Capítulo 3
Con pasos acelerados la dama se apresuró para llegar antes de que aquellas personas lleguen hasta el sitio de su negocio. No es que tema por ello, al contrario, estaba totalmente segura ya que el líder de inspección le ayudaba a mantener el sitio en total anonimato pero la paga tenía que ser jugosa para que ambas partes les convenga.
Aunque cada visita se volvía más exigente para guardar las apariencias del Santuario.
- Esperaba que solo vinieras tú.
Respondió la dueña entrando a la oficina al mirar a los demás acompañantes inspectores.
- Un saludo no se le niega a nadie Seraphina - Agregó el contrario mientras se levantaba de su asiento.
Detrás del escritorio de cristal, Unity proseguía leyendo los documentos que le entregaron para revisar que todo estuviera en orden.
Mientras que el líder de inspección le daba una señal a su gente para que salieran de la oficina y lo dejarán hablar a solas con la dama.
- Eso depende de las noticias que me traes señor Solo - La dama estrechó su mano con aquel hombre - ¿Acaso no puedes ser un poco más cauteloso? Asustas a mi clientela.
- ¿Cautela? - Se rió por unos momentos - Seraphina, sabes que mi deber es llegar anunciando que estoy aquí para que tengas a tus usuarios en orden primor - Esto último lo dijo cerca de su oído.
- A mi no me vengas con tus insinuaciones, mejor vamos al grano - Seraphina le dió la espalda y se alejó lo suficiente de aquel hombre.
Unity le entregó los documentos a su hermana le señaló con sus manos que todo estaba en orden, podía proseguir con el pago como siempre lo han venido manejando, después de eso salió de la oficina para dedicarse a lo suyo dejándolos solos.
- Bueno, a ti ningún hombre te satisface mujer - Se quejó el contrario intentando seguir sus pasos - Te invito a salir me dices que no, tienes pretendientes y a todos los mandas a la fregada, entonces que quieres Seraphina, ni porque tienes el mejor modelo de negocio en esta jodida ciudad buscas a una pareja que te haga compañía al menos, siempre andas de mal humor.
- Eso no te incumbe Julián - Cerró los parpados momentáneamente - Además, no estás en posición de querer venir a decirme que hacer cuando eres tú el que da uso a mi negocio cada que se le plazca con distintas usuarias sin paga alguna.
La realidad es que Seraphina había vivido un triste pasado, si bien le tocó tomar un rol que no le correspondía desde muy jóven, en ese entonces sufrió por un amor que le prometió con anhelo el cielo y las estrellas para que al final de cuentas esa persona la usara como segunda opción.
Metió la mano en el bolsillo de su abrigo, recordó que llevaba el regalo que hace momentos atrás Camus le habia regalado una pequeña cajita por motivo a su cumpleaños.
Con una sonrisa satisfactoria sacó aquel detalle y lo colocó sobre el escritorio de su hermano queriendo dando a entender que realmente había alguien interesado en ella para que Julián la dejara de molestar.
- ¡Ah! Ya veo - Contestó con desgano - Creo que te juzgué mal, en fin... Sigamos con esto Seraphina - Julián sacó un pequeño papel y se lo entregó en su mano - Está vez viene con un ligero incremento del diez porciento.
- ¿Estás loco? - Se quejó molesta - Cada visita tuya se incrementa más y más, me han querido ver la cara.
- Seraphina eres la dueña de este "Jardín de las Delicias" un lugar de entretenimiento para adultos en el corazón de la ciudad. Un sitio elegante y exclusivo, donde los clientes pueden cumplir sus pecados sin problemas ni señalamientos de la gente... No me salgas que no tienes ese dinero para darme en este momento - Se burló Julián mirando la reacción de Seraphina.
Seraphina se enfureció - ¡Eso es extorsión!- gritó molesta - ¡No te daré un solo centavo!
- Seraphina, necesito ese aumento para mirar hacia otro lado y no cerrar tu negocio - Le contestó Julián, sonriendo con desprecio - Seraphina, siempre tan testaruda. Pero esta vez, no te queda otra opción. Si no me das el dinero, cerraré tu negocio y te meteré en la cárcel.
Seraphina se puso de pie, con un rostro ardiendo de coraje - ¡No te creo! ¡No puedes hacer eso! No sé te olvide quien te ayudó a conseguir ese puesto del que tanto te luces ante los demás.
Pero Julián simplemente se encogió de hombros - ¡No son órdenes mías y lo sabes! Necesito mantener callados a todos - Se dio la vuelta para salir de la oficina.
Seraphina lo detuvo, tomándolo del brazo - ¡Espera! No te vas a salir con la tuya!
Seraphina sacó una caja fuerte que guardaba en su escritorio y extrajo un par de jugosos fajos de billetes Las contó cuidadosamente y las puso en una pequeña bolsa de terciopelo.
- Aquí tienes tu dinero, Julián - Dijo Seraphina, extendiendo la bolsa hacia él - Pero quiero que sepas que no estoy haciendo esto porque tenga miedo de ti o de tus amenazas. Lo estoy haciendo porque quiero proteger a mis empleados en general y a mi negocio.
Julián sonrió, tomó la bolsa y la pesó en su mano. - Ah, Seraphina, siempre tan astuta. Pero no te preocupes, no te molestaré más. Al menos, no por ahora.
Seraphina sonrió, pero sus ojos brillaban con una intensidad que Julián no había visto antes - Hay una condición, Julián. Quiero que conozcas a alguien. Alguien que puede ser... interesante para ti.
Julián se sorprendió, pero su curiosidad se despertó, total a los hombres les gusta los misterios - ¿Quién es? - Preguntó.
Seraphina sonrió de nuevo - Alguien que puede ser tu compañía sin objeción alguna - Alguien que puede satisfacer tus... necesidades y todo lo que desees, ella siempre me pregunta por ti.
Julián se rió, pero su mirada se volvió más intensa, se llevó una mano a su mentón - Me intriga - ¿Quién es esta persona?
Seraphina hizo una breve llamada y luego se volvió hacia Julián - Mientras esperamos, déjame explicarte la situación. La persona que te voy a presentar es alguien muy especial para mí.
Justo entonces, la puerta se abrió y una joven mujer entró en la habitación. Poseía cabellos largos y lilas, que caían en cascada por su espalda. Su rostro era delicado y hermoso, con un toque coqueto en sus ojos.
- Hola, tía Seraphina - Saludó la joven, besando a Seraphina en la mejilla - ¿Quién es este caballero? - Inquirió curiosa aunque ella en realidad si sabía de quién se trataba pero intentaba hacerse la desatendida.
Seraphina sonrió extendiendo su mano - Saori, el es Julián, el líder de la inspección de la ciudad. Julián, ella es mi sobrina, Saori.
Saori se volvió hacia Julián y sonrió - Encantada de conocerlo, señor Julián - Dijo, haciendo una reverencia.
Julián se sorprendió por la belleza y la elegancia de Saori. Se puso de pie y se inclinó hacia ella - El placer es mío, señorita Saori - Después de esto tomó la mano de la joven y beso su dorso aunque está tuviera guantes blancos cubriéndola.
Seraphina sonrió, satisfecha de ver que Julián estaba interesado en Saori - Bueno, creo que es hora de que los deje solos. Saori, ¿Por qué no le muestras a Julián el jardín? Estoy segura que le encantará ver qué no solo este lugar son solo habitaciones de momentos.
Saori asintió y se volvió hacia Julián - ¿Quiere venir conmigo, señor Julián?
Julián sonrió y se levantó de su silla - Me encantaría.
Después de todo a Seraphina le salía muy bien todo a la perfección, con su sobrina a lado de Julián los gastos excesivos del pago se detendrá por un largo tiempo.
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