🐾Capítulo 31
—¡Hey! ¡Alto! ¡Deténganse! —gritó Yoongi corriendo hacia donde sus dos amigos se golpeaban entre ellos.
Pero haciendo caso omiso a la orden de su líder, Namjoon y Jungkook siguieron golpeándose entre ellos con movimientos feroces.
Al ver esto, Yoongi no dudo ni un segundo en utilizar su fuerza, tomando del antebrazo a Namjoon para jalarlo hacia atrás y así separándolo del menor.
—Detente ahí —ordenó observando ahora a Jungkook cuando este intentó seguir a Namjoon para continuar la lucha.
Colocándose entre los dos e impidiendo que estos volvieran a ir a los golpes nuevamente, Yoongi cruzó los brazos sobre su pecho y contempló a ambos alfas respirar agitadamente mientras se calmaban.
—¿Me quieren decir por qué mierda estaban peleando? —cuestionó duramente, con el entrecejo fruncido.
—Él tiene la culpa, si tan solo me hubiese permitido quedarme...
—¿Y hacer qué exactamente? —resopló Namjoon—. ¿Te recuerdo que si no hubiese sido por mí hubieras matado al anciano Chul?
—¡Al menos ahora sabríamos que está muerto y no desaparecido! —grito colero.
Ambos se fulminaron con la mirada, dispuestos a continuar con la lucha estando o no, Yoongi entre ellos.
—Muy bien, alto. —ordenó el líder dragón cuando sintió que ambos iban a volver a los golpes nuevamente—. Este comportamiento entre los dos es inaceptable. Ustedes no solo son mis dos amigos sino que son también dos hombres con cargos importantes en los cuales confío más que nadie. Esta pelea —señala a los dos—. No debió de ir a los golpes, primero se habla.
Ante el severo regaño, ambos contrarios bajaron la cabeza comprendiendo de su error, más no arrepentidos.
—Ahora, ¿quiere uno explicarme qué sucede? —pidió apretando el puente de su nariz ya con cansancio, presintiendo los problemas que se cernían sobre él.
Namjoon alzó su cabeza revelando una mueca.
—El lobo cautivo está muerto y el anciano Chul escapó —explicó.
—¿Hace cuánto fue esto?
—Lo acabamos de descubrir —respondió Jungkook esta vez.
Yoongi ahogó su gruñido enojado e inclinó su cabeza hacia atrás un segundo, observando el cielo mientras calmaba su furioso temperamento que compartía con su dragón.
Suspirando observó a los dos contrarios.
—Muy bien, idiotas. Ahora en vez de ir a los golpes y culpar al otro por este descuido problemático, vamos a resolver cómo mierda se ha escapado —anunció—. Jungkook, pide que lo busquen en los alrededores. Namjoon, busca a los hombre que hicieron de guardia, uno debió de haber visto o escuchado algo —ordenó—. ¿Qué esperan? Muévanse —dijo cuando ambos contrarios simplemente le observaron.
Rápidamente ambos dragones se dispersaron para seguir las órdenes de su líder.
No gustándole que el anciano Chul estuviera desaparecido y su pareja estuviera en su casa, sin estar él a su lado para protegerle, no perdió ni un segundo en volver sobre sus pasos.
Ahora que sabía que su pareja estaba esperando y a poco de dar a luz, Yoongi simplemente no podía dejarlo sin protección.
Si algo malo le llegaba a suceder a su conejito, el alfa se volvería loco sin poder soportar no ser lo suficientemente bueno para proteger a su omega.
Su dragón rugió dentro de su cabeza, deseando cambiar para protegerlo mejor pero eso no serviría. En caso de dar a luz Jimin lo necesitaba como humano para poder ayudarle, no como una gran bestia que no hace nada más que gruñir y escupir fuego.
—Pensé que te perderías por horas —pronunció Jin al contemplar a Min ingresar a la cabaña.
—¿Jimin? —preguntó observando a su alrededor.
—Tomando una ducha —señaló moviendo su cabeza—. ¿Sucede algo?
Yoongi abrió su boca pero se detuvo, quería esperar un poco más antes de anunciar la desaparición de Chul. Recordaba que a Jin le dolía el vientre cuando recibía un disgusto y con su conejito luchando con el deseo de cambiar, no quería agregarle otra carga.
Si Jungkook no lograba encontrarlo le informaría a su conejito, para que estuviera más consciente del posible peligro, pero hasta obtener noticias no diría nada.
Con eso decidido sacudió su cabeza.
—No es nada, solo mi dragón y su instinto sobre protector ahora que sé que mi pareja está a poco de dar a luz —mintió.
Si el omega sospechó algo, no dijo nada pero sí le observo intensamente.
—¿Entonces te quedaras?
—Algo así —se encoge de hombros.
Jin arqueó una ceja, más no dijo nada, pero intuía que algo estaba mal con toda la situación.
