CAPÍTULO VI: De Vuelta A Casa
-Aeropuerto 34 de la ciudad de Tokio. -
Masumi estaba con su amiga Aoi, platicando acerca del viaje de Masumi, Aoi sacó de su bolso un amuleto y dijo:
-¿Sabes algo? Toma este amuleto de dragón, te servirá en tu viaje. Mis ancestros a cada primogénito de la familia le hacen la entrega de este amuleto, pero yo voy a romper esa tradición.
Escucha muy bien Masumi, este amuleto tiene el poder de protección, donde quieras que vayas tenlo contigo y siempre estarás protegida, claro que solo es algo de creencia familiar - giñó el ojo-.
Masumi tomó apenada el amuleto y lo aceptó por que su amiga Aoi lo dió de corazón, en cambio Masumi hizo entrega de su gatita Michi a su amiga, ya que no podía viajar y arriesgar a Michi a un viaje del cual no sabría fecha exacta para su regreso a Japón.
¿Cuándo tiempo tardarás en llegar Masumi? - preguntó Aoi-
Masumi contestó :
-No lo sé Aoi, no tengo la menor idea, creo que debo de pensar unos días antes de visitar a mi abuelo.
Masumi llorando se despidió de Michi y con un tierno beso en su cara se fue, despidiéndose de Aoi y de su gata Michi, Masumi entró al aeropuerto y espero tan solo 20 minutos para su avión directo al sur de China.
Masumi subió al avión, pero el pánico crecía en su ser, pudo notar que le salían de sus ojos lágrimas, cayó una gota en su boca y nuevamente eran lágrimas dulces, el temor no dejó que Masumi se arrepintiera de su decisión, tomó fuerzas y poniéndose sus audífonos y escuchando música se durmió sin más que decir o pensar en un largo viaje.
-Tiempo después -
-¿Eres tú Masumi Yang? - gritó de lejos una voz bastante gruesa.
-No creo que sea Masumi, ella no se parece en nada a Masumi, mejor vayamos a comprar las cosas del mercado Hiroshi.
Enseguida Hiroshi, un hombre bastante alto con una espalda ancha y cabello largo se acerca poco a poco a aquella chica de cabello rodado y ojos hermosos sentada en una banca.
Masumi sintió una mirada que se acercaba poco a poco a ella entonces volteó y con una mirada pálida y profunda reaccionó al ver a tal hombre acercarse a ella.
Exclamó :
-¿Maestro Hiroshi?,¿Eeees Usted?
El maestro Hiroshi contestó :
-Claro Masumi, soy tu mismo maestro de álgebra de hace algunos años,iba caminando con mi esposa y de pronto pude reconocer tu peculiar cabello rosado que siempre te ha caracterizado.
¿Pero que haces acá? Creí que ya no vivías acá.
Masumi sintió una extrema presión en su corazón y dijo :
-(llorando) Maestro Hiroshi, en verdad lamento tanto, en verdad que lo lamento.
-Tranquila Masumi, no hay nada que explicar a todo el mundo le sorprendió cuando te fuiste de tu casa sin avisar, créeme que no somos nadie para juzgar tu pasado florecita de cerezo, pero creo que le debes una gran disculpa a tu abuelo y padres.
Masumi se levantó y con una mirada fría se dirigió poco a poco al maestro Hiroshi y dijo enojada y fría :
-¡A ELLOS, A ELLOS DOS NO LES DEBO NADA!
-Calma Masumi, no hay razón para la cual te enojes.
Masumi y el maestro Hiroshi hablaron durante unos minutos más y cuándo el maestro estaba a punto de despedirse de Masumi, ella misma exclamó :
-Antes de que se vaya...
¿Sabe si mis padres viven todavía en el mismo lugar?
A lo que el maestro Hiroshi dijo :
-(pensativo)Sí, pero creo que no te importan, así que yo no perdería el tiempo si fuera usted señorita.
Buen día.
Masumi tomó su mochila de gatos, agarró su amuleto de dragón y tomó el autobús para ir a su natal hogar.
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