Sentado en el sofá frente a la encendida chimenea, Jimin estaba comiendo trozos de manzana cuando su alfa llegó a casa sorpresiva y animadamente.

—No es que me moleste que estés aquí pero... Creí que ibas a tardar lo suficiente como para que enviaras a Jin a hacerme compañía —pronunció con una sonrisita divertida, dejando que el pequeño plato con las frutas reposara sobre su vientre.

Su alfa no dijo nada, por el contrario solo le contempló en misterioso silencio mientras se acercaba a él.

El conejito juntó sus cejas sin poder leer lo que le sucedía a su pareja, pasaban tantas emociones a través de sus expresivos ojos que le era difícil captar bien una.

En silencio, Yoongi se sentó a su lado frente a la chimenea y luego, retirando el platillo con la restante fruta picada dejándolo en el otro extremo del sofá, tomó a su omega entre sus brazos con una delicadeza sorprendente.

—¿Yoonie? —pregunto acomodado a horcajadas sobre su regazo.

—Mira hacia tu derecha —pidió aumentando el misterio en la situación.

El rubio omega le miro esperando que le dijera algo más, alguna pista de lo que realmente estaba pasando pero el dragón se mantuvo en silencio, solo contemplándole con intensidad.

Cuando Jimin obedeció con la duda pintada en su hermosa carita, Yoongi corrió el rubio cabello blanquecino, encontrando lo que buscaba.

Aquel lunar que había encontrado tan peculiar, era la marca que había visto en la espalda de Taehyung.

Sin poder evitarlo, se inclinó plantando un suave beso en dicha zona, dejando que una de sus manos descansara sobre el bulto en el abdomen de su pareja.

—¿Yoongi? ¿Qué sucede? —pregunto suavemente Jimin, sintiendo de pronto todas las emociones de su dragón ahora que el alfa había confirmado sus sospechas.

Alejándose, Yoongi tomó con sus dos manos el rostro de su pequeña pareja y comenzó a repartir varios besos castos y dulces llenos de amor y alegría contagiosa, sacándole una risita a su omega por ello.

—¡Yoonie! ¡Ya dime! —exigió risueño, afectado por la felicidad de su dragón.

—¿Conoces la marca de Taehyung? —preguntó.

Jimin arqueó una ceja pero asintió levemente con su cabeza aun sin entender nada—. Tiene forma de media luna.

—Bueno, bebé... Tú tienes una parecida —el rubio negó con su cabeza.

—No tengo Yoongi, por más que los lobos y yo mismo busqué, no la encontré —susurró decaído.

—Dulce bebé, sí la tienes —aseguró con una firmeza en su tono que sacudió ligeramente al menor—. Está aquí, por eso tú o ellos no la encontraron —tocó suavemente detrás de su oreja izquierda, cerca de su nuca—. Tal vez no sea tan grande como la de Taehyung o esté en el mismo lugar, pero está.

—¿En serio? —pregunto con el labio inferior temblando suavemente en una desgarradora esperanza.

—Sabes que nunca jugaría con algo así, conejito —dijo con ternura, limpiando con su pulgar las dulces lágrimas que empezaban a deslizarse por el rostro de su pequeña pareja.

—Entonces... ¿Entonces yo puedo quedar embarazado? —pregunto con un tono tan inocente y esperanzado, contemplando con sus ojos brillosos a su pareja.

Y aquí venía la otra parte. Los ojos de Yoongi bajaran al abdomen de su pareja.

Jimin siguió los ojos de su pareja a su pequeño bulto. Solo tardó unos segundos en comprender las emociones a través de los ojos de su alfa.

—¿Ya lo estoy? —chillo sorprendido, posando sus pequeñas manos sobre su abdomen.

El shifter dragón relamió sus labios y sonrió.

—Bueno, Taehyung me dijo una serie de síntomas y tú tuviste cada uno de ellos, bebé. Por lo que yo creo que sí, si lo estás —asintió enternecido—. Oh mi conejito, no llores —murmuro con ternura vibrando en su tono.

—Es que... Y-yo... Yo... Pensé —balbuceo entre sollozos, rodeando el cuello del dragón mientras ocultaba su rostro en el cuello del alfa.

Tranquilamente Yoongi pasaba su mano de arriba a abajo por la espalda del omega, dejándole asimilar la información.

Papá, ellos iban a ser papás.

Esas palabras simplemente no podían salir de la cabeza del conejito, calentando su corazón con ello.

Tendría a un bebé, un conejito o un dragoncito.

Un ligero movimiento interrumpió uno de los sollozos de Jimin, el cual enseguida se transformó en una risita encantada.

Alejándose tomó las manos de su pareja y las dejó sobre su abdomen.

—Pensé que estaba enfermo de la pancita otra vez —dijo sonriente.

Cuando Yoongi iba a preguntarle a qué se refería, sintió un ligero golpe bajo sus manos. Inmediatamente sus ojos bajaron hacia el bulto, la sorpresa expresada a través de su rostro.

—Hoy luego de que te fueras, pensé que podría estar en cinta luego de esa conversación que tuvimos pero, cuando no encontré la marca me deprimí —pronunció observando a su pareja—. Nunca pensé que mi marca podría haber estado ahí. ¿Cuántos meses crees que tengo ya? —preguntó pensativo.

—Taehyung dijo uno lo sentía moverse cerca de la última semana —recordó el dragón, sin poder quitar sus ojos del abdomen de su pareja.

—¿Y cómo supo Tae que podría estar embarazado? —pregunto curioso, disfrutando del tacto directo cuando su pareja colocó sus manos bajo su camiseta.

—Jin le comentó eso de que no podías cambiar, sospechando fue a preguntarme algunas cosas para confirmar su teoría —respondió y observó a su pareja—. Tienes que decirme las cosas bebé.

—No te quise ocultar eso —murmuró—, pero ya estabas ocupado y estresado con el tema del anciano Chul y los lobos, no quería agregar otra carga que te molestara.

—Nunca serás una carga o molestia —expresó besando su frente—. Así que tienes que decirme todo lo que te suceda o moleste. Eres lo más importante para mí, conejito, tienes que entender eso, siempre estarás en primer lugar en todo.

—Está bien —asintió sonriendo.

—Y hablando las cosas —sonrió ansioso—, ¿alguna medida que deba de tomar por si nuestro bebé llega a ser un hermoso conejito?

Jimin colocó un dedo en su mentón de forma pensativa, y luego asintió efusivamente con su cabeza.

—Un lugar seguro para recorrer. Personalmente mi conejito es muy curioso y le encanta esconderse en lugares pequeños, tipo madrigueras.

—Haré un lugar seguro para nuestro pequeño o pequeña —dijo ya haciendo planes dentro de su cabeza, comenzaría una vez terminara con Chul y los lobos.

Y esto solo era una razón más para terminar pronto con todo los problemas, su pequeña pareja pronto daría a luz y él quería un lugar seguro para su pequeña familia.

—Uhm... —pronunció el omega llamando su atención—. Yoongi, sabes... Soy un conejito.

—Lo sé, bebé —sonrió con ternura.

Jimin mordió su labio inferior.

—Sabes, es solo una idea —comenzó—, pero tal vez... Podrían ser más de uno... Dos creo yo.

—¿Qué?

—Bueeeno —observó sus manos—, recuerdo que mamá estuvo embarazada tres veces y ella siempre tenía de a dos ya que estuvo en su forma humana, una vez me dijo que si hubiera pasado todo su embarazo en su otra forma tal vez hubiera tenido más —comentó—. Por eso digo que podrían ser dos o uno... ¿Te molesta?

En vez de responderle, el dragón se inclinó y atrapó los labios de su omega en un ardiente beso alegre.

—Solo significa planes para agrandar la casa bebé, eso es todo —sonrió—. Y eso me recuerda... —Jimin le observó expectante, colocando también sus manos en su pancita sobre las de su dragón—. Si sientes la necesidad de cambiar para dar a luz, no lo hagas, Taehyung dijo que podía ser peligroso para ti.

Jimin recordó los partos que presenció en la manada de lobos. Un escalofrío recorrió su cuerpo ante la imagen del omega muerto junto a su hijo al ser un animal diferente al gestante.

—No cambiaré —prometió.

Jimin despertó con unos suaves besos en su abdomen y unas caricias tentadoras en sus muslos desnudos.

—¿A quién estás saludando? —pregunto con una sonrisa perezosa, sin abrir sus ojos aún.

—Se supone que a nuestro pequeño bebé, pero alguien más despertó con ello —murmuro divertido, relamiendo sus labios al contemplar el despierto miembro de su pareja.

Bueno, tal vez había pasado a acariciar sutilmente la entrepierna de su dormido omega, pero, simplemente no pudo evitarlo con el delicioso cuerpo de su pareja solo para él.

—No puedes ser tierno y pervertido al mismo tiempo —rió Jimin.

—Ah-ah conejito, ahí te equivocas porque exactamente así eres tú —pronunció contemplando a su pareja restregar con su puño uno de sus ojos mientras arqueaba su cuerpo, acercando su erección a su boca—. Una deliciosa combinación déjame decirte.

El bostezo del omega terminó en un gracioso gemido cuando el dragón tomó con su boca su pene sin aviso alguno.

Las manos de Jimin fueron a la cabeza del alfa y sus dedos se enredaron en el cabello. Levantando sus caderas, las manos de Yoongi se trasladaron hacia su trasero y agarraron cada nalga con una mano, ayudándole a subir y bajar mientras apretaba.

Jimin gritó en placer, sintiendo profundamente a su cuerpo reaccionar ante las caricias por parte del dragón.

Soltando el delicioso trasero, el líder dragón interno un dedo dentro de la pequeña entrada y comenzó a moverlo mientras que bajaba su otra mano a su propia erección, logrando captar la deliciosa vista de su pareja en pleno acto sexual.

Ante la intensidad de todo, solo fue cosa de minutos antes de que el conejito se viniera gritando el nombre de su pareja y jalando del cabello atrapado entre sus dedos, derramando toda su semilla en la boca del alfa que no desperdicio ni una sola gota mientras llegaba a su propio orgasmo.

Lamiendo lo último del blando eje de su omega, Yoongi le besó la pelvis antes de enderezarse y contemplar a su saciada pareja con su respiración irregular y una sonrisa risueña pero bastante satisfecha.

—Te amo.

—Yo también te amo conejito —murmuró y siguió la vista de su pareja.

Su mano estaba sobre su polla ahora blanda.

—Me masturbe mientras te chupaba —explicó y subió acomodándose detrás del pequeño cuerpo.

—Te debo una —dijo de todas maneras el shifter conejito.

—Cuando quieras bebé —sonrió y besó el cuello del menor—. ¿Tienes hambre? ¿Debería de levantarme y prepararles algo?

Antes de que el pequeño rubio respondiera, su estómago se movió respondiendo por el conejito.

—Supongo que eso es un sí —respondió entre risas el omega.

Plantando el último beso en el hombro de su pareja, se levantó para prepararle un delicioso desayuno simple que estaba dentro de sus capacidades.

Antes de llevarse la bandeja con comida de vuelta a la habitación, una llamada le interrumpió y no le quedó de otra más que contestar el teléfono.

—Felicidades, ahora entiendo por qué no regresaste ayer —Yoongi sonrió.

—Namjoon, ¿cómo te enteraste? —el alfa rió.

—Taehyung se lo contó a Jungkook, luego a Jin, y mi dulce pareja se encargó de todo lo demás —rio con cariño—. Así la noticia de que serás padre ha pasado de boca en boca. Todos están muy ansiosos y felices por ti, algo bueno dentro de todo lo que ha pasado últimamente —sonrió Namjoon.

—Esos chismosos —rió el líder dragón.

—Lamento llamar y molestar pero, con todo esto no creí que te quisieras retrasar con el asunto del anciano Chul —pronunció.

—No, tienes razón. Veré que mi conejito se termine su desayuno antes de ir y terminar con eso —aseguró—. ¿Alguna novedad?

—Nada, incluso dejé que Jungkook le interrogara para saber por dónde había permitido que los lobos entraran estando yo presente pero aun así mantuvo su boca cerrada diciendo que era inocente. Su única familia, ya fue informada de tu decisión y aunque obviamente no fue de su agrado, entiende que la falta de Chul fue demasiado grave como para que no hagas nada nuevamente —explicó.

—Muy bien, estaré ahí en una hora más —dijo antes de cortar.

—¿Yoonie?

—Ya voy conejito —respondió tomando la bandeja para dirigirse nuevamente hacia su habitación—. ¿Qué sucede? —pregunto inmediatamente preocupado al contemplar a su pareja sentado en la cama hacer puños la sábana sobre su regazo.

—Uhm... De un momento a otro me dieron ganas de cambiar —explicó alzando su cabeza para observarlo con algo de miedo.

—No bebé, recuerda que no debes de hacerlo Jimin —pronunció dejando la bandeja sobre los pies de la cama mientras se dirigía al lado de su pareja.

—Es difícil Yoongi —se quejó el menor juntando sus cejas en concentración.

Sentándose en la cama el alfa tomó a su pareja y le observó intensamente.

—No debes de cambiar, Jimin —repitió con firmeza, su dragón alfa hablando para darle una orden a su pareja, su conejito omega.

Luego de aquello, el alfa lo rodeó con sus brazos y aquella necesidad abrumadora en el omega lentamente fue disminuyendo mientras Yoongi tocaba su piel y repetía su orden en suaves susurros.

—¿Mejor? —pregunto cuando el pequeño cuerpo sobre el suyo se relajo.

Jimin asintió con su cabeza, recargando su mejilla en el hombro del contrario mientras acercaba su nariz al cuello del alfa.

—Tu voz y toque me ayudó —susurró.

—Oh bebé, ¿entiendes lo que esto significa? —preguntó con emoción el shifter dragón.

—Dentro de muy poquito daré a luz —susurro casi en shock, todo estaba sucediendo muy rápido para este conejito.

—Eh Jimin, amor —llamó Yoongi al percibir las emociones de su omega—. Todo saldrá bien, tenemos un doctor que te ayudará para que todo salga perfecto —le recordó.

—¿Y si es un conejito?

—Lo amaré al igual que si fuera un dragón porque será nuestro hijo, tuyo y mío —respondió de forma perfecta, calmando a su pareja—. Ahora comamos este desayuno para que nuestro pequeño bebé no tenga hambre y así no moleste a papi mientras no estoy.

—¿Vas a salir? —pregunto dejando que Min acomodara la bandeja sobre sus piernas.

—Terminaré el asunto de Chul para seguir con los lobos, espero tener todo resuelto antes de que nazca nuestro pequeño —explicó.

—No te estreses mucho —pidió el pequeño rubio, recibiendo de la fruta picada con la que le alimentaba su alfa.

—No te preocupes bebé. Como tu amigo cuida de los niños le pediré a Jin que venga a verte, no quiero que estés solo por si tienes deseos de cambiar otra vez —explicó.

—Gracias.

Jimin realmente no quería estar solo cuando no sabía en qué momento iba a dar a luz a su pequeño, solo la idea de estar sin nadie en ese instante le aterrorizaba.

—Le llamaré pero si no es de ayuda, no dudes en llamarme.

—Está bien —asintió mientras seguía comiendo de su desayuno, alimentando de vez en cuando él a su pareja también.