Cuando era solo una niña su planeta estaba dividido en dos bandos, los verratianos bondadosos que esparcían el amor y que anhelaban la reunión entre ambos bandos; también se encontraban los verratianos malignos, eran caracterizados por ser maleantes, por causar disturbios en la sociedad.

Se crearon estos bandos a partir de la desobediencia de parte de los verratianos, ellos no respetaban al gobernante de Verrat y mucho menos a las leyes, les gustaba hacer lo que les complacía. El Verrat líder notó que su planeta estaba convirtiéndose poco a poco en un lugar lleno de maldades, se estaban corrompiendo varios verratianos, no podía seguir así, decidió dividir la sociedad en esos dos bandos, provocando así la separación de varias familias verratianas.

Alice fue separada de su madre, únicamente quedó con su padre, ella era tan solo una niña que no sabía la diferencia entre los Verratianos bondadosos y los malignos. Al ser obligada a vivir únicamente con su papá —porque él era perteneciente al bando maligno— creció rodeada de maldad, acostumbrándose a las mentiras, traiciones entre otras actividades que realizaban los verratianos corruptos.

Su mentalidad se desarrolló aprobando lo malo, viéndolo como algo natural. ¿Qué hay de su madre? La olvidó, para ella sólo existía su padre. A sus seis años fue espectadora de homicidios causado por su propio padre en compañía de otros verratianos, habían asesinado varios de su raza y de su bando. La niña se asustó al verlo, no había visto un homicidio, su padre notó la presencia de su niña, por lo que giró su rostro para sonreírle.

—No te asustes, Alice, sólo lo hago porque me divierte, es normal —explicó su padre mientras alzaba el cuerpo sin vida del verratiano—. Quiero cambiar esta sociedad, no me gusta esta división, por eso es que me convertiré en el líder de Verrat y haremos nuestro este planeta.

Los homicidios se volvieron algo natural en la vida de la pequeña, fue creciendo hasta convertirse en una joven. Ahora no sólo era espectadora de ellos, también se había convertido en una homicida, ganar el poder de Verrat no sonaba mal ¿Cierto? Poder hacer lo que le plazca, más allá de los límites que poseían, era realmente tentador.

Su padre estaba a casi nada de lograr ser líder, había creado un ejército entero de verratianos temerosos del poder que poseía el padre de Alice, realmente era increíble cómo ese verratiano hacía temblar a todo un bando, provocando que le sirvieran a él.

Lo habían logrado, ya habían destruido a la mayoría de los verratianos bondadosos, estaban aproximándose al líder de Verrat, sólo debían derribar esa fortaleza que tenía y obtendría el poder. Derribaron la fortaleza, y en el proceso asesinaron a los últimos verratianos que dificultaban su paso al liderazgo.

—¡Yo seré su nuevo líder y desde ahora se hará mi voluntad! —exclamó el padre de Alice, qué equivocado estaba, alguien se aproximó hasta él para apuñalarlo. El verratiano cayó al suelo, descubrió que su atacante era su propia hija—. ¿Por... Qué?

—¿Realmente creíste que yo sería otra de tus esclavas? Eres patético —explicó mientras sonreía con cinismo, giró su cuerpo para hablar frente a los verratianos que restaban en el planeta—. Desde este momento yo gobernaré Verrat, les prometo que se hará lo que yo ordene, y el que intente algo en mi contra se va a arrepentir.

Alice se encargó de sembrar el miedo en Verrat, resultó ser peor que su propio padre, ordenó asesinar a los verratianos bondadosos que restaban y amenazó con destruir su propio planeta si desobedecían, no podían hacer más que obedecer, pues aunque huyeran Alice lograba encontrarlos hasta arrebatarles la vida.

—¿Porqué haces esto, hija? —exclamó su madre, era la última verratiana del otro bando, pensó que si talvez hacía entrar en razón a su hija todo pararía.

—¿Hija? Yo no soy tu hija, ¿Quién te crees para cuestionar mis acciones? ¡Soy tu líder! Estás insultándome —dijo mientras la observaba molesta, su madre se arrodilló frente a ella rogando piedad por su bando—. Te ves ridícula, jamás cambiaré mi forma de pensar.

—Pero...

—¿Sabes qué? —preguntó mientras acercaba su mano a su bolsillo, de él sacó un arma para apuntarle a la cabeza de su madre—. Ya me cansé de escucharte.

Fue así como pasaron los años, Verrat empezó a sembrar el terror en el universo, Alice tenía un nuevo pasatiempo: destruir planetas. Asesinar no la llenaba, destruir era más divertido, ver los restos de los planetas envueltos en llamas era realmente fascinante, era un espectáculo maravilloso.

—Señora Alice —llama uno de sus sirvientes, la mencionada sacude su cabeza, estaba recordando cómo llegó a donde estaba.

—¿Qué quieres? —pregunta molesta, el sirviente se encoge en su lugar.

—La prisionera no desea comer —avisa, Alice suspira cansada.

—Bien —dice, ella se acerca hasta el sirviente para tomar con fuerza su mandíbula—. Si llegas a decirle a alguien sobre ella te aseguro que de hoy no pasas vivo.

El verratiano asiente asustado, Alice lo empuja hasta hacerlo caer al suelo. Luego de quedar sola decide dirigirse a la parte trasera de la fortaleza renovada, al llegar ahí, abre la puerta encontrándose con su prisionera.

—¿Así que no quieres comer? —pregunta con molestia, la joven la observa asustada—. Tienes que comer, querida amiga.

Los gritos ahogados por la cinta en la boca de la prisionera se escuchan en todo el lugar, Alice se acerca hasta ella para tomarle de sus mejillas.

—Oye, cálmate, hoy no te haré nada —comenta mientras se aleja—. ¿Sabes? Eres diferente a ella, eres más frágil, tu hermana ya se defiende, seguro estás orgullosa de ella, ¿Verdad, Summer?

Alice empieza a caminar hasta la puerta, cuando está apunto de cruzar la puerta se detiene para girar su rostro en dirección a Summer, quien está llorando devastada.

—No te preocupes, he tratado de mantener a la humana viva, me gustaría tener la colección completa de las queridas hermanas —Alice sonríe burlona—. Será más divertido matarlas a las dos juntas, ¿No lo crees?

La joven humana abre sus ojos con miedo, no puede creer que Alexa está en la mira de Alice.

—¿Cómo?, ¿De verdad no has pensado el porqué sigues viva? —cuestiona al ver la reacción de la chica—. Si quisiera verte muerta te habría instalado el virus que les disparo a los prisioneros, admito que es satisfactorio ver cómo mueren con lentitud pero para ti y tu hermana ya tengo otros planes.

Y dejando a Summer preocupada, Alice abandona el lugar.

Muchas gracias por leer este capítulo, en esta ocasión exploramos el pasado de Alice y el porqué hace lo que hace.
Descubrimos que tiene secuestrada a Summer y que quiere a Alexa para realizar un homicidio doble, ¿Porqué? Es parte de su entretenimiento.
Alice mantiene oculta a Summer porque le gusta seguir sembrando el horror en su planeta, haciéndoles creer a los verratianos que quieran cambiar que la descuartizó para dársela a las bestias, vaya tipa.
Sobre el virus que menciona es el mismo que tiene Jeremy en su interior, Alice lo utiliza para hacer sufrir a los prisioneros, ¿Tiene cura? Nop, no hay cura, por eso depende de Jeremy el poder sobrevivir o no.

Bye bye.