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24 "Cambiando por completo el destino".

-unas vacaciones?.

Parpadeo curiosa ante la proposición del emperador.

-sí, has estado trabajando muy duro y pensé que sería conveniente ir de vacaciones a Nives.

El emperador volvió a beber su té y la rubia se quedó pensando.
Tenía razón, había pasado un tiempo desde lo sucedido con los Alfierce y Jeanette.
Todo siguió normal entre ellos dos, sus planes iban de maravilla y día a día ella se ocupaba de su puesto como futura emperatriz. Dejando satisfechos a los nobles y al consejo con su trabajo.

Gracias a su arduo trabajo Claude había tenido más tiempo libre pero no lo aprovechaba para ir y recorrer algún sitio solo, sino que se la pasaba en la oficina de Athanasia mirándola fijamente o leyendo algo sentado en el living de la oficina.

Ella ya se había acostumbrado a su acosador yandere tsundere, pero una que otra vez cuando estaba irritada lo maldecia y a él parecida divertirle eso ocasionando que la rubia se enfureciera más.

Nives era un pueblo cubierto de nieve, tal como dice su nombre, era un lugar mágico. Y uno de los lugares preferidos de la antigua emperatriz Embrose.

-"todo ha estado en paz por unos meses pero siento que algo nuevamente está por pasar, encima María volvió a desaparecer y solo me dejo una nota, algo sabe esa vieja bruja y por eso ha huido para esconderse".

Apreto sus labios mirando los papeles en sus manos para luego mirar a Claude que estaba sentado y bebiendo el té, mientras ella estaba sentada tras su escritorio leyendo y firmando papeles.

Ese sentimiento era el mismo que cuando derrotó al duque y sacó por completo de su camino a Jeanette.

Pero qué pasaría esta vez?.

Miro embelesada al pueblo ante ella.

Todas las casas cubiertas de blanco, era un pueblo hermoso y el clima era muy frío pero las personas ya parecían acostumbradas a ese clima.

Aunque no hizo falta los murmullos de sorpresa al ver el carruaje Real pasar por sus calles dirigiéndose al palacio Nives.

Hace años que alguien de la realeza no iba a su pueblo, pero la emoción no se hizo esperar y todos empezaron gritar sus bendiciones para el emperador y la princesa heredera. La cual los miraba por la ventanilla y les sonreía levemente.

-te gusta esté sitio?.

-sí, es hermoso -susurro sonriendo levemente y con nostalgia dejando que sus ojos brillen con alegría.

Claude se quedó sorprendido ante esa nueva mirada y sonrisa, era como estar en un sueño.

No sabía si era el paisaje o algún recuerdo lo que la hacía sonreír así pero recordaría ese momento por el resto de su vida.

.

.

.

Cuando llegaron al palacio blanco el mayordomo del lugar le explicó que el interior del palacio era cálido gracias a la magia que pasaba a través de las paredes calentaba el lugar, dando un ambiente perfecto y cálido para los que habitaban en él.

-su habitación está cerca a la de su majestad, si necesitan algo no duden en llamarme.

El hombre hizo una reverencia y dejó solos, en el living, a los dos rubios. Habían decido comer algo y luego recorrían el palacio.
Ya era de tarde así que deberían de dejar el paseo por el pueblo para mañana.

Claude había decido ir él solo junto a Athanasia de vacaciones al pueblo, dejando a Felix a cargo de los asuntos políticos junto al primer ministro.

Lily no pudo ir ya que el emperador le dio, tanto a ella como a los demás, una mirada de "la atención de Athanasia debe de ser 100% mía así que todos se quedaran aquí".

Era claro el mensaje, así que Claude solo se llevó a unos caballeros confiables y cuando estuvieron en el carruaje usó su poder para transportarse y llegar más rápido al pueblo.

-parece que nunca has venido a Nives.

La rubia notaba la curiosidad del emperador, el cual miraba de reojo a su alrededor.

-...jamás me interesó viajar por los lugares del imperio.

