Capítulo 7
El resto de la noche pasó con tranquilidad, con más de la que ambos se esperaban, al fin y al cabo ya habían tenido un choque nada más verse y la cosa no podría ir a peor.
¿O si?
Mimi dejó su copa en la mesa cuando sus padres le dijeron que tenían que presentarle a alguien importante, lo que menos se esperaba era que ese alguien fuera el hijo de los Vélez Muñoz.
—Christopher.— dijo ella alzando sus cejas, ligeramente sorprendida.
—Ah, ya os conocéis, eso es increíble.— dijo su padre con una sonrisa encantadora en los labios—. ¿Por qué no la sacas a bailar, Chris?
Ella rogó para sus adentros que por nada del mundo lo hiciera, adoraba bailar pero el vals no era su estilo favorito y menos si tenía que bailarlo con él.
—¿Me permite el siguiente baile, señorita?— cuestionó él tratando de suprimir la sonrisa que luchaba con dibujarse en sus labios, le tendió una mano y ella aceptó para nada gustosa.
—Por supuesto.— sonrió con falsedad por la única razón de sus padres estaban atentos a sus movimientos, aprovechó para llevarlo consigo al lugar más alejado posible donde nadie pudiera verlos, sus familiares seguirían tranquilamente con la conversación una vez que ellos desaparecieran de su vista—. Tenía la esperanza de no volver a juntarme contigo en toda la noche.
—Yo sé que tus ojitos agradecen verme, Mimi.— le guiñó un ojo—. Ahora vamos a bailar, dijimos que eso haríamos.
—No quiero bailar contigo.— protestó, poniéndose una vez más a la defensiva.
—Entonces no hubieras aceptado.— contraatacó con burla.
La acercó a su cuerpo, pegando estes lo más posible al suyo y le sonrió de forma socarrona.
—Al menos dime que no me vas a pisar...
—No puedo prometer algo que no sé si cumpliré.— murmuró divertido.
Pero mentía, por supuesto que lo hacía. Desde pequeño sabía bailar, su madre se había encargado de pegarle las clases de baile al igual que de piano. Aunque ninguna de los dos cosas le agradaba al chaval, sentía que su esencia era otra, muy lejos de todo lo que sus padres habían construido para él.
Mimi no lució siquiera un poco sorprendida al ver que se le daba bastante bien el baile, podría incluso jurar que era uno de los hombres que mejor bailaba de todos los que ella había podido conocer.
—¿Tienes planes de futuro?— le pregunto mientras la hacía girar sobre sí misma.
—No, me gusta vivir el momento, ¿que hay de ti?
—Podría decirte lo mismo, no tengo ningún plan porque vivo el día a día.— se encogió de hombros de forma desinteresada—. Creo que es un rasgo típico de nosotros los callejeros.
Ella rió negando con la cabeza, sus compañeras de banda si tenían planes de futuro, pero tampoco iba a decírselo porque sentía que le importaría entre cero y nada.
Fue entonces cuando sus ojos conectaron con los de alguien más, se perdió por completo en el baile y terminó pisando a Christopher.
—¡Auch!— se quejó arrugando su nariz, pero al ver que la piel de Mimi tornó más pálida supo que eso no había sido a propósito ni tampoco por no saber bailar—. Parece que has visto un fantasma, ¿estás bien?
—Está vivo.— susurró casi de forma inaudible, su cuerpo empezó a pesarle de más y si no fuera por los brazos de Christopher a su alrededor hubiera caído en el suelo cuando perdió el conocimiento.
El joven se alteró al verla en tal estado, gritó lo más fuerte que sus pulmones se lo permitieron mientras la tomaba en brazos alzándola del suelo. Para su buena suerte había personal médico en la dichosa cena y pudieron atenderla sin necesidad de llevarla al hospital, solo se trataba de un desmayo que podría ser producido por cualquier pequeña cosa, mismo una simple bajada de tensión.
—No estará embarazada, ¿verdad?— escuchó como le preguntaba si madre con preocupación.
—No lo creo, si es cierto que a veces pueden pasar estas cosas durante un embarazo... Pero yo me inclino más hacia otra cosa. La tensión arterial puede bajar debido a la deshidratación, un cambio rápido de postura, el hecho de estar de pie o sentado durante mucho tiempo seguido, o la visión repentina de algo que asusta.
La visión repentina de algo que asusta.
Christopher recordó los últimos minutos de ella consciente, como pasó de reírse a ponerse totalmente seria cuando su mirada se desvió, como su tez palideció en cero coma, la forma en la que habló...
"Está vivo."
¿Quien estaba vivo?
O mejor dicho, ¿quien se esperaba ella que estuviera muerto pero que realmente no lo estaba?
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