El silencio reinaba entre esos dos, como siempre.

Luego de que Jeanette se fuera Claude fue directo a donde estaba Athanasia. Ella estaba tomando té de menta con tranquilidad, había una leve sonrisa en su rostro y miraba el collar en su cuello con suavidad. Todo estaba tan tranquilo para ella.

Hasta que llegó el rubio teñido.

Al verlo borró toda sonrisa y tranquilidad que había en ella.

El emperador se sentó frente a ella con serenidad y apoyó su codo en la mesa para luego apoyar su mentón en su mano mirándola fijamente. Ella se quedó en silencio unos minutos.

Hasta que su ceja tembló y lo fulminó con la mirada.

-qué miras?, es escalofriante, deja de hacerlo -ordenó con furia haciendo sonreír al rubio.

Las sirvientas estaban mudas del temor y Felix solo pudo suspirar. Desde que la princesa demostró su desagrado por su padre era común ver una interacción así entre ellos dos.

-parece que esa niña se esmeró en regalarte eso...aunque no es tan valioso -miro con seriedad el collar de la rubia que lo toco con suavidad.

-para mi es hermoso, no me importa si no vale, lo que importa es la voluntad y el esmeró que puso la persona -siguió bebiendo su té ignorando la mirada de admiración de las sirvientas.

El rubio mordió su lengua al ver que en verdad le gustó el regalo que le hizo Jeanette.

-....si yo -ella lo miro curiosa al ver que miraba para otro lado -si yo te regalo algo, qué pensarías?.

-su majestad...-lo quedó mirando por unos segundos sorprendida para luego dejar la taza con suavidad y sonrió elegante con un brillo a su alrededor -pensaria que....es desagradable! Hahaha! -apoyó su mano en su mejilla con una sonrisa inocente y dos alas de ángeles en su espalda.

. . .

Los demás quedaron con la boca abierta mientras el emperador sintió su ceja temblar pero luego suspiro y apretó el puente de su nariz.

-sigues igual de idiota.

Ella sintió una vena de enojos surgir en su frente y le sonrió con falsa amabilidad.

-vaya~ querido emperador, pienso lo mismo, aunque me sorprende la destreza que tiene para ocultar su idiotez.

Siguió sonriendo con amabilidad y los dos se enviaron rayos por los ojos mientras los demás temblaban ante la pelea de esos dos.

Cuando un viento fuerte azotó el jardín de rosas la rubia estrechó sus ojos y estos se cristalizaron.

*achi!*.

Tapo su nariz al lanzar un pequeño estornudo y luego frunció el ceño.

-parece que va a llover.

Cuando el viento traía hacia su olfato el aroma a la lluvia a ella le encantaba pero odiaba que el viento también trajera otras partículas como las del polen. Ella tenía una leve alergia a algunas partículas.

Al mirar al emperador se quedó en shock.

Éste estaba temblando tapando su boca y mirando hacia otro lado. Ella se mordió la lengua para no gritarle.

-tch, me voy -se levantó caminando directo hacia su palacio.

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Al dar cuatro pasos se detuvo y sus hombros temblaron pero suspiro y siguió caminando.

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Nuevamente se detuvo.

-si quieres reírte hazlo!, deja de mirarme con burla! -le gritó furiosa al emperador que la miraba neutral.

Luego le sonrió con burla y ella gruño enojada.

-maldito TITI -siguió su camino ante la vista del emperador.

Al quedar los dos solos, el caballero miró al emperador que seguía mirando fijamente a la princesa.

-parece que se divierte su majestad.

El rubio ignoró la sonrisa amable de su amigo y cerró sus ojos parándose.

-...así parece.

-maldito idiota, maldito rubio, maldito sean todos -refunfuño por lo bajo peinando su cabello.

Desde que llegó ordenó que nadie la molestará y que ella se cambiaría sola.

Suspiro pesadamente tratando de que ese tonto emperador deje de ocupar sus pensamientos.

Miro hacia el cielo nocturno y abrió las puertas hacia el balcón. Usó su magia y apareció en el techo, se acostó en él y miro hacia el cielo con sus manos tras su cabeza.

-"estupido emperador, podría haber hablado con Jeanette...espera, eso quiere decir que ellos dos se encontraron?, aunque por la cara de Claude parece que no le agradó la visita de Zenit, estupido, debería de caer en los encantos de Zenit".

Cerró sus ojos con sueño aunque satisfecha porque todo le esté yendo bien.

Tenia varios planes, tenía diversión, día a día aprende a usar su magia, tiene aliados. Tiene todo en sus manos para ganar.

Pero, la rara atención del rubio la está distrayendo y eso no le gusta.

-de verdad creías que estaba de tu lado?, que patético.

Apretó sus manos con fuerza y ella le sonrió con burla.

-nunca estuve de tu lado, ni del lado de nadie, solo estoy de mi propio lado, solo quiero vivir y salvar a la única persona que siempre estuvo para mi...nunca fuiste nada para mi, Claude.

Ante sus ojos poco a poco ella fue desapareciendo y él quedó solo en esa inmensa oscuridad.

Poco a poco fue abriendo sus ojos mirando al techo con neutralidad.

Miro a su costado y se quedó sorprendido.

Athanasia estaba allí.

Pero ella le sonreía con tristeza y sus ojos eran tan brillantes como hace tiempo.

Esos ojos que tanto anhelo ver, ahora estaba allí ante él.

Sin entender lo sucedido ella solo le sonrió con los ojos cerrados y dejó escapar sus lágrimas.

Su cuerpo empezó a desaparecer y él se sentó de golpe.

-espera!.

Pero ella ya no estaba.

Se quedó mirando el lugar y luego miro hacia abajo.

Qué fue eso?.

Tal vez fue producto del alcohol?.

-...Athanasia -sostuvo su cabeza con una mueca de enojo y apretó sus labios con fuerza.

Sí seguía así se iba a volver loco.

Loco por su hija.

*achuuu!*.

Lily sacó el paño húmedo de la frente de la princesa que seguía estornudando.

Ayer en la noche la rubia se quedó dormida en el techo y a los segundos se largó una fuerte lluvia. Cuando despertó era de madrugada y estaba empapada.

-princesa, cómo se enfermó de esta manera?, además no para de llover.

Su nana la miro preocupada y luego miro la fuerte lluvia que caía sobre la ciudad imperial.

-no te preocupes lily, me recuperare -sonrió suavemente con un fuerte sonrojo en sus mejillas.

Era estupido, era malévola, inteligente, "seducia" a algunos de sus peones, era rebelde y controlaba magia oscura. Pero se enfermaba por una pequeña lluvia en su cuerpo.

Era totalmente estupido e irónico.

-sí que eres idiota.

Las puertas fueron abiertas dejando ver al gran emperador ante la sorpresa de lily y las demás sirvientas.

La princesa frunció el ceño, pero ni siquiera se sentó a saludarlo. Ella se sentía mal y no iba a hacer esfuerzos para saludar al idiota de su progenitor.

-deberías de estar trabajando.

-si pero Felix me dijo que estás enferma, que patético que la hija del emperador se enferme -le sonrió con burla haciendo enojar a la rubia.

Ella miro con furia al escolta que cerró sus ojos esquivando la mirada de su princesa.

-si sigues aquí te puedes enfermar...querido emperador quieres darme un abrazo!? -sonrió angelical haciendo que una vena surja en la mejilla de Claude.

Las mujeres miraron con temor y sorpresa la charla de los dos rubios.

Claude se acercó a ella y tocó su frente, sin poder evitarlo ella cerró sus ojos. Su mano estaba fría.

-parece que es un resfriado, aunque tienes mucha fiebre.

-no es mucha, puedo soportarlo, no es como si estuviera convulsionando.

El rubio se sentó al borde de la cama y miro a los demás que al entender la orden hicieron una reverencia para luego salir de allí.

Ella lo miro con una ceja alzada y él volvió a apoyar su mano en su frente.

-duerme....Athy.

Se quedó sorprendida al escuchar su apodo salir de sus labios pero cerró sus ojos cansada.

El emperador la miro fijamente recordando esa sonrisa burlona que vio en sus sueños y luego cerró sus ojos.

Él no dejaría que ella se vaya de su lado.

Ella debía de estar siempre a su lado, hasta que la muerte los separe.

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