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Misión 19: Mamá está aquí.

Misión 19: Mamá está aquí.

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El cuarto estaba frío.

Y afuera de este, cuerpos y subfusiles MP40, pistolas Walther PPK y Luger P08.

Todas las paredes y muebles se encontraban con perforaciones de bala.

La sangre manchaba el piso...

Y dentro del cuarto, en la puerta...

Se encontraba el cuerpo tendido de una albina con traje blanco lleno de sangre y tacones del mismo color, con un subfusil MP40 en su mano izquierda.

Con varios impactos de bala en su espalda, que se encontraba liberando mucha sangre, mientras el suelo comenzaba a mancharse de este.

Y a su lado estaba una pequeña de 4 o 5 años, cabello blanco, un collar con forma de manzana en su cuello, orejas de lobo en la parte superior de su cabeza y de ojos azules, que la miraba con sus ojos dilatados y una expresión de shock.

La chica con sus escasas fuerzas, extiende con esfuerzo su mano hacia la niña que extiende también las suyas y toma la de la chica.

Unas palabras de Weiss, hacen que la pequeña abra los ojos aún más.

Weiss: Wendy.... - Dice en un susurro.

Wendy:....

Weiss: Mamá...... ya...... está aquí.

Lágrimas comenzaron a acumularse en los ojos de la pequeña.

Wendy:.... ¿Ma...má?

Weiss no pudo evitar sollozar en sus últimos momentos.

Weiss: Wendy....

Wendy:....

Weiss:........ Perdóname....

Sin fuerzas y con un gran frío reclamando su vida...

Weiss con un último par de lágrimas, cierra sus ojos...... Permanentemente.

Wendy sentía como la mano de Weiss era muy fría, que incluso un dolor punzante en su interior la lastimó.

Pero aún así, no soltó su mano.

Wendy: ¿Mamá?

Weiss:....

Wendy: ¿Mamá?

Entonces se escuchan unos quejidos desde afuera.

Un alemán que se encontraba recargado en un sillón muy herido, se levanta con dificultad mientras empuña una MP40 y se acerca al cuarto.

Acercándose hasta el cuerpo de Weiss, el alemán la ve por un momento y mira a la pequeña fauno, que seguían sin poder asimilar la situación.

Wendy:.... ¿Mamá?

El alemán ya estaba cansado.

Todo ese maldito desastre...

Por una niña.

Así que era mejor eliminar el problema.

Wendy entonces no puede seguir evitando que sus lágrimas caigan por montones de su rostro, mientras un dolor insoportable en su corazón se extendía.

Tanto que incluso sintió un dolor punzante muy fuerte en su cabeza.

El alemán le apunta a la niña, para finalmente acabar con su vida.

Y cuando estaba por jalar el gatillo.

Wendy: ¡MAMÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁAAAAHHHHHHHH!

¡BANG!

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MUCHAS HORAS ANTES

Los días pasaban y los estudiantes mejoraron en su entrenamiento, logrando resistir lo básico.

A excepción de cierta heredera, pues todo para ella era más complicado.

Cuidar una niña, entrenar arduamente todos los días a excepción de los domingos, estudiar e ir a clases, era algo que le afectaba en su salud.

Y sí, ya pasaron las dos semanas de inactividad de Beacon, por lo que las clases volvieron a ser retomadas.

Los dos amigos de Laura, Bravo y Eco, tuvieron que quedarse en Vale para recabar información respecto a los nazis y descubrir si había involucrados en altos puestos del lugar con ellos.

Querían ser precavidos a la hora de la acción.

Por lo que nadie a excepción de Laura, sabía de la existencia de Bravo y Eco.

Desde que comenzaron las clases, habían pasado dos semanas.

Dos semanas en las que Weiss estaba en un punto ya superior a su límite.

Y era una gran sorpresa que no haya explotado ya.

*Tirón* *tirón*

Niña: Guedo um hedado.

Weiss suspira.

Weiss: No puedes comer helado todavía, acabas de comer.

En un cambio de escena, vemos a Weiss caminando tranquilamente con la niña tomada de su mano, paseando por la base.

En eso la niña mira a varios niños jugando.

*Tirón* *tirón*

Weiss da un suspiro y mira a la niña.

Weiss: ¿Sí?

Niña: ¿Buedo id a jugad cod dos didos? (¿Puedo ir a jugar con los niños)

Weiss: Está bien, pero ten cuidado.

La pequeña felizmente se acerca a los niños, emocionada por jugar con ellos.

En otro cambio de escena, vemos a Weiss junto a la pequeña caminando cerca de la biblioteca, lo que llama la atención de la pequeña albina.

*Tirón* *tirón*

Gruñendo de forma silenciosa, mientras rechinaba los dientes, Weiss le habla a la niña sin prestarle atención.

Weiss: ¿Qué?

Niña: Guedo ud güedto. (Quiero un cuento.)

Weiss aprieta con fuerza su mano libre, debido a la frustración y furia que se acumulaba cada vez más sobrepasando mucho más su límite.

Weiss: Bien, vamos. – Responde con voz seria.

*Tirón* *tirón*

Weiss: ¿Sí?

Niña: ¿Bodebos id ad jadí? (¿Podemos ir al jardín?)

Weiss: Está bien, pero no te vayas a ensuciar.

*Tirón* *tirón*

El semblante de Weiss se vuelve serio.

*Tirón* *tirón*

Su semblante se vuelve fruncido.

*Tirón* *tirón*

Su semblante tiembla.

*Tirón* *tirón*

La mirada de la heredera se oscurece.

*Tirón* *tirón*

Se le remarca una vena del enojo a la heredera.

*Tirón* *tirón*

Su cuerpo ligeramente tiembla.

*Tirón* *tirón*

Weiss:....

*Tirón* *tirón*

Weiss:....

*Tirón* *tirón*

Weiss:....

*Tirón* *tirón

*Tirón* *tirón

*Tirón* *tirón

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*Tirón* *tirón

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Ahora mismo vemos cómo Weiss, sin la niña a su lado, caminaba a paso veloz por el pasillo de los dormitorios, con dirección a un dormitorio en específico.

El dormitorio del equipo HELL.

Y una vez que está frente al dormitorio, comienza a golpear con fuerza la puerta.

Laura: ¡Ya voy, ya voy!

Los pasos comienzan a acercarse a la puerta, para que después esta sea abierta por Laura que se sorprende de ver a Weiss.

Pero se sorprende aún más cuando ve el horrible estado en el que estaba.

Las ojeras más marcadas y su expresión de enojo, no era algo que le agradara mirar.

Laura: Diablos ¿qué no duermes?

Weiss: Quiero que esa niña se aleje de mí.

Laura: Espera ¿qué?

Weiss: ¡YA NO LO SOPORTO!

Su grito repentino sorprende a Laura, lo que la hace retroceder unos pasos y hace que Weiss entre en el dormitorio.

Weiss: Quiero que me quites a esa niña de encima.

Laura: ¿De qué estás hablando?

Weiss: Ya no puedo seguir cuidando de ella. – Responde. – ¡Durante estas últimas semanas no he podido dormir, por culpa de los malditos deberes y sobre todo su maldito régimen de entrenamiento! – Exclama furiosa. – ¡Me estoy volviendo loca de tanto puto estrés que hasta tengo alucinaciones, por lo que ya no sé qué carajos es real y qué no!

Laura abre los ojos de absoluta sorpresa, al escuchar a Weiss decir groserías.

Las únicas groserías que la ha escuchado decir, eran en alemán cuando le mencionó sobre el primer día de entrenamiento.

Laura: Espera, espera... ¿dices que tú sola la has estado cuidando? – La mira sorprendida. – ¿Qué nunca le has pedido a las chicas que te ayuden con ella?

Weiss: Ella no tiene confianza en ellas, y a donde quiera que yo vaya, ella viene conmigo. – Responde la pregunta. – No se me despega ni un solo segundo, es como una sanguijuela.

Laura: ¿Y cómo explicas que hayas venido aquí tú sola?

Weiss: Le dije que si me dejaba por un momento sola, saldríamos a comprarle dulces y nunca más la dejaría sola y además contigo fue una pequeña excepción.

Laura:..... – Se cruza de brazos. – Tú misma lo has dicho, solo fuí una pequeña excepción, algo que no creo que suceda otra vez. Escucha, puedes decirle a los profesores que hagan una excepción contigo respecto a los deberes escolares, aunque sinceramente esto ya no te sirve cuando estás metida en un asunto mucho más caótico que solo pensar en tus malditos estudios y poder terminarlos.

Weiss: ¿Acaso sabes cómo es este mundo? – Se enoja.

Laura: No del todo y sé que de ahora en adelante, tus estudios para convertirte en una patética cazadora, no tiene ni la más mínima importancia.

Weiss: Yo puedo hacer lo que quiera con mi maldita vida. – Le responde seriamente. – Y te debo decir que es un martirio cuidar de esa niña, cuando es una responsabilidad de la cuál no puedo hacerme cargo debido a que es algo que está fuera de mi alcance.

Laura: ¿Qué estupidez estás diciendo? – Mira sorprendida a la heredera. – Si desde que te hiciste cargo de esa pequeña, lo has estado haciendo perfecto y solo debes tener paciencia.

Weiss: La maldita paciencia es algo que ya no tengo. – Le dice mientras contenía su enojo.

Laura: Por el amor de Dios, Weiss. – Suspira mientras se lleva una mano al rostro por la terquedad de la heredera. – ¿Sabes lo que has hecho con esa niña?, Has formado un vínculo muy especial con ella que todavía no puedes sentir.

Weiss: Vínculo........ ¿Vínculo? – La mira con burla. – Según tú... ¿Cuál es ese puto vínculo del que hablas?

Laura:....... – La mira con seriedad. – El vínculo entre madre e hija.

Weiss:..... ¡Ja!

Laura: ¿Qué te causa gracia? – Pregunta seriamente.

Weiss: ¿En serio crees esa estupidez?

Laura: Te responderé esa pregunta con otra pregunta. – Le dice. – ¿En serio crees en tu propia mentira?

Weiss se enfurece.

Laura: ¿En serio crees que es una estupidez, el que estés más conectada a esa niña de lo que imaginas? – Pregunta enojada. – Aunque no lo creas, estás actuando y siendo una buena madre.

Weiss: Eso no es...

Laura: Si no fuera verdad, no le hubieras dado un nombre. – Le dice la pelirroja. – O dime ¿Por qué razón la bautizaste con el nombre de Wendy?, mejor aún... ¿por qué le diste el collar que siempre llevas puesto?

Weiss: Y yo te digo que eso es una mentira. – Dice sin ceder.

Laura: (Maldita testaruda.) – Piensa la pelirroja.

Weiss: ¿Cómo carajos voy a ser una buena madre si yo nunca tuve a la mía?

Laura: Pero tú tienes a tu madre ¿de qué estás hablando?

Weiss: Mi madre jamás estuvo conmigo en ningún momento de mi vida. – Dice enojada mientras se mueve por el dormitorio. – Cuando yo más la necesitaba, ella jamás aparecía. Solo se la pasaba encerrada en su estúpida habitación mientras se embriagaba, al mismo tiempo que se ponía a llorar en lugar de solucionar las cosas o ayudarnos.

Laura:.... ¿Te has puesto a pensar que tal vez, ella necesitaba la ayuda de sus hijos para poder recuperarse? – Le pregunta. – Ella también debió pasar un muy mal momento en el que rogaba su ayuda para recuperarse.

Weiss: Solo sé que es una maldita cobarde que no tiene el valor de enfrentar al bastardo que solo nos utiliza y la utilizó para obtener todo el poder y la absoluta fortuna de nuestra familia.

Deja de moverse por el dormitorio y queda cerca de la puerta del dormitorio.

Laura: Estás hablando de tu madre. – Dice enojada.

Weiss: ¡Una madre que nunca estuvo para sus hijos y solo se la pasaba ahogando sus penas como una maldita ebria!

Laura: ¡Pero tu puedes ser lo que tu madre no fue y más para esa pequeña que te ve como su madre!

Weiss: ¡PUES YO NO LA VEO COMO MI HIJA PORQUE ELLA SOLO ES UNA CARGA PARA MÍ!

La ira de Laura por ese comentario, aumentó.

No podía creer lo poco considerada que estaba siendo en ese momento respecto a la niña.

Niña que solo quería una familia.

Laura: Eres una...

Sus palabras quedan cortadas, cuando ve detrás de la heredera algo que la hace callar y quedarse impactada.

Laura: Oh Dios.

Weiss aún enojada se confunde por su repentino cambio, por lo que se da la vuelta para ver lo que ella miraba.

Y al hacerlo, esa ira que tenía se desvaneció al instante mientras su rostro se ponía pálido, al mismo tiempo que entraba en shock.

Detrás de ella....

Estaba la puerta abierta....

Y justamente en la puerta....

Estaba la pequeña huérfana.... Wendy, con un ramo de flores blancas... y una mirada de absoluta sorpresa.

Detrás de la pequeña se encontraba Blake, que cuidaba a la niña en ausencia de Weiss por pedido de la misma... con la misma expresión que Laura.

Pero ella había llegado con la niña segundos antes de que la heredera gritase furiosa, sobre lo que pensaba ella de la pequeña.

La pequeña Wendy, estaba inmóvil en su lugar viendo a Weiss con sorpresa.

El ambiente se volvió muy incómodo y tenso.

Las tres chicas se mantuvieron inmóviles sin decir ni una palabra, poniéndo su atención en la pequeña huérfana.

Dicha huérfana dejó caer sus orejas, abatidas por las inesperadas palabras de la heredera.

Pero eso no terminó allí.

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Los ojos de la pequeña albina, lentamente comenzaron a acumularse de lágrimas.

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El labio inferior comenzó a temblar.

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Su cuerpo comenzó a temblar...

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Mientras cada vez le era imposible contenerse a llorar.

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Eso preocupó a las tres chicas.

Pero Weiss es la primera en romper el silencio.

Weiss: W-Wendy, yo no...

La niña no escucha lo que quiere decir, pues se da rápidamente la vuelta y suelta el ramo de flores blancas...

Para después correr lo más rápido que pueda, alejándose de allí al mismo tiempo que libera su llanto.

Llanto que las chicas escuchan sin problemas, hasta que este se vuelve cada vez más débil cuando más se aleja.

Laura sale de su estupefacción, para después ver con enojo y decepción a la heredera.

Laura: Grandísima estúpida.

Sin perder tiempo, sale de su dormitorio en busca de la pequeña para consolarla.

Weiss en cambio, seguía inmóvil en su sitio, mientras trataba de asimilar lo que sucedió.

Pero al igual que Laura, Blake es la segunda en salir de su estupor para ver a Weiss.

Por lo que se acerca a ella.

¡¡¡PLAF!!!

¡Pum!

Weiss sale de su trance completamente sorprendida, mientras un fuerte dolor inundaba su mejilla izquierda, para darse cuenta que también se encontraba en el suelo.

Dando un quejido de dolor, mira a la responsable que era la única que se encontraba aparte de ella en la habitación.

Blake Belladonna, su amiga y compañera.

Dicha compañera en ese momento la estaba viendo con asco y decepción.

Blake: Eres repugnante, Schnee.

Inmediatamente Blake sale del dormitorio, para ayudar a Laura a buscar a la pequeña.

Mientras Weiss seguía tirada en el suelo, tratando de ordenar sus pensamientos.

Pero entonces ve en la entrada del dormitorio, el ramo de flores que Wendy había traído consigo.

Por lo que lentamente se reincorpora y se levanta del suelo.

Una vez levantada, se acerca al ramo de flores para tomarlo y apreciarlo.

Pero entre el ramo de flores, ve que había una tarjeta con unas palabras que tenían una mala caligrafía.

Que tenía escrito en ella tres palabras...

Que la dejaron sin aliento.

"Para mi mamá"

Weiss:....

Sin poder evitarlo, se recarga en el marco de la puerta para evitar caer.

Impactada por lo que tenía escrito la tarjeta, sintió también un dolor indescriptible en el pecho.

Lo sabía.... Pero no podía admitirlo.

Había cometido un gran error.

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Laura se puso a correr por todos los pasillos para darle alcance a la pequeña, mientras que Blake se iba por otro rumbo también buscándola.

Todo mientras Laura pensaba en lo que dijo Weiss.

Considerando que era una imbécil por lo que dijo.

Pero igualmente Weiss tenía puntos válidos.

No era su madre, eso era completamente cierto.

Pero... a los ojos de la pequeña, sí lo era.

Ella debía ser comprensible con la niña, pero no fue así.

Fue fría y cruel en su comentario.

Y lo peor... es que la pobre Wendy la escuchó.

Sobre todo, Weiss había olvidado algo importante.

Wendy jamás había obtenido afecto y amor maternal.

Carecía de eso.

Desde que nació, vivió como una cría de animal que estaba encerrado en una granja, donde los Faunos eran el ganado.

Cuando aprendió a gatear y caminar, no era consciente de lo que sucedía a su alrededor al igual que los demás pequeños.

No sabía que era una esclava, no sabía que los hombres de traje raro eran sus captores y los malos, no sabían que estaba siendo usados, torturados y asesinados de las formas más horribles que pueden existir.

Nunca había visto la luz del sol, por lo que su piel era extremadamente pálida y delicada, además de que su cuerpo era muy débil a comparación de los niños normales.

Hasta que los operadores y los estudiantes cazadores, los salvaron y les dieron protección.

Pero aún así, pudo ver cómo otros niños tenían a sus mamás, papás o ambos y ella siempre tuvo la curiosidad de experimentar lo que ellos experimentaban.

Después de todo, seguía sin saber lo que se sentía tener padres.

Pero cuando quedó al cuidado de Weiss, ella pudo sentir lo que era tener una madre.

Por lo que la heredera, no sabía que sus palabras fueron extremadamente fuertes para la pequeña fauno, que ahora se encontraba emocionalmente destrozada.

Laura se reúne con Blake en un pasillo, después de buscar durante un buen rato sin éxito.

Laura: No encuentro rastro de ella.

Blake: Tampoco tuve suerte. – Dice la gata.

Laura: ¿Avisaste a los demás?

Blake: Lo hice y ya están buscándola por toda la academia. – Responde. – Los profesores también la están buscando y nos darán aviso cuando la encuentren.

Laura: Estúpida Weiss.

Blake: Y pensé que había cambiado pero al parecer me equivoqué.

Laura: Igualmente tiene un punto válido, no es su madre, pero para la niña sí lo es.

Blake: No debió decir eso.

Laura: No es como si supiera que vendrían. – Dice la pelirroja.

Blake: Sigamos buscando. A diferencia de Weiss, los demás no ven como una carga a la pequeña.

Laura: Ella no quiso decir eso. – Le dice la hija de Menéndez.

Blake: ¿Por qué la defiendes? Si hasta tú escuchaste lo que dijo.

Laura: Pero no lo dijo de verdad, solo está cansada, estresada y no puede llevar una vida normal con tantas responsabilidades.

Blake: Pero no tenía por qué desquitarse así con ella.

Laura: Y ella lo sabe ahora que está más calmada. – Le dice. – Verás que ella también la buscará y se disculpará.

Blake en silencio, solo escucha lo que dice.

Laura: Después de todo, nadie la tiene fácil.

Ambas chicas reanudan la búsqueda.

Algo que el resto de sus amigos también hacía, al igual que la heredera que buscaba desesperadamente a la pequeña.

Mientras tanto con la niña fauno.

Esta se encontraba corriendo afuera de la escuela, mientras lloraba después de haber escuchado las palabras de la heredera.

No miraba hacia dónde iba, por lo que sin saberlo, estaba acercándose al helipuerto de Beacon donde se encontraba un Bullhead.

Mientras que en el trayecto, un par de estudiantes de segundo año se alejaban del helipuerto después de bajar del bullhead, pero se confundieron al ver a una niña fauno correr hacia ellos y pasar de largo en dirección al helipuerto.

Ambos se miran por un momento, pero después no le toman importancia y siguen su camino.

Aunque sí se preguntaban la razón por la que Wendy lloraba.

La pequeña Wendy termina subiendo al bullhead, sin dejar de llorar pero se tropieza y cae al suelo.

La pequeña da un quejido de dolor, para seguidamente levantarse lentamente del suelo.

Pero quedó totalmente confundida al ver el lugar donde estaba, ya que era algo que desconocía.

Al no saber dónde estaba, comenzó a asustarse y mirar alrededor hasta ver una salida.

Viendo el exterior desde la compuerta del bullhead, ella avanza hacia a la salida pero en ese instante la compuerta de la nave comienza a cerrarse.

La pequeña asustada, retrocede para luego correr hacia una esquina y se hace bolita en ese lugar.

Wendy: Mami... dego miedo. – Dice la pequeña mientras llama a la heredera.

Es solo una niña, por lo que no comprende bien lo que sucede a su alrededor y menos lo que hace.

Por lo que eso también incluye a que no comprende por qué Weiss, la chica a la que ella ve como su madre y firmemente cree que realmente lo es, dijo aquellas palabras hirientes.

¿Acaso hizo algo malo?

¿Desobedeció una regla como la que les dieron en el lugar donde anteriormente estaba?

¿Hizo alguna travesura?

No sabe qué hizo, por lo que trató de recordar si hizo algo malo, pero no recuerda nada.

Aunque eso igualmente no importa, porque siente como la nave se mueve y hace que se asuste más.

Wendy: Mamá.

Vuelve a llorar mientras mientras el bullhead comienza a elevarse.

Mientras tanto con los operadores y los remanentes, éstos se reunieron en la entrada de la academia para saber qué hacer para encontrar a Wendy.

