❧ Prefacio
Alguien tiene que aprender a cerrar la boca. No es por nada. He intentado milésimas de milésimas veces ser amable. Se la pasa hablando, y hablando y hablando. Es irritante. No es mi culpa que él sienta que en mí recae todo lo que le sucede. No es mi culpa que repruebe en música sólo porque una vez lo interrumpí practicando, o en matemáticas, o sus tonterías.
¡Yang Jeongin, yo no tengo la maldita culpa!
Así que, por favor.... Cállate.
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