✨31. Phoenix✨
El doctor del reino ha podido atenderme, aunque aún me duele mi vientre, Kennie permanece a mi lado, me siento un poco avergonzado, pues le confesé mis sentimientos en mitad de mi agonía. Ella ha evitado mirarme en todo momento, eso me pone un tanto triste y aún no comprendo qué hice para que me ignore.
-Principe Harry -habla el doctor, dirijo mi mirada a él -. Hemos logrado detener el sangrado de su herida, solo le recomiendo no exponerse a situaciones de violencia.
-¿Como no voy a exponerme si tengo que ir a la Tierra a pelear?
-Quedándote en el castillo -escucho a mi padre acercándose hasta nosotros, lo observo sorprendido.
-Padre pero...
-No pienso permitir que el heredero y futuro rey de Verte muera antes que yo, arriesgué a mis soldados solo por ti. ¿Porqué te esmeras en participar en esa guerra? Deberías dejárselo a los demás.
-Padre, con todo respeto, esta también es mi guerra, y estoy dispuesto a sacrificar mi vida por el bienestar de todos, eso es lo que hace un rey ¿No? -digo mientras lo observo seriamente, mi padre queda sin palabras, seguido de un suspiro.
-No quiero discutir contigo, si deseas arriesgarte entonces hazlo, solo... Cuídate mucho-Él se acerca hasta mi para darme un abrazo, eso me sorprende, él nunca me ha abrazado como lo hace ahora, correspondo su gesto un poco anonadado-. Mandaré refuerzos contigo.
-Gracias, padre.
Kennie no me ha observado en todo este momento, suspiro un poco desanimado, me levanto de la camilla para juntos encaminarnos a nuestras naves. En el camino a ellas se forma un silencio incómodo entre nosotros, por lo que trato de romperlo.
-Yo... -Kennie me interrumpe antes de que pueda decir algo más.
-Lo que dijiste en ese momento...
-Si...
-¿Realmente sientes eso por mi? -Ella se detiene, así que yo también lo hago para girarme a verla. Noto un pequeño brillo en sus ojos, se ve hermosa.
-Nunca te mentiría de esa forma. Y te lo volveré a repetir: te quiero, Kennie.
-Yo... No sé qué decir, pensé que tú todavía sentías algo por Alexa así que yo no... -Ella se interrumpe antes de terminar la frase, dirige su mirada al suelo.
-¿Tu no... Qué? -Me acerco a ella, sin invadir su espacio personal.
-Es decir, creo que me siento... Feliz. -termina de decir mientras alza su mirada, ambos nos observamos por unos minutos antes de que ella desvíe su mirada. Ella acaba de decir que le alegra saber que la quiero, entonces ¿Ella también..?
Me acerco un poco más hasta estar cerca de su cuerpo, siento deseos de tomar su rostro por lo que acerco lentamente mis manos hasta sus mejillas, alzando su rostro y conectando nuestras miradas, noto un pequeño sonrojo en sus mejillas, siento el calor entre mis manos. Empiezo a acercarme lentamente hasta sus labios.
-Kennie... -susurro contra sus labios, ella suspira.
-Harry...
-¿Puedo...? -pregunto, ella susurra un pequeño sí, por lo que acorto la distancia entre ambos, dándonos un beso.
El beso no duró mucho, pero para nosotros creo que fue una eternidad, después de tanto tiempo, después de tantas confusiones, después de todo, ambos por fin estamos aquí, aceptando nuestros sentimientos por el otro. Luego de unos momentos, nos separamos para observarnos en silencio, creo que las miradas hablan más que las palabras.
-Señor -escucho a alguien a nuestras espaldas, ambos nos sonrojamos para separarnos rápidamente. Carraspeo un poco avergonzado. Es uno de nuestros sirvientes.
-¿Qué deseas?
-Hemos reunido a las tropas y están listas para ir al planeta Tierra.
-Perfecto, saldremos en 5 minutos -ordeno, el sirviente asiente mientras se retira. Dirijo mi mirada a Kennie pero noto que ya no está, esto provoca que me preocupe ¿Y si se arrepintió de nuestro beso? No es posible, después de tanto tiempo. Me dirijo rápidamente hasta nuestras naves, ella está esperando-. Kennie, estás aquí.
-¿Dónde más estaría? -pregunta mientras gira sus ojos, sonrío al ver su gesto.
No espero que ella cambie, porque yo la quiero tal como es, y ella también, realmente me siento feliz de haber sido correspondido por la chica que me ha enseñado lo que es amar realmente a alguien.
Ambos subimos a nuestras respectivas naves, estamos listos para ir a la tierra, quizás la verratiana pensó que nos había derrotado, pero está muy equivocada, somos Calix, nosotros no nos rendimos con facilidad, somos como los fénix: surgimos de las cenizas para seguir luchando. Tranquilos Michael y Alexa, iremos en su ayuda y acabaremos con Alice de una vez por todas.
Harry y Kennie por fin han aclarado sus sentimientos y ahora pueden ser felices, estamos cerca del final, espero que les guste.
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