California acomodó una vez más su cabello y limpio sus manos en su falda negra. En serio se iba a humillar de esta manera.
Tomo una gran bocanada de aire y se adentro en el pequeño local llamado "Young Miko" bastante original para ser un sitió de tatuajes.
Una pequeña campana en la puerta anunció su llegada, ferxxo sonaba al tope en el establecimiento y estaba forrado por dibujos, muchos, y grafitis y de más.
California intento localizar a alguien que trabajara en este establecimiento o a la misma Victoria pero no había nadie.
Caminó hacia el único cuarto del establecimiento, se asomó discretamente encontrándose con Victoria.
Tatuando una daga? entre los pechos de una morena bastante atractiva.
Una punzada de molestia evadió a la castaña.
—Ancho, mierda, California ¿qué haces aquí?— la platinada la saco de sus pensamientos.
Y ahora ambas chicas la miraban, sonrió agridulce.
—Quiero hablar contigo— hablo con seriedad, Vicky había dejado de tatuar a la morena que ahora mantenía una cara de molestia.
Quizá por la interrupción.
—Estoy trabajando— mencionó con evidente molestia.
¿Mencione que se ve súper atractiva con su cabello amarrado?
—California— su voz irritada me saco nuevamente de mis pensamientos.
—Uhm?
—Espera a fuera— ordenó, ni siquiera se porque le hice caso.
—Sigamos chula— fue lo ultimo que la escuché decir antes de salir.
Y claramente no iba para mí.
Me sente afuera en un pequeño sillón azul, me entretenía en tiktok viendo videos sobre alguna tontería.
Victoria llevaba más de 40 minutos en el pequeño cuarto y la poca paciencia de California ya se había terminado.
Tomo su bolso pequeño y se levantó del sillón, camino hacia la salida.
—Gracias por el tatuaje Miko— la morena salió del cuarto con una pequeña sonrisa coqueta.
Californiano detuvo su paso.
—Siempre haces cosas grandiosas con las manos— hablo en doble sentido, la platinada sonrió y asintió.
Finalmente la morena salió del estudio, Vicky se giro para ver a la castaña.
—¿Ya te ibas Rivera?— pregunto burlona y saco un cigarrillo de sus flojos jeans, lo prendió para dar la primera calada.
—No se ni porque vine aquí— hable con molestia, camine nuevamente hacia la salida.
—Hey mami, no te piques, ¿A que se debe tu gran presencia aquí?— la ojiazul me tomo del brazo deteniéndome.
Su aliento fresco pero con el olor a cigarrillo me golpeo en él rostro.
—No es nada, de saber que estarías muy ocupada en tu "trabajo" no venia—enfatice con mis dedos.
Me dio una sonrisa y levanto su ceja, aun sin soltarme.
—¿Estas celosa chula?— preguntó soltando el humo en mi cara, cerro los ojos separándome de ella.
—Ya quisieras— respondí nerviosa.
—Necesito que me ayudes con mi proyecto de arte— susurré avergonzada, no me gustaba pedir ayuda de nadie y menos de ella.
La cara de Victoria fue adornada por una gran sonrisa de oreja a oreja.
—¿Cómo?— fingió no haberme escuchado y dejo descansar a su brazo en su cadera.
Cali entrecerró sus ojos molesta y dio un suspiro molesta— Necesito que me ayudes con mi proyecto de arte— repetí mirándola a los ojos me dio una sonrisa ladeada y apago su cigarrillo torpemente.
—Ni nicisiti li iyidi di ini istipidi irriginti— se burlo de mis propias palabras.
Rodé los ojos harta de sus burlas—Sabes que, no me ayudes, no vine a que te burlaras de mi— intente salir nuevamente del estudio pero me tomo del brazo.
—Te ayudaré, pero sólo porque necesito hacer mi acto de caridad semanal— dijo pasando una mano por mi cabello, tomo un mechón rebelde y lo paso por detrás de mi oreja.
Golpee su estómago débilmente—pendeja—la regañe.
(...)
—Cállate California, estamos en una biblioteca— regaño entre dientes la platinada.
—No estoy hablando fuerte— hablo normal mientras hojeaba el libro de pintura renacentista.
—Shh— la castaña rodó los ojos al escuchar como la callaron y Vicky le dio una mirada molesta.
—Vamos mejor a un lugar más solo— California tomo la mano de la ojiazul y la jalo hacia un cubículo, Victoria apenas y tuvo tiempo de tomar los libros.
—Aquí no me van a callar— susurro feliz sentándose en la silla, la platinada imito su acción y solo asistió.
Y sin mas solo se limitaron a buscar información por su lado sin hablar.
Victoria le daba una que otra mirada rápida la castaña, que no podía evitar mover su pie nerviosa ante la cercanía de la platinada.
(...)
—Tu eres peor que yo, me preguntó con cuantas chicas habrás estado— me defendí molesta y ella levantó una ceja mirándome.
—¿Te importa ?— preguntó burlona, rodé los ojos.
—No solo quiero decir que tu no puedes quejarte sobre con cuanto chicos he estado—
—¿Por qué no? Después de todo solo he estado apunto de hacerlo con una chica mas...—California se detuvo, odiaba cuando su corazón comenzaba a latir rápidamente por las indirectas de Vicky.
La boricua era tan temperamental.
—¿Ah si?— preguntó indiferente.
—Si... me pregunto si tu puedes quejarte también— su mirada se oscureció un poco.
California suspiró.
—No te incumbe— decidió responder y hojeo el libro.
La platinada me dio una sonrisa burlona y asintió. Como si hubiera ganado.
(...)
—¿Un perro?— se burló la ojo marrón, recibiendo una mirada fulminante de Vicky.
—Los perros son lo mejor— defendió.
—Claro, pero si pudiera renacer en algún animal no lo haría en un perro— explicó la castaña.
Y así de bipolares llegaban a ser ambas chicas de pasar a pelear a hablar sobre cualquier tontería.
—Ancho, ¿qué serias tu?— pregunto Victoria molesta por las burlas.
—Fácil un león— levanto sus hombros con superioridad.
Fue el momento de reír de Victoria.
—¿Tu un león? no me hagas reír— Cali golpeo sus muslo molesta.
—Deja de burlarte de mi— Cali acercó su cuerpo hacia Vicky en reproche.
Victoria noto eso.
—Según tu, ¿Qué seria?— contra atacó molesta, ambas piernas de las chicas sé tocaban.
Victoria se acercó a la menor tan cerca que podía escuchar y sentir su respiración a la perfección.
California levanto su mirada y la miro fijamente a la cara. Odiaba que Victoria tuviera los ojos más bonitos qué había visto.
Odiaba que fuera tan guapa.
—Un venado— susurro finalmente Vicky.
Un empujón mas y sus labios se tocarían.
—¿Un venado?— pregunto de la misma manera Cali embriagada por el elegante y adictivo olor de la platinada.
—Si... un venado, indefenso y manipulable, que con un solo toque se somete— Vicky toco mi muslo descubierto y a medida que hablaba subía su mano, haciéndome temblar.
—No soy indefensa— me defendí aunque en verdad lo único que podía pensar era en las manos de Victoria en mi muslo.
No llegaban a mi centro solo se movían de arriba para abajo.
Vicky acaricio el labio inferior de Cali con su pulgar. Odiaba que fuera tan hermosa, su perfección dolía.
Él corazón de Victoria latía impaciente, sentía que ya no podía contenerse y aun más cuando California la estaba mirando con esos grandes ojos castaños brillantes.
Vicky rozo los labios de la castaña sin separar su mano de su muslo, Cali pareció dar un jadeo tembloroso.
—Es de mala educación hacer esperar a las damas...—apenas y pudo formular Cali.
Victoria dio una sonrisa.
—Tienes razón— susurró antes de comerle la boca.
California gimió. Victoria la rodeo con sus fuertes brazos y la apretó contra ella.
Obligándola a abrir bien la boca.
La platinada coloco su mano en su cuello y la atrajo con mas fuerza.
La boricua besaba increíble; California nunca había sido besada así, y sabia que no podía llegar a compararse con ella.
Las manos de la castañas jugaron con el cabello blanco de Victoria, no sabia cuando había comenzado a gustarle cada parte de ella. Hasta su cabello la volvía loca.
—Vicky— gimió cuando comenzó a besar su cuello.
Vicky la tomo entre sus brazos y la sentó a horcajadas encima de ella, California la rodeo con sus brazos.
La platinada se deleitaba con la piel de la chica, olía tan bien... tanto que no se dio cuenta que se iban a caer hasta que ya estuvieron en el suelo.
Vicky amortiguando la caída de la castaña.
No podía controlarse cuando se trataba de ella... la volvía una idiota, no le importo nada y solo se estaba dejando llevar por sus instintos.
—Espera Victoria— jadeo la castaña al sentir las frías manos en su trasero por debajo de su falda.
—Vicky— gimió.
Pero no la escuchaba, estaba sumida en su cuerpo usando solo los sentidos que necesitaba.
Vicky volvió a su boca, se sentía insaciable, quería besarla hasta cansarse.
Cali la tomo de la mandíbula y la separo a duras penas obligándola a mirarla.
—Estas yendo muy rápido— dijo con la respiración agitada.
Vicky la observó, su pecho subía de arriba a abajo con rapidez intento tranquilizarse y acaricio sus piernas.
California se veía demasiado bonita con los labios hinchados, las mejillas rosadas, su falda estaba levantada hasta su cintura dejando ver sus bragas rojas.
La castaña al notar la mirada de Vicky en su ropa interior la avergonzó y la acomodó.
Se levantó de encima de la peliblanca acomodando su ropa y cabello.
Victoria se levantó enseguida, ambas se miraron con una sonrisa.
—Creo que ya me tengo que ir— susurro Cali.
—Te llevo a tu casa Bambi— Vicky jugueteo con la cintura de la castaña.
California no se pudo quejar porque Victoria la interrumpió con un casto beso.
capítulo 4 ‼️
creo q nunca había sido tan constante con las actualizaciones (llevo cuatro capítulos 🤪😔😋)
en fin como ven el fanfic, si les gusta o ne
JAJAJAJJAJ hay ni se q decir
lqm mucho chiquites
💓💕💖💞💗💘
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