Ella mordió su lengua para no  insultarlo por semenjante estupidez, pero decidió ignorar lo que dijo y se concentró en tratar de calmar la punzada en su cabeza.

Estaba rodeada de magia blanca, si bien ella portaba mínimamente algo de magia como herencia de Claude y la utilizaba para ocultar su verdadera magia no podía evitar sentirse incómoda al pisar ese palacio repleto de magia blanca.

Por lo menos en el Palacio Real no circulaba la magia con tanta fuerza como en ese palacio.

-puedes tener este palacio si quieres, era de la antigua emperatriz Embrose y como tú serás la futura emperatriz no veo nada de malo en que tengas este palacio bajo tu poder...-de un momento a otro se quedo callado y la princesa temió lo peor.

Ya conocía esa mirada.

-mejor quédate con el pueblo entero.

Lo sabía.

Con tal de que ella le sonriera o centrará su atención en él, el rubio era capaz de regalarle miles de países del gran imperio.

-..gracias y deja de darme tantos regalos, el palacio esmeralda y rubi están llenos de todos los regalos que me das, incluso el palacio amatista se está llenando con tantos regalos -le reprochó molesta haciendo que el rubio sonriera de lado.

-puedo enviar a construir otro palacio para que guardes tus regalos.

-deja de malgastar el dinero!.

Claude solo la ignoró y se recostó en el sillón haciendo suspirar a la rubia. Si bien nacieron en cuna de oro no podían malgastar el dinero.

Pero la maga aprendió que cuando se trataba de ella, el emperador era un mano suelta. En el sentido del dinero.

El emperador estaba satisfecho con el acercamiento que estaba teniendo con la princesa, ella seguía siendo arisca y demostraba su hostilidad por su presencia. Pero desde hace meses se estaba demostrando más cómoda a su lado y eso le agradaba.

Además de que aceptó sus regalos de conquista, ella aceptaba que la conquiste. Y eso lo puso enormemente feliz.

Hace mucho no se sentía así.

Estaba teniendo sentimientos estupidos e infantiles, como él los denominaba, pero no se sentía nada mal el sentir esas emociones con Athanasia.

Ella era diferente a todas las mujeres que conoció y era única.

Su relación era incestuosa pero eso no evitaba que se enamoré día a día de ella.

-"me gustaría que me demostrarás lo que sientes".

Como alguien que no demostraba más que frialdad y seriedad, algunas veces enojo, lograba ver los sentimientos que ocultaban las personas a su alrededor. Era una persona observadora y podía notar lo que sentía el otro aunque le mintieran en sus narices.

Pero no podía ver a través de los ojos de Athanasia, esos ojos iguales pero tan diferentes a los suyos.

Esos ojos que lo enfrentaron y que tenían un brillo feroz y audaz.

La miro fijamente y admiró su cabello dorado.

Aunque no supo si fue una ilusión o fue porque estaba agotado del viaje pero logró ver unos mechones rojizo oscuro en la ondulada cabellera de la princesa.

La noche había llegado y los dos estaban cenando, el nerviosismo y asombro de las sirvientas se notaba a kilómetros.

Jamás habían servido al emperador, el cual era un dios ante sus ojos. Era alguien apuesto y muy sensual.

La princesa estaba realmente divertida con eso, no se quería ni imaginar si Claude usará su atuendo habitual dejando ver su torso y abdomen marcado.

Ahora estaba usando uno de sus trajes formales, color azul oscuro, pero no tenía su saco solo tenía su camisa blanca con los primeros botones desabrochados.

-"parecen gatas en celo, que divertido, no pasará tanto que Claude se va a irritar".

Bebió el líquido en la copa de oro y miro al rubio que a pesar de estar comiendo con los ojos cerrados tenía una mueca de enojo y su ceño estaba fruncido.

Las sirvientas estaban espiandolo desde la puerta entre abierta, aunque Claude no había dicho nada porque no quería arruinar el buen ambiente que había entre él y la princesa.

Pero ya estaba llegando a su límite.

Y Athanasia estaba brillante al ver que uno de sus pretendientes, y enemigo entre infinitas comillas, estaba irritado y a punto de explotar.

