Capítulo 2
« Rizuna Ann, Rizuna Ann » Mira no podía sacar ese nombre de su mente, mientras estaba acostada sobre su cama.
Escuchó su voz, era claro que era tal y cómo la recordaba, además también tenía una cabellera larga y rubia, tampoco es que había muchas chicas con ese color de cabello.
Mira tomó la almohada y la apretó contra su rostro, ahogando un grito.
De un momento a otro, su teléfono sonó y al revisarlo se dio cuenta que era su hermano menor, Gamon.
Rodó los ojos y colgó, lo último que quería era escuchar los comentarios molestos de Gamon respecto a la decisión qué tomó sobre alejarse un tiempo de su familia.
Las llamadas siguieron tres veces más y Mira decidió ignorar aquellas tres veces, seguido de los mensajes en el chat para que conteste las llamadas sobre cuando planeaba volver con su familia.
─Tú te lo buscaste... ─dijo, al recibir una cuarta llamada.
Mira tomó su teléfono y bloqueó el número de su hermano, también el de sus padres por si acaso.
Estaba bien sola, tenía dos trabajos de medio tiempo para pagar la universidad y los gastos del pequeño apartamento en dónde vivía, su único día libre para salir y apagar la cabeza eran los domingos, ya que el resto debía equilibrarlo con el trabajo y los estudios.
Lo que sí, tendría que ahorrar aparte si quería volver a viajar a otro país, ya qué lo que tenía se lo gastó en sus vacaciones a California.
Su teléfono volvió a sonar y esta vez era Kyuuma, diciéndole por mensaje qué había una mujer que la estaba buscando en los dormitorios. Él le explicó que no dormía allí y la mujer respondió que la vería en la cafetería qué estaba a dos cuadras de la universidad.
Mira alzó una ceja al ver el mensaje, sin embargo, decidió confiar en su mejor amigo y tomó su abrigo para luego irse hasta la zona donde fue citada, siguiendo la descripción de su amigo; era una muchacha rubia de abrigo blanco y jeans rojizos con botas negras.
Al entrar, buscó con la mirada hasta que encontró a una chica sentada en la mesa junto a la ventana, de espaldas y con la descripción que Kyuuma le había dicho.
« ¿Acaso no pudo haberme pasado su número de teléfono o nombre?» Se cuestionó Mira, mientras iba caminando hacía la mujer.
Cuando llegó, su rostro palideció al darse cuenta que la mujer no era nada más ni nada menos que Rizuna Ann, quién también parecía un poco sorprendida de verla, solo que supo cómo disimularlo. A diferencia del día anterior, la mujer tenía el cabello atado en un rodete en forma de trenza y no usaba los lentes de sol, sin embargo, supo que era ella por su silueta y perfil.
─¿Eres Mira Kanō? ─Preguntó con un tono de voz firme, pero igual al que había escuchado. ─Oye...
─Si, si soy Mira Kanō. ─respondió, sentándose en la silla qué estaba en frente de la mujer. ─¿Para qué querías verme?
─Vengo a darte esto. ─sacó un brillo labial rojo de su bolso. ─me lo llevé por accidente pensando que era mío.
« Creí que lo había perdido. » Se dijo a sí misma en sus pensamientos.
─¿Cómo lo...
─California, cariño, ¿No lo recuerdas? ─respondió Rizuna con un obvio sarcasmo en la palabra cariño, la cual remarcó.
Mira abrió los ojos con sorpresa y después frunció el ceño.
─No, no olvidé una evidente relación de una noche en la que me dejaron sola en el hotel apenas inició la mañana. ─habló ella, cruzándose de brazos. ─Tampoco es que me importe realmente...
─¿Qué esperabas? ¿Qué te despierte con un abrazo y te deje besos en la frente? ─cuestionó, frunciendo el ceño y bebiendo del café que había pedido con anterioridad.
─Aunque sea un encuentro casual deberías haberme avisado que te ibas y ser un poco más amable...
─Te deje una nota.
─Eso no es a lo que iba. ─le dijo, tomando el labial y guardandolo en su bolso. ─En fin, ¿Cómo lograste encontrarme? ¿Por qué no le diste el labial a mi amigo y ya?
─Primero, estudiamos en la misma universidad y eres bastante fácil de reconocer, de hecho, uno de mis amigos mencionó tu nombre y de inmediato hice memoria; logré reconocer tu rostro por más borracha que estuviera esa noche en California. ─explicó con calma.
─Aja...
─Segundo, no quería decírselo a tu amigo, ya que tenía miedo de que lo ventile por toda la universidad.
─No creo que a nadie le...
─No si es un hombre y una mujer, pero cuando se trata de dos personas del mismo sexo la cosa es diferente.
─Entonces estás en el closet...
─Si, soy bisexual.
─Entonces, debemos fingir que nada de esto pasó, ¿Verdad? ─cuestionó Mira y Rizuna asintió con la cabeza.
─Y de paso, evitemos cruzarnos en el pasillo si es necesario, sería muy incómodo para ambas. ─agregó.
Dicho eso, se puso de pie y dejó propina para luego despedirse secamente de la mujer, quien echó su cabello negro hacia atrás.
─Estoy segura de que estaba demasiado borracha cómo para acostarme con alguien como ella.
Fue lo que dijo para después salir de la cafetería, sin darse cuenta que su abrigo tenía el aroma al perfume de la mujer de cabello rubio.
© SUNSET.
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