Habían pasado un par de días desde que Naruto había regresado a la aldea después de su última misión, lo había cansado mucho y apenas veía a sus amigos, por no decir que solo entregó el reporte de la misión y se encerró completamente en su apartamento.

Algo que no pensó el rubio fue en sus reservas de comida, puesto que solo había para preparar ramen y ramen instantáneo.

Al final de todo se hartó de ello, puesto que no sabían igual de bien como lo que preparaba el viejo Teuchi, el viejo era un profesional en ello, un dios del ramen. El rubio sintió que era, de cierta forma, una manera de faltarle el respeto a su comida más sagrada si seguía haciéndola por el mismo.

Sin más que pensar, salió por un buen tazón de ramen.

...

Ya en Ichiraku, se encontraba comiendo, muy a gusto y sus ánimos parecían volver, el ramen de allí ciertamente le devolvía la felicidad siempre que era requerido.

Una vieja voz lo saludo sentándose al lado de él.

–Hola Naruto, no sabía que ya habías vuelto de tu última misión– dijo Iruka al momento de sentarse.

–Hola, Iruka-sensei, perdone por no avisarle, pero la última misión me dejó bastante exhausto y no había salido de mi apartamento hasta ahora– le contestó el rubio con una sonrisa.

–Bueno, eso lo explica todo, aunque me parece raro no verte con Sakura, y menos que no le hayas avisado que ya volviste, antes de que salieras de la aldea, los veía juntos casi todo el tiempo– mencionó Iruka después de ordenar su comida.

–Ella tiene sus ocupaciones con su trabajo, pero me ayuda a estudiar y a veces la invitó a comer, como agradecimiento por tomar parte de su tiempo en ayudarme– contestó el rubio mientras comía.

–Entiendo, parecería que son pareja al verlos tan juntos casi todo el tiempo– dijo Iruka sonriéndole al rubio.

Naruto casi se ahoga con la comida después de escuchar eso.

–¿Pero qué dice Iruka-sensei?, Sakura-chan y yo solamente somos amigos– dijo Naruto riéndose de forma nerviosa.

–Dije que pareciera que fueran pareja, jamás dije que lo fueran– decía Iruka riéndose por la actitud que había tomado el Uzumaki. –Aunque, he visto a Sakura un poco decaída estos días, le he preguntado el por qué de su actitud, pero siempre me dice que es por su trabajo... no tendrás nada que ver con eso ¿cierto, Naruto?– dijo Iruka con una mirada fija en el rubio.

El rubio ya había terminado de comer, ahora con toda su atención en lo que decía Iruka, no podía pensar en por qué Sakura se sentía así, quizás era por el hecho de que Sasuke había partido nuevamente hace ya casi un par de meses.

–En verdad no lo sé, Iruka-sensei, yo tampoco creo que sea por su trabajo, es decir, pareciera que tiene control sobre el tiempo por todo lo que hace... quizás es por Sasuke– dijo Naruto con una mirada triste, mientras veía el tazón vacío.

–¿Sasuke?, ¿estás seguro de ello?, es decir, hace un par de semanas ella parecía bastante contenta después de pasar tiempo contigo, como si fuera otra persona... yo creo que Sasuke no tiene nada que ver– dijo Iruka.

Naruto se quedó pensando en ello, para él no tenía sentido que Sakura se sintiera así, Sasuke seguramente le había prometido que regresaría.

Aunque también pensaba en lo que dijo Iruka, pensó que era un poco raro el hecho de que Sakura estuviera triste por él, no le había dado motivos para hacerla sentir así.

–Quizás debería hablar con ella para saber cómo está, no había pensado en cómo se debía sentir en todo éste tiempo... creo que por eso se siente un poco triste– dijo Naruto mientras se levantaba de su asiento. –La buscaré después de su trabajo esta tarde, gracias por avisarme de ello, Iruka-sensei– decía el rubio mientras se despedía.

–No cabe duda. Sigue siendo el mismo despistado de siempre– pensaba Iruka al verlo marcharse.

...

Para bajar un poco la comida, Naruto se encontraba caminando de regreso a su apartamento, pensaba mucho en las cosas que había platicado con Iruka, en por qué Sakura se estaría sintiendo así, pensaba en el hecho de que Sasuke aún la lastimaba, incluso después de haberse ido por su viaje de redención, era algo que no le agradaba del todo, pero era su amigo y entendía el motivo de su partida.

