Los par de ojos cerúleo se miraban con atención, ninguno dejó de mirarse hasta que el emperador cerró sus ojos con serenidad.

-camina.

Parece que decidió ignorar lo sucedido y seguir como si nada pero la princesa no se quedaría callada.

-tch...vas a ignorarme?!.

Ante su voz llena de furia se detuvo sorprendido junto a Felix. Al mirarla nuevamente contuvo su respiración, su cabello brillaba con fuerza y sus ojos lo miraban con odio.

-si vas a matarme hazlo de una buena vez, lo que estás haciendo es estupido, fingiendo que te intereso solo para qué -sonrió con burla y trato de calmarse pero su odio la estaba dominando.

-princesa deténgase....

-acaso solo lo haces para que yo caiga ante ti y luego me tires a la basura como si nada?, quieres jugar con mis sentimientos?! -apretó sus puños con furia marcando sus uñas en sus palmas.

Claude al ver la sangre correr por las manos de la rubia se acercó a ella a punto de tomar su mano pero ella golpeó su mano.

Los dos quedaron sorprendidos ante la mirada llena de frialdad de la joven.

-no dejaré que juegues conmigo claude, no sé qué planeas pero no seré parte de tus planes...-ella se alejó de él mirándolo con neutralidad -no te necesito.

Ante eso abrió sus ojos en shock.

-tch, eres una molestia Claude.

Lo miro con desprecio dándole la espalda y yéndose directo a su palacio.

El silencio reinó y el oji gris miró a emperador.

-su majestad?.

Éste no dijo nada y empezó a caminar hacia el palacio garnet.

Cuando llegó a su oficina solo se apoyó sobre su escritorio y tapo sus ojos.

-maldición.

No lo entendía.

Desde el principio ella supo sus planes, ese era su plan, volver a hacerla caer a sus pies y desecharla como si no valiera nada. Quería odiarla!, quería hacerla sufrir.

Pero él era el que sufría, por qué?!.

Le dio todo lo que más anhelaria una princesa abandonada, pero ella lo seguía mirando sin interés, con frialdad, con odio!.

Incluso le dijo que no lo necesitaba, que era una molestia.

Por qué causaba todo eso en su interior?, qué demonios tenía esa niña que le llamaba tanto la atención?.

Nunca se interesó por ella pero ahora que lo miraba con tanta frialdad, tanta hostilidad, tanto desprecio. Sentía que debía hacer que esos ojos lo vuelvan a mirar como antes.

Suspiro derrotado y miro su mano recordando el golpe que Athanasia le dio.

Tal vez, siempre la tuvo presente en su mente pero su odio era tan grande que solo podía despreciarla.

Hasta que ella lo despreció y él se sintió perdido.

-esto es estupido.

Frunció el ceño enojado consigo mismo.

No entendía lo que le pasaba, ni siquiera sabía qué quería.

Al principio solo quería hacerla caer para luego volver a hacerla sufrir. Quería jugar con ella, pero cuando empezó a ver sus actitudes altaneras, su orgullo, su ferocidad, su poder. Su mirada, su falta de temor ante su presencia. Todo...todo en ella lo llamaba.

Parece que los demás tenían razón.

Él estaba loco.

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.

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Cuando llegó fue directo a su cuarto, se encerró en él y ahogó un grito en su cama.

Los minutos pasaron y se quedó mirando al techo.

Cuando su furia se fue suspiro largamente y decidió cambiarse.

-"era lo mejor...fue estupido dejarme guiar por mis emociones pero era eso o llamar más su atención y mi estupido corazón sentiría pena por él dando como resultado...que quiera ayudarlo...ya estaba sintiendo pena por él y estaba queriendo investigar lo sucedido con Athanasio para evitar todo lo que ya sé".

Aunque le sería inevitable no investigar lo de Athanasio, ella estaba metida en la magia negra y para saber si su tío sería una piedra en su camino debería de investigar todo a fondo.

Actuo así con Claude ya que debía de hacer algo para que éste la odie o sienta enojo hacia ella. Así la ignoraria nuevamente y ella podría despejarse y seguir con sus planes.

Cuanto más lejos esté de Claude, mejor.

Solo que al parecer el destino no los quería lejos.

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.

.

-qué?.

Ya conocía esa escena, miles de sirvientas tras el caballero sangre escarlata, Felix Loebein arrodillado ante ella.

-desde hoy soy el escolta personal de la princesa Athanasia, el emperador ha ordenado que el palacio esmeralda le pertenece, cuando quiera puede moverse a su palacio, princesa.

Las sirvientas del palacio rubi junto a Lillian quedaron en shock para luego mirar a la princesa que estaba en silencio.

-princesa? -lily miro preocupada a la rubia que apretaba los puños temblando.

-maldito TITI!.

Todos temblaron ante los ojos llenos de furia de la hermosa princesa.

Ella estaba 100% que el emperador era un idiota masoquista, luego de haberle gritado, de haberle dicho que era una molestia, de haberle faltado el respeto a él, el mayor poder de toda obelia!.

Le regalaba un palacio, más sirvientas y le daba su propio escolta!.

Juraba hacerle la vida imposible, juraba hacer que la odie.

Habían pasado meses, ya tenía 13 años, quedaba menos tiempo para el debut.

El gran momento.

Y su estupido progenitor seguía teniendo sus ojos en ella.

Como ahora.

Los dos estaban en el barco Real, luego de haberle gritado solo tuvo 1 semana de descanso y a la otra semana Claude pidió verla.

Tomaron el té en silencio aunque todo el tiempo Athanasia estuvo mirando con enojo a Claude. El cual ignoraba su mirada.

Los días de desciframiento se habían terminado por suerte, al parecer Claude no quería que Athanasia mantenga su atención en otros o que hable con otros que no sean él o Felix.

Aunque a Felix tampoco lo dejaba acercarse mucho.

La rubia odiaba esa posesividad loca del emperador, parecía que quería monopolizarla o tal vez quería llamar su atención de alguna manera.

-"tch, maldigo a todos los magos del mundo, maldigo a esa vieja que desapareció de la faz de la tierra, cuando voy a la tienda solo hay algunos libros y nada más, tengo todo preparado para huir, mi magia aumento, tengo todo pero no puedo hacerlo ya que tengo la atención del estupido rubio sexy ahhhhh".

Quiso ahogarse ahí mismo al darse cuenta que le estaba prestando atención al cuerpo del emperador. Era difícil, extremadamente difícil, odiar a alguien que era tan endemoniadamente sensual.

Miro a su costado las flores en el lago, eran las flores mágicas del lago, ella ya sabía lo que hacían esas flores no iba a ser tan estupida de querer tocarlas.

-???.

Miro curiosa la flor roja en el lago, era extraña.

Al ver unos extraños tentáculos salir del agua se exaltó.

-qué mier...!!!

Se exaltó cuando las ramas la agarraron del brazo a punto de tirarla al agua pero un brazo rodeó su cintura y con el otro dejó salir su magia destruyendo la flor pero ante el fuerte movimiento el barco se movió y los dos cayeron al agua.

-"maldita sea".

Maldijo nuevamente a todos los seres del mundo cuando salió del lago agarrada de la cintura por Claude.

Estaban completamente empapados.

-su majestad, princesa! -Felix corrió hacia ellos preocupado.

-parece que nuevas flores están surgiendo en el lago.

Claude soltó a la rubia que chasqueo la lengua y se levantó mirando con fastidio su ropa mojada.

Cuando miro al emperador se exaltó, su ropa estaba marcada a su cuerpo dejando ver su abdomen y su torso. Frunció el ceño con enojo pero luego suspiro haciendo su flequillo hacia atrás.

-te dije que no te necesitaba -miro neutral al rublo que estiró una toalla hacia ella.

-parece que tu hostilidad sigue intacta.

-no me agradas -contesto sin miedo, el rubio la miro unos momentos -oye!.

El rubio la había ignorado y estaba secando él mismo su cabello.

-ve a cambiarte, te resfriaras.

Dejo la toalla en su cabeza y empezó a caminar hacia su palacio.

La rubia lo miro con enojo y agarro la toalla.

-tch, es una molestia.

Miro la toalla en sus manos y frunció el ceño al sentir calor en sus mejillas.

Cada vez lo odiaba más por hacerla sentir así cuando la cuidaba.

El pelirrojo soltó una pequeña risa ante la actitud de la princesa pero luego miro hacia donde se fue el emperador.

Había algo extraño en su mirada.

Había un sentimiento que no era para nada fraternal en los ojos del emperador.

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