-¿Residencia? -pregunté luego de escuchar lo que dijeron los chicos.

-Sí, ahora será como vivir en la U.A -responde Ojiro.

-Hm, ¿no les molesta que yo...?

-¡Que no! -responden todos al unísono.

-Ya, está bien, lo siento, lo siento.

-________-chan, no deberías ser tan insegura. Kero -comenta Tsuyu.

-Es algo complicado... es más fácil decirlo que hacerlo. Después de todo, la mayoría al conocer mi poder se alejó, y ahora más sabiendo quién me hizo -respondí resplandor y jugando con mis dedos.

-Tsk, esos son solo unos desgraciados idiotas -menciona Bakugo sorprendiéndonos a todos.

-________-chan, ten por seguro que nosotros no vamos a alejarnos -afirma Kirishima con seguridad.

Todos concuerdan con él de inmediato y eso me hizo sonreír de nuevo y asentí agradecida. Llegamos a la residencia y los chicos me mostraron mi habitación.
Debía de decorarlo realmente.
Comencé a desempacar mis cosas y a decorar a mi gusto, casi como lo tenía en casa con papá.
En algunos momentos las chicas venían a ayudarme y de vez en cuando algunos chicos. Claro que no dejaba que Mineta entrara. Seguro y me roba mi ropa interior y hay ezcaces de esa prenda en mi armario.

Suspiré agotada al terminar pero escuché que llamaban a la puerta. Me levanté para acercarme y abrirla.

-¿Hm? Shoto, hola -saludé sorprendida de verlo, pues en realidad no lo había hecho desde lo que pasó con All For One.

-Hola, quería ver si estabas bien.

-Eh, sí. Justo acabo de terminar de arreglar -comenté sonriendo- ¿Quieres pasas?

-¿Estará bien?

-Por supuesto -respondí haciéndome a un lado y dejándole espacio. Él entró pidiendo permiso y yo cerré la puerta tras él.

-Es lindo -comentó mirando la decoración.

-Gracias.

Me senté en la cama y le señalé para que se sentara a mi lado, y eso hizo. Nos mantuvimos un poco de tiempo en silencio, supongo que no sabíamos qué decir.

-Oye... lamento no haber ido a verte cuando saliste del hospital -habló finalmente.

-Está bien, no te reclamaría por eso -respondí dedicándole una sonrisa sincera.

-Pero quiero que sepas que no lo hice apropósito. Quería ir a verte pero... bueno, no pude en ese momento -explicó un poco por lo bajo.

-No te preocupes, Shoto. Lo entiendo -dije apoyando mi mano sobre su hombro. Él me sonríe agradecido.

-¿Puedes contarme más sobre ti? -preguntó entonces-. Quiero decir... me gustaría conocerte más.

-Oh, bueno... ¿Qué quieres saber?

Él se queda en silencio por un momento mientras pensaba en qué preguntarme.

-All For One mencionó que te hacían sufrir por tu don...

Suspiré y miré mis manos, con las cuales jugaba un poco, pues hago esto cuando estoy un poco nerviosa.

-Sí... ocurría seguido. Tener un don de sombras asusta a muchos y más cuando no puedes controlarlo -mencioné-. Siempre que le mostraba mi don a alguien, ya sea porque me preguntaban o por pruebas de la escuela, la gente se aterriba y se alejaban de mí.

Recordé lo de hace tres años y bajé la mirada de nuevo sintiéndome mal por aquellos recuerdos.

-La primera vez que perdí el control fue la vez que maté a un chico... él dijo que nunca sería más que una villana. Me molestó con eso por tanto tiempo que al final... terminé perdiendo el control.

Levanté la mano derecha y la miré.
Desde aquel campamento y todo lo que pasó, descubrí ciertas cosas que me ayudaron en el manejo de mi poder, aún no está perfeccionado pero al menos ahora... como en este momento, puedo envolver mi mano en sombras, hacer aparecer mis garras y aquellas marcas rojas, pero solo hasta la muñeca.

-Sentía tanta impotencia por no poder hacer que todo se detuviera, no quería hacerle daño a nadie... -deshice las sombras en mi mano-. Pero Aizawa apareció y me ayudó... aunque llegó un poco tarde para ese chico. Desde entonces tuve miedo, no usé mis sombras por un año, por eso fallaba en muchas pruebas. Hasta que papá... me llevó con Gran Torino.

Sonreí por los recuerdos que comparto con ese anciano golpeador con su bastón.

-Gracias a él y a mi papá, el miedo disminuyó y seguí adelante aunque me preocupaba que volviera a perder el control. No quería que volviera a pasar eso.

Resoplé terminando de contar mi historia, volteé a ver a Shoto quien estaba mirando el suelo pensativo.

-Ese chico de verdad no sabía lo que decía -comentó y me miró con una sonrisa comprensiva-. Desde que te conocí creí que serías una heroína increíble, _________.

Abrí los ojos de par en par y me sonrojé un poco, aparté la mirada rápidamente sintiéndome apenada. Pero entonces sentí su mano sobre la mía, por lo que giré nuevamente la cabeza para verlo.

-Gracias, Shoto... Es lindo que lo digas -murmuré intentando calmar mi corazón acelerado-. Realmente lo aprecio.

Lo vi sonreír y como sus mejillas se tornaban de un pequeño color rojizo que apenas se notaba en realidad. Él volteó el rostro hacia mí para verme pero al hacerlo estábamos más cerca de lo que creíamos estar. Noté su mirada desviarse hacia mis labios pero se veía confundido, ¿en qué será que estará pensando?

-¿Puedo... intentar algo? -preguntó de repente.

-¿Qué cosa?

-Pues... aún no estoy seguro -respondió.

Asentí entonces. Él levanta su mano libre hasta mi rostro, apartó un poco el cabello frente a mí para colocarlo tras mi oreja, rozó sus dedos contra mi mejilla dejando un rastro cálido en mi piel. Mi mano sujeta a la suya se aferra un poco, entonces su mano en mi rostro vuelve a acariciar mi mejilla.

Entonces empezó a acercarse, nuestros cuerpos eran atraídos como imanes. Comencé a cerrar los ojos hasta sentir el roce de sus labios contra los míos. Jamás había sentido tanto con tan poco, quería acercarme más y que no fueran solo roces.

Me sorprendí un poco al sentir sus labios sobre los míos, pero cerré mis ojos por completo y me dejé llevar inconscientemente, el sabor de sus labios es dulce y embriagante. Llevé mi mano libre a su rostro y aparté un poco el cabello de su rostro, sonreí sobre sus labios. Su mano en mi mejilla me acarició y luego fue a mi nuca para acercarme más.

-¡_________!

Los chicos y chicas entran a la habitación como manada de toros sobresaltándonos y haciendo que me separe de Shoto. Estaba completamente sonrojada, al igual que nerviosa.

-¿Q..Qué pasa? -pregunté.

-¿Qué hacían? -preguntan las chicas con sonrisas pícaras.

-¡Nada! -respondí rápidamente- ¿Qué pasó para que entraran así?

-Oh, sí -Mina se acerca- ¡Expliquen esto!

Nos muestra un video que tenía demasiadas vistas y likes, eramos Shoto y yo bailando en el centro comercial.

-Eso fue hace tiempo -comenté.

-¡¿Por qué nunca nos dijiste que sabías bailar?! ¡Y tú también Todoroki!

-¡Yo quiero bailar así! -dice Kirishima. Denki sube los pulgares dándole la razón y algunos chicos también.

-Principiantes -Sero se ríe con orgullo.

-¿Sero? -me crucé de brazos sonriendo de lado- ¿Tú bailas?

-Obvio que bailo.

-Quiero ver eso.

-Bien, tú lo pediste -responde y de no sé donde comienza una música de procedencia latina.

-¡Ah! ¡Amo esta! -exclamé levantándome.

Los chicos dejaron espacio para que Sero bailara y en una de esas me tiende la mano.

-Yo juzgaré tus movimientos -comentó.

-Te dejaré sin palabras -respondí agarrando su mano.

Nosotros comenzamos a bailar bachata y los chicos nos aplaudían y vitoreaban. Pero pasados unos segundos me jalan la mano y ahora estaba bailando con Kirishima.

-Yo también puedo hacerlo -comentó sonriendo.

Me reí levemente pero seguí bailando.
Nuevamente me hacen cambiar y ahora era con Denki, siguió Ojiro, después Izuku hasta que apareció Bakugo.

-Bailas bien Izuku -mencioné riendo y haciendo que se sonrojara.

-¡Yo puedo bailar mejor que ese maldito nerd! ¡Aparta, maldito Deku! -exclama Bakugo empujando a Izuku y prácticamente me obligaba a bailar para demostrar ser el mejor.

Pero entonces, una mano más suave y cálida me sujeta hasta hacerme girar y Shoto me sujeta en posición.

-¡Uh, la parejita! -aclaman las chicas.

Me sonrojé pero sonreí con diversión al igual que Shoto. Empezamos a movernos en sintonía, tenía mucha más coordinación con él que con el resto y me sentía mucho más cómoda. Me hizo girar e incluso inclinarme hacia atrás unos segundos. Los demás aullaron de la emoción hasta que nuestro baile acabó al igual que la música.

-¡Agh, yo estaba esperando mi turno! -grita Mineta con decepción.

-Lo siento Mineta, estoy exhausta -mencioné abanicandome con la mano- ¿Sero por qué no les enseñas a las chicas a bailar? Te mueves bien.

-¡Sí! -exclaman las chicas.

-Bien, todos con parejas.

-¡¿E..Eh?!

Fui a la cocina riendo y me serví un vaso de agua, pues estaba realmente sedienta. Al dejar el vaso nuevamente me di vuelta y me encontré con Shoto que se acercó a mí y me acorraló contra la encimera de repente.

-¿Eh? ¿S..Shoto?

-¿Puedes... bailar así solo conmigo? -preguntó sorpresivamente que ni siquiera pude decir nada por un tiempo

-¿Ah?

-Lo siento, ¿te incomodé? -pregunta apartándose un poco pero enseguida negué con la cabeza y sonreí.

-No es eso, solo me tomaste por sorpresa -respondí-. Haré mi mayor esfuerzo para solo bailar contigo así.

Su sonrisa se ve más amplia pero de una manera que me hacia sentir como cuando veo un gatito o un perrito, es tierno. Él se me acerca y de nuevo, sorpresivamente, me da un pequeño beso en los labios. ¿Me puedo volver más tonta? Es que con esto que hace lo consigue.

-¿Y eso? -pregunté con una sonrisa que nadie podría quitarmela del rostro.

-Solo... quería hacerlo. ¿Te molesta?

-Para nada -respondí enseguida y haciéndolo sonreír.

Ambos salimos de la cocina para ir a la sala común, nos sentamos en el sofá y nos mantuvimos allí, hablando un poco hasta que nos habíamos quedado sin temas de conversación. A él le sonó el móvil así que lo revisó un segundo, yo me le quedé viendo su cicatriz. Sonreí levemente y apoyé una mano en su mejilla para acariciarlo suavemente.

Shoto deja su celular para verme, toma mi mano y le da un ligero apretón. Decidí recostarme en el sofá, contra el posabrazos e hice que Shoto se acostara sobre mí. Él me abrazaba por la cintura apoyando su cabeza en mi pecho.

-¿Estás cómodo? -pregunté comenzando a acariciar su cabello con suavidad.

Él solo asintió con la cabeza y suspiró profundo. Agarré mi móvil y lo miré sin dejar de acariciar el cabello o la espalda de Shoto quien parecía que poco a poco se iba quedando dormido.

-¡¿Huh?! ¡Todoroki-Kun! ¡________-San! ¡Eso es injusto -me sobresalté al escuchar la voz de Mineta y cuando miré al frente vi a todos los chicos y chicas.

Levanté mis manos pero Shoto las agarra y la vuelve a colocar en su cabeza.

-Ignóralos y continúa por favor -pide sin abrir los ojos y sin levantarse, por lo que yo tampoco podía.

Me sonrojé a más no poder y con una mano me cubrí el rostro mientras que con la otra seguía acariciando la cabeza de Shoto.

-C..Chicos.. e..esto...

-Bueno, bueno, no necesitas explicar ________-chan... lo podemos ver claramente -responde las chicas con grandes sonrisas.

-¡Aish! ¡Todoroki-Kun tiene tanta suerte! -se queja Mineta-. Está acostado en sus pe...

Todos lo golpearon a la vez y Sero lo envolvió en cintas para callarlo y que no se moviera ni dijera ni una palabra más.

-Lo siento _______-chan, mejor los dejamos solos -doce Momo sonriendo.

Todos se van enseguida y yo suspiré nerviosa y divertida a la vez. Incliné mi cabeza hacia atrás y seguí con las caricias. Poco a poco sentí como su respiración se volvía lenta y calmada y que su agarre se había aflojado.

-¿Huh? -murmuré al ver que se había quedado dormido.

Sonreí con ternura y le di un casto beso en la cabeza, nos acomodé mejor y cerré mis ojos. Escuché que sacaban una foto por lo que volví a abrirlos y vi a los demás escondidos tras una pared.

-Luego te las pasamos -susurran las chicas y sonríen.

Me volví a sonrojar e hice una barrera con sombras para que dejaran de vernos. Suspiré más calmada, aunque eso es algo que Shoto siempre me hace sentir, con su calidez y ahora con su respiración tranquila. Parecía un niño pequeño e indefenso mientras dormía.

¡Es tan tierno!