Realmente no estoy segura de cómo termine aquí, en un momento estaba cayendo de la azotea del departamento de mi amiga, y en el siguiente me encontraba mirando un enorme zorro rojo-naranja gigante de nueve colas... si no estoy mal nueve fucking colas.

Mejor volvamos atrás para que entiendan mejor lo que paso. Hola, me llamo Madeleine Messina y yo era una chica normal de 18 años de edad, era una chica más o menos normal nos encontrábamos en verano y estaba en el departamento de mi amiga Melisa Fernandez, estábamos charlando de cómo nos fue este primer año en la universidad, de los animes que aviamos visto, de lo que nos molestaba y muchas cosas (o más bien ella hablaba y yo daba respuestas a lo que me preguntaba), mientras hacíamos eso ella me propuso ir al balcón de su departamento, una vez allí ella me agarro de mi muñeca y me sentó obligadamente junto con ella en la valla del balcón yo no quería pero ella no me soltaba, seguimos hablando y cada tanto intentaba decirle que me soltara y nos bajáramos de allí, se ve que mi insistencia le hizo gracia porque me soltó y me dijo

-Ni que nos fuéramos a caer- para golpearme juguetonamente en el brazo, no debió haber dicho eso, puede que no me allá golpeada fuerte pero yo no estaba preparada por lo cual su golpe me hizo perder el equilibrio y termine cayendo desde el quinto piso al piso de concreto, luego de sentir el horrible dolor de la caída todo quedo rápidamente en negro.

Aquí está la parte extraña. Parpadee

¿No entiendes que es lo extraño? Los muertos no parpadean.

Me di cuenta que estaba en una especie de cueva, por lo cual no podía estar en un hospital. Mi corazón latía rápidamente. Reaccione cuando un estrepito y un rugido resonó por toda la cueva como las explosiones de fuegos artificiales.

CRASH

¡Voy a poner una barrera!- grito una voz inquietantemente familiar, que la lógica dijo que no debería entender

ROAR

Mi pecho vibro y me moví de puro instinto

¿Eh?- dijo una voz femenina confusa, pero conocida. Es entonces cuando el pánico empezó a llegar, estaba en cuatro patas por lo cual rápidamente me intente parar, tenía que mirar, solo tenía que confirmar que no era una ilusión. No había manera de que ese rugido era Kurama. De que esas voces fueran de Minato y Kushina.

Oí llorar un bebe, mire arriba.

Mierda

Hubo Kushina, en el suelo con bolsa en los ojos, cadenas de chackra salían de su espalda atándose alrededor de un muy enojado y gigante zorro, Kurama. Minato no se quedo demasiado lejos sus agudos ojos azules estaban mirándome a mí.

Me quede sorprendida con el tamaño de Kurama en comparación de Kushina, Minato y yo. Los arboles se movían alrededor de modo realista... de hecho todo parecía real. Fue uno de esos momentos en los casos que los gráficos de los videojuegos eran tan reales.

-Eres tú... Kouha?!- pregunto preocupada Kushina, entonces una mujer apareció rápidamente en el lugar, justo al lado mío tenía el pelo largo rojo, ojos rojos-rosado oscuro, piel pálida, era de altura media y era delgada aunque no en exceso, ella rápidamente escaneo el lugar hasta que me vio parecía que quisiera acercarse a mí pero volteo hacia la dirección de Minato, y cambio de idea rápidamente fue corriendo hacia él y... lo empujo, si lo empujo y continuo con los sellos que él estaba haciendo cuando termino dijo

-¡Shikki Fujjin!- entonces como un demonio del infierno, el Shinigami apareció y agarro una parte del chackra del Kyuubi y... lo acerco a mi... ¿¡Qué demonios?!, intente apartarme pero no lo logre entonces empecé a sentir un enorme ardor en mi cuerpo en especial en mi estomago

-Akako ¿Qué estás haciendo?- grito preocupado Minato

-Cállate baka, si tienes tiempo de hablar, tienes tiempo de hacer un sello en Kouha- dijo firmemente la mujer, Minato se le quedo mirando pero rápidamente se me acerco, movió mi ropa y empezó a escribir en mi estomago.

Naruto seguía llorando en el altar de sellado.

Espera no es esta la parte en la que-

Preocupada me intente acercar rápidamente

No- grite a la vez que me intentaba pararme y acercarme.

Me abalance al mismo tiempo que Kurama paso a Naruto con sus garras.

Bueno, me abalance y me caí en mi rostro ya que me sentía muy agotada, sin mencionar ese dolor que parecía recorrerme todo el cuerpo, logre levantar la mirada. Para entonces ya era demasiado tarde, la garra paso a travez de Kushina, Akako (por alguna razón al ver a esta en particular me sentí muy triste y desesperada) y Minato (el cual rápidamente se lanzo en el camino de la garra para proteger a su hijo), la sangre de los tres salpico todo mi cuerpo, estaba a tan solo unos metros del altar de sellado. La mujer pelirroja, Akako, tenía la mirada clavada en mí mientras la sangre escurría de sus labios, entonces volteo a ver a Kushina y al verse a los ojos asintieron.

-Kushina, dile adiós a tu hijo- dijo, y después volteo a mí, sus ojos se suavizaron mientras me miraba- Ten cuidado Kouha, y recuerda siempre que cof cof yo cof cof te quiero- dijo mientras me sonreía, mientras eso pasaba Kushina se despedía de su hijo, cuando termino volteo hacia mí.

-Kouha, si pasa algo, ¿puedes cuidar a mi hijo?- pregunto mientras me miraba

Esto tiene que ser un sueño esto tiene que ser un sueño, no puede ser que esto sea real. Pero espera en un sueño no se puede morir, recuerdo morir, realmente lo hice entonces como... no importa

-Sí, si lo hare- respondí en japonés instintivamente, aunque note que mi voz estaba extraña. Kushina y Minato me sonrieron mientras tosía sangre

-Yo también debería despedirme- dijo Minato pero Akako lo corto

-No, no tienes que hacerlo

-¿Qué quieres- No, no lo harán

-Lo siento Minato así debe ser- respondió Kushina, en ese momento Akako grito

-Fuuin- entonces el Shinigami agarro otra vez al Kyubi y lo acerco a Naruto para sellarlo luego se eso atravesó con su espada a las dos mujeres, fue entonces cuando perdí el conocimiento.