disimulando todo lo posible al comer.

El rubio sabía que había un poco más detrás, pero prefirió no insistir, lo menos que quería era ponerla de mal humor con todo ese "estrés" que probablemente había en su trabajo.

–Bueno... yo creo que eres bastante capaz de un puesto así, "Sakura-sama", no te preocupes por ello, estoy seguro de que lo estás haciendo de maravilla– dijo Naruto, con una sonrisa amplia en su rostro.

Aunque no haya sido por trabajo, me gusta escucharlo dándome ánimos– pensaba Sakura.

–Gracias por eso, en serio lo necesitaba... aunque, pensándolo bien, deberías considerar cambiar el "chan" por el "sama"– dijo la pelirosa, riendo.

–Puedo hacerlo si a ti te parece bien. ¿Te parece bien?– preguntó el rubio, en tono sarcástico.

–Mmm... no, la verdad es que no. Me queda mejor el "chan"– le contestó, sonriendo.

...

El rubio decidió acompañarla de regreso a casa, riendo, sonriendo, platicando sobre lo que pasaba actualmente en la aldea.

Sobre que Neji y Ten Ten se veían más unidos, algo que Naruto pudo notar en su misión que había tenido con ellos.

Sakura mencionaba el hecho de que Temari visitaba más seguido Konoha y se le veía más tiempo con Shikamaru, lo recordaba bien porque a Ino le emocionaba ver a ese genio-holgazan enamorado, aunque él lo negaba todo el tiempo.

Y así fue hasta que, de nueva cuenta, despidió a la pelirosa en la puerta de su casa, no sin antes que ella le diera un abrazo.

–Naruto... te juro que estamparé mi puño en tu rostro si vuelves a dejarme con esa preocupación por días y no tengas la decencia de avisarme que estás bien, ¿Entendido?– sentenció la pelirosa con una sonrisa cuando se despedían.

El rubio comenzó a sudar un poco frío y no tuvo más remedio que aceptar.

–S-si, Sakura-chan, entendido– dijo Naruto, con temor en su rostro.

–¡Bien!, ya debes irte, se hace más tarde– dijo sonriéndole.

Es mejor no volverla a hacer enojar... me hará pedazos– pensaba el Uzumaki. –¡Hasta pronto, Sakura-chan, descansa!– decía Naruto mientras comenzaba a alejarse.

Sakura lo miraba alejarse y no pudo contenerse en decirle lo que pensaba.

–¡Oye, Naruto!– dijo la pelirosa, haciendo que el rubio se detuviera y volteara a verla nuevamente.

–¿Qué pasa, Sakura-chan?– contestó el rubio, un poco extrañado.

–Bueno, eh... me preguntaba si mañana podías pasar por mí después del trabajo– dijo con un tono de nerviosismo.

¿En serio me está pidiendo eso?– pensó un poco nervioso. –Eh, cla-claro que sí, Sakura-chan, ahí estaré– dijo.

–Bueno... entonces supongo que te veo mañana– respondió con una sonrisa en su rostro y algo sonrojada.

Afortunadamente la poca luz del lugar hizo lo suficiente para que no se notara.

–Entonces mañana nos vemos, Sakura-chan– contestó con una amplia sonrisa.

El rubio dió media vuelta y comenzó a caminar de nuevo hacía su hogar.

Sakura tuvo un sentimiento cálido al mirarlo alejarse, sabía que lo volvería a ver al día siguiente y eso la aliviaba demasiado, era algo que nunca había sentido, ni en su etapa de genin mientras su corazón le pertenecía a Sasuke.

Su corazón siempre iba a mil por segundo cuando lo abrazaba, aunque no era una sensación que le disgustara, eran esos pequeños momentos de debilidad que, de cierta forma, esperaba que Naruto los notase y comenzara a darse cuenta sobre sus sentimientos actuales.

Al mirarlo alejarse, pensaba también en el alivió de hacerle saber que Sasuke no era más que una persona a quien ahora estimaba mucho. Era un peso que se había quitado de encima cuando se lo hizo saber al rubio.

Hasta mañana, tonto– pensó sonriendo al verlo girar en una esquina.

Le alegraba poder tenerlo cerca nuevamente.

...

Caminando hacía su apartamento, una voz le habló al rubio desde su interior.

Así que la chica médico de nuevo ¿eh?– preguntaba Kurama.

–Pensé que estarías dormido– dijo Naruto, sonriendo.

Con toda esa charla no pude dormir bien, fue incómodo mirar como derramaban dulzura todo el tiempo. Los humanos son muy sentimentales– dijo Kurama.

–¿Eh? ¿A qué te refieres?– preguntaba el rubio.

Niño, eres el ninja más poderoso que está vivo en la actualidad y eres un candidato a próximo hokage, pero eres muy idiota para ver las cosas– dijo Kurama, burlándose del rubio.

–¡Me serviría mucho si te explicaras!– exclamaba Naruto.

Mmm...– hubo una pausa que mantenía expectante al Uzumaki. –No– respondió Kurama, con un bostezo.

–¿Eh?, ¿Por qué no?– preguntaba el rubio, triste por la respuesta.

Es mejor que te vayas dando cuenta tú mismo. Solo te diré que el mocoso Uchiha ya quedó en segundo plano con éste tema, aprovecha eso.– dijo Kurama, serio ésta vez.

–¿Eh?, no lo entiendo del todo, pero ahora prestaré más atención cuando esté con Sakura-chan... aunque no me vendría nada mal si me lo dijeras tú...– dijo Naruto, casi rozando en la suplica.

Sigues siendo un tarado sin remedio, pero ésta vez no te ayudaré. Presta más atención de ahora en adelante. Ahora déjame descansar– dijo Kurama, comenzando a cerrar sus ojos.

Creo que no me queda otra opción más que prestar atención, aunque no me puedo quejar– pensaba el rubio, mientras recordaba el momento en que Sakura lo tomó del brazo y el momento cuando lo abrazo fuera del hospital.

Miró a la estrellas y no pudo evitar sonreír, y así, nuevamente siguió su rumbo a casa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro