🐾Capítulo 32
Jimin observó a su alrededor e instintivamente llevó sus manos hacia su oculto vientre abultado bajo su chaqueta.
Tener que estar luchando contra el deseo de cambiar era difícil, si a eso se le agregaba además estar lejos de su pareja quien calmaba un poco ese instinto y además rodeado de personas, solo lo empeoraba.
Aunque todos se habían comportado amables y se habían acercado para darles sus felicitaciones, para luego preguntar si era normal que su vientre no se notara.
Al conejito le pareció un tierno gesto que todos se preocuparan por él, podía sentir la aceptación vibrando en cada lugar y en todos lados. Ahora sí se podía sentir como parte de aquellas personas.
El omega forzó una sonrisa cuando alguien le saludó e hizo puño una de sus manos al sentir el deseo de cambiar.
Realmente quería a su alfa con él.
Pero Jimin no se podía quejar realmente, después de todo él mismo fue el que había insistido hasta convencer a su pareja de que fuera con Jungkook, Namjoon y los demás luego de descubrir que tenían razón y que Chul había muerto mientras intentaba escapar por aquella entrada secreta que le había revelado a los lobos, la cual ahora planeaban usar a su favor en su ataque contra ellos.
Yoongi había estado dividido entre ir y no ir. Una parte de él queriendo estar presente en el ataque contra Seung-hoon y su manada abusiva como su deber, pero la otra deseando permanecer al lado de su pareja.
Y después de muchos besos junto con promesas, el conejito había logrado que su pareja fuera aunque sea a dar una vuelta para comprobar que todo iba bien mientras él se quedaba en la especie de refugio a donde iban todos los omegas, betas e infantes que no luchaban.
Min Yoongi no quería tomar ningún riesgo con las personas bajo su cuidado, solo por eso les había pedido que se ocultaran mientras los demás iban contra los lobos.
—¿Podrían repetirme por qué estamos aquí y no en alguna de nuestras cabañas donde hay una fuente de calor para mi delicado cuerpecito junto al de mi bebé? —pregunto Taehyung sentado en el suelo, abrazando a su dormido hijo.
—Porque esta fue la única forma de convencer a Yoonie de que fuera a comprobar como iban las cosas allá afuera con los lobos —respondió Jimin y movió los dedos de sus pies al sentirlos helados, él también tenía frío.
—Fue hace una hora, ya debería de estar viniendo de vuelta —dijo Jin observando a su alrededor.
Todo estaba en tranquilidad, incluso los niños sabían que debían de estar tranquilos cuando estaban en el refugio.
—¿Cómo estás? —pregunto disimuladamente Taehyung, echándole una rápida miradita al vientre oculto de su amigo rubio y luego a la mano en forma de puño a su lado.
Realmente pasaba desapercibido gracias a la abultada y grande ropa que usaba Jimin pero el pelirrojo había visto y tal vez estaba al preocupado de que este fuera más grande de lo que fue él.
—Uhm... Hace una hora se comenzó a mover de nuevo y de apoco la necesidad de cambiar está aumentando —confesó haciendo una mueca, ya sin poder mantenerlo en silencio.
—Joder Minnie, vamos a tener que trabajar seriamente en tu problema de comunicación —gruñó el pelirrojo.
—¿Qué sucede? —pregunto Jin igual de perdido que Jimin.
—Si se está comenzando a mover y Jimin siente la necesidad de cambiar aumentar, significa, según yo, que dentro de poco entrara en labor de parto —susurró entre dientes.
—¿Cuándo es dentro de poco? —pregunto Jimin entre emocionado y asustado.
—Puede ser de aquí al anochecer o hasta mañana —contestó—. Y mientras eso pase, tu animal cada vez querrá salir más y más.
—Necesitamos a Yoongi, ahora —comprendió Jin.
Entregándole a su hija a Jimin, el omega mayor se levantó del suelo y fue hacia uno de los pocos alfas que se habían quedado por seguridad.
Cualquier cosa que le hubiera dicho, luego de señalarle con la cabeza, hizo que el hombre se sobresaltara se apresurara a informarle a otro antes de salir corriendo.
Cuando Jin volvió, ambos menores le observaron curioso.
—¿Qué le dijiste? —pregunto Taehyung.
—Que lo más probable es que Jimin entrará en labor de parto en los próximos minutos y deseaba a su pareja con él —respondió recibiendo a su hija.
—Eso lo preocupara —afirmó Jimin ya imaginándose la expresión de su alfa—. Y Tae dijo que tengo algunas horas aún.
—Yo dije tal vez, en un parto uno nunca puede saber cuando el pequeño quiere salir —se encogió de hombros.
—Bueno, gracias —refunfuñó Jimin.
El pequeño rubio hizo una mueca y mordió su labio inferior cuando algo parecido al dolor cruzó en su vientre.
Ahora se estaba asustado.
"¿Y si Jin tiene razón y entro en labor de parto ahora?" pensó con agitación.
El no quería estar solo en un momento tan importante, el conejito quería a su dragón a su lado.
—Jimin... Dejaste que tus orejitas de conejito salieran —dijo el pelirrojo algo preocupado—. Creí que me dijiste que ya no podías mantenerlas afuera.
—Y no puedo —gimoteo asustado, alzando una de sus manos para tocarlas—. Pero se me está siendo muy difícil controlar a mi conejito.
—¿Y si le decimos al doctor? —preguntó Jin—. Tal vez pueda ayudar en algo, creo que le vi por aquí.
Jimin respiro profundamente y luego asintió con su cabeza. Necesitando de pronto el contacto directo con su bebé, se sacó uno de los guantes de su mano y la internó bajo su chaqueta y suéter.
Tuvo un pequeño estremecimiento ante el frío contacto, pero al menos eso pareció calmar a su de pronto inquieto bebé.
—Yo voy por el —anuncio Taehyung al ver que la pequeña Nayeon comenzaba a llorar pidiendo su biberón.
Se levantó con cuidado de no mover mucho a su hijo y recorrió el refugio hasta dar con el hombre.
—No entre en pánico pero creo que Jimin dará a luz a pronto y tiene problemas con mantenerse en su forma humana —pronunció logrando que el médico dejara de hablar con una mujer y volteara a verle sorprendido.
—¿Y me dices que no entre en pánico? —pregunto frunciendo el ceño.
—Yo ya lo estoy y Jin lo estará, no nos servirá que usted también lo esté —respondió con una sonrisa preocupada mientras se encogía de hombros—. Y si usted se altera, también lo harán los demás.
El médico asintió con su cabeza, comprendiendo. Tomando del suelo un maletín fue directo hacia Jimin y Jin.
—¿Él estará bien, cierto? —preguntó la mujer con la cual había estado hablando el médico.
Taehyung la reconoció como Irene, la joven omega que estaba aprendiendo del alfa para ser médico también.
—Uhm, sí, creo... El doctor lo dirá —respondió.
La joven omega observó a su alrededor y luego contempló a Taehyung.
—¿Es realmente tan peligroso que cambie? —pregunto con cuidado, obviamente entendiendo que preocuparía a todos si decía descuidadamente esas palabras.
—Para nosotros... Sí —respondió y tal vez se arrepintió un poquito al ver como el rostro de la joven se tornaba pálido y la preocupación invadía en su expresión.
—Oh Dios... ¿É-él estará bien?
—Lo estará —pronunció con suavidad—. Pronto llegará su alfa y eso le ayudará, además el doctor está con él ahora —le recordó.
La mujer asintió con su cabeza—. Es... No puedo evitar preocuparme al igual que todos —suspira—. Nunca habíamos visto a nuestro líder ser tan feliz desde que él llegó aquí y ahora que formara su propia familia solo queremos que todo le salga bien.
—Lo estará, nada le pasará a Jimin o a su bebé —tranquilizó.
Cuando el médico les llamó a ambos y contemplaron a Jimin desmayado en el suelo, inmediatamente fueron hacia ellos así como otras personas.
—¿Qué sucede? —preguntó Taehyung asustado.
—Necesito llevarlo a mi cabaña y que alguien vaya por el líder, ahora —agregó.
—Uno de los alfas que se quedaron ya fue por él —respondió con nerviosismo Jin.
—Nosotros iremos a ver —anunciaron algunos betas antes de salir.
El pequeño rubio se agitó asustando a todos y se abrazó con fuerza su abdomen.
—Quiero cambiar —jadeo al recuperar la consciencia.
—No puedes, será peligroso en este momento —negó Taehyung—. ¡¿Por qué su pareja aún no está aquí?! —exclamó alterado, despertando a su pequeño y llamando la atención de las restantes personas.
El médico volvió a tomar el pulso de Jimin con preocupación.
—¿Qué hace? —chillo Jin cuando el alfa se levantó cargando a Jimin entre sus brazos.
—¡Irene! ¡Ven conmigo! —pidió hacía la chica con la que había estado conversando antes—. Es peligroso que este aquí, necesito ir a mi cabaña —anuncio comenzando a caminar, inmediatamente siendo seguido por la mujer, Taehyung y Jin que ni siquiera pensaban en dejar solo a su amigo.
Saliendo del refugio, otro de los alfas que se quedaron decidió seguirlos por protección.
Volviendo a cerrar sus ojos mientras se concentraba en no cambiar, Jimin sintió a su pequeño moverse más que antes, instándole a transformarse en un conejito.
Cuando volvió a abrir sus ojos con cansancio, estaba en la cabaña del doctor con este a su lado y Taehyung por el otro.
—Quiero a Yoongi —susurro asustado y aterrado.
Con ternura, el pelirrojo removió el cabello de su amigo.
—Ya viene en camino Minnie, aguanta —prometió.
Min Yoongi cambió nuevamente a su forma humana cuando volvió ql lugar donde había estado viviendo la manada de Seung-hoon hasta tan solo unas cuantas horas atrás.
—¿Lo atrapaste? —pregunto Namjoon volviendo a entregarle la ropa.
Seung-hoon había estado luchando junto a su gente, pero en cuanto Yoongi dio el permiso para que se transformaran y así terminar pronto con todo, no espero ni un segundo en abandonar a todos y escapar como un cobarde.
Inmediatamente percatándose de ello, el líder dragón dio pase libre a su animal interior y persiguió a su presa en busca de venganza en nombre de su pareja.
—Nunca más volverá a ser una molestia —aseguró con algo de acidez.
Nada de esto hubiera pasado si el alfa Seung-hoon hubiera aceptado irse y no volver a molestar a su pareja nunca más en su vida.
Pero con lo orgulloso que era Seung-hoon, se negó y decidió luchar sin importarle que sus contrincantes eran dragones, y no otro depredador cualquiera.
Min Yoongi observó a su alrededor, todos los hombres de que estaban bajo el mando de Jungkook, permanecían en su estado de dragón a pesar de que ya no hubiera amenaza alguna.
Todo era un campo se sangre lleno de cuerpos. Una imagen poco tentadora y que nadie deseaba ver nunca en estos tiempos de ahora, ni nunca.
—¿Algún sobreviviente? —pregunto a Namjoon.
—Sí, de hecho —Yoongi volteó a verlo—. Pero no son lobos, o al menos no todos —suspira—. Son los omegas que secuestraron con sus hijos. Algunos escaparon a penas la lucha comenzó pero la gran mayoría se quedó por miedo —explicó.
—Mierda, casi me había olvidado de ellos —murmuró y pasó una mano por su cabello—. Nos lo llevaremos con nosotros y los cuidaremos. Ponte en contacto con otros shifter y pregunta si tienen algún omega perdido —ordenó.
Antes de que Namjoon pudiera contestar, ambos alzaron la cabeza y observaron el cielo, contemplando a un dragón comenzar a descender.
—Líder Min —dijo a penas se volvió a transformar en un hombre, deteniéndose frente a ellos—. Su pareja, le necesita —informó apresuradamente.
—¿Qué le sucedió? —pregunto alterado.
—Jin dijo que pronto iba a dar a luz —respondió nervioso, pero de todas formas regalándole una sonrisa.
—Nosotros nos podemos encargar del resto —aseguró Namjoon, sin poder ocultar su sonrisa.
Asintiendo con su cabeza, Yoongi cambio sin importarle su ropa y voló hasta sus tierras, al refugio donde había dejado a su conejito.
Al lugar donde pronto su hijo o hija saldría a conocer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro