"Buena chica, triste chico, gran ciudad... Malas decisiones, algo pasaba entre nosotros, triste es que seguro fue algo, porque no, no recuerdo quién era antes de que tú pintaras todas mis noches. De un color que he buscado desde entonces. Una cosa, tras otra, otra mala situación, circunstancias. Mala comunicación y debo decir, por cierto, me gustarían algunas explicaciones. ¿Puedo hacerte una pregunta?" 

 Question...? — Taylor Swift

Una vez que los padres se fueron con los menores, la cosa era un poco más diferente, no había tanta gente y los chicos decidieron ocuparse de algunas cosas, mientras que nosotras nos ocupábamos de otras. Lo bueno de todo esto es que ya casi faltaba poco, porque todos estábamos de acuerdo en que teníamos demasiada hambre. 

Yo caminé a la cocina, mientras todos se encontraban en el jardín. Necesitaba un café porque no había tomado uno en todo el día y lo necesitaba aunque ya fuera tarde para uno. Lo haría un poco más suave que lo habitual. 

Adoraba el café y no era persona si al menos no tomaba uno al día. 

Esperé a que se hiciera mientras pensaba en como todo estaba siendo. Tantos cambios y nuevos retos, a veces podían agobiarme un poco. 

Nunca supe bien cuando empecé a sentir algo por Leclerc, no entendía como había sido posible dadas las circunstancias. Había sido tan raro y las únicas personas que lo sabían eran Rebecca, Cordelia y Alya. 

Ni siquiera yo podía explicarme por qué estaba sintiendo cosas por él, si solo éramos mejores amigos, pero estaba bien, o eso quería creer. 

Qué horrible era sentirme de esta manera, ¿podría haber próximamente algo entre nosotros? Mi cabeza solo tenía una respuesta clara y no era para nada positiva. Estaba segura de que nosotros dos no estábamos destinados a estar juntos.

Ni siquiera podía imaginarme un futuro con él, supongo porque ya sabía que nadie podría aguantarme tanto.

Los pocos novios que había tenido, habían sido unos idiotas.

Solté un pequeño suspiro, terminando de hacer mi café y pude ver como Cordelia entraba a la cocina con una pequeña sonrisa.

—Oh, aquí está mi linda mejor amiga —le regalé una pequeña sonrisa.

—¿Quieres un café? —ella negó, acercándose a mí para sentarse a mi lado.

—Anda, cuéntame qué te ocurre —negué sin dejar de sonreír.

No era algo que quisiera hablar en este momento teniendo otras cosas más importantes.

—Las dos sabemos que te ocurre algo, pero no pienso presionarte. Si quieres contarme, ya sabes que voy a estar aquí para escucharte, sin importar cuantas veces me cuentes la misma cosa o tal vez sea algo diferente. Pero quiero pensar que es por el tema, con el chico que está en el jardín riendo con los demás.

Bufé.

Odiaba ser tan obvia.

—¿Tan obvia soy? —ella se acercó más a mí abrazándome por los hombros.

—Solo un poco, pero tranquila, estoy segura de que los idiotas de ahí fueran no podrán saberlo. Son demasiado idiotas como para darse cuenta de algo así y más el idiota que te gusta. No sé quién de los dos es más ciego, pero no diré nada más. Esperaré pacientemente a que os deis cuenta vosotros dos solos —volví a bufar apartándome un poco de ella.

Estaba un poco ofendida por eso. No era ciega y estaba segura de que Charles tampoco lo era, pero eso no tenía nada que ver porque estaba segura de que él solo me veía como una amiga y debía hacer lo mismo.

—Deja de decir tonterías Lia, las dos sabemos que Charles y yo no podríamos estar juntos, somos de mundos diferentes por así decirlo y él está ocupado con lo suyo como para que yo vaya como su pareja a estropearle todo —ella me miró mal.

—No digas tonterías Lex, estoy segura de que él siente algo por ti porque veo la manera en la que te mira, y aunque tú no seas capaz de darte cuenta, se nota que él te quiere muchísimo. Pero no puedo discutir con una terca como tú porque eso solo me traería un dolor de cabeza que prefería evitar, al menos por estos días —suspiré viendo mi taza de café. 

No había manera para que ellas hicieran que cambiara de opinión, lo mejor que podíamos hacer, era dejarlo estar y empezar a centrarme en lo que de verdad importaba. No podía estar pensando en esto, después de todo el trabajo que tenía. Debía centrarme en mis objetivos, y lo demás podría esperar. 

Supongo que por eso no le presté mucha importancia a mi cumpleaños. Como dije, para mí era un día más, con la diferencia que era un año más vieja. 

—Mejor dejemos el tema entonces —ella asintió sin soltarme.

—Todo irá bien, ya lo verás —susurró ella y yo me limité a asentir con una pequeña sonrisa. 

Tenía suerte de tenerlas a mi lado en todos los momentos de mi vida y sabía que ellas siempre estarían ahí, en las buenas y en las malas. Estarían ahí para apoyarme en todas mis locuras y siempre sabrían qué decirme en cualquier situación.

—¿Quieres que pongamos a Taylor Swift y así nos deprimimos más a gusto? —solté una pequeña risa. 

—Y luego Rebecca nos regaña por estar llorando en un momento como este —esta vez la que se rio fue ella que asintió, levantándose para mirarme.

—Entonces vamos con el resto a disfrutar de lo que queda de día, que estoy segura de que ya queda solo unos minutos para que sea tu cumpleaños.

—Adelántate, que tengo que limpiar la taza —ella asintió con una pequeña sonrisa yéndose con los demás. 

Solté un pequeño suspiro. 

¿Era normal que no quisiera que llegara mi cumpleaños?

Busqué en el cajón una botella de algo bastante fuerte porque sabía que mi padre las guardaba en algún sitio. 

—¿Qué haces? —me asusté y me giré para ver a Charles divertido. 

—Nada, pero menudo susto me has dado, ¿acaso querías matarme? Porque déjame decirte que casi lo consigues —él soltó una pequeña risa.

—Eres una exagerada —bufé y él bajó la mirada para ver su reloj y se le formó una gran sonrisa.

Él me miró y se acercó hacia mí para abrazarme.

—Feliz cumpleaños Lexi Lex —susurró él y yo sonreí abrazándolo—. Espero de todo corazón que todos tus sueños se cumplan y puedas seguir cumpliendo todas tus metas. Quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti y a pesar de nuestros roces siempre he estado ahí viéndote cumplir todo lo que te has propuesto. Eres increíble y estoy convencido de que harás grandes cosas —murmuró separándose un poco para verme a los ojos.

—Gracias Charles —susurré con una pequeña sonrisa.

—Estoy muy orgulloso de ti, y pensar que nos conocemos desde que somos unos niños —asentí.

—Nos vimos crecer mutuamente y conseguir todos nuestros sueños y metas —él asintió feliz tomándome de las manos.

—Necesito decirte algo Lex, te juro que no es nada malo, pero estoy seguro de que si no te lo digo ahora, no tendré más adelante el valor de hacerlo. Así que no digas nada y solo escucha lo que voy a decirte —asentí un poco confundida, pero me mantuve en silencio esperando a que él empezara a hablar.

Él había dicho que no era nada malo, pero no sabía si creerle o no porque me esperaba cualquier cosa. Y la verdad es que estaba un poco asustada de que fuera algo malo, porque hace horas se supone que lo habíamos arreglado y no quería que todo se fuera a la mierda.

—Bueno... —pero alguien le interrumpió desgraciadamente.

—¡Maldito tramposo! —él bufó y Rebecca se acercó a él para golpearlo en el brazo y se acercó a mí con una gran sonrisa—. ¡Feliz cumpleaños al amor de mi vida en otra vida! —solté una pequeña risa y ella me abrazó con todas sus fuerzas.

Miré de reojo a Charles que nos veía con una pequeña sonrisa y yo simplemente pude maldecir mentalmente a Rebecca por haberle interrumpido.

Esperaba que más tarde pudiéramos hablar él y yo, porque tenía curiosidad y quería saber que es lo que quería decirme.

NOTA DE LA AUTORA

¿Qué os pareció el capítulo?

Si pudierais comentar lo agradecería muchísimo.

Espero que os haya gustado.

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