Ella amaba hacer irritar a las personas.

-..el emperador es tan apuesto.

Chillo una por lo bajo al ver que el rubio tomó algo de vino y una gota había quedado en su labio inferior, provocando que Claude pasará su lengua por su labio para limpiar el vino que quedó.

Ante ese acto las demás mujeres taparon sus bocas para no chillar pero sus miradas eran muy notorias.

-...largo.

Las mujeres se congelaron al ver la mirada asesina y oscura del emperador, que aprovechó que la rubia estaba bebiendo el líquido en su copa muy concentrada y susurro su amenaza a sus acosadoras.
Las cuales cerraron la puerta con suavidad y se fueron corriendo de allí.

-jajajaja -la risa burlona de la menor llamó su atención y notó con sorpresa que tenía un leve sonrojo en sus mejillas.

Parpadeo confuso y miro a la princesa que se apoyó en su silla y miro la copa en su mano con una sonrisa.

-no me creo que todo esto esté pasando, pensar que era una chica sufrida y luego me hice alguien sádica -habló para sí misma sonriendo levemente con una mueca solitaria y oscura.

-Athanasia? -no entendía lo que estaba diciendo, miro fijamente la copa en su mano y ahí entendió.

Las sirvientas estuvieron tan concentradas en él que le sirvieron vino a la rubia y ésta aprovecho para beber.

Con razón llenaba constantemente su copa dejando la comida de lado.

-debes dejar de beber, aún eres menor -se levantó de su asiento caminando hacia ella.

-déjame olvidar por unos momentos tonto Claude -susurro llevando la copa hacia otro lado al ver que el emperador se la quiso sacar.

Él solo suspiro y la alzó estilo nupcial.

-será mejor que descanses, es la primera vez que bebes.

Ella dejó caer la copa vacía al suelo y él empezó a caminar hacia el cuarto de la menor.

Se transportó al interior del cuarto y la dejó en su cama, le sacó sus zapatos y la miro con diversión. Ella tenía un leve sonrojo en sus mejillas pero miraba fijamente al techo.

-..maldición -tapo sus ojos con sus brazos y sonrió con pena hacia ella misma.

-es normal que te sientas mal, no te preocupes te cuidaré.

Ella apreto sus labios con fuerza y luego apretó sus manos cuando vio a través de sus brazos esos ojos que la miraban con suavidad y amor.

-...no seas tan amable conmigo -volvió a susurrar tapando nuevamente sus ojos, el rubio la miro confuso y se sorprendió cuando notó una lágrima caer por su rostro.

-Athanasia, qué sucede? -se sentó a su lado y la miro preocupado.

-...deja de preocuparte por mi, tienes su misma mirada...maldición -tragó saliva con dificultad al sentir el nudo en su garganta.

Claude frunció el ceño sin entender y se exaltó cuando unos brazos rodearon su cuello acercandolo al rostro de la menor.

Sus ojos brillaban con tristeza y nostalgia, la luz de la luna estaba iluminando el cuarto dejando ver un brillo dorado en el cabello de la princesa pero nuevamente algunos mechones eran rojizo oscuro.

-no sabes lo que soy...no me ames o sufrirás tal como él lo hizo -acercó su rostro al suyo y el rubio se perdió en esos ojos inundados de tristeza.

Por algún motivo esos ojos cerúleo brillaban como las mismísimas constelaciones. Obteniendo un color galáctico.

-...no dejaré de amarte aún si me lo ruegas -susurro cerrando lentamente sus ojos y posando sus manos a cada costado del cuerpo de la menor.

Ella solo sonrió con tristeza y cerró sus ojos ocasionando el acto que provocaría un cambio enorme en el destino de todos. En el destino del imperio, en su destino.

Sus labios se unieron en un suave beso y los dos supieron que con ese acto sus vidas cambiarían para siempre.

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Se viene, se viene!!!!, ya estamos llegando al momento tan esperado de todos para el claudexatthy ♡♡♡♡

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