Volviendo a sentarse en el sofá con su hija entre sus brazos, contempló a su amigo.
—¿Sabes? Si no quieres perder de vista a Jimin y tienes trabajo... ¿Por qué no te lo llevas a la oficina contigo? —preguntó—. Hace días que está aquí encerrado y me dijo que ya deseaba un cambio de aire.
—Pero... —el contrario alzó una mano, deteniendo cualquier argumento estúpido que intuía iba a decir el alfa.
—Está embarazado no inválido. Tal vez su embarazo sea un poco diferente al mío pero no está enfermo —le recordó—. Salir y distraerse tal vez le ayude con esto de no cambiar, realmente le está costando —susurró.
Ugh, eso era lo que Yoongi temía.
—Gracias —el omega sonrió.
—Iré contigo para ayudarte a mantener un ojo sobre él.
—Ah, entonces solo vas para ir a ver a tu pareja —se burló Yoongi.
Jin le guiño un ojo y ambos guardaron silencio justo cuando Jimin salió de la habitación.
—¿Yoongi? —dijo con expresión algo confundida, inclinando ligeramente su cabeza hacia la derecha.
—Hey, bebé —sonrió el alfa, acercándose a su conejito—. Sé que dije que estaría afuera pero... Simplemente no puedo mantenerme lejos de ustedes —observó el vientre del omega.
El pequeño rubio rió y saltó a los brazos de su pareja sorpresivamente.
—Wow conejito, tenemos que tener un poco más de cuidado ahora, ¿si? —rio Yoongi, aferrándose a los muslos del menor que rodeaban su cintura.
—Lo olvidé —arrugó su nariz.
—Pfff, es normal cuando tu abdomen es menos del tercio de lo una vez fue el mío —bufó Jin, comenzando a mover sus brazos para volver a hacer dormir a su hija.
—¿Te gustaría ir a la oficina conmigo? —pregunto el alfa.
—¿En serio? —preguntó con entusiasmo, revelándole al alfa lo realmente aburrido que estaba de estar encerrado.
—Vamos a terminar de vestirte conejito, no puedes ir solamente con una camiseta y ropa interior —anunció volviendo a entrar en la habitación.
Dejándolo sobre la cama, Yoongi contempló con curiosidad el furioso color rojo en los mofletes rellenos de su pareja, sus ojos evitándolo.
—Amor, puedes decirme cualquier cosa —pronunció con suavidad, intuyendo que algo andaba mal.
Con vergüenza, Jimin asintió con su cabeza y mordió suavemente su labio inferior.
—No te había dicho antes porque tenía vergüenza —explicó. El alfa espero en silencio.
Cuando Jimin alzó su cabeza, solo pudo apreciar curiosidad y amor en los ojos del alfa.
—Es que... Yo pensaba que estaba gordito por comer como un cerdito... Y por eso... Yo... —balbuceo.
Agradeció profundamente cuando su dragón le callo con un dulce beso.
—Hace un tiempo que tu ropa te ha estado quedando pequeña, ¿no? —terminó Yoongi.
—Más específicamente mis pantalones —corrigió con una sonrisa infantil pero dulcemente aliviada.
Al menos el conejito ahora sabía que era debido a que estaba esperando a su bebé y no por ser un cerdito.
"Oing, oing" pensó y rió.
Yoongi le observo extraño ante la repentina risa del omega pero solo le sonrió.
—Entonces usaras uno de los míos —resolvió Min, buscando en los cajones del closet unos pantalones, los más pequeños que tuviera al menos—. ¿El resto de la ropa te queda bien?
Jimin asintió con su cabeza y observó con cariño como el alfa se arrodillaba frente a él y le ayudaba a colocarse el pantalón.
—Sabes que puedo colocármelo solo, ¿cierto? —pregunto suavemente, el amor vibrando entre sus palabras.
—Claro que lo sé, conejito —se levantó y estiró su mano ayudando al menor a levantarse de la cama—. Pero déjame mimarte estos días hasta que des a luz a nuestro hijo.
—Siempre me estás mimando —le recordó divertido y rió cuando las manos del dragón se posaron sobre su trasero en cuanto terminó de subirle el pantalón.
—Bueno, trae sus beneficios —dijo coqueto, robándole un sorpresivo beso mientras apretaba cada glúteo.
El gemido del rubio se perdió totalmente en la boca del alfa. Las manos de Jimin se aferraron a la cintura del mayor cuando Yoongi dominó completamente su interior bucal, succionando con afán su lengua antes de terminar con una ligera caricia sobre su labio superior.
—¿Qué fue eso? —pregunto en un jadeo el omega, sus mejillas levemente sonrojadas y su respiración algo agitada.
Yoongi sonrió con arrogancia y algo sensual—. Yo y mi dragón confirmando a quién perteneces.
Jimin pasó su lengua por sus labios, aun sintiendo el sabor de su pareja en ellos.
—Pues no me importaría que lo volviera confirmar —murmura coqueto, un brillo lujurioso en sus ojitos—. Mi hermoso y varonil dragón, raaaw —intento rugir.
Yoongi rio suave, subiendo una de sus manos a la cintura de su pareja para atraerlo y así eliminar la pequeña distancia entre ellos mientras que la otra fue hacia su nuca donde le guió a esconder su rostro entre su cuello.
—Creo que alguien ha olvidado que tenemos a un invitado en nuestra casa —le susurro en su oído.
El pequeño cuerpo entre sus brazos se agitó y una dulce risa llegó hasta sus oídos.
—Pfff, no lo olvide —mintió divertido, alejándose—. Vamos antes de que cambies de opinión —pidió.
Cuando salieron de la habitación, Jin les esperaba ya listo.
De camino a la oficina, los dos omegas fueron conscientes de cómo Yoongi observaba con cuidado a su alrededor, así como todos estaban dispersos... Casi como si buscaran a alguien.
—¿Sucede algo? —preguntó Jimin, observando a su pareja.
—Aún no lo sé, conejito —respondió Min, guiando a su pareja dentro del edificio.
—¿Namjoon no está aquí? —pregunto Jin al salir de la oficina de su pareja, encontrándola vacía.
—Lo envié a revisar algo —respondió.
Jimin y Jin se observaron, obviamente percibiendo que algo estaba mal. Contemplaron al líder, a la espera de que este les explicara lo que sea que estaba sucediendo.
—Lo encontramos —interrumpió Namjoon, entrando sorpresivamente.
—¿Dónde?
—Rodeando las montañas, cerca del bosque —respondió e hizo una mueca—. Pero está muerto.
Yoongi frunció el ceño—. ¿Cómo que está muerto? ¿Quién lo mató?
—No lo sabemos, lo encontramos así... Suponemos que fue un lobo.
—No —negó el líder—. Todo el terreno está con guardia desde el último ataque, ningún lobo podría haber cruzado sin que nos diéramos cuenta.
—¿Yoongi? —habló Jimin cuando por fin los dos alfas se quedaron en silencio, pensando.
Min se volteó y contempló a su pareja. Suspirando se acercó y lo atrajo hacia sus brazos, sabiendo que ya era momento de poner al tanto de la situación a su pareja.
—Hace unas horas descubrimos que Chul había escapado, pensé que podría estar aún en los alrededores por lo que le mande a buscar pero ahora Namjoon me informa que lo encontraron muerto —explicó.
—¿Y eso es bueno o malo? —pregunto confundido el conejito.
Muerto significaba que ya no les iba a molestar nunca más después de todo.
—Eso, es precisamente lo que no sabemos —respondió.
—¿Y ese lugar donde lo encontraron... No estará cerca de la otra entrada por la cual los lobos nos abordaron y atacaron sorpresivamente? —pregunto SeokJin acercándose a su pareja.
—Chul podría haber intentado huir por allí y se encontró con un lobo... Tal vez entraron en una pelea y por eso murió —dijo Namjoon luego de pensar en las palabras de su pareja.
—Y tal vez por eso no vieron a ningún lobo —agregó Jimin.
—Llama a Jungkook, quiero que busque alrededor de donde murió Chul. Si lo que dicen resulta ser verdad, entonces hay que cubrir esta otra entrada de inmediato o nos estaríamos exponiendo a otro ataque —ordenó Yoongi.
—Sí —asintió Namjoon y luego se detuvo—. Las cosas ya están listas —anuncio.
—¿Qué cosas están listas? —pregunto el rubio omega una vez se retiró el alfa.
—Para el ataque contra los lobos, ¿no? —adivino Jin.
—Sí. Ya quiero ponerle fin a todo esto para que mi hijo y pareja no teman a nada —respondió Yoongi y besó castamente los labios de su pareja—. Vamos a mi oficina para esperar noticias.
—¿No quieres ir con ellos? —pregunto Jimin siguiendo a su pareja.
—Mi prioridad ahora es cuidar de ti —respondió—. Y aunque fuera, mi dragón me gruñiría pidiendo volver a tu lado hasta que el peligro pase y no me podría concentrar —explicó ante la mirada de su omega.
—Es verdad Jimin —apoyo Jin—. Cuando un dragón cree que su pareja está en peligro, no se aleja de ella.
Y como Jimin ya había sido lastimado anteriormente, tal vez el dragón de su amigo estaba súper alerta ante cualquier peligro posible para su pareja en cinta.
Pero Jin no iba a exponer aquello, ya que solo lograría que Jimin instara a su pareja a salir con los demás y en verdad aquello no le serviría a Yoongi, por algo a penas se enteró de la desaparición del anciano Chul fue por su conejito.
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Muy bien mis copitos, espero que estén bien y disfruten de su fin de semana <3
Estaré subiendo en las otras dos por lo que estén atentos mis copitos! Besos!
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