"Y sé que cometo los mismos errores, los puentes se queman... Nunca aprendo, pero al menos hice algo bien, hice algo bien. Me rio con mi amante, mientras hacemos fortalezas bajo las sábanas, confió en él como un hermano. Sí, sabes que hice algo bien. Sus ojos estrellados iluminan mis noches oscuras".

Call It What You Want — Taylor Swift

13 de mayo del 2018

Alexandra King

Yo en estos momentos tendría que estar estudiando para un examen importante que tenía en unos días, pero lastimosamente me encontraba en un sitio que no me hacía para nada gracia. ¿Yo por qué tenía que acompañar a mi padre en este sitio? Ni siquiera sabía nada de F1, podían peguntarme por algo muy fácil y yo no sabría responderlo. 

Mi padre sabía que no me gustaban estos lugares, pero a él le apasionaban, así que no me quedaba de otra que ir con la familia. Lo bueno es que vería a Max, a Lando, a Carlos y alguno más. 

Pero no me hacía gracia volver a ver a Charles, su familia y la mía habían sido muy unidas, pero nosotros no nos llevábamos tan bien desde hace un tiempo, ni siquiera sabía el motivo, pero el caso es que cada uno a lo suyo y todo estaría bien. 

—¿Era necesario que yo viniera? Tengo mejores cosas que hacer, que ver algo que no entiendo —mi padre soltó un pequeño suspiro. Él había sido piloto, por eso amaba el deporte y a mí no me agradaba por lo peligroso que podía ser.

—Tampoco será el fin del mundo, además, necesitas que te dé el aire Lex, y sé que no te gusta el deporte, pero intenta al menos despejarte un poco antes de volver a casa de nuevo. Sabemos que tienes exámenes, pero también sabemos que le estás poniendo demasiado esfuerzo a cada uno de ellos. 

Bufé, eso no era verdad. Si me la pasaba estudiando, pero en mi cabeza solo pensaba en lo mal que me podría ir, por eso me la pasaba tanto estudiando, porque quería tener la mejor nota y estando aquí, solo estaría perdiendo tiempo de estudio.

—No es suficiente, pero no pienso discutir contigo sobre este tema, menos mal que traje algunas cosas para no aburrirme. 

Ni habíamos llegado y yo ya quería irme a casa. Actualmente, vivíamos en España, aunque había viajado tanto que ningún sitio se sentía como en casa. Después de todo, el único sitio que podría llamar hogar era Mónaco. Había nacido ahí y ahí conocí a mucha gente incluida a mis mejores amigas. 

Últimamente, mis clases de la Universidad, las estaba haciendo online, de vez en cuando iba, pero sinceramente ya ni siquiera me sentí cómoda yendo. Así que un profesor venía a hacerme el examen.

Ya me sorprendería que viniera uno, en algún día de carrera, y me reiría seguro. Mis padres y yo no nos habíamos perdido ni una carrera. Era como nuestra tradición y como dije mi padre era demasiado conocido y conocía a todo el mundo. 

Nos bajamos y a lo lejos vi a Max correr hacia mí emocionado. 

—¡Lexi Lex! —solté una carcajada saltando a sus brazos, y él logró cogerme al vuelo. 

—¡Maxi Max! —los dos reímos abrazándonos fuerte y a lo lejos vi a Charles serio alejándose. 

Solté un suave suspiro. 

—¿Ya viste al gruñón? —susurró él divertido y yo me limité a asentir volteando los ojos. 

—Por desgracia, pero en fin. ¿Estás listo? —él asintió bagándome de sus brazos y colocándome su gorra.

—Muy listo —sonreí—. Ya quiero ver la cara de Charles cuando te vea con mi gorra en tu cabeza. A tu padre seguro que le hace mucha gracia aunque sea de Ferrari.

Reí asintiendo y me acompañó hasta mi familia que ya estaba hablando animadamente con Mattia. Charles estaba con ellos, al lado de mi padre, con una sonrisa. 

Solté un pequeño suspiro que hizo que Max soltara una carcajada. 

Le di un codazo haciendo que él se quejara y me viera mal.

—¿Qué haces loca? ¿Acaso yo te lastimé en algún evento importante de los tuyos? —negué divertida y volví a mirar a mi familia y a Charles. 

Hasta el día de hoy no sabía por qué no nos llevábamos bien, supongo que alguna tontería hizo que no fuéramos tan unidos, pero sí esperaba que las cosas cambiaran entre nosotros, aunque sea llevarnos bien por nuestras familias. 

Nos llevábamos no muy bien y aun así él había estado en todos mis eventos, ni siquiera faltó a uno, y su familia tampoco. Al igual que Max, Carlos y Lando. 

—Tienes razón, anda vete a prepararte de una vez —él soltó una pequeña risa dándome un beso en la mejilla asintiendo. 

Él se alejó y yo me acerqué a los míos colocándome al lado de Charles. Él me miró por un momento y pude jurar que sonrió un poco sin dejar de prestar atención a mi padre. 

—¿Estás listo hijo? —Charles asintió sonriendo, al igual que mi padre. Sabía que mi padre lo quería como a un hijo. Sabía que él era el hijo que siempre soñó, me amaba y eso todo el mundo lo sabía, pero yo en el fondo estaba convencida de que él hubiera querido tener un hijo y así poder hacer todas estás cosas con él. Así que como solo era su única hija, tenía a Charles que lo amaba al igual que a mí. 

—Demasiado —él asintió desordenándole el pelo. 

Sonreí un poco. A veces pensaba en como sería la vida si en lugar de una niña fuera un niño. Seguro que mi padre estaría todavía más feliz. 

Me gustaban los deportes, pero siempre preferí la literatura y la actuación. Y a pesar de que estaba feliz por mí y me apoyaba, sabía que estaba triste porque no tuviera algunos gustos parecidos a él.

Solté un pequeño suspiro alejándome sin que se dieran cuenta. Aunque la única que lo hizo fue mi madre, pero no dijo nada. 

Caminé sin saber muy bien por donde ir, así que logré encontrar un sitio alejado de todo. Me senté y saqué mi libro para empezar a leer. No era una persona que amara estas cosas, pero tampoco las odiaba. Simplemente, me daban demasiado miedo, porque era peligroso y no quería que nadie saliera herido.

—¿Lex? —levanté la mirada para encontrarme a Charles a unos pasos de mí.

—¿Pasó algo? —él negó acercándose a mí, y se sentó a mi lado. 

—¿Te ocurre algo? —volví a guardar el libro en el bolso para mirarlo y negar con la cabeza—. Nos conocemos desde niños y conozco cuando estás mal aunque no lo creas. 

—¿No se supone que no nos llevábamos bien? —él soltó una pequeña risa.

—Ni siquiera yo sé por qué no nos llevamos bien si nos conocemos desde niños y escuché a nuestras madres, que nosotros dos estábamos destinados —los dos reímos.

—Eso no va a pasar —él asintió sin dejar de reír. 

Mi madre a veces soltaba algunas tonterías, y es verdad que yo también las había escuchado, pero no les prestaba atención, porque Charles y yo jamás estaríamos juntos, pero sí seríamos buenos amigos. 

—Creo que tenemos que dejar las tonterías y volver a ser amigos. Extraño a esa niña de dos coletas que venía a verme emocionada, sin saber nada —solté una pequeña risa al recordar ese momento. 

—Si quieres puedo hacerme esas coletas, pero seguro que la gente comenzara a verme raro —él rio negando viéndome.

—Estás muy guapa así —sonreí. 

—Muy amable de tu parte, pero creo que deberías ir a prepararte. 

—Solo vine a asegurarme de que estuvieras bien, y también a que vayas con el resto —asentí, y él se levantó extendiéndome su mano para ayudarme a levantarme. 

Le miré.

—Ten cuidado, ¿vale? —él asintió con una pequeña sonrisa y salimos de ahí, cada uno yendo a su lugar.

Sonreí, tal vez las cosas a partir de ahora cambiaran a mejor.

NOTA DE LA AUTORA

¿Qué os pareció el capítulo?

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Espero que os haya gustado.

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