Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

06

Define "patético".

Sé que has escrito mi nombre. En mi defensa, Im Nayeon hace que mis nervios colapsen. No me pregunto el por qué; una cara como esa, una manera de ser tan genial, y esa boca que hablaba y hablaba. Lo lamento. Sé que en realidad era más racional (hasta considerando mi manera de ser), que solo debía ser madura.

Se me hizo imposible y peor aún fue cuando salí corriendo —literal— del lugar. Tzuyu y Sana me siguieron el paso con unas risas que parecían querer darle alegría a media escuela. Mientras Sana se veía entre preocupada y risueña, Tzuyu se esmeraba en expresar que fue lo peor que ha visto en sus años de vida.

Para eso, suficientemente lejos del lugar donde sucedió la tragedia, yo me encontraba riendo preocupada. Quería verle el lado positivo a hacer el ridículo frente al amor de mi vida (exagero, sí); el problema era que no había maldito lado positivo. Solo reía para ocultar la vergüenza.

P a t é t i c o.

—¿Qué? —Sana cuestiona preocupada, pero con una sonrisa—. ¡Era en serio lo de salir corriendo!

Pero la miro con las manos en las rodillas, viendo el césped que se retrae debajo de mis zapatos.

—¡Lo lamento, intenté hacerlo, pero me ganaron los nervios! —las miro a ambas y suelto una carcajada, esta vez sincera—. No creo que esto haya salido bien.

—Fue fenomenal —menciona Tzuyu.

Fenomenal no sería la palabra con la describiría esto. Posiblemente, el resto de mi vida, y con otras personas, cuente esta anécdota. O la recuerde con Im Nayeon. No sé, ¡todo es posible! Solo que, es frustrante. Ahora verle a la cara será el triple de difícil. Demonios, si ella quería preguntar, terminaría diciendo "booh" y me iría como si fuera un fantasma.

Las maneras de reaccionar son diferentes. Mientras unos mantienen una sonrisa, otros las mejillas rojas, los demás no dicen nada o son inexpresivos, y miles de actitudes más, las mías, referían a hacer el ridículo. Cosa que era exasperante, porque mi actitud fuera de la vergüenza o el nerviosismo se destilaba en ser relativamente seria.

—¿Fenomenal? —cuestiona Sana. Tzuyu asiente y se gana ambas muecas de interrogación—. ¿Crees que a Nayeon le guste ella?

Por primera vez quiero que alguien mienta.

Fue tan patético que esperaba que Tzuyu sólo mirara con algo de empatía y mencionara un «no sé». Preparado para decepción en... 3... 2... 1...

—Claro que sí, duh —Tzuyu sonríe. Pero vuelve a reír, la miro raro y abro la boca para hablar, pero la cierro—. No me mires así, Mina. Eres una chica linda, y bastante amigable, solo que muy... Lo que sea que haya sido eso.

—¿Gracias? Creo.

Tengo la ligera idea de que Tzuyu puede estarme mintiendo. La he descartado, porque ella no miente, menos con esa manera tan descarada de decir hasta lo que no interesa o es relevante. Pero, no lo sé, es imposible que ellas, o que alguno, o que alguien en este mundo, piense que yo pueda gustarle a Nayeon.

Las cosas son fáciles.

Ella parecía odiarme antes, aunque se sentara conmigo. Y la otra parte, le gustó el dedal, pero nunca hablamos de eso, ni siquiera se repitió o algo. No nos acercamos más, y, en cambio, se sentó con otra persona. Dolor, dolor, dolor. ¡Amo el dolor! Pero, cierta parte de mí imaginaba que todo era cierto, y que podía gustarle a la chica.

Les daré una introducción de cómo caí en cuenta que ella me gustaba. Era una mañana fría, de diciembre, quizá de los últimos días, y Nayeon se sentó en mi mesa. Recuerdo que le pregunté el porqué de estar sentada en «mi» mesa y respondió que "quería hacerme compañía". Volviendo a clases, se me hizo costumbre, hablaba demasiado y me culpaba de todo, como la vez en la que la besé. Dos meses después, estaba tan acostumbrado a ella que se me hizo imposible odiar lo que me contara. Cuando le vi hablar con otra chica, ¡dios! Sólo podía pensar en que yo era a quien debía de contarle sus problemas.

Después de eso, supe que me gustaba y todo lo demás es historia.

Podemos caer en cuenta que mi marco se desvarió cuando esta niña entró como una bofetada fría, de esas que, en vez de arder, queman. Y por eso, cierta parte recóndita de mí la odiaba. Porque me hacía sentir nerviosa, siendo aun así yo tan reservada con algunas cosas. Sin embargo, odiarla, no era odiarla, era más bien estar resentida porque me hizo ser una estúpida.

Define Mina:...

Sé qué has puesto que soy guapa, pero la respuesta correcta es patética. No, no en el sentido de estar abriendo mis pensamientos más profundos sobre alguien.

—Y ahora... ¿Qué hago?

—Sólo nos queda esperar —Sana me sonríe, me da bastante seguridad—. Ella tiene que venir a hablar, creo... Bien, ¡si no le hablas tú de nuevo!

Asiento moviendo la cabeza de arriba hacia abajo, y miro a Tzuyu quién se recurra de a poco de aquella risa que explotó sus pulmones.

— ¿Que le hable de nuevo? ¿A caso no viste lo que hizo, Sana?

La miro con los ojos furiosos, ¡al menos yo intento!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro