🐾Capítulo 11
—Es agradable aquí —pronunció Taehyung acariciando su cola, ambos estaban sentados frente a la chimenea encendida.
Jimin observó a su amigo y tomó su mano.
—Todo saldrá bien Tae, ellos dijeron que irían hoy —intentó reconfortar.
—Bueno sí pero... Tu pareja primero dijo que quería hablar con no sé quién y que por eso irían hoy y no ayer cuando se enteraron —le recordó apretando sus labios.
—Y por eso fueron a hablar con Namjoon, solo tienes que esperar un poco Tae.
—Solo temo que le hayan hecho algo, o que mi bebé no haya aguantado y cambiara —le observa preocupado—. Sabes que si esos lobos sarnosos se enteran que es un shifter zorro al igual que yo, lo van a matar.
—Hobi es un bebé aún, solo tiene ocho meses, sabes que no puede cambiar sin importar lo que digan los lobos, lo hará cuando se sienta cómodo y sin estar tú a su alrededor no lo hará —le recordó.
Taehyung mordió su labio inferior y observó a su amigo.
—Y si...
—No vamos a ir nosotros —interrumpió el rubio adivinando—. Le prometí a Yoongi que esperaríamos por él.
—Pero puedo ir yo —Jimin negó con su cabeza.
—Solo conseguirás que te atrapen y te lastimen frente a tu hijo, ¿quieres eso? —Taehyung hizo una mueca, sabiendo que aquello era verdad.
—No pero... Es estresante quedarme aquí sin hacer nada —bufó—. ¿Y desde que llegaste que te ha tenido encerrado aquí? —cambió de tema, necesitaba distraerse de alguna manera.
El conejito entrecerró sus ojos y negó con su cabeza.
—No me ha mantenido encerrado. Yo estaba en muy mal estado cuando llegue aquí, me costó días recuperarme bien y me asustaba hasta el más mínimo ruido —sonríe recordando—. Yoongi me cuidó y ayudó, incluso se quedó unos días conmigo a pesar de tener trabajo y cuando volvió, adoptamos esta rutina de yo esperándole con la comida lista para pasar toda la tarde juntos.
—¿Entonces no has salido de esta cabaña? —pregunto sorprendido.
—Hace solo unos días que le dije que quería salir, conocer los alrededores y las personas, en especial a sus amigos más cercanos. Después... Tenía la idea de pedir algo de trabajo para ayudar al igual que todos —murmura dejando sus manos sobre su regazo.
—¿Trabajo? —repitió el pelirrojo.
—Oh sí, aquí todos tienen un puesto o rol —sonríe—. Son muy diferente a los lobos, ellos son más... Salvajes en todo sentido, de cierta forma su estructura es similar a la de los humanos.
—Pff, cualquiera es mejor que los lobos que dirige Seung-hoon, es por decisión propia que la mayoría prefieren pasar más tiempo en su forma de lobo —señaló Taehyung recargándose en el respaldo del sofá. Su segundo par de orejas se movieron al captar un ruido—. ¿Oyes eso?
Enseguida Jimin dejó que sus orejitas salieran al igual que su colita. Ambos omegas se quedaron en silencio, esperando.
—Alguien viene —susurraron al uniso.
—Espera, Minnie —murmuró Taehyung parándose al igual que el contrario—. ¿A dónde vas?
—A la ventana —respondió acercándose con su amigo apegado a su espalda—. Hasta ahora, solo dos personas se han acercado a la casa de Yoongi.
—¿Quienes? —pregunto observando al igual que su amigo a través de la ventana.
—Jungkook porque te estaba buscando y Jin que es el otro amigo de Yoongi —observó al hombre acercarse a paso lento a la cabaña—. Es él, Jin, está embarazado.
—Por qué ríes —pregunto Taehyung divertido, alejándose al igual que el pequeño rubio.
—La primera vez que vino yo me escondí y esperé a que Yoongi volviera —recordó.
—¿Y qué hacemos ahora? Nos escondemos o lo enfrentamos —cuestionó ya buscando posibles escondites y rutas de escape.
—Sí está aquí me imagino que es porque quiere conocernos —contesto inflando una de sus rellenas mejillas.
Ya no tenía miedo de encontrarse con él, es más, lo deseaba.
—Esa carita me dice que quieres conocerlo también, ¿no? —pregunto el pelirrojo sonriente, le gustaba ver a su amigo así de curioso y confiado.
Cuando estuvieron con los lobos, Jimin siempre estaba asustado y atemorizado de la más mínima cosa. Él realmente intentó tratar de ayudarlo dentro de ese horrible lugar, sacarle aunque sea una sonrisa pero era definitivamente difícil con esos idiotas imponiendo el temor y golpeándolos sin razón alguna.
Pero a pesar de ello, cuando estaban solos, Jimin se esforzaba en darle ánimos y sonreírle, creyendo en que pronto escaparía.
—Sí, quiero —sonrió suavemente Jimin.
Ambos omegas se pararon frente a la puerta y esperaron al desconocido. Sin siquiera llamar antes, Jin abrió la puerta y entró sacudiéndose un poco para quitarse la nieve de sus pantalones. Ignorando totalmente al par de chicos frente a él.
Jimin observó a su amigo, Taehyung se encogió de hombros.
—Hola... ¿Necesitas ayuda? —preguntó suavemente el rubio omega.
—No, pero gracias —negó y luego se detuvo observando al par de extraños—. ¡Oh mi Dios! ¡Era verdad! —chillo contemplando sorprendido a los dos pequeños hombres frente a él.
Ambos parecían tener la misma altura, pero eran definitivamente más bajo que él, podría jurar que incluso de cualquier adulto en este pueblo.
Eran pequeños y lindos, uno con su brillante cabellera tan rubia que podría confundirse con blanco y el otro con un rojo intenso y hermoso como el atardecer o fuego.
Peludas orejitas sobresalían entre sus cabellos y Jin estaba bastante seguro que percibió una cola marrón rojizo con blanco en uno de los chicos.
Jin tenía tantos deseos de estrujarlos entre sus brazos.
Taehyung arqueó una ceja—. ¿Qué era verdad? —preguntó curioso, rodeándolo para cerrar la puerta ya que el frío se estaba colando al interior a la vez que el calor escapaba.
—Que ese par tenía a unos lindos chicos como pareja, pensé que mis oídos habían escuchado mal, en especial por Jungkook quien nunca mostró interés por nadie —respondió Jin sacándose su chaqueta, sin poder apartar los ojos de aquellas lindas personitas.
—Woah, ni yo estuve tan grande —pronunció Tae observando el redondeado abdomen de Jin ahora sin la chaqueta.
—Es lo normal aquí, todos los dragones somos algo más grande que los demás por naturaleza, por cierto, mi nombre es Jin —contestó y observó a Jimin de arriba abajo—. ¡Tu debes de ser la pareja de Yoongi!
Jimin pegó un pequeño brinco y por inercia se escondió parcialmente tras la espalda de su amigo. Jin era algo... Intenso por lo que podía apreciar el pequeño conejito.
—Soy Jimin —murmuró volviendo a ubicarse al lado de su amigo, con la curiosidad brillando en sus ojitos por conocer a esta persona frente a él.
—Lo sé, y eres un conejito —ríe suave—. Eres exactamente como te describió Yoongi, pequeño, bonito, rubio y bla, bla, bla... Deje de escuchar luego de eso —confesó y observó a Taehyung—. Estoy feliz que Jungkook haya encontrado a su pareja también.
—Gracias —pronunció algo extrañado el zorrito.
—Quieres sentarte —invitó Jimin señalando los sofás.
—Por favor, mis pies me están matando —agradeció dirigiéndose al cálido lugar con los dos pequeños shifters—. Se supone que debería de estar en casa esperando a mi pareja quien me acompañaría para venir a conocerlos pero me llamó y dijo que tardaría un poco por lo cual salí sin él.
—¿Y no se enojara contigo? —preguntó sorprendido el rubio.
—Probablemente —se encoge de hombros no muy preocupado al respecto—. Pero ha estado en plan sobre-protector desde que entré en mi última semana de embarazo, demonios, lo ha estado desde que se enteró de que estaba esperando —explicó bufando.
Observó al par de amigos y sonrió.
—Ustedes definitivamente son más pequeños y bonitos, la debilidad de los dragones —dijo tentado a tocar esas peludas orejitas.
¡Hasta su medio cambio era tierno!
—Tu líder y pareja de mi amigo, Yoongi, dijo que nos podíamos quedar —anunció Taehyung—. Mi duda es si las demás personas que viven aquí nos recibirán de la misma forma o...
Jin observó al pequeño rubio y luego al pelirrojo.
—A los únicos que odiamos son a los lobos y a los humanos, a pesar de tener algunos tratos con ellos. Por lo que creo que ustedes serán más que bienvenidos aquí —les cerró un ojo—. Ahora, ¿ustedes saben por qué esos tres se reunieron? Mi tonto Joon no me quiso decir nada —refunfuñó haciendo un puchero.
Jimin rió bajo por lo infantil que había sonado, contagiando a su amigo y logrando que el gestante sonriera. Por fin esa ligera incomodidad presente había desaparecido.
Más animado el par de amigo se sentó abordando cada lado del castaño.
—¿Puedo tocar? —preguntó el pequeño rubio, observando el gran abdomen de Jin.
El contrario no respondió, solo tomó la mano de cada chico y las dejó sobre su abdomen. Solo bastaron unos segundos para que sintieran al bebé moverse y patear con fuerza.
—¿Sabes lo que es? —preguntó sorprendido Taehyung.
—No, le dijimos al médico que queríamos mantener la sorpresa de nuestro primer hijo —respondió suavemente Jin.
—¿Tienen un médico? —cuestionaron ambos.
—Realmente... ¿Dónde estuvieron antes? —contestó Jin algo preocupado.
—La manada de Seung-hoon nos secuestraron... —comenzó Jimin.
—Ellos realmente viven en el bosque y de este —continuó su amigo.
Ninguno quiso dar más detalles al respecto y el castaño respeto aquello.
—Ugh, simplemente no se puede con ellos —gruñó el castaño—. No se preocupen chicos, aquí tendrán todas las comodidades que puedan tener y lamento lo que hicieron esos idiotas, no me puedo imaginar por todo lo que sufrieron antes de llegar aquí.
—Está bien, ahora estamos bien —aseguró el pequeño conejito con una deslumbrante sonrisa. Una de sus orejitas peludas se movió y Jimin se levantó de un salto logrando que Jin le observara extrañado.
—Estoy en casa —anuncio Yoongi cruzando la puerta.
—Bienvenido —recibió el omega, saltando a los brazos de su pareja.
El dragón sonrió y lo abrazó con fuerza, besando su sien antes de alejarse manteniendo su brazo rodeando los hombros del pequeño rubio.
—Sabía que estarías aquí —expresó al ver a Jin.
—Te preguntaría cómo estás pero te veo muy bien —sonrió quedándose en la misma posición con el pelirrojo a su lado.
—Jinnie —gruñó otra voz a la vez que se adentraba a la casa junto con otro.
Taehyung alzó ambas cejas cuando Jungkook llegó a su lado y lo levantó para seguido sentarse él en el sillón, dejándolo a él sobre su regazo.
—Hola —le saludo con aquella estúpida sonrisa sexy y varonil que alteraba sus hormonas.
—Hola tú —saludo correspondiendo aquella sonrisa, dejándose embriagar por la sensación de protección que le brindaba la cercanía del alfa.
Observó a su amigo siendo abrazado posesivamente por el dragón líder, pero lejos de verse incómodo, Jimin se veía muy a gusto.
—Jin vino a vernos —susurro el pequeño rubio a su pareja.
Yoongi sonrió entre dientes y se sentó en el sofá restante, imitó a Jungkook y sentó a Jimin sobre su regazo rodeando su cintura con sus brazos.
—Bien, terminaron su reunión secreta —cuestionó Jin observando a su alfa.
—Sí —Namjoon observó a Jungkook y luego a Yoongi.
—¿Cuándo van a ir? —pregunto Taehyung ansioso.
—Nos vamos ahora, solo iremos nosotros tres —anuncio Yoongi.
—Yo debo de ir, ustedes no saben cuál es mi bebé —objetó inmediatamente el pelirrojo.
Jin alzó ambas cejas sorprendido por aquella revelación, más no preguntó nada al respecto por el momento, a pesar de que su curiosidad le estaba atacando.
—TaeTae... Es el único bebé pelirrojo —le recordó Jimin.
—Pero aun así quiero —observó a los alfas—. Por favor. Sería mejor si solo me ven a mí, a si ellos no vendrían a causar problemas aquí si reconoce a alguno de ustedes —señaló.
—Puede ser peligroso —insistió Jungkook no muy feliz de exponer al peligro a su pareja, a pesar de que su plan era mejor al que tenía ellos.
—Es mí hijo y tú nos vas a proteger, ¿no? —señalo el shifter zorrito—. Además, conozco donde tienen a los bebés y los lugares donde hacen de guardia, me necesitan como yo los necesito si quieren ir.
—Bien, pero escucharas todo lo que nosotros te ordenamos —decretó el líder alfa.
—O te devuelves sin quejarte —añadió Jungkook.
—Hecho —sonrió satisfecho.
—Yo me quedaré con Jin —pronunció Jimin ante la mirada de su pareja, logrando que el cuerpo de este se relajara notablemente.
—Gracias —dijo Namjoon un poco más tranquilo ahora que sabía que su pareja no quedaría solo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro