Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 16

— ¿Creéis que han sido ellos? —ya estábamos todos tomando el desayuno en la mesa y nos pusimos a hablar.

— Yo no confiaría mucho en los mensajes —acota Rastus. No digo ni media palabra.

— Hay que empezar a buscar la dichosa cascada esa —empieza mi primo. Carraspeo un poco y lo miro.

— Ayer vi una —levanto una ceja.

— ¿Enserio? ¿Cuando?, espera, no hace falta que respondas, lo sé. Cuando estuviste perdido por la selva.

— Por lo menos yo he encontrado una.

— Esto no es una competición —nos recuerda mi prima —. ¿Donde esta esa cascada de la cual hablas?

— Después de desayunar os la muestro.

— ¿Nosotros también vamos? —pregunta curiosa Aglaia.

— Claro, no os podéis quedar solos —indica Hester.

Terminamos de desayunar, primero fuimos a coger en la cabaña unas mochilas con agua, ayer que quede seco de andar y era mejor tener provisiones hoy, por sea caso también he cogido alguna que otra para los terremotos y bajo las escaleras encontrándome con todos esperándome para poder partir hacia esas cascadas. Pasamos de largo las piscinas y poco después entramos al sendero.

Los terremotos iban un poco más delante yendo corriendo pero no se alejaban mucho para que nosotros pudiéramos verlos.

Cuando veo que están en el final del sendero les grito para que se queden quietos, ellos obedecen hasta que llegamos a ellos, ahora había que coger un desvió para llegar.

— Por aquí —les digo mientras todos van por detrás de mi en absoluto silencio, nadie habla y es demasiado raro —. ¿El gato os ha comido la lengua y ya o habláis? —me mofo —Para mi es genial pero vosotros no calláis ni debajo del agua.

Miro por encima de mi hombro para mirarles y me encuentro con sus caras asustadas y a unos cuantos metros más atrás de donde me encuentro yo.

— Que hacéis ahí parados como unos pasmarotes? Moveros.

— Por ahí no vamos a pasar, hay monos colgando de los arboles —señala Hester con su dedo indice a donde están los manos.

— ¿A la chica dura le dan miedo unos simples monos?

— A todos —hablo esta vez Ezio. Mire sus caras y me eche a reír. Que lo digan los más pequeños vale, pero me fije en la cara de mi hermano y mis primos y no era de miedo.

— Sí os queréis quedar vosotros ahí perfecto, pero dejad que vengan ellos —señalo a Cadie, Aglaia, Juliun y Eryx.

Los cuatro corren hasta mi y sonrío.

— Par de gallinas —me doy la vuelta para seguir andando —. Si queréis ver la cascada tendréis que pasar por aquí —grito alto para que me escuchen.

Sabía que mis dos primos tenían fobia a los monos pero como no conocía mucho a los cuatro restantes tendrían temor a los manos, más miedosos no pueden ser.

— Quedaros ahí —les avise a Cadie, Juliun, Aglaia y a Eryx. Me gire de nuevo para ver si seguían en el mismo sitio —. Chicos, venid, no pasan ninguno ahora mismo.

Les veo correr como si estuvieran en una carrera y vuelvo a reír.

— Miedosos.

— No te burles —me miran con mala cara.

— Me vais a matar con la mirada eh —suelto una carcajada —. Hay que superar los miedos.

— Aplícate el cuento entonces tu también, Cal.

— Ya lo supere, estoy hablando ¿no es así? —levante las cejas.

— No te engañes a ti mismo. En fin haz lo que quieras al final, es tu vida, no la nuestra. Y no solo te hablo de eso —Hester ter pasa por mi lado y sigue andando, Sander me da una palmada en la espalda, los gemelos, Rastus y Halia se quedan quietos delante de mi hasta que me digno a volver a andar y se colocan a la par mía.

En unos minutos ya llegaríamos al lugar donde ayer estuve un par de horas sin darme cuenta, sin ver que el tiempo pasaba.

— ¡Venid, esto es precioso! — exclama mi primo. Los cinco aceleramos nuestro paso para poder llegar antes al sitio y cuando ellos lo vieron se quedaron maravillados con el sitio.

No se muy bien por que pero la mirada que le echo Halia a Ezio no me gustó nada, mis primos en más de una ocasión me hicieron saber que no todo el mundo es malo, estoy de acuerdo pero ¿y la gente buena? No toda la gente en el mundo es buena. Y yo tengo la intuición y la sospecha que ellos traman algo y si han accedido a venir con nosotros es para su propia beneficencia. La verdad que nunca he dudado que no fueran inteligentes, si no ¿porque estarían aquí? ¿Por que se fueron del instituto justo después que yo? Las clases terminaban una semana más tarde.

— ¡Ahí esta! —veo la cascada desde el mismo lugar que ayer. Me vuelvo a fijar si hay algún camino para llegar abajo pero solo veo un "camino" de tierra bastante malo para poder bajar, aparte es demasiado estrecho.

— Hay una bajada —Sander ha visto la misma que yo —. Es demasiado peligroso bajar por ahí, hay que seguir mirando.

— Cada uno que vaya por un lado —sentenció —. Eryx y Juliun —los llamó —vosotros venís conmigo.

Ellos vienen hacia mi. Iba a empezar a andar pero Hester me detuvo cogiéndome del brazo.

— ¿Estas loco? —niego — ¿Entonces que pretendes hacer? —dice refiriéndose a nuestro primo y mi hermano.

— No pienso dejarlos aquí, Hester.

— Haz lo que quieras pero ellos no irán contigo.

— Estoy harto de ti Hester, seras la mayor aquí —hablo casi gritando —, pero tu no me mandas. Me largo, luego no empecéis con los sermones de que no estoy con mi hermano o que no lo cuido.

— En eso tengo que darle la razón a Calix, si vamos a separarnos para mirar por donde poder bajar ahí abajo —señala la cascada y la laguna —. Yo me voy con él y ellos dos vienen con nosotros —dice refiriéndose a mi hermano y Juliun —, si encontramos alguna bajada os avisaremos.

Yo me encontraba a unos pasos de Hester que negaba con la cabeza a lo que Sander había dicho, pero ella bien sabia que no iba a cambiar de opinión.

— Todavía sigo enfadado contigo pero cuando tienes razón la tienes —me dice cuando pasa por mi lado.

Por donde estábamos yendo, era desconocido para mí, ayer no llegue a pasar por aquí. Debo decir que da un poquito de miedo este sitio. Era por la mañana y parecía que ya había oscurecido hace horas ya que por los arboles nos tapaban la vista del sol.

— Esto da miedo —susurra Sander.

— Parece una película de terror —sigo yo.

Por donde nos encontrábamos no se veía ni la laguna ni la cascada.

— ¿Nos habremos desviado del camino? —avanzamos un poco más , Eryx iba agarrado de mi mano y Juliun de la de Sander.

— Se ve más claridad.

— ¿Donde?

— Más adelante —miro hacia la dirección que me señala y es cierto.

— Ya era hora.

— No hemos estado ni quince minutos andando, eres un exagerado.

Solo me limito a asentir divertido.

— Sí tu lo dices.

Ante mis ojos y los de mi primo Sander que en cuanto vimos lo que había delante nuestro abrimos de par en par los ojos, se encontraba un puente, bastante consistente, al menos a primera vista claro. Mi hermano se suelta de mi mano y empieza a correr en esa dirección, Juliun al ver a mi hermano hace lo mismo que el.

— No crucéis —grito. Vi las intenciones de Eryx —¡Eryx, hazme caso!

Llego hasta donde se encuentra mi hermano que tiene una sonrisa traviesa y no estamos para juegos ahora mismo, todavía no sabemos que hay del otro, abajo. En frente puedo ver rocas rocosas , camino hacia delante y puedo ver que a mucha altura se encuentra un rio que lleva agua con demasiada fuerza. Sander y yo nos miramos entre si.

— No os despeguéis de nosotros. ¿Sera estable la madera? —me encojo de hombros.

— Solo hay que hacer una cosa.

— Pasar hasta el otro extremo. ¿Y si venimos mañana?

Tenia razón, no podíamos pasar tan campantes por un sitio que no sabemos que hay al otro lado.

— Vendremos luego —susurra mi primo. Asiento de acuerdo a lo que acaba de decir.

Volvemos por el mismo camino hasta llegar al mismo lugar donde nos habíamos separado de los demás, cuando llegamos a dicho lugar estaba desierto, no se encontraba nadie.

— ¿Volvemos?

— Seria lo más conveniente.

— Vamos entonces.

Estábamos en la piscina de nuevo, parece que aquí en esta isla muchas cosas interesantes no hay, solo hay playas, lagos, lagunas, cascadas y puentes misteriosos, esto parece una aventura sacada de una película.

Sander esta vez me acompañaba y se encontraba justo a mi lado en otra hamaca.

— ¿Piensas que traman algo? —mire a mi primo y luego en la dirección que el estaba mirando y apreté la mandíbula.

— No te lo podría decir con certeza, no estoy en sus cabezas ni en cuerpos, pero he visto miradas cómplices entre Halia y Ezio que no me han parecido para nada normales.

— ¿Por eso los tratas así?

Por una vez en la vida voy a ser sincero con mi primo y contarle algo de lo que se de ellos desde hace un par de años.

— Aquí no te lo puedo contar.

— Pues vamos a dar una vuelta. Espera un momento —me dice antes de que me levante —. Esta vez voy a comunicarles que nos vamos.

Asiento. Tiene razón.

Cuando estamos lejos de la gente, comienzo a todo desde el principio.

— A ellos los conozco desde hace años, siempre se han querido acercar a mi, hablarme, integrarme pero simplemente los apartaba, en el instituto siempre deambulaba solo por los pasillos, en clases procuraba sentarme solo y cuando estaba en el descanso, solía sentarme debajo de unos arboles y ahí me relajaba.

— ¿Eso que tiene que ver con ellos?

— Paciencia. Es solo el principio, vosotros sabíais que siempre he sido un chico que el cual casi nunca se relacionaba con los demás, es más con los únicos que hablaba era con vosotros y con mis padres y hermano.

— Y empezaste a los dieciséis —añade Sander —. Hay algo que no entiendo.

— ¿E que?

— Si ellos se han interesado por hablarte, ¿por que tu nunca les has hablado?

— Nunca me dieron buena espina. Van de buenos y angelicales pero se que escoden algo y no han venido aquí solo para ayudarnos, creo que les beneficia en algo.

— ¿Te estas escuchando lo que dices?

— Claro que si.

— No lo puedo creer. ¿ el hombre que los perseguía por Dortmund?Los días que salimos con ellos, había un hombre que siempre los estaba vigilando.

Me encojo de hombros.

— No tengo ni idea de quien es —miento.

Veo que lo deja pasar, se que no me ha creído ni una palabra de lo que acabo de decir anteriormente.

Hemos andado sin rumbo fijo y hemos acabo en el mismo lugar que a la mañana sin darnos cuenta; el puente. Nos miramos fijamente y asentimos con la cabeza a la vez, parecíamos unos robots.

— ¿Cruzamos?

— Sí. Vamos a averiguar que hay.

— ¿Quién pasa primero?

— Lo haces tú.

Mi primo comienza a andar hacia el puente cruzandolo a paso despacio por sea caso no es tan estable como pensábamos, aunque también puede ser por miedo, había una gran caída, si mirabas hacia abajo. Me estaba hasta replanteando si pasar o no.

— ¿Te vas a quedar ahí o vendrás?

— Ya voy.

Esto me parecía una mala idea. ¿Podía haber algo malo? No lo sabría si no cruzaba.

Respire hondo, haciendo oídos sordos de lo que decía mi primo.

— Cállate por un momento Sander.

— Esta bien Cal, tomate su tiempo.

Acabo de descubrir que tengo miedo a las alturas.

Calix, eres estúpido. ¿Para que coño miras para abajo?

— Venga Cal, tu puedes, ya estas.

Cuando llegue al lado de mi primo, al fin puede respirar tranquilo Intente no mirar hacia atrás; al menos se podía pasar. Ahora, hay que averiguar que nos vamos a encontrar más adelante.

— ¿Piensas que los gemelos, Rastus y Halia quieren encontrar también el yate?

— No creo que sea el yate en si, creo que es lo que contiene en el interior.

— ¿Y que es lo que mantiene dentro que es de suma importancia?

— Es lo que tendremos que averiguar pero antes de eso, hay que encontrar el yate antes que ellos; si no, estamos perdidos.

Estaba empezando a andar pero mi primo hace que pare de hacerlo para escucharlo.

— ¡Quieto Calix! Se que sabes más de lo que me estas contando. Dime ahora mismo que sabes, por que esta claro que algo escondes y lo puedo percibir.

— ¿Ahora tienes súper poderes?

— No te hagas el chistoso conmigo Cal, conmigo no.

— No puedo decir nada, ya que no tengo ni idea de lo que hablas.

— Calix —me advierte.

— Solo se lo que sabéis vosotros nada más.

— Por esta vez te voy a creer. Te voy a mantener en la mira primo. Ellos esconderán algo, tu no te quedas atrás —me señala.

Esa conversación quedó ahí,andamos por un paso que no era recomendable para ir, era demasiado estrecho y poniendo un pie mal, podríamos caer al vacío. Esto era demasiado arriesgado pero era importante para saber la verdad, que hay detrás de todo esto y saber por fin que esconde nuestra familia. Esta roca gigantesca nos esta haciendo que giremos y nos de una panorámica demasiado impresionante. Ante nuestros ojos podíamos apreciar un gran lago, con el agua cristalina que se podía ver el fondo perfectamente y una preciosa cascada. ¿Lo mas raro de todo esto? Que no es la misma cascada que vi yo y todos los demás.

— ¿Cuantas hay?

— No tengo ni idea, habrá que averiguarlo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro