Lugar: Residencia Hyudou
Hora: 5:30pm
Luego de haber dejado la guitarra en uno de los sofas y de limpiar su cara de sangre, el pelinegro tomaria la guitarra empezando a hacer sonar algunas cuerdas afinandolas.
-"aver si me acuerdo como era"
El azabache empezaria a tocar perdiendose en algunas partes pero luego de varios intentos ahora conseguiria tocar la canción que queria
Pero el momento seria interrumpido ya que escucharía unos sonidos provenientes del garaje, entonces dejando aun lado la guitarra y agarrando su cuchillo de combate acercándose a la puerta trasera de un rápido movimiento abriría la puerta revelando a quien estaba era......
-"Azazel?"
-"chico esta tu casa? Mínimo que le heches una limpiada aquí no?"
Azazel actual gobernador de los ángeles caídos y amigo/"familiar" de issei; este lo conoció horas después del asesinato de su familia y el resto será historia, luego el mencionado se acercaría poniéndose frente al azabache ambos estando en un incomodo silencio que el pelinegro lo rompería
-"que haces aquí Azazel? Vienes a presentarme otro de tus locos inventos?"
-"en verdad tengo que hablar algo contigo y esta vez es enserio" lo ultimo lo diría cambiando su semblante tranquilo a uno serio
-"y que es?
-"recuerdas cuando te dije sobre ese proyecto de recrear la armadura de los dragones celestiales?"
-"aja y que paso con eso?"
-"digamos que algunos de ángeles caídos conspiraron contra mi y uno de ellos robo mis planos"
-"y ahora quieres que vaya a por ellos no?
-"precisamente, pero no será tan fácil como parece acompáñame"
Azazel crearía un circulo de teletransportación ahora estando los 2 afuera de un restaurante así ambos entrarían y una mujer les daría la bienvenida
-"buenas tardes odinson-san"
-"odinson-san?
-"chico soy el gobernador de los ángeles caídos, no me acostumbro a usar mi verdadero nombre cuando no es necesario"
-"pero usaste el nombre de un dios"
-"igual se que el gordinflón de thor nunca vendría a este lugar"
Mientras tanto en Asgard: un ebrio Thor estornudaria para luego seguir con sus asuntos
Ambos entrarían a una habitación privada con una hermosa vista hacia la ciudad de kuoh justo delante de ellos estaba una mesa con 2 sillas y en la mesa habían 2 tazones servidos.
-"aquí es donde traes a tus citas?"
-"No, aquí es donde vengo a probar la mejor sopa miso de todo kuoh sin que me molesten gustas?"
-"Normalmente diría que no pero ya que"
Así empezarían a comer y tras Azazel terminar primero le diría al azabache
-"Muy bien esta es la situación como te dije algunos ángeles caídos conspiraron contra mi y para rematar uno de ellos se robaron mis planos, aun tengo mis sospechas de quien o quienes fueron los culpables y quién estará detrás de todo esto, pero lo que no saben es que ya he rastreado su ubicación y al parecer están jugando con mis juguetes y para eso te necesito a ti, hubiera elegido al clan gremory pero ya sabes cómo es esa pelirroja mimada, entonces aceptas?"
-"supongo que no tengo nada más que hacer así que aceptó"
-"¡Genial!, que te parece la semana que viene iba a proponertelo para hoy pero al parecer ya fue mucho para ti por lo de la tienda no?"
El azabache no diría nada apartando la mirada algo incómodo mientras el semi-rubio solo soltaba algunas carcajadas
Ciudad de Kuoh
Hora: 7:40pm
El azabache estaba apoyado sobre un puente situado en una carretera mientras tenía una mirada pensativa hasta que una voz femenina lo sacaría de sus pensamientos.
-"D-Disculpa tu eres Issei Hyoudou cierto?, ¿T-tu q-quisieras... t-tener una cita... conmigo? Por favor"
Raynare estaba parada frente a Issei, vestida como una adorable chica alumna de un instituto. Ella imploraba al chico de cabello negro para que él le diera la aprobación y así poder empezar a salir juntos.
La pelinegra tenía la misión de vigilarlo, ya lo había hecho días atrás pero sólo fue a una distancia prudencial para que no la detectara. Ahora debía estar más cerca de él para estudiarlo más a detalle, ver de qué era capaz... aunque sinceramente, desde aquella primera vez que lo vio, Raynare consideró que él no era más que un chico completamente "normal" y apuesto.
Ahora hacía lo posible para aparentar estar nerviosa, pero... le parecía un poco extraño ya que era como si no estuviera fingiéndolo.
En eso Issei le dedica una mirada ligeramente confundida, la que a la vez confundió a la pelinegra, ¿esa era la reacción que esperaba de él? ¿O quizás que se mostrara más sorprendido y emocionado? Después de eso el muchacho esbozó una ligera sonrisa, una sonrisa calmada, imperturbable y que demostraba serenidad... esa sonrisa tomó totalmente desprevenida a la pelinegra, la cual no supo cómo reaccionar. Se sintió más confundida que antes, extrañamente más nerviosa y sintió como sus mejillas se calentaban sin que ella hiciera nada.
-"(entonces ella es la chica que me vigilaba?, como odio que me vigilen aunque bueno tengo que admitir que es linda pero sospecho algunas cosas de ella, mejor le seguiré la corriente para ver qué ocurre) Oh, ¿sí?... bueno, la verdad me sorprende pero más que nada me pone muy feliz que una chica tan linda como tú quiera tener una cita conmigo" -comentó el azabache.
Raynare abrió sus ojos de par en par, mostrando una cara de sorpresa y sonrojada aún más que la anterior. Ese fue otro comentario que la tomó muy desprevenida.
-"G-Gra-Gracias... -agradeció la chica aquel cumplido, moviendo sus brazos con nerviosismo -E-Entonces... ¿a-aceptarás...?" -pregunta luego.
-"Por supuesto, después de todo no podría negarme si me lo pide tan hermosa chica" -responde Issei.
El joven le estaba lanzando piropos una y otra vez, hecho que a Raynare la dejó descolocada ya que no pensó que Issei pudiera ser un chico tan agradable y caballeroso, sin contar que parecía no tener la más mínima intención de querer tirársele encima como cualquier pervertido que hay rondando por allí.
-"P-Puede ser... u-uhmm..." -iba a decir algo la chica, pero Issei le interrumpe.
-"Este Sábado, ¿te gustaría?" -preguntó el muchacho.
-"¡S-Sí! Era justo el día que iba a proponerte -responde la pelinegra -Ummm... podemos vernos en la entrada del centro comercial a unas calles de aquí, cerca de las cuatro de la tarde, si no es mucho problema para ti" -.
-"No te preocupes, no tendré ningún problema, cuenta con ello" -responde el joven de cabellos negros.
-"Qué alivio. Entonces nos veremos allí a esa hora. Te dejaré mi número de teléfono" -dice Raynare, pero en eso es detenida por Issei.
-"Espera, antes de que me lo des hay algo que quiero preguntarte, algo muy importante que he pasado por alto" -dice él con seriedad.
-"¿Y-Y eso sería...?" -preguntó la pelinegra, con nerviosismo.
-"Tu nombre" -responde el azabache "No me has dicho tu nombre" -dice luego, con un tono algo bromista.
-"A-Aaaahh" -dijo la chica, tomándose la nuca y riéndose un poco con nerviosismo -"M-Me llamo Rayn... ¡D-Digo A-Amano Yuuma! Sí, ése es mi nombre" -Raynare ahora sí que estaba temblando de verdad, casi le revela su nombre verdadero por un mero descuido... algo que, sin dudas, puede resultar fatal.
-"Yuuma, ¿eh? Es un muy bonito nombre, como el atardecer" -.
Raynare se quedó congelada en su lugar por unos momentos, viendo el rostro del muchacho, el cual miró por un momento con cierta nostalgia al cielo... y luego la miró a ella, dedicándole una sonrisa que dejó sin aliento a la joven. En su pecho sintió algo repentino, su corazón pareció latir con fuerza, su cuerpo se estremeció y sintió sus mejillas muy calientes.
-"G-Gra... Gracias, Issei" -Raynare trató de esconder su enrojecido y avergonzado rostro de la mirada del chico, el cual no dejó su sonrisa en ningún momento. Después de eso, la chica le entrega en mano a Issei un trozo de papel en el cual figuraba su número de teléfono "E-Este es mi número telefónico, p-puedes llamarme por si quieres avisarme si... si no podrás ir a nuestra cita".
-"Bien, aunque ya te he confirmado que iré y allí estaré, es una promesa y la cumpliré, Yuuma" -respondió Issei, tomando el papel mientras la pelinegra lo miraba.
-"E-Es bueno escuchar eso -comentó ella "Bueno, creo que ya debería irme, me alegra que por fin haya podido hablar contigo, Isse. Estaré esperando ansiosa nuestra cita. ¡Adiós!".
La pelinegra se alejó del joven de cabello negro sonriéndole y saludándole, el joven también la saludaba con una sonrisa mientras ella se alejaba. Una vez que se perdió de su vista, Raynare se dirigió a un callejón oscuro y allí desplegó sus alas para volver con los suyos.
Más tarde...
Raynare ahora estaba sentada en el borde de la azotea de un edificio. Era de noche y ella se encontraba allí, observando la ciudad bajo sus pies a la vez que pensaba sobre lo que le había ocurrido.
-(No lo entiendo... ¿por qué actué de esa manera...? Digo, tenía que hacerlo, pero... pareciera como si en realidad no estuviera fingiendo. ¿Y-Y por qué... cuando Issei me sonrió me puse... de esa manera?) -Pensaba la pelinegra, enormemente confundida por lo que le pasó -(¿A-Acaso... yo...? N-No, eso es imposible, no podría... no puedo sentir nada por él, no debo, sólo tengo que cumplir mi misión y listo).
Raynare había colocado una mano sobre su pecho, y mientras mostraba una expresión de confusión a la vez que tristeza soltó un largo suspiro.
-"Él... es diferente, puedo sentirlo. Sí, me habían dicho que representaba un peligro para nosotros, pero... yo no lo considero así " -pensaba ella. Issei le había demostrado tener un aire de confianza. Sí, era extraño que la pelinegra estuviera pensando así de él si fue la primera vez que se encontraron cara a cara, pero como lo había vigilado un par de veces desde lejos notó que los rumores acerca de él no eran para nada ciertos.
-"Así que aquí estás, Raynare" -una voz masculina se escuchó detrás de la pelinegra, sobresaltándola -"¿Qué es lo que estás haciendo?".
-"Zark" -susurró la chica, con cizaña en su voz -"Eso no es de tu incumbencia" -le responde ella luego, molesta.
-"Ten mucho cuidado con ese tono. Recuerda en qué posición estás tú, alguien superior a ti está hablando contigo ahora mismo así que te conviene medir tus palabras" -dijo el hombre. Raynare se levanta y lo mira por unos momentos, bastante enojada.
-"Que seas el lamebotas de Kokabiel-sama no significa que puedas intimidarme, así que mejor será que vayas a hacer el papel de "detective" a otro lado" -dijo la pelinegra mientras se alejaba de él, pero en eso es detenida abruptamente ya que el hombre la sujetó fuerte del brazo.
-"Una sola vez más te lo advertiré, Raynare, cuida tus palabras, a no ser que quieras que te pase algo malo" -amenazó el pelinegro.
-"Suéltame" -ordenó Raynare tajantemente -"Amenázame todo lo que quieras, pero ya te dije que no te tengo miedo, Zark. Ahora aparte tus asquerosas manos de mí antes de que me enoje".
El hombre la mira fijamente por unos segundos hasta que decide aligerar su agarre y por consiguiente la pelinegra se zafa de él con fuerza.
-"La próxima vez que oses tocarme la pagarás caro" -amenazó la chica, alejándose de él para luego extender sus alas y desaparecer en el cielo.
"Hmmmm..." -rumió el hombre de corto cabello negro mientras la miraba alejarse -"Esto es muy sospechoso, ¿es idea mía o ella está titubeando demasiado con su misión? Puedo notarlo en su rostro. Lo mejor será dar parte de esto a Kokabiel-sama en secreto, él decidirá mejor qué debe hacerse en estos casos" -dijo luego, extendiendo también sus alas y alzando vuelo.
El hombre se dirigió a una iglesia en las afueras de la ciudad. Una vez allí, en el interior y sorteando un montón de puertas y pasadizos, llegó hasta una sala en donde estaba sentado Kokabiel, similar a un trono. En ese entonces, Zark le contó sobre sus sospechas acerca de Raynare y pidió que se la investigue.
-"Vaya, así que la querida Raynare está teniendo esos desvaríos. Ella últimamente ha sido bastante... rebelde, ¿pero cuestionar sus órdenes? Hmmmm... ha sido un buen soldado, deposité mi confianza en ella... pero nunca está de más ser precavidos" -comentó Kokabiel, mientras revolvía ligeramente una copa con vino en su mano derecha "Tú la vigilarás entonces, Zark. Mantente a una distancia prudencial y fíjate qué es lo que hace cuando se encuentre con ese mocoso. Si todo marcha según lo estipulado ven inmediatamente aquí y cuéntamelo todo. Si no... podrás matarla si se niega a hacer lo que le pedí, ¿de acuerdo?".
"Así se hará, mi señor" -responde Zark, arrodillándose.
-"Bien. Ahora vete, necesito ocuparme de otros asuntos" -ordenó el loco líder de los ángeles caídos.
Parecía que a Raynare se le avecinaban bastantes problemas
CONTINUARÁ....
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