Laura: Carajo, es como si se la hubiera tragado la tierra.

Yang: Buscamos en toda la academia pero no tuvimos suerte. – Dice preocupada.

Coco: No pensé que buscar a una niña fuera tan difícil.

Andrew: Es como buscar una aguja en un pajar.

Jaune: ¿De qué manera?

Andrew: La academia es demasiado grande, incluso nosotros podríamos perdernos a pesar de tener ya un tiempo aquí.

Red: Por alguna razón me recordó a Hogwarts de Harry Potter.

Glynda: Esto es muy preocupante. – Dice la profesora. – Si de alguna manera ella deja Beacon, estará en grave peligro en la ciudad.

Weiss llega con ellos en ese momento después de buscar sin descanso a Wendy, por lo que al llegar con ellos trata de recuperar el aliento.

Blake: Vaya, la mamá del año llegó. – Dice con sarcasmo. – ¿Qué pasa?, ¿Al fin recapacitaste o solo quieres encontrarla para seguirle diciendo cosas?

Weiss: No tengo tiempo para escuchar tus tonterías.

Ruby: No peleen. – Dice la líder. – La prioridad ahora es encontrar a Wendy.

Yatsuhashi: Hemos buscado por toda la academia pero nada.

Sun: No hemos probado en los alrededores.

Velvet: ¿Y si terminó en el bosque?

Logan: Entonces está en peligro.

Sage: Entonces busquemos en el bosque, no debe ser difícil localizar a una niña de cabello blanco y orejas de lobo.

Sus palabras fueron escuchadas por dos estudiantes que se acercaban a la entrada de la academia, los cuales se detuvieron cerca de ellos.

Estudiante 1: Disculpen, ¿están buscando a una niña? – Le pregunta a todos.

Weiss: ¡Sí!, ¿la han visto? – Pregunta preocupada.

Estudiante 2: Pues vimos a una niña de cabello blanco, orejas de lobo que corría mientras lloraba, hacia el bullhead en el helipuerto.

Ruby: Debemos ir allá.

Estudiante 1: Ahhhh... creo que ya es demasiado tarde.

Los operadores y demás remanentes lo ven.

Weiss: ¿Por qué lo dices? – Mira seriamente al chico.

Estudiante 2: Porque el bullhead ya se fue. – Señala al cielo.

Inmediatamente todos miran hacia donde apuntaba, para ver como el bullhead que había llegado, se iba de Beacon alejándose más y más.

Laura:.... Mierda.

La hija de Menéndez inmediatamente se aleja a toda velocidad de allí, en dirección a la base oculta.

No podrían ir a buscarla, pero afortunadamente ella tiene dos soluciones en la ciudad que le ayuden con el problema.

Weiss sale corriendo en dirección al helipuerto.

Quiere asegurarse de que ella realmente está en ese bullhead, y no se haya quedado sola en el helipuerto.

Pero al llegar, lo que se temía resultó ser verdad.

Wendy se encontraba en el bullhead con destino a la Ciudad de Vale.

Weiss: Soy una estúpida.

Jazz: Si lo dices tú, entonces es cierto.

Weiss se da la vuelta para ver que los operadores estaban allí.

Logan: Debemos prepararnos para lo que vendrá. – Dice el hijo de Ghost. – No sabemos si habrá un tiroteo cuando vayamos al rescate de la niña.

Edward: O peor aún, los alemanes posiblemente la capturen al momento de encontrarla.

Henry: Si eso pasa, será muy difícil poder encontrarla.

Weiss: Si vamos todos podemos encontrarla.

Andrew: Ustedes no irán, no están preparados para enfrentarse a los nazis, contando que pueden tener personas influyentes de su lado en la ciudad. Así que solo iremos nosotros para mayor porcentaje de éxito.

Weiss: Pero...

Edward: Ya está decidido, los demás estuvieron de acuerdo y los profesores apoyan nuestra decisión.

Red: Debemos movernos, hay que prepararnos para esta noche.

Henry: Sinceramente, pensé que pasaría un par de meses o más para volver a la acción.

Los operadores se retiran.

Weiss se queda en el lugar mientras su semblante se vuelve triste.

No quería quedarse a esperar.

Ella fue la culpable y ella debía resolver el asunto.

Pero sabía que era verdad, pues ella no tenía aún la experiencia para entrar en combate contra personas que literalmente vienen de una guerra.

Sobre todo que no era lo mismo enfrentar a soldados de otro mundo con armamento más poderoso y simple, que contra grimms irracionales que atacan todo ser humano que miran.

Pero eso no iba a impedir que arregle el problema.

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El bullhead llega al helipuerto de la Ciudad de Vale, aterrizando en uno de los lugares disponibles para después abrir su compuerta.

Wendy con temor se acerca a la salida, mirando a todos lados y no reconociendo el lugar.

Tenía mucho miedo, estaba sola en un lugar desconocido y su mamá no estaba allí.

Estaba perdida.

Piloto: ¡Oye niña ¿qué haces aquí?!

La pequeña da un brinco del susto y por consecuencia sale corriendo del bullhead, mientras el piloto trata de detenerla en vano.

Varias personas que estaban en el helipuerto, la ven un poco sorprendidos pero está asustada se aleja corriendo.

El piloto se acercó a ellos y les dijo que esa niña venía de Beacon, por lo que debió entrar al bullhead por accidente y debía detenerla para después ser llevada a casa.

Por lo que varios comenzaron a perseguir a la niña, para detenerla y para que sea llevada de regreso a la academia.

Pero el resultado no fue bueno, ya que de alguna manera la niña desapareció y le perdieron el rastro.

En eso, Eco y Bravo que iban al helipuerto escucharon la conversación de dos personas del helipuerto que mencionan que la niña desapareció, por lo que inmediatamente supieron que era de la niña que les habló Laura.

Dicha niña que los dos debían de rescatar, por lo que se alarmaron al saber que estaba sola en la ciudad.

Por lo que empezaron a buscarla, manteniendo un perfil bajo para no levantar sospechas.

La pequeña Wendy, termina alejada del helipuerto a unas 5 cuadras, terminando cerca de un callejón donde trata de recuperar el aliento.

Pero vuelve a ponerse nerviosa al estar en un lugar desconocido, donde había personas que la miraban con curiosidad pero después la ignoraban, pero uno que otro miraba con desagrado a la niña cuando notaron sus orejas de lobo.

Se sentía agobiada al estar en un lugar completamente extraño y lleno de extraños, que la hacían sentirse intimidada.

Por lo que comenzó nuevamente a llorar, al no saber dónde estaba y a dónde ir.

Wendy: Mamá.... – Llama la pequeña. – Mami ¿dode etad? Tego miedo (Mami, ¿dónde estás? Tengo miedo.)

Los transeúntes miraban a la niña, pero nada más y solo la ignoraban, aunque otros sí se preocuparon por la niña y pensaban ir a ayudarla.

Pero entonces un policía que estaba por ese lugar, al escuchar el llanto de la niña, con curiosidad se acerca al ver a la pequeña sola en la calle llorando.

Por lo que se acerca para ayudarla.

Policía: Hola pequeña. – Le habla amablemente el agente. – ¿Qué haces aquí?, es peligroso.

Wendy: Me... me pedí. (Me perdí.) – Le responde entre lágrimas. – Quedo a mi mamá. (Quiero a mi mamá.)

Policía: Entiendo. – Asiente a su respuesta. – Entonces yo te ayudaré a encontrar a tu mamá, pero para eso debemos ir a la estación para que nos ayudes a localizarla ¿está bien?

La niña entre sollozos asiente.

Policía: Muy bien, entonces vamos. – Le extiende la mano.

Wendy extiende su mano derecha y el policía sorprendido, ve que la pequeña tiene un número tatuado en el lado interno superior del antebrazo izquierdo.

14022013

Ver eso le pareció muy raro, pero también impactante.

¿Qué clase de persona le pondría un tatuaje a una niña pequeña?

Ya después vería eso, pues debe ayudar a la niña a reunirse con sus padres y ellos posiblemente den la respuesta a ese tatuaje.

Se lleva a la niña de la mano y después de avanzar por dos cuadras, se encuentra con su compañero.

Policía 2: ¿Dónde estabas?, te estuve buscando desde hace unos minutos, nos pidieron ir a la zona sur para revisar algo sospechoso.

Policía 1: Pues patrullando, ¿qué más haría?

El segundo policía entonces notaría a la niña, que tenía un collar con forma de manzana en su cuello, pero lo que le llamó más la atención, fue el tatuaje numérico en el brazo izquierdo.

Policía 2: ¿Y esa niña?

Policía 1: La encontré dos cuadras atrás, estaba perdida y buscaba a su madre.

Policía 2: ¿Por qué trae un tatuaje?

Policía 1: Ni idea, posiblemente sus padres lo sepan cuando los contactemos.

El segundo policía se queda en silencio mientras mira el número en el brazo de la niña, para después ponerse serio.

Policía 2: Yo la llevaré a la comisaría, mientras tú adelántate a la zona sur, otros compañeros estarán allí.

Policía 1: ¿Estás seguro? – Pregunta. – Yo puedo llevarla y cuando la deje, puedo ir a la zona sur.

Policía 2: Sí, no te preocupes. Ahora ve, yo me ocuparé de este asunto.

Policía 1: Entendido. – El agente accede. – Entonces te la encargo.

El segundo policía asiente y el primero se va al lugar mencionado, mientras su compañero con la niña lo mira irse.

Policía 2: Bien niña, vamos.

La pequeña con nervios sigue al policía mientras le toma la mano, empezando así el camino a la comisaría.

Después de caminar por tres cuadras, el policía entra con la niña por un callejón avanzando hasta el fondo del mismo.

Más adelante estaba un camino que daba a izquierda y derecha, dónde el policía toma el camino izquierdo y más adelante en medio del camino, había una puerta de madera color negra con una pequeña ventanilla y una lámpara que iluminaba la misma desde arriba por las noches.

El policía con la niña se ponen frente a la puerta y este toca la misma, para después esperar un poco.

La ventanilla se abre en ese momento, dejando ver a una persona que mira al policía.

Policía 2: Traigo una carga extraviada.

La persona al otro lado de la puerta pone su vista en la niña, la cual por algún motivo sentía un mal presentimiento y el miedo comenzaba a surgir en ella.

La ventanilla se cierra y la puerta se abre en ese instante, dejando ver a una persona con ropa normal que se hace a un lado.

Allí mismo la niña se puso pálida al ver lo que había en el interior.

Había varias personas, pero eso no era lo que la ponía así.

Si no que la razón por la que se puso pálida, fue un par de banderas clavadas en la pared de fondo.

Policía 2: Vamos niña, muévete.

La pequeña Wendy presa del pánico trata de liberarse, pero la fuerza era diferente entre ella y el policía por obviedad.

Policía 2: Muévete cosa horrenda.

Con desesperación, Wendy muerde la mano del policía con todas sus fuerzas haciendo que la suelte.

El policía se sujeta la mano mientras grita ligeramente de dolor, pero la niña aprovecha eso para escapar.

Pero no avanza más que dos metros, ya que el policía la tomó violentamente del cabello y la separó del suelo con violencia.

Wendy grita de dolor por la acción del policía, mientras llora y trata de liberarse pero le era imposible.

Policía 2: ¡Maldito animal horrendo! – Enojado se la lleva colgando del cabello hasta el interior.

La niña llora con fuerza por la forma en la que estaba siendo lastimada, aunque las personas que estaban adentro no le tomaron nada de importancia.

El policía avanza por unas escaleras que dan a un segundo piso, hasta llegar a otra sala y avanza a una puerta al lado de las escaleras por las que subió, al llegar al tercer piso se acerca a otra puerta al lado de las escaleras, donde al abrirla había más escaleras las cuales sube y en ese piso había en el fondo una puerta blanca.

Una persona abre la puerta y entonces nota el collar en el cuello de la niña.

Nazi: Oye, ¿por qué esa criatura tiene algo así? – Se acerca a la niña. – Yo me lo quedaré, me darán buen dinero por él.

La niña con todo en contra, da manotazos para que no se acerque pero este de igual manera logra tomar el collar, pero aún así la pequeña trata inútilmente de evitar que se lo quiten haciendo uso de toda su fuerza.

Nazi: ¡Trae acá, animal horrendo!

Wendy: ¡Do, ed mío! (¡No, es mío!) – Exclama entre llantos y dolor.

El nazi le da un bofetada que la termina aturdiendo, por lo que el nazi inmediatamente le quita el collar.

El policía sin tentarse el corazón, lanza con brusquedad a la niña en el interior como si fuera una bolsa de basura.

Esa acción más el golpe que recibe al caer al suelo, le hacen daño a Wendy que se queda en el suelo.

Policía 2: Este será tu nuevo hogar hasta que te llevemos a una jaula.

Con eso dicho, la puerta se cierra dejando en completa oscuridad a la niña.

Ante esa horrible y aterradora situación, la niña solo podía sollozar de miedo y dolor.

Y lo único que tenía en mente, era una sola cosa.

Wendy: *Snif*.... ¡Mamá!

Lo único que tenía Wendy en su mente, era nada más que su madre... Weiss Schnee.

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Cayó la noche en Vale y en las afueras de la Ciudad, el helicóptero Chinook sobrevolaba con los operadores en el interior preparándose para la búsqueda y rescate de Wendy.

Aunque claro iban vestidos de civil con sus armas cortas ocultas en su ropa, al igual que subfusiles los cuales traían en una gran mochila.

Edward: Bien, ya saben el plan, nos dividimos en dos y peinamos las calles en busca de Wendy.

Red: Bien, Henry y Logan irán juntos, Jazz con Andrew y Edward y yo iremos juntos. – Dice el sobrino de Adler. – ¿Alguna duda?

Nadie dice nada.

Edward: Bien, entonces a armarnos.

Se acerca a la mochila y la abre para sacar las armas.

Edward:

Edward da un salto hacia atrás asustado que hasta sorprende a los demás.

Jazz: ¿Qué, qué sucede?

Se acerca a ver qué lo hizo gritar, pero de la nada surge Weiss de la bolsa.

Todos: ¡KYAAAAAAAAA! – Rápidamente se tapan la boca por el grito.

Weiss:....

Todos:....

Weiss:....

Todos:....

Weiss:.... Fingiré que no escuché eso.

Henry: ¡¿Qué demonios haces aquí?!

Weiss: Yo también ayudaré a encontrar a Wendy.

Edward: No, no, no, no. – Se acerca a la heredera. – Tú no irás a ninguna parte, te quedarás en el helicóptero y esperarás.

Weiss: No haré eso.

Edward: Que mal por ti, porque no tienes opción.

Weiss: Pero...

Edward: No irás y se acabó.

Edward toma la bolsa y se acerca a sus compañeros, mientras el helicóptero desciende hasta tocar tierra y abre su compuerta.

Edward: Bien, procuren no llamar la atención y si encuentran alguna pista, notificarlo rápidamente ¿de acuerdo?

Todos: De acuerdo.

Se da la vuelta para hablarle a Weiss.

Edward: Y tú Reina de Hielo, te quedarás...

Al ver donde debería estar Weiss, ya no había nadie y la compuerta abierta daba al exterior.

Red: Oigan, mi Glock 19 y sus cargadores no están aquí.... Oigan, desaparecieron también dos granadas de humo.

Edward sorprendido mira al exterior.

Edward:.... Carajo.

A la distancia se puede ver a Weiss corriendo en dirección a la ciudad mientras tenía oculta la pistola y los cargadores en su bolso, mientras que detrás de ella el helicóptero se hacía cada vez más pequeño.

Al llegar a la ciudad inmediatamente comienza a buscar, pero sin pedir ayuda de las personas o de la policía. Ya que no era una buena idea, sabiendo que los alemanes pueden estar en cualquier parte vigilando.

Por lo que debía ser precavida si no quería parecer sospechosa y comprometer la seguridad de Wendy, pero sobre todo no quería delatar a sus amigos que pronto llegarán a la ciudad.

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Edward: Informen. – Habla por su comunicador.

Logan: "Aquí con Henry no hemos encontrado nada, de igual forma no podemos preguntar a las personas." – Se escucha decir al hijo de Ghost.

Andrew: "Lo mismo con nosotros, no hemos tenido éxito." – Responde el hermano de Section.

Red: Sigamos buscando, el tiempo de la niña es poco y se reduce a cada segundo que pasa.

Henry: "Y también de que Weiss se puede meter en graves problemas." – Dice el hermano de Harper.

Jazz: "Creo que de igual manera deberíamos encontrar a Weiss ¿no creen?"

Edward: Si la encuentran, que se quede con ustedes. – Les dice a todos. – Ella no sabe lo peligrosos que son.

Todos acatan la orden y reanudan la búsqueda, pero también con la orden de encontrar a Weiss.

Aunque la mencionada se encontraba alejada de todos, buscando por las calles algún indicio de la pequeña Wendy. Pero el resultado era decepcionante ya que no había ninguna pista al respecto, lo que desesperaba a Weiss por no tener un resultado positivo en la búsqueda.

Sobre todo porque era de noche y no había casi personas transitando.

Weiss: Maldita sea Oum, dame una señal. – Murmura desesperada.

Al doblar a la siguiente calle, Weiss ve a un policía hablando por su scroll.

Nada raro, de no ser porque cuando lo escuchó hablar...

El policía estaba hablando en alemán.

Y escuchar a un policía de Vale hablar en un idioma que jamás se ha escuchado o existido en Remnant, le hizo perder el aliento y alarmarse.

Pero al escucharlo hablar en alemán, entonces pensó que era una buena oportunidad para obtener una pista.

Después de todo ese policía era un enemigo al descubrir que era alemán.

Policía: Sie sagen also, Sie haben bereits einen Ort gefunden, an den Sie das Kalb schicken können? Ach wirklich? (Entonces ¿dice que ya ha encontrado un lugar a dónde enviar a la cría? ¿en serio?) – Se le escucha preguntar. – Ich weiß, Sir. Einen Überlebenden des Hafenunglücks zu finden ... war unerwartet, aber gleichzeitig auch besorgniserregend. (Lo sé, señor. Encontrar una sobreviviente del accidente del puerto... fue algo inesperado, pero al mismo tiempo también es preocupante.) – Dice por el scroll. – Ja.... Ja. Ich werde dafür sorgen, dass die restlichen Überlebenden gefunden werden. Wir können nicht zulassen, dass sie der Welt erzählen, wer wir sind und was wir tun. Glücklicherweise können wir sie anhand der Nummernreihe auf ihrem linken Arm identifizieren, sodass die Jagd einfach sein wird. (Sí.... Sí. Me aseguraré de encontrar al resto de sobrevivientes, no podemos dejar que le cuenten al mundo quienes somos y lo que hacemos. Por suerte podemos identificarlos gracias a la serie de números que tienen en el brazo izquierdo, por lo que la cacería será fácil.) – Responde. – Ja, es wird kein Problem sein, wenn wir sie vorsichtig einfangen, die Göre war aufgrund der Nummer, die sie auf ihren linken Arm tätowiert hat, leicht zu fangen. Verstanden, dann werde ich die anderen über den Transfer des Kalbes informieren. (Sí, no habrá inconveniente si los capturamos con cautela, la mocosa fue fácil de capturar por el número que tiene tatuado en el brazo izquierdo. Entendido, entonces yo voy a notificar a los demás del traslado de la cría.)

Al terminar de decir eso, la llamada termina y guarda su scroll para después seguir su camino.

Weiss al escuchar la conversación del alemán, sobre todo al mencionar a una niña en la llamada... pudo entender inmediatamente que hablaba de Wendy.

Pero al escuchar que iba a notificar a los demás, entonces eso significaba que se dirigía exactamente al lugar donde tenían capturada a Wendy.

Era su oportunidad para rescatar a Wendy.

Pero antes de tomar acciones, le manda un mensaje a Edward sobre su ubicación y la noticia de que encontró a Wendy.

Empezó a seguir al policía pero manteniendo la distancia, para evitar ser vista y no alertar a su guía.

Caminaron por varias cuadras, hasta que el policía se acerca a un callejón, pero antes de entrar en él, se da la vuelta y comienza a ver a todos lados.

Pero todo lo que miraba estaba vacío.

No había una sola persona que estuviera en el lugar.

Así que se da la vuelta e ingresa en el callejón, para comenzar a avanzar hacia el escondite de sus compañeros.

Weiss sale detrás de una esquina y rápidamente corre hacia el callejón, para no perder al policía al sentir que estaba cerca del lugar, pero también manda otro mensaje a Edward para notificar su ubicación actual.

Al llegar al callejón inmediatamente se pone a un lado de este y mira discretamente al interior, para ver qué dirección tomará el alemán y cuando lo ve tomar el camino izquierdo, rápidamente entra en el callejón para ponerse a la pared y mirar un poco hacia el otro lado, notando que el policía se detuvo en medio del callejón frente a una puerta.

Por lo que retrocede un par de metros, para después invocar uno de sus sellos en el suelo, al cual salta y al tocarlo da otro salto que la eleva un par de metros para que después se invoque otro sello al cual salta, para invocar nuevamente otro sello y salta en este para terminar llegando al techo del edificio.

Rápidamente se mueve hacia el borde al otro lado, para ver cómo el policía hablaba con alguien al otro lado de la puerta.

Pero después lo ignora y mira el edificio donde tienen cautiva a Wendy.

Era un edificio de 4 pisos, pero del tamaño de una casa pequeña como para 4 a 8 personas en cada piso.

Edificio que podría estar repleto de enemigos.

Las ventanas estaban cerradas a excepción de una ventana que estaba más alejada, al final del edificio.

Al acercarse allí, ve que la ventana daba ingreso al interior de la cocina del último piso.

Era raro, ya que tal vez la cocina debería estar en el tercer o segundo piso.

Mejor dicho, a qué persona se le ocurrió construir un edificio de esas medidas, ya que era raro de verlo.

Pero no piensa en eso y mejor piensa en lo que hará a continuación.

Debía ser cuidadosa en lo que haría, ya que un descuido y la situación se complicaría, tanto para ella como para los demás y tendría como consecuencia la posible muerte de Wendy.

Se sienta en el suelo y cierra los ojos para prepararse mentalmente, ya que había un gran problema de por medio que debía enfrentar si quería salvar a Wendy.

Ese problema... era matar.

Debía arrebatarle la vida a otra persona, si quería salvar a la niña que tenía poco tiempo antes de que la trasladen a otro sitio donde ya no podría ser rescatada.

Y ella jamás se lo perdonaría, sobre todo porque es culpa suya que Wendy esté allí.

Da profundas respiraciones mientras se mentaliza para lo que hará.

No había vuelta atrás.

Solo tenía la pistola, pues su estoque lo había dejado a Beacon, pero viendo la situación, no lo necesitaría.

No podría usarlo contra los alemanes en un espacio cerrado, ya que ellos tenían armas de fuego y un combate cuerpo a cuerpo contra ellos era una pésima idea.

La matarían sin siquiera tener una oportunidad de defenderse.

Dando una última respiración profunda... Weiss abre los ojos y adquiere una expresión seria.

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Inmediatamente todos los operadores fueron reunidos por Edward y se dirigían a la zona que Weiss le dió, pero entonces recibe otro mensaje de la heredera que le dió preocupación.

Weiss
"La policía tiene a los nazis infiltrados en sus filas, no se confíen de ellos."

Edward: Carajo.

Henry: ¿Qué sucede ahora?, ¿se cambió la ubicación?

Edward: No, nos dice que tengamos cuidado de la policía. – Les responde. - Los bastardos están incluso dentro de las fuerzas del orden.

Red: Bueno, entonces eso es suficiente pretexto para matar policías como en el GTA.

Jazz: No creo que todos los policías estén trabajando con los nazis, posiblemente los estén usando y no sepan de ellos.

Edward: Avancen.

Todos aceleran el paso, mientras esperan que Weiss no cometa una locura.

Pero regresando con la heredera...

Ella ingresa a la cocina por la ventana y rápidamente saca la Glock 19 que tomó de la bolsa de armas, también toma un cuchillo de la cocina y se acerca a la salida de la misma apoyándose en el costado para mirar hacia afuera y analizar el entorno.

Había entrenado arduamente esas semanas, sufrió un infierno pero aprendió varias cosas que le servirán para enfrentar a los alemanes. Sabía cómo disparar una pistola, las tácticas de combate cercano y también cómo moverse. Pero solo aprendió un poco más de lo básico, ya que entrenar eso costaba más tiempo por lo que estaba en un nivel un poco superior al de un novato, pero ella es inteligente y puede usar eso a su favor.

Alemán 1: Hey, wie viele von uns sind gerade im Gebäude? (Oye ¿cuántos estamos en el edificio en este momento?)

Alemán 2: Warum die Frage? (¿Por qué la pregunta?)

Alemán 1: Ich möchte ein paar Pizzen kaufen. (Quiero ir a comprar unas pizzas.)

Alemán 2: Nun, wenn wir Arthurs Ankunft berücksichtigen, sind wir 28. (Pues, si tomamos en cuenta la llegada de Arthur, somos 28.)

Alemán 3: Phillips und Joe sind mit einer Besorgung unterwegs, sie werden erst morgen hier sein. (Phillips y Joe salieron a realizar un encargo, no llegarán hasta mañana.)

Alemán 1: Gut, ich bringe Pizzen für alle mit. (Bien, traeré pizzas para todos.)

El alemán se retiró de allí, mientras el resto hacía sus propias cosas.

Weiss analiza la sala y nota que había solamente 7 personas, contando a dos que salieron de unas habitaciones. En los sofás había dos MP40, mientras que al fondo había otra MP40 colgada en la pared. Posiblemente tengan más de ellas en las habitaciones, al igual que otras armas.

Pero nota algo que la sorprende en el centro de la sala.

Un collar con la forma de una manzana.

Y solo una persona tenía ese collar.

Wendy.

Con eso ahora estaba 100% segura, que ella estaba allí.

Si quería tener el mayor éxito, no debía darles la más mínima oportunidad de reaccionar.

Así que, saca una granada de humo del bolso que tiene en su espalda baja, le quita el seguro y toma un respiro profundo.

Al exhalar, lanza la granada a la sala y está inmediatamente se activa y cubre toda la sala de humo cegando la vista de todos los desprevenidos alemanes.

Los gritos de sorpresa y confusión no se hicieron esperar.

Ella tampoco podía verlos, pero ya tenía ubicadas a cada una de las personas en la sala.

Sale de la cocina y se acerca al primer alemán rápidamente, para después clavarle el cuchillo que tenía en su mano derecha en el costado al alemán, haciendo que grite de dolor alertando a los demás, pero Weiss con la pistola que portaba en su mano izquierda, apunta a donde tenía marcado a otro alemán y da tres disparos.

Pero no se detiene allí y le dispara en la pierna al alemán que apuñaló, haciendo que caiga de rodillas y aprovecha eso para dispararle en la cabeza acabando con su vida.

El resto del edificio se puso en alerta cuando escucharon los gritos y los disparos, por lo que rápidamente se movieron de sus lugares para tomar sus armas y responder al ataque.

Weiss rápidamente apunta a la dirección donde tenía detectado a otro alemán, disparando para después escuchar el quejido de la persona y el cuerpo cayendo al suelo. La heredera se acercó al centro de la sala y tomó las dos MP40, guardando su pistola para después subir bala a la recámara del subfusil.

(Nota: No sé si lo saben, pero se los recuerdo. Weiss es zurda, por lo que ella dispara las armas con la mano izquierda.)

Los 4 alemanes restantes, tratan de moverse pero debido al repentino ataque, se mueven desesperados chocando con algunos muebles, lo que Weiss aprovecha y le dispara a uno de los alemanes que estaba cerca de los sofás intentando alcanzar los subfusiles, pero es acribillado en el intento y queda recargado en el sillón.

Se mueve en silencio y escucha a otro alemán chocando con una puerta, por lo que dispara a la dirección del sonido, escuchando como el alemán grita y se escucha su cuerpo caer.

Ahora solo quedaban dos allí, por lo que ella debía ser rápida.

Se acerca hacía el fondo de la sala, estando alerta y más adelante mira la silueta de una persona, por lo que sin pensar le dispara a quemarropa cegando inmediatamente su vida.

Escucha un arma siendo cargada, por lo que sin pensar vacía el cargador del subfusil en la dirección del sonido, escuchando después el golpe seco de algo cayendo.

Al ver que momentáneamente el peligro se detuvo, de forma inesperada empieza a vomitar.

Había cometido sus primeros asesinatos, algo que estaba en contra de su orgullo y su creencia.

Pero no piensa en eso, ya que no era el momento.

Rápidamente inspecciona toda la sala, logrando encontrar porta cargadores con munición de MP40, los cuales toma y de paso también toma el collar que le regaló a Wendy.

Se acerca a la puerta del fondo, para después golpearla.

Weiss: ¡Wendy!

Wendy: ¡Mami!

Su corazón se acelera al escuchar la voz de la niña, lo que la hace dar un suspiro de alivio.

Weiss: Te voy a sacar de aquí.

Wendy: ¡Mami, tengo miedo!

Se escucha que la niña se pone a llorar, lo que hace sentir muy mal a Weiss.

Weiss: Descuida, pronto nos iremos de aquí.

De repente disparos se escuchan y los impactos de bala en las paredes no se hacen esperar, por lo que de forma instintiva, Weiss se tira al suelo evitando ser alcanzada por los disparos, pero rápidamente se arrastra hacia una cobertura, siendo en una habitación al otro lado del pasillo en el que estaba.

Por lo que después recarga rápidamente el arma y desde su cobertura, dispara hacia la dirección de donde provinieron los disparos, escuchando como el alemán se queja del dolor y se golpea contra un mueble al momento de caer.

Weiss: ¡No te acerques a la puerta!

La pequeña obedece y se aleja de la puerta.

Alemán: Wir haben einen Eindringling im obersten Stockwerk, töten Sie ihn! (Tenemos un intruso en el último piso, ¡mátenlo!) – Advierte a los demás. – Ist eine Frau! (¡Es una mujer!) – Exclama.

Se escucha pasos apresurados subir por las escaleras, por lo que usando sus sellos, se mueve de su posición actual, hacia un lado de las escaleras.

Para este punto, el humo ya se había disipado.

Había matado a 8 alemanes y dentro de poco, más alemanes subirán para encargarse de ella.

Pero... no los iba a esperar.

No....

Ella iba a bajar y los iba a matar.

Toma el cuchillo que tenía clavado el primer alemán que mató, ya que le serviría en ese momento.

Revisa los cuerpos, tratando de encontrar algo útil mientras escucha los gritos de los alemanes.

Alemán: Warnen Sie uns, dass wir angegriffen werden, wir brauchen Unterstützung! (¡Avisen que estamos siendo atacados, requerimos de apoyo!) – Dice a los demás. – Wir wissen nicht, wie viele es sind! (¡No sabemos cuántos son!)

Escucha pasos subir las escaleras, por lo que se oculta en la cocina justo cuando otros tres alemanes con pistolas Luger P08 y Walther PPK, que comienzan a inspeccionar el lugar.

Weiss encuentra un pequeño frasco con dust de fuego, por lo que lo toma y piensa en una idea de lo que hará con eso.

Mira brevemente por la puerta y ve que dos alemanes inspeccionan las habitaciones, pero el tercero se acerca a la cocina y la descubre cuando se asoma.

Alemán: Ich habe den Eindringling gefunden! (Encontré al intruso!)

Weiss inmediatamente lanza el frasco de dust de fuego, que había agitado con fuerza y lo lanza al alemán que termina encendido en fuego.

Alemán: ¡AAAAAAAAAHHHHHH!

El pobre hombre aterrado y sufriendo en las llamas, comienza a moverse descontrolado por la sala y termina chocando contra la esquina de la entrada de la escalera, lo que lo hace caer por las mismas al piso inferior cubierto de fuego.

(Puede que haya olvidado unos datos respecto al Dust, así que no sé si eso de agitar el frasco de polvo lo vuelve volátil dependiendo del elemento que sea, por lo que pido disculpa si me equivoqué en eso, pues esto lo pensé al recordar la escena del primer encuentro de Weiss con Ruby)

Weiss dispara a los otros dos enemigos, pero estos se cubren con los sofás, pero la heredera aprovecha esto y usando sus sellos, se mueve velozmente hacia el otro lado de la sala quedando detrás de los nazis.

Estos se quedan sorprendidos por la silueta que se movió a gran velocidad, por lo que rápidamente se dan la vuelta para encarar a su enemigo con sus armas, pero fue tarde cuando Weiss los acribilló sin piedad.

Weiss: (¿Qué demonios les habrá pasado que se están demorando para llegar?) – Se pregunta preocupada y nerviosa.

Ya era hora de que los muchachos llegaran y le ayudarán con los alemanes, pues no sabía cuánto duraría.

Recarga su arma y se acerca a las escaleras, mirando al final de estas no se encontraba el cuerpo del alemán que encendió en fuego.

Por lo que dedujo que había sido salvado por sus compañeros, por lo que no perdió tiempo y usando sus sellos baja a gran velocidad al tercer piso, pero se cubre con la pared mientras piensa su siguiente movimiento.

Mira ligeramente por la entrada, pero al hacerlo...

¡RATATATATATATATATATATATATATATATATATA!

¡BANG! ¡BANG! ¡BANG! ¡BANG! ¡BANG! ¡BANG!

Inmediatamente se cubre al recibir una lluvia de disparos, que tratan de destrozarla y dejarla como colador.

Eso hace que a Weiss casi le de un infarto del susto, pues casi no la contaba.

Ni siquiera entendía cómo demonios es que había logrado todo lo que ha hecho en ese momento, siendo ella solo una estudiante de academia de 17 años y poco entrenamiento en armas de fuego.

Saca la última granada de humo que tenía, le quita el seguro y lo lanza a los alemanes.

Alemán: Granate! (¡Granada!)

Inmediatamente todos se cubren, pero en vez de estallar, libera humo que cubre todo el lugar cegando sus vistas.

Weiss aprovecha el humo y con el cuchillo, comienza a moverse pero antes, activa sus sellos y usando gran parte de su aura, de los sellos sale hielo que atrapa las extremidades de los alemanes.

Los cuales tratan de liberarse, mientras el humo cubría sus vistas de su entorno.

Con cuidado y alerta, busca a los alemanes para comenzar a eliminarlos.

Ya había matado a 10, ahora quedaban 17 si es que el tipo al que encendió en fuego no se murió.

Se acerca al primero de la sala, el cuál la nota por lo que levanta su pistola a Luger, pero Weiss lo apuñala en el estómago haciéndolo gritar, terminando con un corte vertical que hace desangrar al alemán pero al mismo tiempo ella se termina manchando de sangre la ropa, el rostro y el cabello.

Escucha pasos detrás de ella, por lo que se da media vuelta rápidamente y dispara abatiendo a otro alemán.

12/27

El resto a pesar de estar cegados por el humo, disparan hacia el sonido de los disparos, creando un muro de balas, pero Weiss se tira al suelo y se mueve de su posición.

Weiss escucha pasos detrás de ella, por lo que se queda inmóvil y ve cómo se hace presente la silueta de otro alemán que pasa por su lado, por lo que no desaprovecha y con el cuchillo lo apuñala en el pie.

El alemán grita de dolor, pero Weiss lo acribilla y acaba con su vida, aunque revela su posición y los demás nazis le vuelven a disparar.

13/27

Pero las balas se les terminan y comienzan a recargar.

Weiss al escucharlos recargar sus armas, rápidamente aprovecha y usando uno de sus sellos en la pared, salta en este y con impulso se acerca a los nazis por detrás, pero debido al humo no sabía a dónde iba terminar, por lo que se estampa contra una pared.

Pero la heredera se repone inmediatamente, para recargar su MP40 y disparar a los nazis mientras se acerca a ellos, pero como no sabía la ubicación de estos, dispara a los lados y cuando su arma se vacía, invoca otro sello y se mueve hacia su posición anterior, pero no sin antes usando gran parte de su Aura, crea hielo por el piso que puede inmovilizar a los nazis por un momento.

Pero en eso siente el cansancio.

El uso de su Semblanza de forma consecutiva y el haber usado mucha Aura en su último movimiento, le comenzó a hacer efecto.

El humo se empieza a disipar y Weiss después de recargar su arma con el último cargador que tenía, ve desde un costado del sofá donde se oculta a los alemanes que tratan de liberarse del hielo.

Contando que había 5 de pie que tratan de liberarse, pero ella no desaprovecha esa ventaja y sale de su cobertura para seguidamente dispararles logrando abatir a 3, pero los otros dos le empiezan a disparar.

La heredera se cubre con el sofá y con uno de los cuerpos de los nazis muertos, usándolo como escudo de las balas enemigas.

Alemán: Wo sind die Verstärkungen?! (¡¿Dónde están los refuerzos?!)

La heredera saca el arma y les dispara, pero los nazis se agachan evitando los disparos.

Weiss se queda sin munición del subfusil, por lo que saca la pistola Glock y sale de su cobertura disparándole a los dos nazis que quedaban en ese piso.

Uno de ellos cae abatido cuando dos disparos impactan en el tórax y otro en su garganta, mientras que el segundo nazi le dispara, pero Weiss se cubre con el sofá evitando los disparos.

Cuando el alemán se queda sin balas, Weiss sale de su cobertura y lo acribilla a tiros, acabando con su vida.

Al acabar con el último que estaba de pie, inspecciona rápidamente el piso y cuenta los cuerpos, descontando a los dos primeros que asesinó.

Los 5 alemanes que quedaron atrapados por el hielo, más otros dos, dando a entender que mató a 7.

20/27

Toma las municiones de la MP40, para después tomar uno de los que había en el suelo y guardar la pistola, para seguir inspeccionando las habitaciones que había en ese piso.

Solo para llevarse la sorpresa que en una de esas habitaciones, se encontraba el alemán que había cubierto de fuego, agonizando en la cama, pero nota que había vendajes, alcohol y unas tijeras.

Antes de que pudiera reaccionar a la sorpresa de que había alguien más en la habitación, una cuerda cubre su cuello y la comienza a estrangular.

Weiss sorprendida por el inesperado ataque, trata desesperadamente de liberarse, pero era imposible.

Alemán: Verdammte Schlampe! (¡Maldita perra!) – Le dice a la heredera. – Sie haben einen schweren Fehler gemacht, als Sie uns angegriffen haben! (¡Cometiste un grave error al atacarnos!)

La heredera trata de liberarse, pero el alemán usa más fuerza y la suspende del suelo, haciendo que Weiss comience a patalear tratando de zafarse.

Sentía la pérdida del aire y que dentro de poco perdería la conciencia.

Debía liberarse en ese momento o todo acabaría.

Su vista empieza a nublarse, el aire se corta y sus fuerzas comienzan a mermar.

De forma débil y desesperada, intenta llegar al cuchillo, logrando tomarlo y con las fuerzas que le quedaban, apuñala al alemán en el costado haciendo que la suelte y caiga gravemente herido.

Weiss comienza a toser mientras trata de tomar aire, pero aún así, saca su pistola y le dispara al alemán a quemarropa, acabando con su vida y acabándose las balas del cargador.

Por lo que ya un poco recuperada, pero debilitada por el uso de su Semblanza, Weiss recarga el arma y guarda el cargador vacío.

Se acerca al alemán agonizante que solo la mira indefenso, para después sin titubear o sentir compasión, le dispara en la cabeza.

Recarga la MP40 y sale de allí, para seguir con su misión.

22/27

Estaba agotada y la fatiga comenzaba a hacer efecto en ella.

Se sentía débil.

Muy débil.

Pero no iba a retroceder.

No ahora.

La albina baja al segundo piso de forma lenta, pero a medio camino, dos alemanes empiezan a subir, por lo que ella les dispara y hace retroceder a uno, a diferencia de otro que fue alcanzado por las balas y cae herido.

Pero Weiss ni lo piensa y lo remata.

23/27

Sigue bajando y cuando está cerca del cuerpo de la entrada, Weiss sin exponerse, dispara hacia toda la sala del segundo piso haciendo que los alemanes restantes se cubran.

La albina aprovecha eso e ingresa al segundo piso, pero no sin antes tomar la MP40 del alemán muerto.

Pero de la nada, una granada de mano de mango o granada de palo (Granada Modelo 24/Stielhandgranate 24) es lanzada a su posición.

Con la respiración cortada y los ojos dilatados al ver la granada, que había visto su efectividad en el puerto, ser lanzada hacia ella, hace que de forma inmediata salga de la sala y se cubra en las escaleras.

¡Boom!

La explosión desestabiliza a Weiss, haciendo que pierda el equilibrio y caiga, sobre todo por el cansancio.

Weiss: Ugh.... Carajo.

Con cansancio se logra levantar, pero escucha los pasos de los enemigos acercarse a ella.

Por lo que debe retroceder al tercer piso, algo que hace con rapidez, justo a tiempo antes de que los alemanes pudieran disparar en su contra, impactando los proyectiles en la pared.

Pero Weiss tropieza y empieza a respirar agitada.

Toma ambas MP40 y apunta a las escaleras, al escuchar a uno de los alemanes subir rápidamente.

El alemán con precaución, mira hacia el interior del piso, pero recibe disparos de parte de la heredera, los cuales alcanza a evitar.

Pero ahora era el turno del alemán de atacar, por lo que antes de disparar en contra de Weiss, la mencionada rueda por el suelo, evitando los disparos de milagro.

Pero el alemán al ingresar a la sala, cometió el error de solo ingresar y no asegurarse de que su oponente esté muerto.

Lo que tiene como consecuencia, que Weiss lo termina acribillando, acabando con su vida.

24/27

Weiss inmediatamente se levanta con dificultad y se acerca a las escaleras, para subir al último piso.

Los últimos tres alemanes ingresan al tercer piso, justo cuando Weiss ingresa a las escaleras.

Pero los tres le comienzan a disparar, logrando que uno de los proyectiles termine impactando y atravesando su costado derecho.

Weiss grita de dolor por el impacto, que termina soltando uno de los subfusiles cayendo al suelo gravemente herida, mientras trata de aguantar el dolor y también de seguir gritando.

Nunca había recibido un disparo, pero ahora mucho menos quería recibir otro sabiendo lo horrible que se sentía.

Sus fuerzas se estaban acabando y también comenzaba a sangrar, por lo que el tiempo se le comenzaba a acabar.

Las lágrimas no tardaron en salir, sin importar que tratara de evitarlo, pero puede escuchar como un par de alemanes se acercaban a su posición.

Cuando estaban en la entrada de las escaleras, ella levanta la MP40 y les dispara a quemarropa acabando con ambos.

26/27

Apoyándose con la pared, Weiss se levanta a duras penas y comienza a subir con dificultad las escaleras hasta el último piso.

Pero a medio camino, el último alemán intenta subir las escaleras, solo que Weiss le dispara vaciando las balas del arma, por lo que sube lo más rápido que puede, ya que no puede recargar su arma.

El alemán vuelve a ingresar y le dispara, pero falla cuando Weiss logra entrar al último piso con éxito.

El alemán rápidamente sube para evitar darle una oportunidad a Weiss de recuperarse o contraatacar, mientras que la mencionada cae al suelo muy mal por la herida y el cansancio.

Cuando Weiss se vuelve a levantar a duras penas, para darse la vuelta y tratar de recargar la MP40. Aunque en ese momento, el alemán sobreviviente llega al último piso y le trata de disparar.

Pero al intentarlo, el arma no dispara ya que se le acabaron las balas.

Entonces enojado, el alemán se acerca a Weiss que no se deja intimidar y trata de golpearlo con el subfusil, pero es en vano cuando el alemán toma el arma y le da un rodillazo en el costado.

El ataque a la herida hace que Weiss se doble de dolor y escupe un poco de sangre, pero el alemán no termina allí y le da un golpe ascendente, suspendiendo unos centímetros en el aire a Weiss, para caer al suelo derrotada.

La albina trata de levantarse, pero el nazi le da un golpe en la cara con la parte trasera de la MP40, aturdiendo a la heredera y dañándola gravemente.

Alemán: ¡Eres una hija de puta! – Le pisa el costado.

Weiss ante el ataque, escupe más sangre mientras siente cómo sus fuerzas la abandonan.

Alemán: Atacarnos y matar a muchos de mis amigos. – La patea en las costillas.

Weiss pudo sentir como varias de sus costillas se fracturaron.

Alemán: ¡¿Todo por qué?! ¡¿Qué motivo?!

La patea ahora en la cara, haciendo que a la heredera se le nublara la vista.

Alemán: Es por ese animal ¿verdad? – Le pregunta. – Viniste por esa cosa horrenda ¿no es así?

Se agacha y empieza a estrangular a Weiss, que empieza a sentir como su vida empieza a abandonar su cuerpo.

Alemán: Sé quién eres, sabemos de tu familia. Así que será una lástima, tendremos que dar pretexto por tu muerte. – Le dice mientras sigue estrangulándola. – Ahora dime ¿Por qué salvaría alguien como tú, a una cosa horrenda como esa?

Weiss:.... Gh.... P....

Obviamente el alemán no la iba a dejar responder, ya que ahora la iba a matar.

Mató a todos sus compañeros y sobre todo descubrió su ubicación.

Además, sabía sobre su familia, su influencia, por lo que será un gran problema el tener que explicar la razón por la que mató a la heredera.

¡Bang!... ¡Bang!... ¡Bang!

Impactado por lo que estaba pasando, el alemán siente un fuerte dolor en el estómago y cae a un lado de Weiss muy debilitado y herido.

La heredera da una gran bocanada de aire, para después toser con fuerza mientras el dolor en su cuello se hacía presente.

Ya un poco recuperada, se da la vuelta en el suelo y se empieza a levantar a duras penas... mientras en su mano izquierda sostenía la Glock 19.

Mira al alemán herido, que estaba sorprendido por lo que logró hacerle.

Weiss en cambio... mostraba una mirada sombría y desprecio hacia el alemán.

Weiss: Por qué... me arriesgo por... salvar...... a alguien... cómo ella.... dices ¿eh?

Con determinación y cero empatía por el alemán herido, le responde.

Weiss: Porque...... Ich bin ihre Mutter. (Yo soy su madre.) – Le apunta a la cabeza. – Und es war ein schwerer Fehler... meine Tochter zu entführen. (Y fue un grave error... secuestrar a mi hija.)

¡Bang!

El nazi lo último que pudo hacer antes de morir, fue mostrar una expresión de absoluta sorpresa... al escuchar a la albina hablar en alemán.

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Todos estaban muertos.

Había acabado con todos ellos.

La heredera, con pocas fuerzas y tambaleante... empieza a caminar hacia la puerta del fondo, donde estaba encerrada Wendy.

Pero guarda su pistola y toma una MP40 del suelo.

Cuando está cerca de la puerta, llama a la pequeña.

Weiss: Wendy...

Wendy:.... ¿Mami?

Escuchar la voz de la niña, hace que una sonrisa se forme en los labios de Weiss y suspire de alivio.

Weiss: Aléjate de la puerta.

La pequeña obediente a la orden, se aleja de la puerta y Weiss dispara a la cerradura, abriendo la misma para después entrar mientras se sostiene el costado.

Se encontraba más pálida de lo normal por la pérdida de sangre, pero eso poco le importaba en ese momento.

Su hija era lo más importante ahora.

La encuentra en el lado derecho un poco alejada de la puerta, cubriendo sus orejas de fauno por el ruido de los disparos.

La pequeña al ver a la heredera en ese lugar, herida y llena de sangre. La asustó un poco, pero al mismo tiempo se preocupó por ella.

Wendy: ¡Mami!

Weiss sonríe por ver cómo la volvió a llamar.

Sin duda le gustaba........ Eso no lo iba a negar.

Weiss: Vamos Wendy.... – Le dice a la pequeña. – Es hora de irnos a...

¡Ratatatata!

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Lo que acaba de pasar, nunca lo esperó.

Pero tampoco entendía lo que sucedía.

Pues en ese momento, ahora sentía un gran dolor por unas punzadas.

Para ser exactos, unas cinco punzadas.

Weiss:....

Wendy:....

Weiss:....

Estupefacta por lo que pasaba, Weiss escupe una bocanada de sangre y mira su cuerpo, para ver como tenía dos perforaciones en el estómago y tres en el pecho.

Weiss:....

Sin poder mediar palabra alguna, Weiss cae pesadamente al suelo en un ruido sordo.

Su vida comienza a abandonarla poco a poco, mientras ve con su vista nublada, la mirada de shock de su hija.

La heredera... con sus escasas fuerzas, extiende con esfuerzo su mano hacia la niña que extiende también las suyas y toma la de ella.

Unas palabras de Weiss, hacen que la pequeña abra los ojos aún más.

Weiss: Wendy.... - Dice en un susurro.

Wendy:....

Weiss: Mamá...... ya...... está aquí.

Lágrimas comenzaron a acumularse en los ojos de la pequeña.

Wendy:.... ¿Ma...má?

Weiss no pudo evitar sollozar en sus últimos momentos.

Weiss: Wendy....

En ese instante...... su vida pasa frente a sus ojos.

Wendy:....

Weiss:........ Perdóname....

Sin fuerzas y con un gran frío reclamando su vida...

Weiss con un último par de lágrimas, cierra sus ojos...... Permanentemente.

Wendy sentía como la mano de Weiss era muy fría, que incluso un dolor punzante en su interior la lastimó.

Pero aún así, no soltó su mano.

Wendy: ¿Mamá?

Weiss:....

Wendy: ¿Mamá?

Entonces se escuchan unos quejidos desde afuera.

Un alemán que se encontraba recargado en un sillón muy herido, se levanta con dificultad mientras empuña una MP40 y se acerca al cuarto.

Era el alemán que había intentado tomar uno de los subfusiles con anterioridad.

26/27

Acercándose hasta el cuerpo de Weiss, el alemán la ve por un momento y mira a la pequeña fauno, que seguían sin poder asimilar la situación.

Wendy:.... ¿Mamá?

El alemán ya estaba cansado.

Todo ese maldito desastre...

Por una niña.

Así que era mejor eliminar el problema.

Wendy entonces no puede seguir evitando que sus lágrimas caigan por montones de su rostro, mientras un dolor insoportable en su corazón se extendía.

Tanto que incluso sintió un dolor punzante muy fuerte en su cabeza.

El alemán le apunta a la niña, para finalmente acabar con su vida.

Y cuando estaba por jalar el gatillo.

Wendy: ¡MAMÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁAAAAHHHHHHHH!

Los ojos de la niña brillan con gran intensidad.

¡BANG!

Todo se vuelve blanco y enceguecedor, evitando poder ver lo que acaba de pasar.

(El tema de fondo termina aquí)

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La heredera da una gran bocanada de aire, para después toser con fuerza mientras el dolor en su cuello se hacía presente.

Ya un poco recuperada, se da la vuelta en el suelo y se empieza a levantar a duras penas... mientras en su mano izquierda sostenía la Glock 19.

Mira al alemán herido, que estaba sorprendido por lo que logró hacerle.

Weiss en cambio... mostraba una mirada sombría y desprecio hacia el alemán.

Weiss: Por qué... me arriesgo por... salvar...... a alguien... cómo ella.... dices ¿eh?

Con determinación y cero empatía por el alemán herido, le responde.

Weiss: Porque...... Ich bin ihre Mutter. (Yo soy su madre.) – Le apunta a la cabeza. – Und es war ein schwerer Fehler... meine Tochter zu entführen. (Y fue un grave error... secuestrar a mi hija.)

¡Bang!

El nazi lo último que pudo hacer antes de morir, fue mostrar una expresión de absoluta sorpresa... al escuchar a la albina hablar en alemán.

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Todos estaban muertos.

Había acabado con todos ellos.

La heredera, con pocas fuerzas y tambaleante... empieza a caminar hacia la puerta del fondo, donde estaba encerrada Wendy.

Pero guarda su pistola y toma una MP40 del suelo.

Weiss: Un momento....

Se detiene abruptamente.

A gran velocidad, momentos que pensó que eran alucinaciones, pasan por sus ojos.

Su encuentro con Wendy, el ataque por la espalda, su inminente muerte y sus últimas palabras.

Todo eso hace que como sucedió antes, vuelva a vomitar.

No sabía qué era lo que estaba sucediendo.

Pero lo que sí sabía... es que ella había muerto.

O en este caso... iba a morir.

Pero al recordar que le disparan por la espalda, se recompone y se da la vuelta, para ver al alemán cerca del sillón.

Este estaba acercándose a una MP40, pero ve que la albina se queda mirándolo.

Weiss:....

Alemán:....

Weiss:....

Alemán:....

Antes de que el alemán tomara el subfusil, Weiss vacía el cargador de su arma por completo en él.

Acabando definitivamente con el último alemán.

A paso forzado y lento, se acerca a la puerta.

Weiss: Wendy...

Espera unos segundos, pero no recibe respuesta.

En esas extrañas visiones, Wendy le respondió al instante.

Weiss: ¿Wendy?

Comenzó a preocuparse y la llamó por segunda vez, pero no respondió.

Weiss: ¡Wendy!

Preocupada, saca la pistola Glock y dispara a la cerradura, para después empujar la puerta para abrirla, pero cae debilitada en el interior.

Aunque aún así, ubica a Wendy en el interior.

Solo que a diferencia de esa extraña visión, Wendy estaba en el suelo inconsciente.

Weiss: ¡Wendy!

Agotada y sin fuerzas, se arrastra por el suelo hasta quedar junto a Wendy y se sienta, mientras abraza a la pequeña aliviada de que esté bien.

Entonces saca el collar que le quitaron los alemanes, para después ponérselo de nuevo.

Afuera de la habitación, escucha pasos rápidos y dos voces desconocidas para ella.

¿? 1: ¡Maldita sea ¿Llegamos tarde?!

¿? 2: No tengo idea, pero lo que sí tengo claro, es que esto fue una masacre.

¿? 1: Aquí Bravo, Eco y yo llegamos a la ubicación recibida. – Dice el ahora identificado como Bravo. – Estamos buscando los objetivos.

Eco: Este lugar es un puto desastre.

Bravo: Rápido, busquemos a la chica rica y a la niña fauno.

Weiss alarmada por lo que escuchó, acerca a la niña más a su pecho y apunta la pistola a la entrada.

Bravo: Buscaré por aquí.

Eco: Hay que ser rápidos, los otros tipos no creo que puedan retener a la policía más tiempo.

Un tipo de traje negro y rojo con capucha, ingresa a la habitación y Weiss le dispara, pero falla por el cansancio y las heridas.

Aunque igualmente el tipo al verla armada, actuó rápido y retrocedió justo antes de que la albina dispare contra él.

Bravo: ¡La concha de la Lora! ¡¿Qué poronga?!

El otro tipo armado con un CR-56 AMAX/Galil Ace, llega con él para ver qué sucedió.

Eco: ¿Qué pasa?

Bravo: Encontré a la piba, pero anda muy agresiva y en un estado como si se hubiera agarrado trompadas con asaltantes.

Eco:....

Bravo:.....

Eco:.... Será que ella...

Ambos se acercan un poco, pero antes de entrar, hablan.

Eco: No dispares ¡No dispares!

Bravos: ¡Somos aliados!

Weiss no les cree y ve como uno de ellos ingresa lentamente a la habitación, con las manos levantadas y desarmado.

Era Bravo.

Bravo: No somos enemigos ¿De acuerdo? – Le dice a la heredera. – Venimos de parte de Laura, ella nos envió.

Al escuchar el nombre de la pelirroja, Weiss se sorprende.

Bravo: Venimos a ayudar.... – Mira hacia afuera de la habitación. – Pero al parecer no fuimos necesarios.

Weiss iba a decir algo, pero su vista se vuelve borrosa y entonces... cae inconsciente.

Bravo: Oye... ¡Oye!

Eco: Está inconsciente.

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¡Tenemos heridos, necesitamos un médico!

Laura, que se encontraba en la base, en el área de descanso junto a los profesores y el resto del RWBY, así como los equipos JNPR, CFVY y SSSN, mira a la dirección de dónde vino la voz junto a los demás, para quedar todos impactados como aterrados por lo que miraban.

Era Edward quien venía cargando en sus brazos a Weiss, que estaba inconsciente.

Pero lo aterrador fue su estado.

Estaba completamente manchada de sangre, más pálida de lo normal y se podía incluso notar que tenía una perforación en su costado derecho.

Detrás de ellos venía el resto de los operadores, más dos desconocidos para todos, menos para Laura y Edward.

Siendo Eco y Bravo, con Eco trayendo en sus brazos a la niña fauno que igual se notaba con heridas.

Inmediatamente Laura le dijo a Edward que lleve a Weiss al cuarto de cirugía, y le pide a Glynda que la acompañe para tratar a Weiss.

Glynda no lo duda y rápidamente acompaña a Laura, para ayudar a la heredera.

Mientras el resto de los profesores y los equipos, se preguntaban qué fue lo que pasó para que tuviera ese aspecto tan horrible en el que la vieron.

Mientras tanto, el resto le cuenta a todos lo que pasó.

Contando que gracias a Weiss, pudieron localizar el edificio, pero tuvieron que entretener a los policías para evitar llegar al lugar mientras Eco y Bravo rescataban a Weiss y Wendy.

No solo eso, ya que también destruyeron el edificio al encenderlo en fuego, y cuando logren apagarlo, las evidencias que delaten a Weiss, ya no existirían.

Lo cuál fue algo muy bueno, al hacerle un gran golpe a los nazis.

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Débil.... cansada.... agotada.

Cualquiera de esas palabras, a pesar de ser lo mismo, era lo que Weiss sentía en ese momento.

No podía abrir los ojos, ya que le pesaban.

Pero estaba despierta.

Aunque después, se sintió tranquila.

Volvió a perder el conocimiento.

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La vista de la oscuridad, fue reemplazada por una vista borrosa, que lentamente tomaba forma.

Era el techo de una habitación que desconocía, aunque después de pensarlo un poco, tal vez esté en el hospital de la base.

Empezó a recordar todo lo que había sucedido.

Todo.

Desde su ataque a los nazis, hasta la visión de su muerte.

Pero.... Ella sabía que eso no era así.

Eso no fue una visión de su muerte.

Fue el recuerdo de su muerte.

Ella había muerto.

Pero de alguna manera, regreso hasta cierto punto en el tiempo.

Pero... ¿Qué fue lo que ocasionó eso?

En ese lugar, al momento de morir, solo estaban Wendy y ella.

Pero... Después de pensarlo un poco, llegó a una conclusión.

Wendy la salvó.

Wendy fue la responsable de hacerla regresar hasta cierto punto del tiempo, para evitar su muerte.

En pocas palabras...... Wendy le había salvado la vida.

¿Cómo fue que lo hizo?

No lo sabe.

Pero al pensar en la niña, inmediatamente recobra los sentidos y se sienta en la cama, pero al hacerlo comienza a sentir dolor.

Da respiraciones lentas y profundas, para calmar un poco el dolor, logrando hacerlo.

Ya más tranquila, inspecciona la habitación en la que está, solo para darse cuenta que era una simple habitación de hospital como cualquier otra. Se miró a sí misma, notando que se encontraba en bata de hospital y cubierta de vendajes en la parte baja de su cuerpo. Los vendajes cubrían todo su vientre y su abdomen, además pudo sentir que tenía vendas en la frente.

Pero sobre todo, su brazo derecho tenía conectado por una aguja, una bolsa de suero para ayudarle a recuperarse.

Escucha como la puerta de su habitación es abierta, para sorprenderse de ver qué la persona que entraba, era Laura acompañada de Wendy.

La pelirroja y la pequeña albina, se quedan sorprendidas al ver a Weiss despierta.

Laura da un suspiro de alivio al verla despierta, después de llevar todo un día dormida.

Para suerte de la heredera, era fin de semana.

La niña a diferencia de Laura, al ver a Weiss despierta comienza a liberar lágrimas y corre hacia la cama, para subirse a esta y abrazar con fuerza a Weiss, para comenzar a llorar en su pecho.

Wendy: ¡Mamá!

Laura conmovida por la acción de la niña, mira a Weiss que se encontraba sorprendida por lo que hizo Wendy, qué al sentir su mirada, voltea a ver a la hija de Menéndez.

Laura: Las dejaré a solas.

Cierra la puerta al salir de la habitación y se retira de allí, para hacer otros trabajos.

En la habitación, lo único que se podía escuchar era el llanto de la pequeña albina fauno.

Weiss aunque algo adolorida por el fuerte abrazo de la niña, corresponde el abrazo con delicadeza.

Weiss: Wendy....

Wendy: Do gedo gue be dejes (No quiero que me dejes) — Dice la pequeña. — Dego miedo. (Tengo miedo.)

Weiss deja de abrazar a Wendy, pero no la aparta y ve como ella tenía sus pequeñas manos en sus ojos, tratando de limpiarse las lágrimas, mientras sus orejitas de lobo se encontraban abatidas por la tristeza.

Weiss:.... Wendy...

Wendy: Voy a gomed doda mi soba. (Voy a comer toda mi sopa.) — Dice la niña interrumpiendo a la heredera. — Do voy a aded tabedudad, voy a edgudar todo do gue be dided y do voy a modedtadte mad. (No voy a hacer travesuras, voy a escuchar todo lo que me dices y no voy a molestarte más.)

Weiss: W-Wendy... no entiendo de lo que estás hablan...

Wendy: Do guiedo ded uda gadga bada ti. (No quiero ser una carga para ti.)

Weiss:....................

La habitación, vuelve a quedar en silencio con excepción de los sollozos de Wendy.

Weiss queda completamente en shock, por las palabras de Wendy.

Nunca creyó que Wendy pensara así.

Más bien, jamás pasó por su cabeza el hecho de que Wendy se viera tan afectada por sus palabras.

Pero ahora comprendía que sí.

Después de todo... es solo una niña.

Una niña inocente que no sabe cómo funciona el mundo... y lo cruel que puede llegar a ser.

Ella es un alma pura.... Una pequeña luz moviéndose en un mar de oscuridad.

Y ella trató de borrar esa pequeña luz, por su egoísmo, poca comprensión e ignorancia.

La pequeña solo quería una cosa y ella no quiso dárselo, porque no la comprendía bien como quería.

Quería una madre.... Quería una familia.

Y por si fuera poco, ahora ella veía a esa pequeña niña como su hija.

Sin duda alguna, ella sabía que era hipócrita y egoísta.

Pues ahora quería a la niña como hija y quería darle todo el amor que una madre debe entregarle a un hijo.

Amor que nunca más recibió de su madre, después de la última discusión que tuvo con su padre y reveló todo su plan.

Sin darse cuenta, lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos azules y sin contenerse, abraza a Wendy.

Weiss: Lo siento, Wendy. – Le dice. – De verdad... Lo siento mucho.

Wendy: Do guiedo gue me dejed. (No quiero que me dejes.) – Le dice la pequeña. – Do guiedo edtad doda, guiedo a bi mamá, guiedo gue do de edoje gommigo (No quiero estar sola, quiero a mi mamá, quiero que no se enoje conmigo.)

Weiss:........

Wendy: Do guiedo ded uda gadga. No quiero ser una carga.) – Dice entre sollozos. – Do guiedo gue ve abadoded mamá. (No quiero que me abandones mamá.)

Weiss comenzó a quebrarse ante las palabras de la pequeña Wendy, que lloraba y se limpiaba los ojos llenos de lágrimas, sin poder verla.

Wendy: De guiedo mudo mamá. (Te quiero mucho mamá.)

Eso fue el detonante, para que Weiss terminará por romperse y abrazara con fuerza a la pequeña infante... mientras ella también lloraba, aunque de manera silenciosa.

Weiss: Mamá te quiere mucho, Wendy. – Le dice entre lágrimas. – Mamá te quiere mucho.

Wendy: ¡Mamá, no me dejes!

Weiss: No te voy a dejar. – Le dice con voz suave. – Porque mamá está aquí... y mamá te va a cuidar.

Wendy: ¡Mamá!

La pequeña llora con más fuerza.

Mientras que Weiss la acompaña, pero en silencio mientras la trata de reconfortar.

Weiss: Ya mi niña, no llores. – Le dice con suavidad. – Mamá está aquí.

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Mamá está aquí.

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Misión cumplida

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