Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 25

— Dale al play —Todos estamos atentos a la pantalla hasta que recuerdo que están los enanos con nosotros.

— Un momento.

— ¿Ahora que pasa? —señalo a los más pequeños y Odell lo entiende a la primera.

— Niños, id a la sala de ver la televisión y esperadnos ahí.

Los renacuajos sonrientes y satisfechos por saber que no van a estar aquí aburridos se bajan de las sillas de un salto y salen corriendo hasta donde les indicó Odell.

— Ahora si, empecemos.

Le doy al play para que se reproduzca el vídeo. En el aparecen nuestros padres muy serios al principio. Eso quiere decir que es algo demasiado serio. El primero que empieza a hablar mi tío Daecon, padre de Juliun, Cadie y Aglaia. Empieza contando una larga historia que debe tener algo más de 20 años.

<<Nuestra familia tiene más dinero del que nos podríamos haber imaginado jamás. Sí , en la casa de Alemania de mis abuelos es una gran mansión que después construyeron una para nosotros. Ahí no se quedan las centenares de cosas que tienen compradas por todo el mundo. Partiendo de este hotel en Madagascar. La familia Doskas posee este gran hotel desde hace más de tres generaciones. Es decir nuestros antepasados eran millonarios, conservaban una gran fortuna en su poder. Nacieron en la alta sociedad, con lujos y sin ningún tipo de inconveniente para comprar algo.>>

— No entiendo nada —le doy al pausa para que no nos perdamos nada de lo que dicen, mientras mi tío Daecon habla —teníamos el conocimiento de que nuestra familia era millonaria.

— No tanta fortuna Odell.

— No puedes ser tan idiota Calix, si no te cuentas las cosas a ti, no es mi problema —me habla de una forma demasiado borde.

¿Y a este que coño le pasa ahora? No entiendo por que me trata de nuevo de esa forma tan desagradable. Avanza tres pasos pero retrocede uno. ¡Lo nunca visto!

— Si estas de mala leche no la pagues conmigo. Para estar así te largas, que yo quiero seguir viendo el vídeo.

Le hago un ademán para que se vaya si quiere y bufando pero hace lo propio.

— ¿Que mosca le picó a este?

— Pasar mucho tiempo con sus amigos, le consume demasiado. No son buenos para su bienestar, nuestros padres han tenido más de una charla con él. No atiende a razones. Va mal encaminado. Todos estamos conscientes de ello.

— Dejemos el caso de Odell para más tarde y seguimos con el vídeo —Uranus y Denes asintieron y yo reanude lo que veíamos.

— Hay una historia que contar que empezaremos desde el principio, aunque emitiremos cosas que sean irrelevantes. Ya que estaríamos aquí días contadoos todo y vosotros os aburriríais, así que iremos al grano en cierta forma. El apellido Vlahos os debería sonar, sobretodo a Calix, ya que uno de los hijos de Vanko Vlahos practica surf contigo —en definitiva, lo último dicho era dirigido a mi —. Ellos tienen un primo lejano que es Xanthus, el que secuestró a Odell, Uranus y Lysander.

Miro a mis primos desconcertado. Este vídeo no había sido grabado hace mucho tiempo, ya que si no, no mencionarían lo de el secuestro.

— ¿Han estado aquí y no nos dado cuenta? —pregunta Uranus.

— Definitivamente, si.

— Xanthus hace unos años se fue a vivir con sus primos lejanos a Wellington. Trabaja de mesero en un restaurante llamado "Monsoon Poon" hasta hace apenas dos meses —el tiempo del que me fui a Alemania. Vaya que era un interesado, solo estaba trabajando para averiguar este asunto —cuando nosotros nos fuimos de "crucero" Sabíamos que ellos iban a estar al acecho de vosotros —¿No saben contratar un par de gorilas para que nos cuidaran? —. Si contratábamos unos guardaespaldas sospecharían aun más. Aparte de que Xanthus si pensaba que Calix sobria algo pero el único que sabe algo de vosotros es Odell —abro los ojos. Miro hacia su hermano y el me gesticula que no estaba enterado de eso.

— Como puede ser que tu hermano sepa casi todo y no se ha dignado ni siquiera mirarnos a la cara y decirnos por lo menos algo. A parte que ha estado buscando con nosotros justo en este lugar alguna evidencia que nos pueda ayudar a encontrar a nuestra familia y dejar todo esto atrás de una maldita vez —con cada palabra alzaba más la voz.

— Oye, oye, el problema es con mi hermano, que esta arriba, no conmigo. Id a donde él y si le queréis dar una paliza, no os detendré.

— Pon en pausa eso —habla Denes bastante cabreado, ya levantado —, Tú quédate con los renacuajos. Venimos en un momento.

Salimos de la sala como un rayo y subimos las escaleras hasta llegar al cuarto de juegos en un santiamén. Denes esta muy cabreado y puede hacer algo estúpido como pegar a su primo. Vale, esta actuando de mala manera y no nos contó absolutamente nada pero alguna razón habrá tenido. Debe haber una maldita razón. Dejo atrás la sala de juegos y voy medio corriendo hasta llegar a la par de mi primo que va directo al salón donde se escucha voces de personas.

Veo a Odell tumbado a lo largo del sofá viendo la televisión. Y se encuentra solo. ¿Donde se encuentran sus amigos?

— ¡Tú! —señala Denes a Odell —nos vas a tener que explicar demasiadas cosas —este se pone algo nervioso y yo me cruzo de brazos, observando todo.

— ¿Vienes aquí a acusarme? ¿De que se me acusa?

— De guardarte información necesaria para nosotros —me señala a mi y hacia el pasillo refiriéndose a su hermano Uranus —Ni a él te dignas a contarle las cosas, pero seguro que a tus amiguitos de pacotilla se lo has contado todo de principio a fin...¿o me equivoco? —mira por toda la sala que solo se encuentra Odell —¿Donde están? ¿Ya se fueron?

— ¡Sí! se acaban de ir hace un rato. Y ahora del tema principal. Sabia absolutamente todo, y os lo conté por que era demasiado arriesgado.

— ¿Y no lo fue que nos secuestraran? —Odell resopla y me mira pero aparto la mirada de él. Esta vez no pienso meterme.

— ¿No dirás nada, Calix?—no hablo —perfecto...¿ahora te has convertido en mudito? —oh no. Esto no lo voy a tolerar. ¿Mudito? ¿Enserio?¿Otro Zabat en mi vida? No, que va. No lo voy a consentir, de ninguna manera.

— Calix no le contestes, solo quiere cabrearte y que le contestes de una mala manera. No te rebajes a su nivel de idiotez —Odell sube una de sus cejas y le mira a Denes desafiante.

— ¿Eres su portavoz? ¿No tiene voz propia? —en cierto modo si que ha cambiado mucho desde que han estado sus amigos. ¿Que se cree?

Giro mis pies para volver por donde he venido escuchando las palabras de mi primo mayor que con todas mis fuerzas la ignoro.

— Hay que volver a verlo — determina susurrando Denes.

Estábamos viendo una película de dibujos animados. Al final me voy a hartar de los malditos dibujos por verlos día tras día, sin cesar. Estos niños no se cansaban de verlos, pero a nosotros ya nos empezaba a aburrir. Cada vez que hablábamos en un tono un poco más alto nos mandaban callar y nosotros como somos tan obedientes, cumplíamos sus ordenes.

— Esto es todo monótono. Hacemos todos los días lo mismo, levantarnos, desayunar, ir a la piscina, comer, ver alguna película, cenar y a dormir. Me esta irritando ya estar aquí. Moriría por volver a Alemania. Porque para empezar las clases nunca estaré preparado.

— No se cuando volveremos pero también coincido contigo, este lugar aunque sea espectacular tampoco lo estamos disfrutando demasiado y lo que le rodea al hotel es selva y más selva.

— Yo para ir a clases si que no tengo ganas. Las energías se me consumen antes de llegar al establecimiento.

— Exageras —comenta Uranus entre risas que causa que los ranacuajos le manden callar mirándole con mala cara —estos niños son unos monstruos —susurra esta vez para que solo le escuchemos nosotros.

— ¿Me lo dices a mi? Mi hermano es uno de ellos —bromeo. Mis primos que están a mis costados se ríen sin parar.

— Salgamos de aquí. Podrían matarnos con una mirada de esas que nos echan.

Los tres nos levantamos y salimos de la sala lo más silenciosos que podíamos ser. Llegamos a la cocina y yo me apoye en la encimera y cruce mis brazos mirando hacia el frente con cara pensativa.

— ¿Quieres algo para beber, Calix?

—Un café me espabilara esta tontera que tengo encima, sí.

— ¿No descansas bien?

— Desde que estuve enfermo, apenas descanso.

En cierto modo era verdad, no descanso bien por las noches y me paso todo el día entero medio zombie. Sueño tengo por la noches pero a la hora de acostarme en mi cama, no concilio el sueño.

— Pues yo duermo como un bebé —añade Uranus. Mira hacia la entrada de la cocina y Denes y yo posamos la mirada ahí también. Para nuestra desgracia o solo la mía, veo a mi primo mayor pero lo más sorprendente es que no viene solo, por detrás están Lysander y Hester.

Denes pasa por mi lado para ir a darle un abrazo a su hermana para después darle una bofetada que hasta a mi me ha dolido.

— Me la merezco —dije cabizbajo —lo siento.

Como simplemente no quiero estar ahora mismo en el mismo espacio donde estén Hester o Lysander y menos Odell, salgo como una bala de la cocina sin querer escuchar ni una palabra que salga de alguna de sus bocas. No quiero escucharles. Uno por que no sabe controlar su maldita lengua para burlarse de uno y los dos restantes por no querer escucharme y confiar antes en su familia que en unos desconocidos que solo les conocía hacia un par de semanas.

Cuando subo arriba, voy directo hacia la puerta principal de la cabaña, la abro y salgo por ella. Me recibe el sol del verano en toda la cara, recordándome que no tengo gafas de ver y las gafas de sol las tengo en mi cuarto.

Empiezo a caminar sin rumbo. Ahora mismo no quiero estar dentro de esa caótica cabaña que me da dolor de cabeza. Los enanos cada día preguntan más cuando volverán nuestros padres con nosotros y estamos inventando alguna que otra mentira, que creo que van sospechando. Serán unos críos pero eso no les quita lo inteligentes que puedan llegar a ser.

Era la tarde y las personas iban dirección a la piscina, la mayoría de ellas, otras iban por el sentido contrario.

Yo pase de largo las piscina y me adentre en el sendero que conducía hasta la playa secreta como la bautice yo.

En este momento mi refugio, donde me encuentro cómodo y en paz es en aquel lugar.

Alguien posa su mano en mi hombro, miro por encima de mi hombro y veo a Denes.

— Preferiría estar solo, pero gracias.

— No he salido de la cabaña detrás tuyo como loco. Y tu hermano tampoco.

— ¿Donde esta Eryx?

— Detrás tuyo, melón.

— No estoy de buen humor ahora mismo para tus idioteces, Denes —gruño.

Siento unas manos agarrar mi cintura desde atrás y se perfectamente que es mi hermano. Siento que apoya su mejilla en mi espalda.

— Calix —susurra. Respiro hondo para tranquilizar mis nervios.

— Dime —mi hermano sigue en la misma posición que hace unos minutos. Quito sus manos de mi cintura y hago que rodee mi cuerpo, así lo tengo en frente.

— ¿Podemos ir contigo? —primero miro a mi primo para luego hacer lo mismo con mi hermano y asentir en confirmación.

Los tres caminamos en silencio, yo mirando al frente con la mirada puesta en Eryx y mi primo mirándome a cada rato, sé que me quería decir algo pero no lo hacia.

— ¿Vas a hablar o te mantendrás todo el camino mirándome pero sin mediar palabra?

— No logro entender porque saliste tan furioso de casa, nunca te vi de esa forma. Jamás. Y he pasado tiempo contigo.

— ¿No? Vuelven como si nada, ¿y no me puedo sentir así? ¡Esto es el colmo! Y no digas ni una palabra sé perfectamente que Lysander es tu hermano y mi primo pero lo que hizo él y Hester no estuvo bien. Y los recibís con los brazos abiertos. No lo veo adecuado.

— ¿Me cedes la palabra?

— Adelante —hago un ademan con mi mamo.

— No aprobamos ninguno de los tres comportamientos pero entiéndenos, son nuestros hermanos y no es que hayan matado a alguien. Y te voy a decir algo. No puedes huir a la primera de cambio Calix. Puedes decirles todo lo que piensas, ellos van a escucharte todo lo que quieras decidles.

— Por este día no los quiere ver. Si ellos suben a las habitaciones de las cabañas yo dormiré abajo en la "guarida".

— ¿Sabes que Eryx querrá bajar junto contigo?

— Sí —afirmo.

— ¡Denes, Calix! —grita una y otra vez mi hermano. Abro los ojos y miro con algo de miedo a mi acompañante.

Empezamos a correr y veo a uno de los gemelos agarrando a mi hermano por detrás. ¿Que coño hacen aquí? Si esta Tadd aquí deben estar los tres restantes por alguna parte.

¡Mierda! ¿En que lío nos acabamos de meter?

— ¿Te sorprende verme? —habla con una sonrisa no muy amigable.

¡Hijo de puta!

— Suelta a mi hermano, él y mis primos pequeños no saben nada.

Mi hermano lloraba sin cesar y yo no me podía mover de mi sitio. Esto es injusto. Miro a Denes con disimulo que se guarda el móvil. Espero que haya mandado un mensaje a nuestros primos por que ahora mismo tenemos desventaja.

— Pero si el mudo aprendió a contestar —me hierve la sangre pero no respondo. ¿Para que gastar saliva en personas tan insignificantes como él y su panda de ignorantes?

— Si es el que se cree el mejor surfista pero no le llega ni a los talones a este mudo como me llamas —en toda su cara. Eso para que aprenda a no meterse con un Doskas.

— Eso me ha dolido —se toca el pecho con una indignación tan falsa como su persona.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro