Ishigami Senku se removió en su silla, los rayos de sol se filtraron por la ventana abierta de su departamento.

El calor inundó el recinto con fuerza, como era natural en pleno verano. Senku miro el aire acondicionado con recelo. El maldito aparato había dejado de funcionar y él no habría tenido ningún problema en arreglarlo, sin embargo el casero ya le había dejado un ultimátum sobre las prácticas dentro del edificio, todo gracias a un accidente eléctrico donde su Kohai; Chrome se vio implícito dejando a casi toda la cuadra sin luz después de una visita casual a su departamento.

Así que Senku se encontró no solo vetado de cualquier tipo de práctica eléctrica con la indumentaria del propio edificio sino que a merced del calor veraniego que no lo dejo concentrarse con su trabajo. Solo un pequeño contratiempo.

La pantalla de la computadora señaló el puntero, el cual parpadeo en medio del segundo reglón sin terminar. En otra ocasión Senku hubiera terminado su asignación en un par de minutos, después de todo, solo debía de registrar los avances de su investigación. Sin embargo sus dedos no se movieron de su lugar, en su lugar se quedaron a un costado del teclado, mientras sentía su cuerpo demasiado pesado y pegajoso.

Senku odiaba el calor, como cualquier tipo de práctica que llevara un esfuerzo muscular más allá del propio pensamiento crítico, lo cual ocasiono que su cuerpo a pesar de no tener un aspecto enclenque ni mucho menos robusto fuese visto como promedió, aunque su resistencia siempre dejo en claro que no era un hombre que se ejercitara seguido sino es que nunca lo hacía, además de ejercer el esfuerzo mínimo que una persona hacía en su día a día. Por lo que su cuerpo se aflojó en la silla de cuero ergonómica que había conseguido a finales del año pasado tras un inconveniente con la anterior. Resulta que ese tipo de silla no había sido creada para mantener dos personas al mismo tiempo, aún menos cuando hay movimiento constante.

Senku hizo una mueca, sus ojos se encontraron cerrados por un momento, el aire del ventilador del techo apenas removió su cabello y la brisa no era refrescante sino igual de cálida que el ambiente dentro del departamento debido al calor que se extendió, cuando abrió la ventana de su estudio no creyó que el calor solo se hiciera mayor, sus labios se torcieron en insatisfacción antes de que el cansancio lo golpeara de lleno y el sueño empezara a apoderarse de su cuerpo.

—¡Senku-chan~! —la animosa voz de su compañero de cuarto hizo que abriera los ojos con pesar, muestras de indicios sobre que había dormido mal se mostraron en su rostro, mientras miraba en su dirección.

Asagiri Gen, su compañero de vivienda y con quién estaba saliendo actualmente se encontró frente a la puerta, su mano izquierda sostenía el mango de la "pequeña" maleta de ruedas color gris (que en realidad era una maleta de tamaño normal, pero no iba a discutir con él sobre nimiedades), Senku notó el reloj en su muñeca, había sido el regalo que le dio en su cumpleaños, de alguna forma se sintió satisfecho que lo llevara consigo porque eso significaba que había sido una buena elección.

Observen eso Amiris y Minami, ¿Quién necesita detalles cursis cuando lo practico siempre es mejor?

—Vaya, parece que te desperté —rio inocentemente Gen aunque la palabra inocencia y él nunca combinaron.

Asagiri Gen, era lo que podría definirse como un zorro astuto, leía a la personas al instante y usaba eso a su favor. No por nada era uno de los mejores mentalistas de Japón a su corta edad de 26 años, una estrella que iba creciendo día a día gracias a su productor Nanami. Ese hombre impetuoso que tras verlo en un programa que se trasmitía en su cadena televisiva decidió dirigirse hacia él con decisión para soltar tales palabras; —Asagiri Gen, te deseo.

El malentendido rápidamente fue aclarado por su hermano, quien sonrió con nerviosismo, y dijo que la frase era una "cosa" de su hermano, así que por favor no demanden por acoso sexual.

Gen se movió con pasos diestros, bien entrenados, su silueta delgada se reflejó por debajo de la chaqueta de diseñador color camello, sus pantalones negros se ciñeron a la perfección en sus largas piernas a pesar de no ser de piel. La camisa de gasa floto ligera bajo la camisa de tirantes de abajo. Y los lentes Gucci descansaron sobre su cabello negro.

Gen se había ido por una semana tras obtener un pequeño papel en un programa famoso de historias de terror donde había conseguido un papel secundario, Senku se sintió agradecido que Gen una vez más tuviera su cabello negro intacto y no ese extraño tono blanco partiendo la mitad de su cabello en dos tonos, que si bien no le lucia para nada mal, prefería al Gen con su tono de cabello natural.

—¿Encontraste algo que te guste? —sonrió Gen de esa forma que solía molestas a Senku, porque más que una pregunta era una afirmación. Senku debería estar ya acostumbrado con la personalidad de Gen, sin embargo no pudo ocultar el calor asomarse por sobre sus mejillas antes de girar el rostro indiferentemente.

—En realidad solo estaba pensando en cómo diablos logras no sentir calor con esa ropa —dijo parte de la verdad, porque en efecto también su mente trato de procesar el hecho de que Gen traía botas, botas en pleno verano, y estaba vestido de esa forma, ¿Por qué no sudaba ni una sola gota cuando él se estaba derritiendo en un par de pantalones de chándal y una camisa de manga corta?

Gen lo miro por unos segundos con cierto deje de asombro para luego partir en una estruendosa risa que solo hizo que Senku lo mirara fijamente.

—¡Oh, Senku-chan! ¡Aún tienes mucho que aprender! —Senku escucho su risa a un costado de su oreja, casi bailando por sus pliegues antes de insertarse dentro de sus tímpanos y resonar con fuerza. A pesar de ello se forzó por mantener la vista al frente de la pantalla, eso de alguna forma pareció funcionar ya que su risa se detuvo, pero en su lugar trajo algo más— ¡Oi, Senku-chan~! ¿No crees que estás siendo malo conmigo? —lloriqueo en su costado, el olor del champo de lavanda que usaba Gen se coló en sus fosas nasales, olía bien— Oh, ya veo, aún no terminas y con este calor de seguro estás agotado —se respondió así mismo como si fuese lo más natural— El viejo Kokuyo parece que sigue molesto contigo —se burló.

—Oí —llamo Senku con irritación. Estaba cansado y pegajoso y con demasiado calor como para mantener su concentración en la pantalla.

—Sí, sí, lo sé, estás sufriendo ¿Y qué clase de novio sería si te dejara sufriendo de esa forma~? —declaro Gen con ese tono que profería peligro.

—Oi, no hagas nada... —Senku detuvo sus palabras cuando sintió el movimiento de su silla y encontró a Gen entre sus piernas— Raro... —soltó tras pasar saliva.

—¿Raro? —hizo una expresión confundida, a pesar de ello sus manos bailaron por el elástico de sus pantalones de chándal.

—Gen —advirtió, Senku sabía que era muy -muy- mala idea, tenía trabajo que terminar y ese siniestro hombre sería un dolor de cabeza después, pero Gen pensó otra cosa.

—¿Si? —se inclinó hacia adelante, ajustando su posición para que sus rostros quedarán en la misma altura, Senku pudo sentir la uña de Gen rascando por sobre su piel.

Quiso apartar la mirada, pero simplemente no pudo hacerlo, no cuando tenía a Gen tan cerca, como si su espacio personal fuese también el suyo, cosa que pasó tan naturalmente a través del tiempo que quiso golpearse así mismo en el pasado por dejar que las cosas avanzaran de esa forma.

Pero Asagiri Gen siempre fue así, desde que tuvo el afortunado/desafortunado placer de conocerlo en la universidad cuando por azares del destino los dos se encontraron en el viejo salón de química. En ese horrendo día donde hubo un problema de ventilación en el edificio de ciencias, por lo que tuvieron que abrir las ventanas buscando algo de ventilación.

En ese momento Gen no pareció darse cuenta de la presencia de Senku, aunque Senku claramente si, mientras estudio al chico con cuidado.

—¿Qué crees que haces? —pregunto, mientras Gen se introducía por la ventana.

—Shh —coloco el dedo índice sobre sus labios, haciendo una señal de que guardara silencio, mientras se agachaba un poco más y luego Senku observo a un par de chicas buscando a alguien, ¿Tal vez a él?

—Menos mal, ya se fueron —suspiro Gen, más relajado, dejándose caer en el suelo y con una sonrisa en los labios— Lo siento, no quise molestarte Senku-chan —dijo y Senku lo miro mal en ese instante.

—Tu... ¿Cómo?

Gen rio por lo bajo y luego señalo su bata, en ella estaba bordado su nombre, Senku se sintió irritado por el descuido, en otras circunstancias no hubiera dejado pasar algo tan obvio, en realidad era una persona aguda para percibir a la gente, pero una vez más ver a un chico extraño entrando al salón vacío de química no era algo que pasará todos los días, Gen volvió a reír, Senku pensó en retomar su camino. Cuando escucho su voz una vez más.

—Gen, Asagiri Gen, ese es mi nombre —su mano se extendió, Gen seguía en el piso, Senku lo miro por arriba antes de marcharse con el libro de texto.

Ese se suponía que debía ser el final de su encuentro, pero de alguna forma desde ese día Gen apareció en cualquier rincón del campus.

Tiempo después descubrió que el chico estudiaba comunicación y era un año mayor que él, a pesar de su aspecto joven. Además era popular con los estudiantes y maestros, siendo que el chico parecía decir siempre lo correcto de alguna forma lo que atrajo a las personas a su órbita, cosa contraria que hizo con Senku, quien pareció repelido por su habilidad.

El mensaje debió de haber sido claro, pero como de costumbre Gen siempre hacia lo que más le apetecía.

Y de alguna forma los dos se vieron en vueltos en sea lo que haya sido eso, porque no, Senku nunca vio a Gen como un amigo así como lo hizo con Taiju o Yuzuriha, tampoco lo observo con aprecio como a Chrome que estaba interesando en la ciencia como él.

Eran una especie de cosa que no tenía nombre, ya que eran cercanos y al mismo tiempo cosas importantes como que esperaban del futuro o conocer a sus padres eran secretos a medias, al menos por parte de Senku, ya que se alguna forma Gen, sabia esos pequeños detalles de él.

Y luego de la nada, Gen lo había besado el último día de clases, en su graduación.

Senku se sintió tan ofendido, porque una vez más estaba siendo arrastrado por la marea llamada Asagiri Gen, ya tenía suficiente con las extrañas asociaciones que habían formado. Así que está vez no lo dejaría salirse con la suya y por eso lo beso.

—Ahora estamos a mano —declaro Senku tras separarse con una sonrisa que profirió la gloria cuando vio a Gen con los ojos bien abiertos y por un segundo sin palabras.

Si, en efecto, había valido la pena besar a esta persona, pensó en ese entonces Senku antes de que Gen lo tomara del rostro y lo volviera a besar.

—¿Y quién dijo que quiero estar a mano?

Senku sintió la sonrisa a través de sus labios, antes de ser besado una vez más y corresponderlo. Porque de alguna forma está parecía ser la resolución más obvia ante los hechos.

Y sin darse cuenta, ya habían pasado 3 años desde que se habían mudado solos.

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Senku enterró los dedos de sus manos en el reposabrazos de la silla cuando Gen dio pequeñas lamidas a la punta de su miembro, Gen murmuró algo como "salado", pero Senku no se atrevió a decir algo más, en su lugar se esforzó para no ser vencido por las sensaciones que arremetieron en su cuerpo. El calor de por sí sofocante solo se volvió peor cuando Gen empezó a jugar con su pene.

Su lengua se movió de arriba abajo en su eje, mientras una mano se rozó cerca de sus bolas, Senku dejó escapar un suspiro, Gen lo miro por el rabillo y con su mano libre llevo un mechón de cabello atrás de la oreja mientras acercaba aún más sus labios y ahuecaba sus mejillas para introducir la punta húmeda con pre-semen.

Senku sabía que solo estaba jugando con él. Sin embargo no pudo decir algo cuando sintió su boca tomando la parte superior de su pene. Su boca se sentía cálida y húmeda, perfecta como de costumbre.

Gen empezó con movimientos lentos tomando de apoco y soltándolo solo para depositar pequeños besos, mientras su otra mano se entretenía con la base de su tronco con movimientos más ávidos que los de su boca perezosa le estaban dando a su glande.

La habitación pronto se llenó de suspiros, no solo de los labios de Senku, sino de Gen quien gimió, mientras seguía chupando.

Siempre había sido demasiado vocal.

Senku miro la escena, Gen, una personalidad de los medios estaba arrodillado entre sus piernas chupándosela, de alguna forma el simple hecho hubiera sido humillante para cualquier otra persona, sin embargo no para Gen, quien tomo su pene y el simple hecho de la felación con orgullo, desechando cualquier otro pensamiento más allá del poder conferido que tenía entre sus manos. Porque después de todo Gen tenía su miembro entre ellas y a pesar de que Senku no tenía una fijación o necesidad drástica por el sexo. Gen exudaba ese sex appeal con tanta facilidad, ese mismo que con el que los hombres y mujeres jóvenes solían referirse a sus estrellas favoritas.

Senku dejo atrás el pensamiento cuando Gen tomo más allá de la mitad de su miembro y pronto lo tuvo todo dentro. De alguna forma Senku siempre se asombró de como la boca de Gen podía ser tan mezquina y tan generosa al mismo tiempo como en ese instante que tomo todo de él con tanta facilidad que era casi como un acto de magia pura.

La mano de Senku se movió del descansabrazos hacia la cabeza de Gen, sus delgados dedos se enterraron en la mata de pelo negro y empujaron hacia abajo, Gen tuvo que acoplarse y ahueco sus mejillas un poco más solo para darle el espacio suficiente de maniobra y no sentir el tirón del reflejo de vomito antes de reincorporarse y seguir el compás que había impuesto Senku.

Gen no se perdió los ojos vidriosos de Senku. A pesar haber estados lejos del otro por poco tiempo, Gen noto el desgaste de su novio. Senku no era del tipo de ataviarse de problemas ya que era más del tipo de resolverlos al instante, pero aunque el ingenio de Senku fuese de otro planeta no era invencible, no cuando estados físicos arremetían contra él. Gen supuso que el aire acondicionado se pudo haber descompuesto en algún momento de la madrugada. Y era domingo por lo que conseguir a un técnico sería difícil, así que Senku tuvo que tomar lo que tenía y trabajar con ello.

Además, bien pudo haber ido a algún café para seguir con su trabajo, pero había decidido quedarse a sabiendas que hoy llegaría.

Senku a primera vista parecía ser del tipo que no ofrecía detalles, pero eran los pequeños gestos los que contaban y Senku siempre fue una persona detallista debajo de ese espectro crítico que resaltaba a simple vista cuando Senku hablaba con las personas.

Gen succionó con avidez, su cabeza se movió de arriba abajo junto a la mano de Senku, y su mano libre masajeo sus bolas, hasta que sintió como el cuerpo de Senku se tensó.

—Gen... —suspiro su nombre, Gen sabía lo que significaba, estaba cerca, la mano de Senku se quedó quieta dándole oportunidad de apartarse, pero Gen se mantuvo en la misma posición trabajando sobre su pene hasta que sintió el espasmo y el líquido caliente brotó.

Un poco de semen se escapó de sus labios, solo para atraparlo con la lengua cuando los relamió antes de apartarse. Senku lo miro en silencio, sabía que debía subirse los calzoncillos, pero Gen no se levantó, en su lugar lamio, beso y chupo su punta hasta dejarla "limpia" antes de sonreír a su dirección y levantarse al fin.

Gen parecía satisfecho, renovado, como si él fuese el que recibió la mamada y no Senku. Eso de alguna forma irritó a Senku, quien tras poner en orden su ropa sin pensarlo dos veces se movió hacia adelante y tomo la muñeca de Gen quien estaba a punto de tomar su olvidada maleta que había quedado en medio del estudio.

—¿Senku? —parpadeo confundido Gen.

—Espera —dijo, las mejillas de Senku adquirieron un color rojizo, a pesar de ello no aparto la vista de Gen— ¿A dónde crees que vas? Siempre dejando las cosas a medias, mentalista tonto—se quejó, mientras camino por delante y atravesó la puerta aun sujetando su muñeca, cuando Gen paso a través de ella se dio cuenta que se dirigían al segundo piso donde se encontraba su habitación.

En ese momento Gen se pegó a su costado y sonrió con inocencia, mientras acaricio su mejilla con el dedo índice.

—Parece que alguien me extraño más de lo que imaginé. Pero espero que Senku-chan sea amable conmigo ya que fue un largo viaje~ —dijo con voz melosa, mientras masajeaba su propio hombro, Senku detuvo sus pasos a mitad de la escalera y sonrió con esa sonrisa maniaca que solía usar cuando parecía haber ganado todas las apuestas.

—Ni lo sueñes, no cuando tú lo iniciaste —sentencio antes de retomar el camino, Gen guardo silencio, el calor inundó su rostro con fuerza.

—¡Pero, Senku-chan~!

Fue su última queja ese día antes de que el nombre de su novio fuese dicho a través de entrecortados suspiros y la noche los cubriera.

La computadora portátil por otro lado quedó olvidada en el escritorio como el trabajo a medio terminar.

Simplemente otro contratiempo derivado al calor del verano.

Hello, me presento, soy LittleKuriboh, es la primera vez que escribo para este fandom, este es un Au, donde los personajes son mayores de edad y cada uno está trabajando para alcanzar sus propios sueños, aquí Senku y Gen comparten departamento y aunque a veces tienen que viajar sus pensamientos siempre están con él otro a su manera.

Espero que les allá gustado y también espero volver a escribir para este fandom una vez más, nos vemos.