Era un nuevo día, Mira había salido de su trabajo mañanero y fue hasta su departamento a ducharse y vestirse para ir a la universidad.

Al llegar, recibió un mensaje de Kyuuma de que no iría ese día, por lo tanto, aprovecharía para poder estudiar sin llegar a distraerse.

Cuando entró al salón, se sentó en un lugar cercano al pizarrón y sacó sus apuntes para ya tenerlos listos.

El profesor llegó y la clase comenzó. Mira se dedicó a atender la mayor parte de la hora, hasta que finalizó y hubo un breve receso hasta que llegue el profesor de la siguiente hora, por lo tanto, la mujer salió del enorme salón para aprovechar a ir al baño a arreglarse un poco.

Una vez entró y salió del cubículo, se lavó las manos y luego retocó un poco el maquillaje en sus labios y pestañas. Estaba tan concentrada que ni se percató de que alguien había entrado al baño.

Apenas miró de reojo por curiosidad, detuvo su accionar y sé quedó mirando cómo Rizuna se aplicaba perfume, aquel mismo que había quedado impregnado en su abrigo.

La susodicha la vio y frunció levemente el ceño.

─¿Qué tanto me ves? ─cuestionó, guardando su perfume en su bolso.

─Lo mismo debería preguntarte, ¿Acaso me estás siguiendo?

─No eres la única mujer que puede entrar a este baño, de haber prestado atención me había ido a maquillar a otro lado. ─dijo Rizuna, acomodando su cabello. ─Si me disculpas...

La mujer decidió marcharse, sin embargo, Mira la tomó de la muñeca y la atrajo hacia ella. Necesitaba una explicación de todo lo que pasaba.

─¿Qué quieres ahora? ─cuestionó, soltandosé de mala gana del agarre.

─Necesito hablar contigo después de las clases, solo quiero que dejemos en claro varias cosas porque la charla en la cafetería me dejó con preguntas. ─explicó. ─en la biblioteca, durante el almuerzo.

Fue lo último que dijo antes de irse del baño, dejando a Rizuna con bastantes dudas en su mente.

( . . . )

Tal y cómo había dicho, Mira se encontraba en la biblioteca para esperar a Rizuna, teniendo fé de qué pudiera presentarse. Mientras tanto, aprovechó para repasar algunas cosas de la clase de anatomía.

─Espero qué sea importante... perdí horas de estudio por esto.

Mira suspiró « esta mujer parece una nerd de secundaria » pensó.

─Bien. ─dijo, viendo cómo Rizuna se sentaba frente a ella. ─Quería decirte que no tenemos que comernos la cabeza con esto, cada vez que nos veamos actuemos normal y no hagamos un escándalo.

─Entonces... ¿Pretendes que ahora seamos amigas o qué?

─No me refiero a eso. ─Negó con la cabeza. ─Además, sería muy extraño ser amiga de alguien con quien me acosté.

Mira le guiñó el ojo, pero el rostro de Rizuna seguía sin expresión.

─A lo que me refiero. ─Mira rodó los ojos al ver que no se tomó con humor su actitud. ─Es que no debemos escandalizarnos si nos encontramos en el baño o en otro lugar, solo hacer cómo si nada, después de todo, con el tiempo nos vamos a olvidar de esto.

Rizuna suspiró.

─Está bien. ─aceptó la mujer, viendo cómo Mira se ponía de pie para tomar sus cosas, dispuesta a irse.

─Por cierto, adoro el perfume que usas. ─Fue lo último que dijo antes de irse, sonriendo levemente al ver el ligero sonrojo en las mejillas de Rizuna.

( . . . )

Luego de haber salido de clases, Mira se dirigió a su trabajo nocturno; una tienda de ramen en la cual le pagaban bien, mientras qué el de la mañana era una casa de té.

Cuando llegó, se encontró con el dueño del lugar, cerrando el negocio y aquello se le hizo extraño.

─Señor Iwatate. ─llamó la mujer y el hombre se dio vuelta. ─¿Qué está pasando?

─Oh, Mira... ─El mayor sonrió con debilidad. ─El negocio quebró, tuvimos que cerrar.

Los ojos de la susodicha se abrieron y no supo que decir al respecto.

─Ten, esta es tu última paga... ─dijo, dándole un sobre blanco con billetes.

─Gracias. ─habló ella, tomando el dinero. ─Lo lamento mucho, señor Iwatate.

─Descuida, tengo fé en que de alguna forma me voy a recuperar de esto. ─dijo. ─hace frío, deberías volver a tu casa o te puedes resfriar.

Mira asintió con la cabeza y se despidió del hombre para luego regresar a su hogar en tren.

Cuando llegó a su departamento, guardó el dinero y se dejó caer en su cama, mientras tanto, trataba de pensar una forma de conseguir un nuevo empleo de medio tiempo.

─Ahora estoy bastante complicada...

De un momento a otro, recibió un mensaje de Ryōhei Arisu, un chico cercano a Kyuuma y ella, el cual la estaba invitando a una pequeña reunión en fin de semana en un restaurante que estaba a unas calles de la universidad.

Mira tomó su teléfono y respondió que sí iba a ir, después de todo, no tenía que estudiar para ningún examen para la semana próxima.

Lo único qué necesitaba era relajarse y apagar su mente un rato.

© SUNSET.