Sintió el viento azotar con fuerza su largo cabello. Había huido del palacio y estaba cabalgando a su preciado Eques (caballero). Su pelaje negro como la noche se movía con fuerza mientras aumentaba su velocidad al sentir el enojo de su dueña.

-maldito seas Claude!.

Estando en medio del campo y cabalgando a toda velocidad grito a los 4 vientos su odio al emperador.

Cuando se detuvo bajo un gran árbol se tiró al suelo y gritó como hace 2 años. Eques al ver que se tranquilizó se acercó y mordió su cabello.

-qué se supone que haga?.

El caballo se acostó a su lado y ella se apoyó en él.

Estuvo varios minutos en silencio tratando de pensar con claridad pero no podía. Solo quería moler a golpes al rubio teñido. No podía ir con esa anciana del pueblo, que ni siquiera sabía su nombre, ya que ésta hace 1 mes se fue de viaje a quién sabe dónde.

-"tengo que pensar muy bien las cosas o sino los magos se darán cuenta del tipo de magia que usó....además de qué mierda charlare cuando esté con Claude?, maldición".

Volvió a fruncir el ceño cerrando sus ojos y tratando de tranquilizarse.

Solo esperaba que nadie más decida hacer algo para perturbar su existencia o causar algún cambio en sus planes.

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Para qué demonios pensó en eso.

Miro neutra al hombre albino ante ella.

-princesa, es una sorpresa verla por estos lados.

Se mordió la lengua para no insultar al duque ante ella.

Ante ella estaban Roger Alfierce, Isekiel Alfierce y...el medio muerto de su tío.

La vida la amaba, eso estaba claro.

Cuando volvió del campo dejó a Eques en el establo de unos campesinos. Quienes eran aliados de la princesa, por su estupida gula decidió recorrer el pueblo y comer algo dulce y justo cuando estaba por volver se chocó con esos tres.

Decidió sonreír con amabilidad y tragarse su enojo.

-Duque Alfierce es un gusto por fin conocerlo.

El oji ámbar le sonrió con falsedad y la examino de pies a cabeza logrando irritar a la rubia.

-tiene algo que decirme? -los albinos se exaltaron cuando notaron el tono de la princesa. A pesar de que una capa cubría su cabello se podía ver sus ojos brillantes.

-n-no...solo que estaba sorprendido por su aparición, además de que es la primera vez que nos vemos -una gota de sudor corrió por su mejilla al notar el brillo sádico en la menor -por cierto princesa, escuché que el emperador la nombró princesa....!!!

Nuevamente se volvió a sorprender cuando Athanasia lo miro con una leve sonrisa y sus ojos destellaron de furia y frialdad. Parecía querer arrancarle la cabeza en ese mismo momento.

-hn, las noticias corren rápido, duque.

El albino por inercia retrocedió dos pasos y sonrió nervioso.

El azabache solo sonrió divertido ante la actitud de su sobrina. Se esperaba otra cosa pero podía notar que ella no era nada a como los rumores la describían.

Ella era una joven sufrida, sin autoestima, que nunca sonreía, que siempre buscaba la atención de su padre, que siempre se la pasaba haciendo de todo por tener algo de atención de Claude, que era ignorada y odiada por el emperador.

Patrañas!.

Esa niña no era nada a como los rumores decían.

Ante él estaba una niña fuerte, llena de orgullo, que demostraba quién mandaba. Y en sus ojos demostraba el odio e irritación al hablar de su padre.

-"puede que ella me sirva en el futuro....aunque es extraño, ella debería de causarme algo de incomodidad ya que debió de haber heredado el poder de Claude pero...al estar cerca de ella me siento cómodo, como si fuéramos del mismo bando".

Estrechó sus ojos mirando atento el mana en el interior de la rubia. Pero allí solo se mostraba una luz celeste demostrando que había heredado algo del poder de Claude.

-él es mi hijo, Isekiel Alfierce.

El albino menor le sonrio con amabilidad.

-mucho gusto princesa.

Estrecho sus ojos ante el brillo del protagonista masculino de la novela y luego miro con fastidio que las mujeres a su alrededor quedaron encantadas con el albino.

-"maldición está llamando la atención, por suerte nadie se dio cuenta de lo que estamos hablando pero si esto sigue así se armará un alboroto cuando sepan mi identidad".

Sonrió con falsedad al chico 3 años mayor que ella para luego mirar al azabache que la había estado mirando desde hace rato.

-fue un gusto haberlos conocido, pero como se darán cuenta no es el lugar indicado para hablar.

Su sonrisa amable y serena engañaba muy bien a los Alfierce pero no al azabache. Después de todo son familia.

-le gustaría que la acompañemos al...

-Duque Alfierce fue grato hablar con usted pero...le pido humildemente que este encuentro no llegue a oídos de ciertas personas.

Sonrió con un brillo oscuro en sus ojos dándole a entender que si bien ella estaba allí a escondidas del emperador si éste se enteraba que estuvo allí les iría muy mal.

-....como desee princesa.

El Duque bajó levemente la cabeza igual que su hijo haciendo sonreír a la rubia. Cuando se estuvo por ir volvió a mirar al azabache.

Los dos se miraron por unos momentos hasta que él le sonrió.

-fue un gusto haberla conocido princesa Athanasia.

Ella lo miro neutral por unos momentos para luego sonreírle con burla y diversión.

-tambien fue un gusto conocerlo.

Sin más que decir siguió su camino siendo vista por los tres hombres.

-"en verdad sus ojos se parecen a los de Zenit pero no son iguales, la princesa parece esconder algo muy oscuro...aunque es hermosa".

A pesar de admitir que sentía algo por su prima la bella sonrisa de la princesa y esa mirada llena de fuerza y liderazgo hizo remover su interior.

-"maldición, no me esperaba que el emperador ponga sus ojos en esa niña justo cuando faltaba tan poco para el debut, tengo que hacer algo antes de que sea demasiado tarde...además parece que algo cambió en ella, debo de planear todo muy bien o me irá mal".

El tan solo recordar la fría mirada de la menor lo hacía estremecer. Esa mirada no era normal.

Parecía la mirada de un depredador.

El azabache simplemente sonrió dejando ver por unos segundos un brillo en sus ojos.

Esa princesa le llamo la atención.

Parece que iba a tener algo de diversión en su plan.

Aunque si sus nombres eran parecidos significaba que su sobrina tenía su mismo destino?.

O no.

Miro aburrida el vestido ante ella. Cuando llego Lily la regañó un poco ya que ahora que capturó la atención del emperador sería peligroso si éste se enteraba que ella se escapa para ir al pueblo.

Las sirvientas la cambiaron con rapidez para luego ser acompañada por lillian hasta la salida del palacio rubi donde estaba Felix esperándola.

-princesa está tan hermo....

-ahorrese los elogios caballero sangre escarlata, luego hablaré con usted.

Paso por al lado suyo yendo directo al palacio garnet dejando tieso al pelirrojo que fue rodeado por un aura oscura.

-"moriré tan joven".

Lágrimas cayeron de sus ojos ante la incredulidad de Lillian.

Parece que las cosas iban a cambiar.

Aunque rezaba para que su querida princesa no ofenda al emperador.

Ya que la princesa de ahora no temía en decir la verdad o incluso demostrar su desagrado por alguien o algo.

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