De pronto, una voz suave y dulce lo sacó de su pensamientos.

–Hola, Na-Naruto-kun– decía Hinata, y como era habitual, sonrojada a tal punto que parecía a punto de explotar.

–Oh, hola Hinata, no te había visto, iba distraído pensando en unas cosas– le dijo el rubio con una sonrisa.

–¿Co-cómo estás?, escuche que habías vuelto de tu misión hace un par de días, pero no te había visto– dijo la jóven Hyuga.

–Cierto... bueno, la última misión me dejó bastante cansado y decidí pasar un par de días descansando en mi apartamento, solo que hoy salí a comer un poco de ramen– dijo Naruto.

–¿Por qué tu última misión fue tan cansada?– preguntó Hinata, para al menos acompañar un poco a Naruto mientras caminaban.

–Teníamos que ir a distintos pueblos cerca de aquí, habían reportes de criminales que se la pasaban viajando de pueblo en pueblo haciendo vandalismo. Creí que Neji te contaría algo, fuí con él, Ten Ten y Lee– dijo Naruto.

–N-no, la verdad es que no me habló de eso. Quizás se le olvidó– dijo Hinata, apartando la mirada hacía el frente, con un leve sonrojo en sus mejillas.

Mientras iban caminando y platicando sobre la misión de Naruto, Hinata notaba que el rubio pretendía estar en esa conversación, pero sus ojos parecían estar distraídos. Reunió un valor que no supo de donde sacó y preguntó.

–¿T-te preocupa algo, Naruto-kun?– preguntó Hinata.

El rubio se sorprendió por ello, no pensaba que fuera tan obvio el hecho de que algo le estuviera preocupando.

–Eh... bueno, es sobre Sakura-chan– decía el rubio. –Iruka-sensei me dijo que estos días la ha notado un poco triste– dijo el rubio, bajando su mirada hacía el suelo.

–Ya veo... es lo que todos dicen cuando la ven, incluso Ino me ha preguntado muchas cosas para verificar si sabía algo sobre la actitud de Sakura-san– decía Hinata. –Pero es raro que a nadie le ha dicho por qué está así. Pero Ino y Shikamaru llegaron a la conclusión de que posiblemente se trataba de ti– dijo Hinata sin reparos.

Naruto volvía a escuchar que quizás era por él, era algo que le preocupaba, puesto que no le había dado motivos para que se sintiera así... ¿o sí?, era algo que le hacía ponerse un poco inquieto.

–¿Por qué sería por mí?, es decir, estuve fuera por varios días, pero creo que no es para tanto, yo llegué a la conclusión de que es por Sas...– antes de que pudiese terminar lo que iba a decir, Hinata lo interrumpió.

–Q-quizás te extraña, Naruto-kun... es decir, Sakura-san ha estado muy ocupada con su trabajo últimamente, todos saben que tú e Ino son las únicas personas que la hacen sentir bien– dijo Hinata.

La jóven Hyuga sentía un poco de tristeza al hacérselo saber a Naruto de esa manera bastante clara, pero sabía que era para ayudar a una amiga y eso era lo más importante en ese momento.

Naruto por su lado se quedó muy pensativo. No sabía que el trabajo de Sakura fuera tan estresante.

–Entonces definitivamente si iré a ver a Sakura-chan después de su trabajo. La verdad es que hace días no la veo y extraño pasar tiempo con ella– dijo Naruto con una sonrisa amplia en su rostro.

La mezcla de felicidad y tristeza inundo a Hinata por dentro, se sentía felíz de verlo sonreír de esa manera, pero sabía que sus posibilidades con él eran casi nulas, esa sonrisa que emitió el rubio solo podía generarse gracias a una pelirosa.

–Te deseo la mejor de las suertes, Naruto-kun, y saluda a Sakura-san de mi parte– dijo Hinata con una sonrisa.

–Lo haré y muchas gracias, Hinata, me alegro mucho de tener a una gran amiga como tú– le decía el rubio, al momento de despedirse y tomar rumbos diferentes.

–Lo que sea... solo por verte felíz, Naruto-kun– pensaba la jóven Hyuga cuando lo miraba alejarse.